jueves, 12 de abril de 2018

Derrota cruel (91-97)

Nemanja Radovic (foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro sufrió una de las derrotas más duras de los últimos tiempos tras ver cómo paso a paso se iba diluyendo una gran ventaja que llegó a los 23 puntos en el segundo cuarto y verse igualado a falta de tan solo 24 segundos con 2 tiros libres de Waczynski, quedándose ya sin fuerzas físicas ni mentales en una prórroga en la cual terminó de consumarse la derrota. Los de Moncho Fernández habían realizado una primera mitad espectacular, con los posiblemente mejores minutos de la temporada en un tramo del segundo cuarto con un parcial de 16-0 (41-18), en un festival triplista y defensivo que puso a Sar patas arriba. La pequeña reacción malagueña hasta el descanso dejaba al Obra todavía con una amplia renta (45-28), que en el tercer cuarto parecía irse gestionando con cierta holgura. Thomas y Pustovyi mantenían a raya a un Unicaja en progresión (59-41), pero un 2-15 entre el final del tercero y el comienzo del último cuarto empezó a sembrar dudas en equipo y afición (61-56). 11 puntos seguidos de Thomas parecían despejar dudas con menos de 6 minutos por delante (70-59) e incluso un triple de Sàbat dejaba al Obra 7 arriba con poco más de 2 y medio (82-75), pero los errores en los tiros libres y un gran Waczynski llevaban el partido increíblemente a la prórroga tras haber tenido incluso el Obra el último balón para ganar y no llegar siquiera a tirar a canasta (85-85). En el tiempo suplementario, con Sar enmudecido y los jugadores hundidos anímicamente, el Obra ya no tuvo recursos con los que plantar cara a un Unicaja que ya se veía ganador. Con esta derrota, el Obradoiro se queda con un record de 11-16, con 4 partidos de ventaja sobre el Betis, penúltimo clasificado, y otros 4 por detrás del octavo, el Andorra.


Entrada algo escasa en Sar, aunque poco a poco fue llegando gente al pabellón, para recibir a un Unicaja necesitado del triunfo para no perder pie en su lucha por entrar en playoffs. Joan Plaza sacaba de inicio a Díaz, Nedovic, Milosavljevic, Brooks y Augustine, mientras Moncho Fernández lo hacía con Sàbat, Navarro, Bendzius, Radovic y Pustovyi. El comienzo del partido, con Nedovic castigando desde fuera y por dentro, no era más que un espejismo (2-7). El Obradoiro, con Navarro en lugar de Thomas, empezaba a aprovechar su superioridad interior y Radovic asistía a Pustovyi bajo el aro. El equipo se hacía fuerte en defensa y seguía buscando ventajas dentro, con Radovic produciendo en ambas zonas. Solo Nedovic, con otro triple, causaba dolores de cabeza a nuestra defensa (8-10), pero el Obra encontraba el acierto exterior de la mano de un Bendzius que sin embargo fallaba un par de canastas casi hechas en distancias cortas. Aún así el equipo estaba jugando bien, sin cometer pérdidas y con buena defensa, aunque con problemas en el rebote defensivo (11-14). Sàbat añadía un triplazo a su buena dirección para igualar el partido, sumando además otro gran pase para el alleyoop con Pustovyi, y la explosión triplista de Bendzius, con 2 consecutivos, levantaba por fin el volumen de una grada semiadormecida hasta entonces y le daba 6 puntos de renta al Obra al terminar el primer cuarto (22-16).

