domingo, 3 de marzo de 2019

Fiesta completa... pese al apagón final (75-73)

la canasta ganadora de Andy Obst (foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro sumó la décima victoria de la temporada en el derbi gallego ante el Breogán tras un final agónico en el que estuvo a punto de tirar por tierra una amplia renta de 16 puntos, pero que se decantó del lado local con una gran penetración de Andy Obst a falta de 8 segundos. Los de Moncho Fernández anularon en los primeros minutos al conjunto lucense, que apenas veía aro mientras el Obra iba sumando de la mano de sus destacados habituales y la gran dirección de Sàbat. El +12 al final de primer cuarto (21-9) fue menguando poco a poco en un primer apagón del equipo, que con su segunda unidad en cancha se atascó y solo pudo encontrar un par de triples de un brillante Obst (14 puntos al final en apenas 18 minutos) para mantenerse todavía por delante al llegar al descanso (33-29). Kostas Vasielaidis lideró la salida en tromba del Obra en el tercer cuarto, con 8 puntos consecutivos, de nuevo bien acompañado por la dupla interior Llovet (16+7 para 19 de valoración) y Brodziansky (17+8 para 28) mas la sólida dirección de Sàbat (6+4+12 para 19), para dejar prácticamente sentenciada la victoria con una máxima ventaja de +16 a falta de menos de 7 minutos (71-55). Sin embargo, el descanso de los titulares y una tremenda pájara en ataque ante un Breogán que no se rindió en ningún momento propiciaron un insospechado parcial de 2-16 que igualaba el marcador a falta de 30 segundos (73-73). Andy Obst salvaba a un Sar al borde del colapso con la canasta del triunfo y el triple desesperado de Cvetkovic no tocaba el aro, certificando el triunfo obradoirista (75-73). Con este resultado, el Obra iguala su mejor marca en ACB tras 21 jornadas con un gran record de 10-11 que lo sitúa en la puertas de la lucha por las últimas posiciones de playoffs, ya con una ventaja amplísima sobre los puestos de descenso.

Ambiente extraordinario en Sar con un casi lleno (más de 6000 espectadores) para presenciar el primer derbi gallego en la era ACB que se vivía en Santiago. El Breogán, animado por una nutrida afición en las gradas, comenzaba el partido con Díaz, Vidal, Millsap, Gerun y Brown, mientras el Obra lo hacía con los habituales Sàbat, Vasileiadis, Singler, Brodziansky y Llovet. La tensión propia de un derbi se notaba desde el primer momento, con el Obra fallando triples pero ganando la pelea reboteadora, ante un rival que se veía incapaz de superar la defensa local y apenas podía anotar. Un triple de Sàbat, dominador del ritmo de juego en toda situación, abría la lata para dar paso al buen trabajo de nuestra dupla interior, que recibían buenos balones del propio Sàbat y de Kostas para anotar bajo aro. Un triple de Kostas y una buena canasta posteando de Llovet ponían al Obra 10 arriba en poco más de 5 minutos y medio (14-4), ante un Breo sin tiro exterior ni poder interior, con Kostas sacando puntos fáciles desde la línea de libres. Llovet seguía recibiendo asistencias de un gran Sàbat para un llamativo +12 (18-6), con tan solo Singler desentonando del buen tono general del equipo. Kostas cerraba el cuarto sacando petróleo con una falta a su intento triple para anotar los 3 libres y mantener el +12 local (21-9).

La situación parecía controlada en el inicio del segundo cuarto, con Hlinason anotando una trabajada canasta bajo el aro y nuestra defensa manteniendo a raya a los visitantes a pesar de algún chispazo aislado de Redivo. Sin embargo, nuestro ataque también se paraba por completo con la entrada en pista del quinteto de reservas, mientras el partido se enzarzaba cada vez más entre jugadas discutidas y una grada caliente contra el trío arbitral. El Obra se pasaba 4 minutos sin anotar un solo punto, aunque en ese intervalo su rival apenas había hecho 4, pero Andy Obst entraba con acierto en el partido clavando un par de buenos triples que evitaban que la cómoda ventaja en el marcador desapareciese por completo, ante un Breo en el que el tiro exterior empezaba a funcionar tímidamente. Un par de libres de Sàbat y una buena canasta interior de Brodziansky completaban el escuálido botín del cuarto para los nuestros, que por encima recibían un triple de Alec Brown en la última jugada para bajar la diferencia a un corto +4 (33-29).

