lunes, 10 de enero de 2011

Del negro al gris claro en 15 minutos (70-58)


El Obradoiro sufrió ante su propia impotencia durante medio partido para acabar por retomar sus mejores cualidades defensivas y certificar su decimosexto triunfo de la temporada. Una horrible primera mitad hizo temer lo peor en Sar, pero el Girona FC se asfixió ante la presión obradoirista cuando mejor le iban las cosas y un brutal parcial de 32-6 dejó visto para sentencia el partido. El mejor reflejo de las dos caras del partido fue, posiblemente, Deron Washington, humillado en los primeros minutos por Levi Rost y decisivo con su vitalidad en ambos lados de la cancha en la segunda parte. El líder del Obra fue un gran Levon Kendall, que supo tapar primero el mal día de Junyent y posteriormente fue clave en ambas zonas para la escapada de los nuestros en el marcador. La nota tragicómica del anuncio de la supuesta derrota del CB Murcia hizo que los aficionados terminaran la matinal en Sar completamente eufóricos, aunque finalmente la cosa quedó en que todo sigue igual con una jornada más disputada. Que no es poco...


Vuelta a las mañanas dominicales todavía con la resaca de las fiestas navideñas. La derrota del martes ante el Ford Burgos pareció enfriar ligeramente los ánimos en la grada, tanto en cantidad de aficionados como en nivel de decibelios, aunque también el equipo pareció acusar durante muchos minutos la presión de que ya no salga todo tan bien y tan aparentemente fácil como hace unas semanas. El Obra salía con el quinteto habitual (Andrés, Tuky, Deron, BHop y Oriol), mientras Ricard Casas sacaba a cancha al recuperado Ordín junto a Navarro, Rost, Ortega y el gran Middleton. Ya desde los primeros momentos se podía ver que el Obra sufría un mundo para mover el balón con un mínimo criterio en ataque. El duelo entre pivots curtidos en mil batallas era ganado por goleada por un Middleton que le negaba el pan y la sal a un muy flojo Junyent, y los nuestros fallaban una y otra vez sus tiros, casi siempre forzados y no pocas veces alocados. Levi Rost le daba en unos minutos un repaso monumental a un despistado Deron Washington que se comía los bloqueos y saltaba sin control a cada finta del buen alero gerundense. Sin respuesta desde la cancha ni desde el banquillo el cuadro visitante comenzaba a irse en el marcador con facilidad, con los nuestros cada vez más desacertados y desquiciados en ataque, lo que llevaba a Washington a cometer una falta antideportiva tras la enésima pérdida de balón de los nuestros (un decepcionante David Navarro solo anotó el segundo tiro libre de la falta). Solo Bernard Hopkins encontraba algún balón aislado bajo el aro, pero Moncho Fernández tenía que parar el desastre tras los quizás peores 7 minutos del Obra en la temporada: 6-12, con 10 puntos de Levi Rost. Con Corbacho ya en pista por Deron, Rost clavaba un nuevo triple y también Nacho Ordín se sumaba a la fiesta con una buena canasta, dejando en el marcador un resultado sorprendente (8-20). Sin embargo, el tirador por antonomasia del Obra iba a ser el asidero al que aferrarse durante los siguientes minutos, evitando con sus triples que el desastre fuese irrecuperable. El 11-20 del final del cuarto era, tras el primer triple de Corbacho, un mal menor para lo que estábamos viendo y sufriendo en Sar.