El segundo cuarto tardaba un poco en entrar en calor, con ambos equipos imprecisos en ataque y la entrada de Thomas y el dolorido Pozas en cancha. El malagueño forzaba la falta de ataque de un McCallum muy acelerado y clavaba un triplazo sobre el límite de posesión para el +9. Con Llovet y Corbacho completando la rotación local y nuestra defensa mejorando a pasos agigantados, McCallum anotaba una buena suspensión tras mucho tiempo sin anotar (25-18), pero a partir de ahí llegaban los posiblemente mejores minutos del Obra en la temporada: Corbacho anotaba un triple que iniciaba la fiesta, Pozas robaba y anotaba en contraataque tras una bandeja en rectificado inverosímil y el tiempo muerto de Plaza no frenaba la hemorragia. Pozas se llevaba un trompazo tremendo y se quedaba tirado en cancha propia mientras Thomas clavaba el triple en transición. El malagueño tenía que irse al banco, pero la vuelta a cancha de Sàbat no cambiaba la situación, con el Obra desatado en ataque y perfecto en defensa. Un "casi triple" de Thomas tras otra rápida transición, un robo de Sàbat que subía la bola y enchufaba otro triple más, y otro más de Thomas tras otra transición supersónica lanzada por Sàbat. El Obra estaba 23 arriba tras un brutal parcial de 16-0 (41-18). Dani Díez frenaba la euforia con 8 puntos seguidos que salvaban el matchball para los suyos, coincidiendo con un par de pérdidas locales en ataque, pero el Obra conseguía a pesar de ello mantener una renta muy amplia gracias a un par de buenas canastas en la pintura, una de Llovet tras buen rebote ofensivo y otra de Pustovyi bajo el aro tras otro buen pase de Sàbat tras el cambio defensivo. Con una sólida renta de 17 puntos, Sar sonreía tras una gran primera mitad del equipo (45-28).

El previsible cambio de actitud del Unicaja se veía venir tras la tardanza en salir a la pista de sus jugadores, pero el Obradoiro parecía ser capaz de mantener el botín de la primera mitad con cierta holgura. El dúo interior seguía recibiendo buenos balones por dentro y Radovic hacía un gran reverso para anotar a aro pasado en el poste. Los andaluces se sostenían gracias al tiro exterior, pero el Obra seguía alimentando a sus grandes y ahora era Pustovyi quien aprovechaba otro pase más de Sàbat. También Llovet anotaba otra buena canasta trabajando en la pintura, pero los triples malagueños empezaban a vaticinar problemas futuros, aunque los nervios de Nedovic le valían una técnica que castigaban Sàbat con el tiro libre correspondiente y de nuevo Pustovyi en el poste con facilidad para enfriar los ánimos rivales. Llovet reboteaba en ataque, abría para Sàbat y el catalán le daba otro pase más a Pustovyi para el mate sin oposición, y el cuarto triple de Bendzius tras una gran jugada de movimiento de balón del Obra lanzaba a los nuestros a un magnífico +18 (59-41). La tranquilidad se terminaba tras la reacción visitante después de tiempo muerto de Plaza, y con un rápido 0-8 tras un par de malos ataques locales bajaba a 10 puntos la diferencia en el marcador (59-49). El Obra empezaba a sufrir viendo venir desde atrás a los malagueños, con Waczynski empezando a aparecer en escena con una complicada penetración para cerrar el tercer cuarto con ese +10 para los nuestros (61-51).

El miedo a la remontada comenzaba a hacerse patente tras el inicio del último cuarto, con otro triple más del Unicaja y una puerta atrás machacada por Waczynski que rebajaban a solo 5 puntos la hasta hacía unos minutos gran ventaja local tras un parcial acumulado de 2-15 (61-56). Sar intentaba levantar el ánimo a los jugadores, y Thomas asumía la responsabilidad a pesar de los continuos golpes recibidos por un Salin que en segundos cometía 2 faltas y se ganaba una técnica por sus protestas, la quinta que lo echaba del partido. Liberado del yugo de la dura marca del finlandés y tras otro mate de Pustovyi, ahora a pase de Pozas, el 21 del Obradoiro daba rienda suelta a su muñeca y mantenía a raya a Unicaja que seguía acertando desde los 6,75. 3 triples y una buena penetración del norteamericano ponían al Obra 11 arriba a pesar de los esfuerzos de Nedovic, con apenas 6 minutos por delante (75-64). A pesar de todo parecía que a los nuestros les iba a llegar con meter algún buen balón interior a Pustovyi y Radovic para sacar adelante el partido, por más que Nedovic y ahora también Waczynski no se rindieran todavía. El ucraniano y el montenegrino seguían produciendo en la pintura tras recibir buenos pases, pero un par de malos ataques y el acierto en el tiro de nuevo por parte malagueña volvían a apretar el nudo de la soga con un parcial de 0-7, dejando en ya solo 4 puntos la ventaja local a falta de 3 minutos (79-75). Sar temblaba nuevamente, pero respiraba tras el triple de Sàbat que permitía respirar a falta de poco más de 2 y medio (82-75). Waczynski tomaba las riendas en ataque ya definitivamente mientras Radovic y Navarro se iban dejando tiros libres en el limbo pero se mantenía el +7 entrando en los 2 últimos minutos. El triple de Waczynski bajaba a 4 pero los siguientes intentos malagueños no entraban. Sàbat penetraba forzado y el balón no caía, y Díaz clavaba otro triple más para reducir a la mínima expresión aquella amplia ventaja de no hacía mucho (84-83). Radovic había sufrido falta bloqueando ese tiro, lo que le daba otros 2 tiros libres, y de nuevo fallaba uno de ellos (85-83). Bendzius hacía falta al saltar sobre Waczynski que el polaco no desaprovechaba desde la línea para lograr lo impensable a falta de 24 segundos: empatar el partido (85-85). Con Sar enmudecido, todavía tenían los nuestros la bola de partido pero Navarro se botaba el balón en el pie y nos íbamos a la prórroga con aire de funeral en el pabellón.

