domingo, 22 de abril de 2018

No hay dos sin tres (112-116)

Matt Thomas (foto: Obradoiro de Basket)

Por tercera jornada consecutiva, el Obradoiro volvió a caer de forma agónica tras una prórroga, en esta ocasión ante el Estudiantes. Los de Moncho Fernández, sin Bendzius, comenzaron embalados en ataque, con un acierto enorme en el tiro, ante un rival que, como era de esperar, basaba su poderío anotador en el lanzamiento exterior. El Obra se puso 12 arriba mediado el primer cuarto (22-10), pero poco a poco fue bajando sus porcentajes de tiro ante un Estudiantes que, sin Landesberg en sus filas, encontró a dos estiletes en Brizuela y Hakanson, quienes destrozaron una y otra vez la floja defensa local hasta dar la vuelta al partido y poner a los suyos 7 arriba (34-41). El Obradoiro fue a remolque a partir de ahí, aguantando dentro del partido pero sin acabar de igualar el marcador hasta mediado el tercer cuarto gracias a un triple de Thomas, el mejor de los nuestros, y con otro más de Simons se volvía a poner por delante mucho tiempo después (61-58). Cook lideró el nuevo estirón visitante para devolver el +7 a los suyos, que todavía se mantenía en el último periodo con el Estu destrozando a los nuestros entre el triple y los missmatches bajo nuestro aro (77-84), pero Llovet y Thomas permitían al Obra llegar con opciones al tramo final del partido. Una vez más los tiros libres errados impedían el triunfo obradoirista, con Radovic fallando uno más a falta de 3 segundos para el final (98-98). La tercer prórroga consecutiva del Obra comenzaba bien y Thomas ponía al equipo 4 arriba (106-102), pero Edgar Vicedo, con un triple y un 2+1 letales, arruinaba las esperanzas de un Obradoiro que terminaba con 4 eliminados por faltas y cediendo su sexta derrota seguida (112-116). Tras este partido, el Obra se queda con un record de 11-18, mirando de lejos pero de reojo a los puestos de descenso.


Partido con un ambiente más bien frío de inicio en Sar, recibiendo a un Estudiantes que llegaba sin su estrella, Landesberg, y comenzaba el juego con Cook, Cvetkovic, Peña, Suton y Brown. El Obradoiro, que tampoco podía contar con Bendzius, lo hacía con Sàbat, Thomas, Simons, Llovet y Pustovyi. Los de Moncho Fernández comenzaban lanzados en ataque, con un acierto brutal en el tiro ejemplificado en los triples de Sàbat y Thomas. El Estudiantes se la jugaba a triples, como era sabido, pero el Obra castigaba en cada ataque, bien con otro triple más de Thomas, bien metiendo balón dentro a un Pustovyi que compensaba en ataque sus dificultades defensivas ante el juego abierto de Brown. Simons, con una suspensión de 5 metros y otro triple más, ponía al Obra 9 arriba, pero la ventaja todavía seguía creciendo gracias a la facilidad para generar opciones ante la floja defensa interior estudiantil, con Llovet en forzada suspensión y Pustovyi bajo el aro por partida doble haciendo añicos a los visitantes para un gran +12 (22-10). El acierto desaparecía rápidamente con la llegada de las pérdidas en ataque, a pesar del taponazo de Pustovyi a Brown que, por contra, volvía a castigar desde el triple. El explosivo Brizuela entraba en acción, Brown seguía haciendo daño en el pick and roll ante la falta de ayudas a Pustovyi y el Obra encajaba un rápido 0-9 que dejaba en casi nada la gran ventaja de los primeros minutos (22-19). El juego interior seguía siendo la mejor arma del equipo, con Radovic dejándose en el limbo el primero de una serie de tiros libres errados por los nuestros pero con Spires continuando bien a pase de Pozas para anotar en bandeja. El primer cuarto terminaba con el Obra 4 arriba tras dejarse ganar Spires el rebote defensivo por Caner-Medley (25-21).

