De pena: 98-58

(ACB Photo)

El Obradoiro (o lo que queda de él) dio este lunes una imagen patética en su visita a Bilbao, rozando varios records negativos de la ACB y haciendo el más completo de los ridículos en muchas fases del encuentro. Desde el primer minuto el Obra pareció cualquier cosa menos un equipo profesional de la segunda liga de baloncesto del mundo, y solo la relajación (y quizás la compasión) en el último cuarto de los jugadores del BBB nos salvó de inscribir el nombre del equipo como protagonista de las marcas más negativas de la historia de la ACB.

Todos nos temíamos que algo asi podía suceder, pero el verlo hecho realidad no deja de ser doloroso. El Obradoiro demostró que ahora mismo es incapaz de competir contra nadie, y mucho menos fuera de Sar, en donde al menos el aliento de la afición obliga al esfuerzo y al sacrificio. Con medio equipo lesionado y con el otro medio hundido anímicamente, es imposible plantar cara (no ya ganar) a ningún equipo de la ACB. En este caso, fue el Bizkaia Bilbao Basket el que se limitó a cumplir el expediente y arrasar a nuestros jugadores desde el minuto 1 al 40.

El quinteto inicial de Curro Segura llamaba la atención por la ausencia de Massey, dando entrada a Bailey, Sánchez, Bulfoni, Terry y Pasalic. Katsikaris colocaba en cancha a los habituales Salgado, Warren, Mumbrú, Hervelle y Banic. Tras el primer ataque, en el que Javi Salgado se paseaba buscando bloqueos para anotar desde 6 metros con facilidad, parecía que Mo Bailey estaba dispuesto a demostrar algo en su primer partido como titular, con una canasta de 6 metros y un robo. Pero Pasalic lanzaba (y erraba) su primer triple, el rebote era ganado con facilidad por Javi Salgado y la inexistente transición defensiva del Obra concedía a Axel Hervelle una bandeja fácil al contraataque, aderezada además con la falta tonta de Pasalic. Alfonso Sánchez (luchador pero desquiciado) perdía su primer balón al cometer pasos y Mumbrú anotaba una cómoda suspensión para el 6-2. Más pasos, esta vez de Pasalic, y triple de Hervelle con Terry marcándolo con la mirada desde 3 metros de distancia (9-2). Sánchez anotaba una meritoria canasta desde la línea de libres, pero Hervelle asistía dentro de la zona a Mumbrú para que el catalán superara con facilidad a Pasalic. El croata se comía un espectacular tapón del belga y Banic anotaba desde la bombilla en solitario. 13-4 y tiempo muerto de Segura, con las caras de nuestros jugadores expresando que ya se sentían derrotados tras 4 minutos de lucha. Mumbrú anotaba tras aprovecharse de un balón suelto, y Terry, en su primera intervención tras casi 5 minutos de juego, amagaba y sacaba una falta a Hervelle. Curro Segura aprovechaba para cambiar a Sánchez por Higgins, con la idea de hacer jugar a Terry de 3, mientras que Massey seguía sentado en el banquillo. Otro tiro fácil de Banic tras un sencillo saque de banda, un pase de Bailey que botaba fuera, y un triple de Mumbrú rompiendo la débil zona obradoirista dejaban un concluyente 20-6 en el marcador tras solo 6 minutos de juego. Terry anotaba un imposible "uno contra todos" y capturaba un buen rebote en defensa, pero perdía otro balón más con la "ayuda" de la falta de intensidad de Drago Pasalic para ganar la posición. El Obra intentaba parar el partido, pero las transiciones defensivas eran un desastre y Javi Salgado se metía con total tranquilidad bajo el aro para anotar de bandeja. En ataque no se jugaba a nada tampoco, con Hervelle dueño de los rebotes, aunque ya en el último minuto se producía la quizás única buena noticia de la tarde: la vuelta de Héctor Manzano a las canchas, sustituyendo a un nulo Pasalic. Massey seguía en el banquillo. Terry recibía balones de espaldas para aprovechar su superioridad física sobre Chris Warren, pero sin conseguir traducirla en puntos, y tras una nueva pérdida del americano se llegaba al final del cuarto con un definitorio 23-10. Todavía podían empeorar las cosas...