En estado de shock afrontaba el Obra una prórroga para la que no estaba preparado. Radovic encendía la llama de la esperanza con un buen baile y otra canasta más en la pintura, pero los nuestros estaban fundidos mentalmente. Unicaja anotaba tiros libres mientras los nuestros, ahora de la mano de Pustovyi, regalaban otros 2 más y, para estropear más la situación, el rebote ofensivo ganado era desperdiciado con un tonto campo atrás. Thomas intentaba volver al rescate de los nuestros, pero Alberto Díaz era una lapa y el norteamericano se desesperaba con un airball desde el lateral. radovic perdía un balón y el contraataque malagueño callaba aún más a una caldeira incrédula ante lo que estaba viviendo. Otra pérdida más de un Thomas descentrado y un triple forzado de Sàbat desde 9 metros que no entraba, mas otros 2 tiros libres de Unicaja, ponían al Obra 6 abajo con minuto y medio y los nuestros derrotados moralmente (87-93). Navarro salía por Thomas y anotaba una bombita, pero el Obra ya no podía más, y el intento triple fallado por Sàbat era el estertor final. Unicaja aseguraba su triunfo con los tiros libres de Díaz y una última canasta de Waczynski, el héroe malagueño en los últimos minutos, dejando en anecdótica la última canasta de Navarro. El Obra perdía un partido que había tenido ganado, y Sar ni siquiera tenía fuerzas en esta ocasión para aplaudir como se merecía el gran trabajo de sus jugadores (91-99).