El Obra seguía cuesta abajo al inicio del segundo periodo, perdiendo rápidamente lo que le quedaba de su ventaja entre fallos en el tiro y más pérdidas. La entrada en escena de Hakanson era una navaja en la defensa obradoirista con 2 triples seguidos, aunque el regreso de un acertado Matt Thomas, con  una forzada penetración y otros 2 triples más, permitía al Obra ponerse de nuevo 2 arriba (33-31). Sin embargo, el festival de Hakanson parecía no tener fin ni solución en una defensa obradoirista incapaz de frenarlo, y con otros 8 puntos más incluyendo 2 triples del sueco la ventaja visitante se iba ya a los 6 puntos, con Pustovyi regalando un balón entre medias en el saque de fondo (33-39). El Obra iba claramente a remolque en el marcador pero sobre todo en el juego, hasta 7 abajo incluso (34-41), aunque sobrevivía gracias a los tiros libres de un Pustovyi que tampoco era parado por el débil juego interior rival, pero que a cambio también sufría para defender al aparentemente tosco Arteaga y era castigado por enésima vez al salir al pick and roll. Los nuestros iban sacando puntos en ataque, pero no pasaban del intercambio de canastas ante un Estu que alternaba el triple con el aprovechamiento de los desastres de Pustovyi con Brown para mantenerse por delante en todo momento. Sàbat regalaba 2 tiros libres más para elevar la tensión, pero un par de balones perdidos por Cook y una buena canasta de un David Navarro que conseguía sacar partido a sus penetraciones le daban aire a los nuestros para llegar con solo 4 puntos de desventaja al descanso (44-48).

El intercambio de canastas se mantenía tras el paso por los vestuarios, con Brizuela destrozando la defensa local con su juego eléctrico y los nuestros resistiendo a duras penas gracias a una buena canasta de Simons y otro triple de Sàbat, pero sufriendo continuamente con el pick and roll y los triples rivales (49-56). Pustovyi seguía sumando desde la línea y Radovic aprovechaba un buen rebote de ataque, pero el Obra caminaba sobre el alambre ante sus dificultades para frenar el ritmo anotador rival. Thomas clavaba un triple para empatar el partido, con el equipo por fin haciendo alguna buena defensa, y tras una forzadísima suspensión a la media vuelta en el poste de Radovic llegaba un triple de Simons que de nuevo ponía por delante a los nuestros (61-58). El ganchito de Radovic, superior de espaldas a Caner-Medley, permitía al Obra seguir por delante, pero faltaba el punto defensivo necesario para dominar del todo el juego y 6 puntos fáciles seguidos de Cook, en triple y con 3 libres tras falta, devolvían la delantera al Estudiantes, que volvía a castigar con otro triple más de Brown y otros 2 libres de un Brizuela imparable en campo abierto para ponerse otra vez 7 arriba (66-73). Un triple de Simons salvaba el mal momento de los nuestros, que llegaban vivos al final del cuarto a pesar de la sorprendente quinta falta pitada a Spires gracias a un buen 2+1 tras penetración que dejaba la desventaja en solo 3 puntos (72-75).