El Obra salía lanzado tras el paso por los vestuarios, con Kostas asistiendo magníficamente a Brodziansky para dar comienzo a unos minutos de recital en el tiro por parte del griego. 2 triplazos y otro "casi triple" de Vasileiadis en 3 ataques consecutivos levantaban en volandas a Sar ante un Breo que no era capaz de mantener el ritmo anotador a pesar del sólido trabajo de Gerun. Sàbat no dejaba de meter balones perfectos a Llovet y Brodziansky que acababan en canasta una y otra vez, poniendo al Obra en la frontera del +10. Los nuestros llevaban el partido con claridad, fuertes en defensa y cerrando bien el rebote, aunque los lucenses aguantaban todavía el tirón gracias a los triples. Andy Obst volvía al partido con un precioso 2+1 en penetración, y de nuevo Nacho Llovet percutía con su juego de espaldas imparable para anotar de nuevo y cerrar el cuarto con una sólida renta de 9 puntos para los nuestros (59-50).

Sàbat seguía reinando en la cancha para abrir el último cuarto con una asistencia remachada en mate por un Singler que, a pesar de ello, seguía sin encontrar el acierto en ataque y erraba una bandeja al contraataque que le costaba una técnica por protestar a Moncho Fernández. Obst seguía aprovechando sus pocos minutos a la perfección, anotando su tercer triple de la tarde, y el Obra se asentaba en un casi definitivo +16 gracias al dominio bajo el aro visitante de un Nacho Llovet imperial. Singler robaba aunque se le pitaba una falta en ataque en su choque con Löfberg, pero la retirada al banquillo de Sàbat y un agotado pero exultante Llovet se producía con ese mencionado +16 en el marcador y con poco más de 7 minutos y medio por delante (69-53). Todo parecía hecho, con Hlinason anotando otra trabajosa canasta en la pintura y menos de 7 minutos (71-55), con el Breogán intentando seguir trabajando a pesar de todo y Obst sentándose en el banquillo tras su buena actuación. Pero, sin embargo, el partido empezaba a girar de manera lenta pero segura, con Singler superado por Löfberg, su sustituto Simons empeorando la actuación de su compañero y un Pepe Pozas cada vez más descentrado en la dirección. Llovet regresaba para mejorar la defensa, pero un triple de Vidal bajaba a 8 con todavía 4 minutos por delante y el runrun empezaba a aumentar en la grada. El Breo también ganaba ahora el rebote, nuestro ataque seguía ofuscado con Pozas perdiendo otro balón y Brown volvía a acertar desde el triple para bajar a 4. Brodziansky daba aire al Obra con una buena canasta posteando para romper 5 minutos de nulidad ofensiva, pero el rival ya creía en la remontada con toda su alma. El balón volvía a llegar a Vladi, pero ahora era taponado por Brown y Gerun bajaba a solo 2 la ya exigua ventaja obradoirista cuando se entraba en el último minuto. El Obra zozobraba ante la incredulidad de todos, y todavía más cuando Pozas erraba un tiro frontal librado que le daba al Breo balón para empatar, como así hacía Alec Brown cuando solo restaban 25 segundos en el marcador, culminando un terrible parcial de 2-18 (73-73). El tiempo muerto local ponía el balón en manos de Andy Obst para un aclarado, y el alemán penetraba con potencia y calidad para dejar una preciosa bandeja que devolvía la ventaja al Obra con 8 segundos por jugarse (75-73). El Breo tenía, por tanto, el balón del partido, pero Brodziansky aguantaba el 1x1 en el cambio ante un Cvetkovic que botaba mal y tenía que tirar sin posición, errando y permitiendo respirar por fin a la sufrida afición obradoirista tras unos últimos minutos agónicos. Con mucho sufrimiento al final, pero la décima de la temporada ya estaba en el bolsillo.