Aún iba a pasar algo más de un minuto para que Moncho Fernández diera entrada en cancha por fin a Levon Kendall, a pesar del malísimo partido que estaba haciendo Junyent. El equipo visitante comenzaba a mover el banco dentro de sus limitadísimas posibilidades, sentando a Middleton (su único pivot puro) y a Rost, pero Sergi Pino mantenía la racha de triples del estadounidense y nuestra segunda unidad tampoco era capaz de dar un cambio de rumbo al encuentro. Eric Sánchez, de nuevo muy espeso (a pesar de su triple), era sentado tras poco más de 4 minutos de dirección de juego deficiente, el Tuky Bulfoni volvía a estar negado ante el aro como unas semanas atrás y tan solo Corbacho anotaba otros dos triples que al menos mantenían la desventaja en márgenes razonables. También Kendall se animaba, dando la cara en los peores momentos del equipo, y con 7 puntos casi seguidos conseguía que la desventaja en el descanso no fuera más que de 8 puntos (30-38). Con lo mal que se había estado hasta entonces, la verdad es que lo mejor (o lo menos malo) era el marcador.

La vuelta tras el paso por los vestuarios iba a cambiarlo todo. Kendall seguía en pista, con Hopkins al lado, aunque la primera jugada era el cuarto triple de Levi Rost para una máxima diferencia de -11 (30-41). En ese momento resultaba inimaginable el vuelco que se estaba a punto de vivir en Sar. Un triple de Bulfoni y un tapón de Kendall en un contraataque de Navarro eran el comienzo de una reacción basada en la defensa y, por qué no decirlo también, en el inexplicable hundimiento de un equipo gerundense que hasta el momento había estado a un muy buen nivel. De repente, el aro obradoirista se convertía en minúsculo para los visitantes, incapaces de anotar durante minutos, y aunque el ataque del Obra no era para tirar cohetes, poco a poco iban cayendo los puntos y reduciéndose las distancias. La sacrificada defensa de Bulfoni sobre Rost rendía sus frutos y, a pesar del alocamiento en ataque de Andrés Rodríguez, una canasta más de Kendall, sumada a su trabajo en el rebote, y el cuarto triple de Corbacho hacían que Ricard Casas parase el partido mediado el cuarto, con los nuestros ya solo a 3 puntos (40-43). Pero los suyos ya no reaccionaban, y tras varios ataques infructuosos por fin el Obra se ponía por delante a falta de menos de 2 minutos, con dos tiros libres de Deron. En ese escaso tiempo, y en medio del colapso gerundense, la diferencia se iba a ir en un visto y no visto a un impensable minutos atrás +7, con el quinto triple de Corbacho y un palmeo de Washington sobre la bocina incluidos (54-47).

El parcial de escándalo seguía aumentando en el último cuarto, con la aparición en ataque del hasta entonces casi inédito Junyent. Moncho Fernández mantenía en pista con buen criterio a los que habían comenzado la remontada, ya que la corta rotación visitante no parecía ser capaz de aportar soluciones para cortar la sangría. El que seguía como baluarte más estable del equipo era un imponente Levon Kendall, demostrando por fin las enormes posibilidades que todos le intuimos. La ventaja era ya de +13 pasados 3 minutos más, con Ricard Casas pidiendo su enésimo tiempo muerto (60-47), y la eliminación por faltas de Levi Rost ya era una losa demasiado pesada para el hundido equipo gerundense. Mediado el cuarto, el parcial desde aquel lejano triple de Rost al inicio del tercer cuarto era concluyente: 32-6. Ordín lo intentaba casi en solitario desde la distancia, forzando un prudente tiempo muerto de Moncho Fernández tras bajar las ventajas a +8 (66-58), pero la suerte ya estaba echada. Kendall remataba su gran partido con su última canasta y Oriol cerraba el partido con otra más para alcanzar el marcador final de 70-58. 12 puntos de ventaja en un partido con final feliz pero que deja serias dudas sobre el momento actual del equipo.