Brizuela y Hakanson amenazaban con sus triples con romper definitivamente la resistencia local a pesar de una buena suspensión lateral de Pozas (74-81), pero el malagueño salía al rescate con un triple inverosímil sobre el final de posesión que devolvía a los nuestros a la batalla. El Obra seguía sin ajustar mínimamente su defensa, incapaz de leer un simple 2x2, sobre un Hakanson que clavaba su sexto triple de la tarde y forzaba el tiempo muerto de Moncho Fernández (77-84). Un 2+1 de Llovet tras buen pase de Thomas devolvía la fe al equipo, que a trancas y barrancas y dejándose tiros libres sueltos por el camino volvía a acercarse, sacando ventajas por dentro con Thomas asistiendo a Radovic. Brizuela continuaba destrozando la defensa local, ahora con un 2+1, pero el Obra todavía resistía, a pesar de los continuos missmatches imposibles con los grandes del Estu, con un tapón de Llovet y otro triple de Thomas. Pustovyi cometía su cuarta falta sobre la penetración del imparable Brizuela y los tiros libres empezaban a dictar sentencia. Thomas anotaba los suyos al igual que Brizuela, pero Pustovyi fallaba 2, Llovet sacaba falta tras ganar el rebote en ataque pero se dejaba uno más por el camino, Caner-Medley otros 2 tras la quinta falta de Pustovyi, y Simons otro más, dejando al Obra 1 arriba a falta de 3 minutos (90-89). La pelota le hacía una dolorosa corbata a una fácil bandeja de Llovet y a los nuestros les tocaba de nuevo remar con el viento en contra, a pesar de una gran canasta en el poste de Llovet sobre Brown, tras el triplazo sobre el final de posesión de Caner-Medley (92-94). Thomas anotaba sus 2 libres para empatar y Simons taponaba a Cook cuando se entraba en el último minuto. Pozas clavaba un triple lateral que hacía ver cercana la meta (97-94), pero Thomas perdía el balón en la posesión que podía asegurar el triunfo y Brizuela se lanzaba a por el aro recibiendo la falta de Llovet y anotando los 2 libres (97-98). Al Obra le quedaban 17 segundos para buscar el triunfo, pero la penetración de Thomas era taponada por Suton y tras el saque de fondo Simons lanzaba un tiro que era punteado y no tocaba el aro. Radovic cazaba el balón suelto y recibía falta con solo 3.8 segundos por jugar. En medio de una tensión enorme, con los árbitros mirando el instant replay y el montenegrino intentando coger aire sin demasiado éxito, de nuevo el primer tiro era fallado y, como mal menor, el segundo entraba para empatar el partido (98-98). Brizuela penetraba para la canasta del triunfo pero chocaba con la defensa local y el partido se iba a la prórroga, la tercera seguida para el Obradoiro.

El Obra golpeaba primero en el inicio de la prórroga, con Llovet anotando a pase de Thomas. Pozas regalaba 2 tiros libres más, pero le volvía el rebote y Thomas clavaba una forzadísima suspensión frontal de 6 metros. Cook tiraba de experiencia para llevar en volandas a los suyos, pero el Obra seguía al mando en el intercambio de canastas, con Llovet de nuevo penetrando a aro pasado a pase de Pozas y Matt Thomas defendiendo con bravura en el poste a Suton para seguidamente penetrar y dejar la bandeja con la izquierda (106-102). Cook mantenía con vida al Estu buscando missmatches, y tras una esforzada defensa de los nuestros y estar a punto de robar el balón caía el jarro de agua helada con el triple lateral de Vicedo. Thomas lo intentaba pero el aro escupía su bandeja casi hecha y otro nuevo missmatch con Brown dentro empezaba a poner el partido cuesta arriba a los nuestros tras cazar Vicedo el rebote de ataque y anotar Cook los libres tras la quinta falta de Thomas, con Sar clamando contra el trío arbitral (106-110). Simons anotaba un triple a falta de poco más de 1 minuto que aún daba esperanzas, pero se comía la defensa a un Vicedo que anotaba el 2+1 tras la falta del norteamericano para el +4 colegial a falta de solo 40 segundos (109-112). El Obra se ahogaba definitivamente a pesar del esfuerzo de Llovet, anotando tras coger el rebote ofensivo y cometiendo seguidamente la quinta falta en el intento desesperado por parar el reloj. Brizuela dejaba todavía una mínima opción tras fallar uno de sus tiros libres (111-114), pero el Estu no dejaba a los nuestros lanzar el triple y el tiro libre lanzado a fallar adrede por Sàbat no encontraba el milagro de un rebote salvador en ataque, certificando Caner-Medley el triunfo madrileño desde la línea de libres. El Obradoiro caía en la tercera prórroga de los 3 últimos partidos y elevaba a 6 su racha de derrotas entre la incredulidad de la grada (112-116).

