Brodziansky y Radovic (foto: Heraldo de Aragón)
Un Obradoiro desastroso de principio a fin fue apalizado sin misericordia por un Basket Zaragoza enormemente superior en todas las facetas del juego. Los de Moncho Fernández entraron en el partido sin ideas en ataque y a un nivel defensivo bajísimo, con un 8-0 en el marcador en poco más de 2 minutos que obligó a un primer tiempo en el que tampoco los nuestros mejoraron lo más mínimo. La sangría defensiva (nulo rebote, canastas fáciles recibidas en transición, bajísima intensidad) y la incapacidad en ataque (multitud de pérdidas, flojos porcentajes de tiro) tenía como lógica consecuencia en el marcador una paliza de las que hacen época, con un brutal 32-12 al término del primer cuarto. Con apenas el esfuerzo por agradar de Mike Daum (8+6 al final) como mínima nota positiva, el Obra no mejoró sus paupérrimas prestaciones en el tiempo restante, arrastrado por un rival enrachado y en el que sus juniors mantenían el ritmo e incluso hacían crecer las ventajas hasta la frontera del +30 al llegar al descanso (49-20). La intensidad local siguió destrozando a un Obradoiro inoperante tras el descanso, aunque ya a menor ritmo, alcanzando el +34 al borde del final del tercer cuarto (69-35) y ya con el único aliciente para la afición local de disfrutar de las evoluciones de sus prometedores canteranos ante un rival sin alma y hundido en la cancha. La diferencia llegaba al +39 de la mano de un colosal Radovic y del desparpajo de los jóvenes locales (89-50), aunque finalmente se estabilizaba en el entorno de los 30 gracias al relajamiento local (96-64). Tras esta abultada derrota, el Obradoiro cae al último puesto de la clasificación con un record de 0-2, a la espera de recibir el próximo sábado en Sar a un Bilbao Basket que ha empezado la temporada con 2 victorias.