Datos a destacar
  • menos público y más frío que otras veces. La derrota del martes, la resaca de las fiestas, el horrible inicio del equipo... todo junto hizo que tardara más tiempo del habitual en calentarse la caldera de Sar. Y, por supuesto, el triste remedo de speaker que estamos sufriendo desde hace demasiados partidos no ayuda precisamente
  • los peores 20 minutos de la temporada, posiblemente. Desastre ofensivo, con ataques previsibles y/o alocados, solo salvados por el acierto desde la distancia de Corbacho y la inspiración de Kendall
  • desde fuera es fácil criticar, pero en los malos minutos pareció echarse en falta alguna reacción desde el banquillo que fuera más allá de los gestos de desaprovación o las patadas a la publicidad. En esa primera mitad dio la impresión de que los cambios en la rotación eran demasiado robóticos, sin tener en cuenta muchas veces el momento concreto del partido
  • Levi Rost nos hizo un traje en el primer cuarto, ahondando en los defectos defensivos de Deron Washington. Con Miqui Feliu bajo mínimos, tras el descanso fue el Tuky Bulfoni quien se encargó de corregir el desaguisado, con una gran defensa llena de sacrificio e inteligencia
  • la defensa obradoirista subió en intensidad tras el descanso de forma palpable, aunque el hundimiento tan brusco del ataque gerundense también ayudó. Difícil discernir qué fue primero, si el huevo o la gallina, así que es de suponer que hubo un poco de cada: mejoría defensiva clara en el Obra y bache (o socavón) en el corto equipo visitante (el tema físico tuvo su influencia, sin duda)
  • esta vez el equipo no ganó aprovechando la rotación, sino que tuvo que mantener en pista muchos minutos seguidos a los mismos jugadores. Los 35 minutos de Andrés, los 29 seguidos de Kendall, o también los ¡4 minutos! de Eric Sánchez, los 5 de Feliu, los 8 de Ruffin y la no participación de Nguema dejan ver que muchas cosas no funcionaron este domingo y que al final hubo que cambiar el guion para arreglar los desperfectos a tiempo
  • cada vez es más difícil ver al equipo jugar con fluidez en ataque, más allá de la inspiración individual de jugadores concretos. Los equipos rivales empiezan a conocer demasiado bien al Obradoiro, y los nuestros no parecen encontrar soluciones alternativas y acaban por tomar decisiones erróneas en no pocas ocasiones. El bajón de nuestros dos bases en la última semana puede tener bastante culpa de esto
  • LEVON KENDALL: el mejor de un mal partido. Salió en el segundo minuto del segundo cuarto y no se volvió a sentar. Con confianza en ataque, sin pivots fuertes delante (más allá de los ala-pivots Ortega o Kedzo), se hizo dueño del rebote y tiró del equipo en muchos momentos. Su buen juego hizo que Moncho Fernández lo mantuviera en pista con acierto y el canadiense respondió a la confianza otorgada. Gran 13+10+3 para 21 de valoración
  • BERNARD HOPKINS: sus minutos en cancha han de ser dosificados con cuentagotas, por desgracia, pero su sapiencia y su veteranía siempre producen para el equipo. Se fajó bastantes minutos del tercer cuarto en un duelo memorable con Middleton (¡81 años entre ambos!), toda una lección de amor por el baloncesto para todos los que pudimos disfrutarlo esta mañana. Supo estar en los peores momentos del equipo. 11+6, sin fallo en los tiros de campo, para 17 de valoración
  • TUKY BULFONI: muy mal de nuevo en el tiro (fatal 1 de 9), pero su único acierto (desde el triple) supuso el inicio de la remontada, que él mismo ayudó a hacer posible con una gran defensa sobre el hasta entonces letal Levi Rost. A pesar de sus horribles números, el Tuky supo ser útil para el equipo a partir del sacrificio y la profesionalidad. 4 puntos, 1 asistencia y 2 robos para -6 de valoración
  • ANDRÉS RODRÍGUEZ: alocado, tomando malas decisiones, individalista en demasiadas ocasiones... Justo lo contrario de todo lo bueno que Andrés ha demostrado en los meses pasados. Está pasando un bache en su juego, sin duda, aunque en la segunda mitad arregló un poco su mala actuación. El equipo está acusando la falta del mejor Andrés en ataque. Con todo, buenos números: 7+5+4, aunque también 3 pérdidas, para 9 de valoración