Datos a destacar

  • el ambiente de un derbi, las más de 6000 personas llenando Sar y la emoción de un partido de rivalidad que no se decidió hasta el último segundo. Todo ello era algo que había faltado estos años en Galicia y que sería deseable que pueda seguirse viviendo mucho tiempo más
  • partido extraño. El Obra controló la mayor parte del tiempo, yéndose con cierta claridad en el marcador en el primer cuarto y teniendo hasta un +16 bien entrado el cuarto período. Sin embargo, un par de apagones coincidiendo con la entrada en pista del quinteto de rotación acabaron por anular las rentas obtenidas e ir a un final a cara o cruz. Sobre todo ese 2-18 del tramo final, con el Obra colapsado por completo (en la cancha y en el banquillo), puso en peligro una victoria que parecía casi hecha
  • los titulares, más titulares que nunca: Sàbat, Kostas, Llovet y Brodziansky sumaron nada menos que 55 puntos, 24 rebotes y 84 de valoración. De la rotación solo Obst sumó, pero el resto de los suplentes valoraron negativo. El equipo se vino abajo en las 2 rotaciones de una manera exagerada, ante un rival cuya mayor virtud fue no rendirse nunca y seguir trabajando aún cuando tenía todo cuesta arriba
  • VLADI BRODZIANSKY: otro partidazo del eslovaco, imparable en ataque desde el poste bajo y contundente y efectivo en el rebote, además de estar muy activo para meter manos en línea de pase (¡4 robos!). Algún momento de dudas en defensa no empaña una gran actuación, otra más, de un Brodziansky que sigue creciendo en, no lo olvidemos, su temporada de debut en el basket profesional. Casi sin descanso (lo notó en algún momento en defensa al final), asociándose muy bien con Sàbat y Kostas y con un repertorio de lujo cuando recibe de espaldas. 17+8+1+4 en 37 minutos, con 5 faltas provocadas, para 28 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: en la misma altísima línea de antes del parón, el catalán dirigió con solvencia y clarividencia, metiendo balones a los interiores y sin apenas pérdidas, además de ayudar en el rebote y anotar un triple. Igualó el record de asistencias del Obra en ACB por segunda vez en la temporada, pasó bloqueos y aguantó en defensa a buen nivel y dejó el partido casi hecho cuando se sentó en el banquillo a falta de 7 minutos. El bache del equipo fue tan general que Sàbat se quedó olvidado en el banco en esos minutos finales de forma extraña, pero ese +20 con él en cancha (máximo del equipo) deja claro su buen hacer en el partido. 6+4+12 en 25 minutos, con 4 faltas provocadas, para 19 de valoración
  • KOSTAS VASILEIADIS: siempre activo en ataque para aprovechar la mínima oportunidad, el griego comenzó errático en el tiro, pero supo buscar a sus compañeros y sacar partido de los tiros libres con su habitual capacidad de forzar faltas tontas a sus defensores. Su racha letal del inicio del tercer cuarto marcó el camino de la ruptura que debió ser definitiva, aunque en su regreso con el partido ya totalmente enredado no pudo encontrar opciones en ataque. Otro partido sólido más del griego. 16+5+2 en 26 minutos, para 18 de valoración
  • KYLE SINGLER: en defensa mantuvo el tipo (el errático Millsap apenas le hizo daño), pero en ataque tuvo un día horroroso, negado de cara al aro (1 de 7 en tiros de campo) y cada vez más descentrado con el paso de los minutos. Su frustración acabó llevándole a cargarse de faltas con rapidez, completando un expediente que esperemos sea solo un mal día a olvidar lo antes posible. 2+1 en 20 minutos, para -6 de valoración
  • NACHO LLOVET: andaba algo renqueante, pero el catalán sigue en estado de gracia. En defensa, en ataque, desde el banquillo, Nacho dominó todas las facetas del juego (anotación, rebote, por supuesto esos intangibles en los que tanto aporta siempre) y fue de nuevo clave en el triunfo del Obra. Cada vez más activo en ataque (13 tiros de campo, su máximo en el Obradoiro), decisivo en la cancha (+15 con él en juego) y dando clases continuas de inteligencia en la pista. Una maravilla. 16+7+1 en 29 minutos, para 19 de valoración