Datos a destacar

  • 3 prórrogas consecutivas, 3 derrotas. En los 3 partidos, con balón para ganar antes de ese tiempo suplementario. Más allá de los errores puntuales y colectivos del equipo, que evidentemente adolece de la solidez de tiempos pasados, esta racha de resultados está siendo muy dura a nivel psicológico para los nuestros
  • con porcentajes de tiro tan buenos (59 en tiros de 2, ¡56 en triples!) resulta increíble que se pierda un partido. Pero claro, si el rival te clava 18 triples (record histórico del Estudiantes) con más de 50% de acierto y te mete 116 puntos en 45 minutos, evidentemente el problema está en defensa
  • desastre defensivo. Sí, más o menos al mismo nivel bajo que el del equipo rival, pero evidentemente las opciones de triunfo eran menores yendo a un marcador tan alto y de intercambio de canastas, incluso sin el cañonero Landesberg en cancha. El Obra no mantuvo casi nunca una defensa mínimamente sólida ante un Estudiantes que nos acribilló con pick and rolls continuos y sacó petróleo de los cambios defensivos tan desequilibrados con sus interiores (la falta de Bendzius fue letal en ese sentido)
  • con Bendzius fuera de combate y con Corbacho y Laksa sin participar del juego (en principio no se sabe que tuvieran problemas físicos), la rotación de aleros del Obra se quedó reducida a su mínima expresión. Thomas y Navarro no podían aguantar un solo cambio con interiores por falta de físico, y Simons no podía hacerlo por falta de calidad defensiva. Ese filón fue aprovechado a conciencia por el rival para crear ventajas continuas
  • las pérdidas fueron un lastre tremendo en la primera mitad, a partir de aquel 22-10 del inicio. Hasta 10 balones perdidos en ese periodo, que hicieron inútil el espectacular procentaje de acierto en el tiro del equipo al conceder tantas balones de diferencia a un rival que además apenas regala posesiones
  • y, cómo no, el pozo negro de los tiros libres. En un partido con 64 faltas personales y 77 tiros libres, el Obradoiro falló nada menos que 14 de los 40 que tuvo. Una constante que se ha repetido en los 3 últimos partidos, y que en finales tan apretados sin duda ha sido un lastre decisivo en todos ellos
  • MATT THOMAS: lideró al equipo en ataque, con 6 triples y buenas decisiones para bajar el balón al suelo y buscar buenos pases, pero evidentemente sufriendo un desgaste físico enorme ante la necesidad de buscarse una y otra vez sus opciones a base de calidad individual. En defensa se comió varias y tuvo que lidiar con esos cambios imposibles que quizás en este partido no eran muy buena idea, pero si el Obra pudo ganar este partido fue gracias al gran trabajo del norteamericano, que marcó sus máximos de la temporada en anotación, asistencias y valoración. 29+4+8 en 33 minutos, con 3 pérdidas y 5 faltas provocadas, para 26 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: un par de buenos triples, menos pérdidas que en otras ocasiones y correcta dirección en el buen comienzo de partido del equipo. Atrás sufrió como es habitual, creando continuos desequilibrios en cuanto le hacían el primer quiebro, y acabó dominado por un tipo experto y muy listo como Cook. En los minutos decisivos no tuvo participación hasta el final de la prórroga, ya sin más jugadores en el equipo tras los 4 eliminados por faltas. 9+1+4 en 28 minutos, con 5 faltas provocadas, para 10 de valoración
  • BEN SIMONS: salió como alero por la baja de Bendzius y cumplió muy bien en lo que él puede hacer: tiro exterior (4 triples) y buena mano en ataque. En defensa las pasó moradas y sufrió en primera persona el decisivo arreón final de un Vicedo que se lo comió en los minutos clave. De todos modos, y sin obviar el agujero negro que es atrás, sería injusto no valorar su acierto en el tiro, incluyendo algún tiro en momentos calientes en los que no se escondió. 17+4+2 en 34 minutos, para 18 de valoración
