lunes, 3 de abril de 2023

Caída de tensión (80-65)

Thomas Scrubb (foto: ACB Photo)

Un Obradoiro flojísimo en todas sus líneas se vio arrollado desde el inicio por un Manresa pleno de energía y solo pudo maquillar el resultado final en los minutos finales, con todo ya decidido. Los de Moncho Fernández reincidieron e incluso ahondaron en los problemas mostrados en las últimas jornadas y apenas plantaron cara a un rival en línea ascendente y que demostró una intensidad y unas ganas de victoria muy superiores ya desde el primer cuarto. El humillante +22 en el marcador mediado el segundo cuarto (31-9) no hizo más que crecer con el paso de los minutos, alcanzando un todavía más sonrojante +34 a falta de poco más de 8 minutos para el final (70-36). A partir de ahí, con los locales ya de fiesta, el Obradoiro comenzó a ver aro y fue recortando diferencias hasta llegar a ponerse 11 abajo ya en el último minuto, pero sin opción alguna de remontada. A pesar de esta dura derrota, el Obradoiro mantiene todavía la décima posición en la clasificación con un record de 11-14, aunque ya igualado con Bilbao y con Murcia a un solo partido de distancia.

Visita del Obradoiro a una de sus canchas más propicias, la de un Manresa en ascenso pero todavía con la zona de descenso demasiado cercana. Los catalanes comenzaban el partido con Dani Pérez, Harding, Jou, Robinson y Geben. El Obradoiro, con las dudas sobre el estado físico de Thomas Scrubb tras un problema intestinal durante la semana, lo hacía con Westermann, Robertson, Muñoz, Vicedo y Guerrero. La intensidad local desde la primera jugada ponía a prueba a un Obra que no encontraba nada desde fuera pero que por contra resistía las alocadas acometidas manresanas de forma que el marcador permanecía en el 0-0 inicial hasta pasados casi 2 minutos. Westermann, desacertado en sus tiros, perdía un balón para permitir la canasta en transición local, aunque Vicedo respondía con un triple para abrir la lata tras casi 3 minutos nulos en ataque (3-3). El carrusel de carreras y tiros errados no cesaba en la cancha, con los nuestros contagiados para mal del ritmo altísimo de Manresa. Otros 3 minutos de parón conjunto en el marcador se rompían con otro rápida transición local mientras el Obra se empeñaba en triples sin acierto y ni siquiera Guerrero anotaba solo bajo aro. Blazevic debutaba en el partido cometiendo una falta en ataque y un 3+1 de Waczynski daba impulso a los locales, aunque por fin Phil Scrubb, tras algo más de 6 minutos y medio sin anotación obradoirista, respondía con un tiro corto frontal. El Obra no era capaz de parar el ritmo infernal de un rival en el que ya habían jugado los 12 de la rotación, aunque Thomas Scrubb cazaba el rebote ofensivo tras otro triple fallado más del equipo para anotar 2 puntos más (10-7). El canadiense sufría, sin embargo, de nuevo para controlar a Waczynski, mientras que Blazevic volvía a cargar en la pintura para su segunda falta en ataque. Solo faltaba que el escurridizo Harding comenzara a encontrar los huecos en el 1x1 para que los nuestros, empeñados en sumar fallos desde el triple, se vieran cada vez más desbordados ante la labor de desgaste local. Phil Scrubb conseguía meter un buen balón bajo aro para la canasta de Magnay, pero el equipo cada vez cedía más en defensa y en ataque seguía sin ideas bajo la batuta de Zurbriggen, de manera que se veía ya 12 abajo al finalizar el cuarto (21-9).

Nada cambiaba con el inicio del segundo cuarto. Magnay recibía otro buen balón para penetrar hacia aro, pero desperdiciaba los 2 libres tras sufrir la falta. Con el Obra aturdido y cada vez más fuera del partido en ambos lados de la cancha, Manresa iba sumando a base de energía y el marcador comenzaba a tomar tintes de humillación. Ni el tiempo muerto de un desesperado Moncho Fernández frenaba la sangría, con el equipo impotente en ataque y un balance defensivo desastroso en las transiciones. El parcial se elevaba a un terrorífico 14-0 desde el final del primer cuarto, con el Obra parado en esos 9 puntos durante la friolera de 6 minutos y ya con 22 puntos de desventaja (31-9). 2 tiros libres de Westermann y otros 2 de Blazevic daban fin a la larga sequía en medio de la presión sin fin de la defensa local. Manresa rompía el intento de defensa zonal del Obra, aunque al menos Westermann anotaba la primera canasta en juego del equipo en una penetración con tiro a tabla. Pero otra pérdida y otra canasta en transición local dejaban en evidencia a un Obra en el que además Blazevic cometía su tercera falta en ataque del partido. Thomas Scrubb anotaba en una veloz transición pero Magnay cometía una antideportiva que impedía cualquier atisbo de reacción. Con el rocoso Olumuyiwa destrozándonos en la pintura, la ventaja local se iba ya a un brutal +25 (43-18), apenas reducido con una acrobática penetración de Phil Scrubb que dejaba el marcador al descanso en un deprimente 44-20.