  • ANDY OBST: ya había destacado en la ventana FIBA con su selección, y de nuevo el alemán se salió en sus breves apariciones en la cancha. Letal desde el triple, valiente y sobre todo acertado en sus penetraciones, fue el único que aportó desde el banquillo y salvó el mal segundo cuarto en primer lugar, para regresar con la canasta ganadora en los segundo finales. Decisivo para la victoria, cuando consiga ser regular (hay que recordar que solo tiene 22 años) hay madera de jugadorazo. 14+0+1 en 19 minutos, para 13 de valoración
  • PEPE POZAS: voluntarioso y esforzado como siempre, pero el malagueño tuvo uno de los peores días que se le recuerdan con la camiseta del Obra. Atascado en la dirección, peleado con las decisiones arbitrales y sobreexcitado según los errores se iban acumulando, el capitán se comió en la cancha los 2 apagones del equipo, sobre todo el de los últimos minutos en los que siguió en pista hasta el final. Doloroso -18 con él en pista para uno de nuestros jugadores más queridos. Seguro que Pepe sabe cambiar el chip y volver a darnos lo mejor en próximos partidos. 0+2 en 15 minutos, con 3 pérdidas, para -5 de valoración
  • BEN SIMONS: desaparecido en combate, el norteamericano apenas miró al aro para tirar un airball desde el triple, mientras en defensa volvió a recordar al dubitativo jugador de buena parte de la temporada pasada, cargándose de faltas con rapidez y llegando tarde a todas partes. Un día malo en medio de una más que correcta temporada. 0+1+1 en 14 minutos, para -4 de valoración
  • TRYGGVI HLINASON: un par de trabajosas canastas en la pintura, otro par de pérdidas tontas, un par de rebotes y un par de tapones recibidos de manera demasiado inocente. Minutos grises del islandés, que como siempre nos tiene que hacer recordar el largo camino de aprendizaje que tiene por delante. 4+2 en 11 minutos, para -2 de valoración
  • NICK SPIRES: una corta aparición en cancha en los malos momentos del segundo cuarto, en la que el sueco intentó ser algo más consistente que Hlinason y más o menos cumplió. Mal desde la línea de libres. Estadística a 0 en 3 minutos para -2 de valoración
  • DAVID NAVARRO: la aparición estelar de Obst en el partido dejó sin minutos al valenciano, que en esta ocasión apenas hizo una brevísima aparición en los malos minutos del segundo cuarto. Estadística a 0 en 2 minutos, para 0 de valoración
Tras dejarse borrar una sólida ventaja de 16 puntos en poco más de 6 minutos, el Obradoiro sobrevivió en otro final agónico a cara o cruz del que salió una vez más victorioso. La temporada del equipo sigue mejorando (4 victorias en los últimos 5 partidos) y ya está a la altura de los mejores momentos históricos del club en ACB (ese 10-11 que consiguió la temporada del playoff y la siguiente con el record de 6 triunfos seguidos). La salvación parece casi hecha, por más miedo que dé decirlo demasiado alto cuando apenas está empezando el mes de marzo y quedan nada menos que 13 partidos por jugar, pero la realidad es que el Obra tiene ahora mismo 4 partidos de ventaja sobre los puestos de descenso. Y, también da casi miedo decirlo en voz alta, la realidad dicta que, desde el sexto puesto hacia abajo, el Obra está metido de lleno en una cerrada pugna en la que se está ganando el derecho a soñar. En la parte negativa, el equipo no puede permitirse apagones tan tremendos como los sufridos en esta ocasión, pero ganando todo sabe mejor. La próxima jornada, con un (sí, hay que decirlo así) partido clave para la lucha por meterse en playoffs en cancha del Manresa, nos dará una nueva oportunidad para seguir alimentando el sueño.


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