  • NACHO LLOVET: en uno de sus mejores partidos en ataque, el catalán supo leer bien los agujeros de la defensa rival para aportar de manera sólida en la pintura (6 de 7 en tiros de campo). Atrás intentó tapar los mil y un huecos de nuestra defensa y le costó llegar a todos ellos, castigado por esos cambios defensivos en los que el Estudiantes sacaba fuera a nuestros interiores una y otra vez. Bien en el rebote y otro de los que se habría merecido el triunfo por su buen trabajo durante el partido. 14+8+3 en 24 minutos, para 22 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: pudo (y debió) ser decisivo en el partido, sin rival en la defensa estudiantil, pero el ucraniano tuvo un día nefasto atrás, comiéndose pick and rolls, cambios defensivos y casi siempre estando fuera de sitio. Lo que dio en ataque lo quitó en buena parte en defensa, aunque aún así hay que resaltar ese +11 con él en cancha, el máximo del equipo, que deja clara su influencia en el partido, de nuevo mermada por las faltas. 15+3+1 en 24 minutos, con 4 pérdidas y 9 faltas provocadas, para 13 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: el montenegrino lo pasó muy mal en defensa, sufriendo en los cambios y con problemas ante los interiores abiertos rivales. En ataque, por contra, supo aprovechar su clara superioridad en el poste ante Caner-Medley para hacer varias canastas. Los tiros libres fueron una vez más su cruz, y no había más que ver su cara de miedo durante los instantes previos a esos libres del final para darse cuenta del problemas psicológico que está teniendo al respecto. 10+4 en 25 minutos, para 10 de valoración
  • DAVID NAVARRO: se comió los minutos horribles del Obra del segundo cuarto, con Hakanson destrozándonos de manera estruendosa, aunque tiró de casta para mantener al equipo antes del descanso buscando sus penetraciones habituales. En la segunda mitad siguió pasándolo mal en esos cambios con interiores en los que no tenía nada que hacer y tampoco estuvo rápido del todo para pasar bloqueos ante los exteriores triplistas rivales, pero en ataque aportó alguna canasta de valor. 8+2+1 en 24 minutos, con 4 faltas provocadas, para 8 de valoración
  • PEPE POZAS: se comió en la cancha los malos minutos del segundo cuarto, sin poder imponer su nivel defensivo y sufriendo los triples rivales. En la segunda mitad mejoró mucho sus prestaciones, manteniendo al equipo con vida en el inicio del último cuarto con un par de tiros y llevando bien el balón a los interiores (muy buena conexión con Llovet). Su triple del final de ese cuarto pudo haber sido decisivo, pero no lo fue. Cook fue un hueso muy duro de roer, aunque las pocas defensas buenas del Obra durante el partido tuvieron al malagueño por medio. 8+4+6 en 22 minutos, para 12 de valoración
  • NICK SPIRES: agujero negro en defensa, sin capacidad para aguantar un 1x1 (ya ni lo intenta siquiera, prefiere hacer falta siempre). En ataque anotó una buena conexión con Pozas, pero nada más. Otra vez más eliminado por faltas, cerrar el rebote le cuesta un mundo y su aportación al equipo fue bajísima una vez más. 2+2 en 11 minutos, para -2 de valoración
El Obradoiro acumula su sexta derrota consecutiva, la tercera seguida tras prórroga. Con haber ganado alguno de esos 3 partidos, la visión del momento de los nuestros sería muy distinta seguramente, y más allá de los errores cometidos en cada partido hay que reconocer que el equipo tuvo en las 3 ocasiones balón para ganar, pero al final los resultados son los que mandan y el Obra está atascado en esas 11 victorias que están dejando un sabor de boca cada vez más amargo en el entorno del club. Las señas de identidad del Obradoiro siempre apuntaban a un gran trabajo defensivo, y por ahí el equipo se está desangrando de una manera clara. El margen sobre los puestos de descenso sigue siendo grande y todo apunta a que incluso sin ganar ningún partido más se podría conseguir la permanencia, pero la línea descendente que está sufriendo el Obra en este tramo de temporada está empezando a ser preocupante, y quizás no sea en absoluto la mejor manera de animar a una afición que está viviendo su temporada más fría desde el ingreso en la élite hace 9 años. Con 3 partidos más en Sar para cerrar la temporada, sería muy aconsejable que el equipo pudiera amarrar algunos partidos más para terminar el curso con mejor sabor de boca.


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