Con todo decidido ya en la primera mitad, lo único a lo que podía aspirar el Obra era a dar la cara y al menos evitar ahondar en el pozo. Pero tampoco, a pesar del tiempo muerto record de precocidad de Moncho Fernández tras menos de medio minuto de juego. Más pérdidas, más triples fallados, más canastas en transición de un rival que seguía corriendo a toda velocidad. El 7-0 de salida para el +31 en el marcador (51-20) era roto por un escuálido tiro libre de Zurbriggen tras otros más de 2 minutos de sequía, añadiendo otros 2 libres más Blazevic poco después. El Obra deambulaba por el parqué del Nou Congost sin ser capaz de siquiera tirar a canasta ante la locura propuesta por su rival. Ya 32 abajo llegaba otro tiempo muerto más del Obra para frenar la avalancha, con Phil Scrubb sumando desde la línea y en contraataque tras robo en defensa, en la primera canasta del equipo tras más de 5 minutos de juego. El canadiense anotaba en otra transición pero sin continuidad alguna para los nuestros, que peleaban (casi todos) como podían contra el rival y contra sus propios errores. Guerrero ganaba el machacaba el aro rival a pase de Walker pero la serie de triples se iba ya a un escandaloso 1 de 24 en medio del festival local. Muñoz asistía para la bandeja a tabla de Thomas Scrubb y el cuarto se cerraba con un 2+1 de Robinson sobre el propio Muñoz para el +31 local (65-34).

Guerrero anotaba bajo aro a pase de Westermann para abrir el cuarto período, pero Manresa seguía sumando y elevaba una diferencia máxima en el marcador con un +34 con el que casi doblaba a los nuestros (70-36). Por fin llegaba el triple obradoirista con un tiro de Thomas Scrubb, y como si de golpe se hubiese abierto un camino tapiado caía otro más de manos de Magnay. El australiano era protagonista con su trabajo físico en defensa, mientras en ataque de nuevo Thomas Scrubb sumaba en tiro corto a tabla. El deprimido Robertson también sumaba de 3 sus primeros puntos del partido y de nuevo Thomas Scrubb anotaba en transición para un parcial de 0-13 que apenas aligeraba el peso de la paliza (70-49). El taponazo en las alturas de Magnay era premio a una esforzada defensa como exiguo botín a partido tan desastroso. El Obra presionaba con intensidad y orgullo mientras Thomas Scrubb seguía sumando tras otra rápida transición. Robertson en penetración y Phil Scrubb desde el triple conseguían bajar del -20, y de nuevo Magnay anotaba desde los 6,75 sin dejar de trabajar bien en defensa. Un 2+1 de Muñoz y 2 libres de Robertson reducían a un superengañoso -11 la desventaja a falta de 40 segundos (76-65), aunque el partido acababa feo con la segunda antideportiva del voluntarioso Magnay para el 80-65 definitivo en una tarde para olvidar.