  • ORIOL JUNYENT: el bajón físico de Oriol es más que evidente en los últimos partidos. El primer cuarto, que jugó completo, fue de lo peor que le hemos visto a Junyent esta temporada, incapaz de superar a Middleton y sin encontrar su sitio en ningún momento. En el último cuarto volvió a cancha con mejores sensaciones, aprovechando que el rival ya estaba en plena fase de hundimiento, pero el equipo necesita mucha más aportación del pivot catalán. 7+6+1 para 10 de valoración
  • DERON WASHINGTON: desastroso inicio de Deron, que hizo parecer por momentos a Levi Rost un All-Star de NBA. Tras el descanso salió mucho más centrado y poco a poco fue aportando en positivo para el equipo, sin faltar su habitual mate en contraataque. Sensaciones agridulces, aunque con final feliz. 10+4 para 11 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: tras superar su proceso gripal volvió la ametralladora obradoirista, además como salvador en los momentos más críticos del equipo. Sus triples en el segundo cuarto mantuvieron al Obra en la lucha y durante varios minutos fueron casi la única amenaza ofensiva del equipo. No hizo más que tirar triples, pero es que eso ya fue mucho. 15 puntos con un gran 5 de 8 en triples, para 11 de valoración
  • MICHAEL RUFFIN: no era un partido en el que se necesitara mucho su aportación, ya que el poderío interior del Girona FC se limitaba a Middleton y poco más. En tales circunstancias el trabajo de Ruffin pasó bastante desapercibido, más allá de un par de palmeos en rebotes ofensivos. 1 rebote para 1 de valoración
  • MIQUI FELIU: volvía a las canchas pero todavía sin sus capacidades físicas (ni anímicas) al completo, lo que limitó su aportación a unos minutillos en el segundo cuarto. De estar en mejores condiciones, quizás Levi Rost no habría podido hacer lo que hizo en el primer cuarto. El equipo necesita a Miqui en plenitud, mucho más de lo que pudiera parecer. 1 rebote y 2 pérdidas para -2 de valoración
  • ERIC SÁNCHEZ: el gran damnificado por el mal juego del equipo en el partido. Repitió su mala actuación del martes pasado, botando y botando sin saber hacer jugar al equipo, aunque al menos acertó con un triple en los momentos más oscuros del equipo, y el éxito en la reacción del tercer cuarto hizo que ya no volviera a pista. En su descargo, decir que le tocó llevar el ataque obradoirista con Ruffin y el bajo de forma (y confianza) Feliu en cancha, lo que limitaba mucho sus opciones. Para solucionar un partido concreto no importa, pero el equipo seguirá necesitando en el futuro de 10-12 minutos de buen nivel de Eric. 3+1+2 para 6 de valoración
El Obradoiro supo superar con acierto un mal día y acabó por hacerse con una nueva victoria para comenzar la segunda vuelta de la competición. El marcador final no puede tapar la realidad: el equipo está atravesando un bache claro, motivado por el bajón de forma de varios jugadores importantes, y si bien en defensa el trabajo colectivo sigue siendo brillante (incluso más que en momentos anteriores, dejando en menos de 60 puntos a Burgos y Girona), los problemas ofensivos del Obra son más que evidentes. Cabe reconocer que en una temporada tan larga y tan exigente todos los equipos (incluso los mejores) han de pasar por épocas difíciles, y quizás este mal momento pudiera ser incluso algo "planificado" y esperable desde el inicio de la temporada. Además, los rivales se conocen ya el juego del Obradoiro a la perfección, y si hasta hace un mes el equipo era capaz de tener momentos brillantes en ataque, ahora resulta casi una quimera ver mover el balón con fluidez en ataque estático. Con todo, la buena noticia es que el equipo sigue liderando la tabla, que el record de 16-2 sigue siendo algo por encima de toda expectativa previa y que la vuelta a la normalidad de las jornadas semanales ayudará por una parte a mejorar en los entrenos y por otra a dar descanso físico (y también mental) a algunos jugadores que han bajado su rendimiento drásticamente. No perdamos la perspectiva...