Datos a destacar

  • dura derrota. El Obradoiro hizo un partido muy completo, desarboló en una gran racha del segundo cuarto a un Unicaja falto de actitud y alcanzó un +23 que parecía imposible de remontar. El equipo manejó esa jugosa renta, menguante pero todavía suficiente, pero unos últimos minutos en los que los tiros libres fueron claves llevaron a un impensable final apretado. La prórroga no fue más que un castigo a mayores para unos jugadores que ya estaban derrotados moralmente tras ver esfumarse un triunfo que tenían más que hecho
  • el Obra se fue cuando le entraron los triples, metió muy buenos balones a los interiores para aprovechar la ventaja física y defendió a muy buen nivel casi todo el partido. Se le pueden poner pocos peros al partido de los nuestros, pero la calidad individual de un equipo de Euroliga como el Unicaja pesó en el tramo final del partido. Solo eso explica que un partido tan igualado (solo el rebote fue desequilibrado, 28-40) como fue este arroje un extraño 82-122 en valoración conjunta de ambos equipos
  • el Obra mejoró sus grandes defectos de partidos anteriores, moviendo bien el balón en ataque y sin cometer pérdidas hasta la parte final del partido. Ahí, con el Unicaja apretando, empezó a faltar claridad en algunos momentos y se concedieron algunas canastas tras pérdida que primero metieron en partido al rival y después, ya en la prórroga, lo rompieron definitivamente
  • EIMANTAS BENDZIUS: otro partido más del lituano liderando al equipo en valoración. Defendió bien, metió triples (4) y solo un par de errores tontos en tiros cómodos de corta distancia mermaron su buena actuación. Jugó más abierto que en otras ocasiones para abrir espacios a los interiores. 16+2+2+2 en 35 minutos, con 4 faltas provocadas, para 17 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: quizás su mejor partido de la temporada, dirigiendo con serenidad y claridad, alimentando a los jugadores interiores y sin perder balones (solo uno, ya en la prórroga). Acertó con el triple, defendió sin grandes errores y completó un expediente muy superior a lo que nos tiene acostumbrados en este curso. Esa bandeja que falló al final del cuarto periodo pudo haber sido la canasta del triunfo, pero el catalán no tuvo premio a su buen trabajo. 10+4+7 en 35 minutos, para 16 de valoración
  • DAVID NAVARRO: intenso como siempre, buscando sus suspensiones frontales de 5 metros y ayudando en defensa. El fallo en un tiro libre y en la posesión final para evitar la prórroga impidieron valorar mejor su actuación. 7+4+2 en 23 minutos, para 8 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: buen trabajo en el poste, ganando ventajas y jugando bien de espaldas. Atrás mantuvo el tipo ante el abierto juego interior rival. Los errores en los tiros libres del final fueron decisivos para la derrota y empañaron un partido muy serio y efectivo del montenegrino. 10+2+1 en 19 minutos, para 5 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: superior físicamente en la pintura, el ucraniano recibió buenos balones y los aprovechó. En el rebote no estuvo mal pero se dejó llevar alguno en defensa por Augustine, y también sumó 2 errores más desde la línea de libres cuando al equipo se le hizo de noche. 16+7+1 en 39 minutos, con 3 pérdidas, para 9 de valoración
  • NACHO LLOVET: gran trabajo del catalán en defensa, presente en los mejores momentos del equipo con su habitual intensidad e inteligencia en la cancha. Ayudó en ataque con un par buenas canastas en momentos calientes, se llevó varios balones sueltos que permitieron segundas opciones (4 rebotes ofensivos) y el +5 con él en cancha habla bien de su labor en el partido. 4+5 en 26 minutos, para 6 de valoración
  • MATT THOMAS: no salió como titular, pero cuando apareció en el segundo cuarto fue clave en el 16-0 que pareció romper el partido. De nuevo volvió a ser letal en el último cuarto para mantener las ventajas cada vez menores con sus triples (5 de 9 al final), pero llegó posiblemente algo exigido a los momentos finales y le pudo la ansiedad en varias jugadas. Con luces y sombras, el norteamericano pareció asomar de nuevo tras varios partidos a bajo nivel. 20+0+1 en 21 minutos, con 3 pérdidas, para 12 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: participó de los buenos minutos del segundo cuarto, aportando un triple y ayudando a mover el balón con calidad y precisión en ataque, además de estar listo e intenso para cerrarse en defensa y robar balones. En su regreso a cancha en la segunda mitad no pudo aportar mucho más, aunque no deja de ser resaltable ese +10 del equipo con él en cancha. 3+0+0 en 12 minutos, para 2 de valoración
  • PEPE POZAS: renqueante tras el trompazo recibido el domingo, el malagueño saltó con buen pie y lideró al Obra en el inicio del 16-0 que puso en pie a Sar, justamente hasta recibir otro golpe tremendo que lo sacó del partido. Volvió en el último cuarto para mantener el suministro de balones a los interiores, sin perder balones y siendo sólido atrás. 5+0+3 en 10 minutos, para 6 de valoración
  • NICK SPIRES: dio unos minutos de descanso a los interiores titulares, cargándose de faltas como es habitual pero ayudando en el rebote. 0+2 en 7 minutos, para -1 de valoración
El Obradoiro hizo uno de sus mejores partidos de la temporada y acabó cayendo con Sar enmudecido. Esa es la crueldad de lo vivido en este encuentro por los hombres de Moncho Fernández, que lo hicieron casi todo bien pero acabaron viendo evaporarse una ventaja de hasta 23 puntos que manejaron bien hasta los minutos finales. El equipo jugó con inteligencia, buscó buenas opciones, encontró acierto individual en momentos importantes y trabajó con intensidad y constancia, pero no fue suficiente. Los tiros libres del final y la calidad de unos jugadores rivales del máximo nivel acabaron convirtiendo la fiesta en un funeral. Tras esta nueva derrota, la visita del próximo domingo a San Sebastián puede ser importante para alejar fantasmas aún muy lejanos pero que todavía podrían traer nerviosismo a un equipo que sin duda en este partido mereció más. Las 11 victorias serán suficientes con casi total seguridad, pero conviene asegurar lo antes posible al menos otra más para dejar cerrada la permanencia sin dar opción a las dudas tras una temporada más que positiva del equipo.


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