Datos a destacar

  • un desastre. El maquillaje y el orgullo de los jugadores en los minutos finales no puede ocultar uno de los peores partidos del Obradoiro desde hace muchos años. El equipo se hundió ante la presión y la velocidad de un Manresa que juega a toda velocidad para lo bueno y para lo malo, y llegó a ser realmente humillado en la cancha por un rival que llegó a ganar por 34 puntos de ventaja. La falta de ideas del Obra fue desesperante por momentos, ahondando en los defectos ya mostrados en semanas pasadas
  • horribles en ataque: sin capacidad de mover el balón con un mínimo de claridad, solo tirando triples sin freno hasta acumular un ridículo 1 de 25 en el inicio del cuarto período. Varias fases de 4, 5 o 6 minutos sin anotar un solo punto llegaron a hacer temer por el record negativo del club en ACB hasta la reacción del tramo final. Pérdidas a mansalva (¡20!) ante la presión local, incapacidad total para superar la defensa manresana y una sensación de impotencia general solo comparable a las peores épocas del Obra en su temporada de debut en la ACB
  • terrible defensa de la transición rival, tanto tras pérdida como tras rebote defensivo de Manresa. Con el rival corriendo en todo momento, el Obra concedió muchos puntos fáciles y se fue deshaciendo como un azucarillo en la tarea defensiva. Los intentos de zona fueron rotos con facilidad por los locales, aunque es justo reconocer el esfuerzo y el orgullo de los que trabajaron en la cancha en los minutos finales, presionando y trabajando hasta el último momento a pesar del marcador en contra
  • THOMAS SCRUBB: sus transiciones y penetraciones (6 de 6 en tiros de 2) fueron de lo poquito a lo que agarrarse del ataque del Obra durante el partido, aunque esos puntos llegaron en su mayoría en el tramo final, con todo decidido. Thomas, con problemas físicos durante la semana, lo pasó mal en la defensa de Waczynski aunque trabajó con orgullo hasta el final y no bajó la cabeza ante las circunstancias. 16+5+1 en 26 minutos, para 17 de valoración
  • LÉO WESTERMANN: lo de casi siempre. Errores en ataque y en defensa, incapacidad de mantener el duelo físico con sus rivales y, lo que es peor, una sensación de dejadez cuando el partido iba peor que contrasta con el orgullo del resto del equipo. A falta de 9 partidos para terminar la temporada, difícil lo tiene para evitar ser con diferencia la mayor decepción del equipo. 4+4+1 en 17 minutos, con 3 pérdidas, para 6 de valoración
  • KASSIUS ROBERTSON: ahogado por la defensa rival, el canadiense sufrió y se frustró, impotente para salir del embudo en el que lo metió Harding y sobre todo Badio. Ni siquiera le entraron esos tiros que otras veces le entraban y tampoco nadie le pudo dar un balón con mínima ventaja para anotar. En los minutos finales sacó orgullo y buscó algo en ataque para maquillar mínimamente el desastre, trabajando hasta el final. 8+2+2 en 26 minutos, con 4 pérdidas y 4 faltas provocadas, para 3 de valoración
  • ÁLVARO MUÑOZ: le tocó salir de titular y no pudo aportar nada en ataque, sin acierto en sus tiros en medio de la locura de los primeros minutos. En los minutos finales fue de los que sacó casta y trabajó sin bajar la cabeza, como corresponde dar ejemplo al capitán del equipo. 4+3+1 en 17 minutos, para 3 de valoración
  • EDGAR VICEDO: un triple de inicio, el único del equipo hasta los minutos finales, y mucha carrera arriba y abajo en el alocado primer cuarto, pero sin más acierto ofensivo y sin acabar de llegar en defensa a cerrar huecos ante el continuo movimiento del rival. Sin apenas participar tras ese tramo final. 3+2 en 11 minutos, para 1 de valoración
  • RUBÉN GUERRERO: desbordado por el ritmo de un partido jugado a toda pastilla, el marbellí apenas sumó un par de buenas canastas bajo aro en los pocos pases interiores que dio el equipo, pero sin mayor aportación. En defensa estuvo sólido en los primeros minutos, imponiendo su altura, pero poco más. 4+3 en 11 minutos, para 5 de valoración
  • PHIL SCRUBB: lo intentó como base y como escolta, dentro del colapso general del equipo, con soluciones individuales que de vez en cuando encontraron premio. En defensa intentó robar balones y correr, aguantando el tipo en el 1x1. Demasiados frentes que atender, de todos modos, pero el canadiense no se borró del partido a pesar de todo. 13+1+2+2 en 28 minutos, para 9 de valoración
  • WILL MAGNAY: todo voluntad, el australiano peleó todos los balones, cerré rebotes y sumó un par de triples en el tramo final, además de una buena canasta bajo aro. Dentro del tono tan oscuro del equipo, fue también de los que se esforzó en los minutos finales, presionando y trabajando, incluso con la anécdota de la expulsión por su segunda antideportiva en los últimos segundos. Con sus evidentes limitaciones, de lo poco mínimamente salvable. 8+8 en 17 minutos para 13 de valoración
  • FERNANDO ZURBRIGGEN: se vació en defensa para parar la hemorragia, pero no se puede ocultar que en la dirección del equipo estuvo horrible, sin ideas, con pérdidas en cantidad y sin acierto ni en sus iniciativas individuales (0 de 5 en tiros de campo). Mucha voluntad, muchas ganas pero poco aporte, aunque es cierto que siguió trabajando hasta el final. 1+2+3 en 13 minutos, con 4 pérdidas, para -6 de valoración
  • MAREK BLAZEVIC: 3 faltas en ataque (y ninguna en defensa) para reflejar un partido negado del lituano, que ni siquiera se jugó un solo tiro en sus minutos en cancha (apenas esos 4 tiros libres sin fallo). Desquiciado en sus acciones, sin poder dar una a derechas y pagando otra vez el precio de esas desconcentraciones de novato que en tantas ocasiones lo castigan. 4+3+1 en 13 minutos, con 5 pérdidas, para 2 de valoración
  • ÁLEX SUÁREZ: se comió gran parte de la peor fase del equipo en la cancha (-22 en el +/-, máximo del equipo) sin poder aportar nada de nada, ni en ataque ni en defensa, más allá de un tapón en medio del desastre. Estadística a 0 para -3 de valoración
  • DAVID WALKER: al igual que Suárez, el norteamericano deambuló por la cancha en los peores minutos del equipo (-16 con él en cancha), sin poder siquiera intentar alguno de sus triples y superado por la situación. 0+1+1 en 10 minutos, para -2 de valoración
Horroroso partido del Obradoiro, todavía peor que los ya muy mediocres últimos vividos en Sar. El equipo fue desarbolado por el empuje y el ritmo altísimo de un Manresa que le pasó pro encima y dejó al descubierto todas las debilidades de un equipo que está claramente en su momento más bajo de la temporada. Con 9 partidos por delante y la salvación prácticamente hecha, el trabajo de reconstrucción de este Obradoiro para no dejarse llevar en lo que resta de temporada ha de comenzar por el próximo encuentro, en casa contra otro rival muy físico e intenso como Murcia. Peor no se puede hacer, así que solo queda mejorar.


0 comentarios:

Publicar un comentario