Estadísticas oficiales del partido

"Nuestras" estadísticas del partido (clickar par ver en grande):


6 comentarios:

  1. bastante de acuerdo contigo, estamos en un bache es evidente, ahora mismo hay dudas empezando por el cuerpo técnico y siguiendo hasta el último jugador.
    pero yo vi una clara mejoría en el último cuarto que me pareció muy bueno. por cierto a junyent le dan hasta en el carnet de identidad y eso es también una clave de su bajón en el juego, por lo menos a mí me lo parece.

    saludos

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  2. Ya que nadie dice nada al respecto, lo digo yo: absolutamente espectacular el show de taekwondo al descanso.

    P.D.: el speaker es tan tonto que se puso a cantar el oeoeoé cuando íbamos tres abajo y el Gerona pidió tiempo muerto, como si ya estuviéramos por delante con todo ganado. Se ve que le gusta adelantar acontecimiento a la grada. Sic.

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  3. es cierto, se me pasó comentarlo, muy grandes los chicos del taekwondo...

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  4. Has dado con los puntos negros del equipo. Bajón físico de algunos jugadores que no impide que los rivales sigan viendo canasta con dificultad por nuestra defensa, que denota sacrificio de todos.

    Ofensivamente, me reitero, no hemos progresado mucho desde el inicio de la temporada y esto se notará en la segunda vuelta en el que los oponentes nos apretarán las clavijas porque ya nos conocen muy bien. La gente veterana (con la excepción de Tuky, un portento físico) acusa el ecuador de la temporada y algunos no tan entrados en años (Andrés Rodríguez, un desastre ofensivamente desde el Murcia) también están pasando el bache que comenta Richie.

    No sé si esto se pondrá más difícil a medida que pasen las jormadas o solamente será un paréntesis para volver a relanzarnos después de la copa. El tiempo dará o quitará razones.

    No me ha gustado la cadencia de las rotaciones que entiendo debería iniciarlas cuando Rost nos hacía "un hijo tras otro" antes del final del primer cuarto con Deron incapaz o menos motivado por seguirle (es una crítica a Moncho, por si no se nota....). Saludos.

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  5. Está claro que ayer vimos dos partidos en uno, lo mejor y lo peor del Obra también. Sigo pensando que a poco que se mejore en fluidez ofensiva, el bache quedará atrás. En mi opinión fallamos demasiado debajo del aro y a veces caemos en pérdidas no forzadas. Por cierto, al ver a Eric no muy fino eché de menos a Nguema. De todos formas, creo que hay que estar orgullosos de como van las cosas y, aún siendo conscientes de que se va a sufrir,tenemos que estar con el equipo a muerte hasta el final. Esto es deporte y juegan listos contra listos, y si conseguimos nuestro objetivo seré el tío más feliz del mundo, pero sinó, aplaudiré con el mismo orgullo al equipo. Forza Obra!!

    Pdta.- Con el speaker lo que hay que hacer es envolverlo para regalo y mandárselo a la suegra de alguien. Y por el mismo precio lo acompañamos de su colega televisivo. Ahora que bien pensado, mejor los mandamos a Afganistán en un coche con altavoces y que se dé por jodido Bin Laden. Se entrega por la tarde...

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  6. La culpa no es del chaval. Con independencia de que le guste figurar más o menos, a él se la metió doblada el Vilar ése, o no os acordáis que fue quien marcó los inicios. Lo que ocurre es que según tendo entendido, aparte de ser vago, en un medio de comunicación se le tildó de speaker y se lo tomó como menospreciante, así que decidió pasar el relevo a su alumno más aventajado. De tal palo... Por eso digo que el "calvorotador" es un simple daño colateral de la indolencia e informalidad del "comunicador singermornings".

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