Comenzaba el segundo cuarto con Galarreta en cancha y una buena suspensión del hoy desaparecido Tuky Bulfoni, y con Manzano reboteando tras una buena defensa del equipo. Sin embargo, el propio Manzano chocaba con Sánchez y el balón perdido se convertía en una contra más culminada con un triple de Janis Blums. Higgins palmeaba una buena penetración de Sánchez, pero Seibutis lo rompía para anotar una bandeja fácil más. Markota aprovechaba su mayor altura y velocidad para castigar la canasta obradoirista, y Alfonso Sánchez perdía un balón más para permitir un 2+1 a Seibutis, que protestada por el malagueño se convertía en una técnica para otros 2 puntos y posesión para los vascos, terminando con cualquier atisbo de lucha por parte de los nuestros. Humillante 35-14 y tiempo muerto a la desesperada de Curro Segura. Y, tras 13 minutos de juego, por fin Massey saltaba a cancha, con un aparatoso vendaje en su brazo derecho. Pero poco iba a cambiar: Moiso anotaba bajo el aro con más facilidad que en un entrenamiento, Blums clavaba otro triple y Bailey no tocaba aro, y Moiso de nuevo machacaba sin oposición al más puro estilo "palomero" (42-14). Triplicados en el marcador, ahí es nada. Bailey lo seguía intentando, pero Blums lo superaba una y otra vez, anotando de 3 en 3. Galarreta también seguía luchando y anotaba su primera canasta con el Obra cortando por la zona, y Massey anotaba un triple según llegaba, pero Blums seguía haciendo lo que le venía en gana ante la floja defensa del Obradoiro. Aguilar saltaba a cancha mientras la intensidad defensiva de los nuestros parecía ya imposible de empeorar, Moiso bailaba a los nuestros en la zona y Terry anotaba una entrada para su primera canasta en juego del partido. Markota clavaba un triple sin oposición y Terry botaba el balón fuera mientras buscaba un uno contra cinco, cerrando el cuarto con un brutal 52-23 y con el comentarista de ACB360 llamando "banda" a los nuestros. Difícil de rebatir.

Si alguien podía pensar que tras el descanso iba a aparecer un resto de orgullo en los nuestros, el parcial de salida de 12-0, con alley-oop incluido de Hervelle, dejaba claro que no iba a ser así. Un Fon Sánchez desesperado era capaz de fallar dos tiros consecutivos bajo el aro en la misma jugada, y tampoco Bulfoni se veía capaz de acertar con el aro bilbaíno. Otra pérdida absurda de Sánchez permitía un contraataque más culminado con el mate de Mumbrú que subía un humillante +41 al marcador, cortado por Segura con otro tiempo muerto (64-23). Por fin Sánchez conseguía los primeros puntos del cuarto para los nuestros, pero Moiso se iba como quería del indolente Pasalic para anotar a aro pasado. El croata anotaba 5 puntos seguidos, aunque Blums clavaba un triple más para la colección. Sánchez fallaba una bandeja y Massey se comía un tapón de Moiso, mientras que Seibutis aprovechaba una sencilla puerta atrás para anotar un 2+1 con falta de Bulfoni. Otro triple más de Blums subía la brecha hasta el +45, y Markota aumentaba más las distancias (77-30). Massey hacía un 2+1 de los de "a buenas horas", y Markota hundía en la miseria una vez más a Pasalic, dando tiempo todavía a una última pérdida de Aguilar. 79-33, 46 abajo a falta de 10 minutos.

En el último cuarto el BBB decidió no hurgar más en la herida, lo que podemos agredecer para al menos no haber pasado a engrosar las listas históricas de records negativos de la ACB. Massey se dedicaba a arreglar su estadística aprovechando las facilidades defensivas, y Bailey seguía estrellándose ante sus rivales con entradas imposibles, aunque poniendo muchas ganas al menos. Los puntos se iban repartiendo ya sin grandes sobresaltos, y los minutos iban pasando en medio de la apatía propia de la situación. Finalmente se quedaba la diferencia en "solo" 40 puntos, cerrando con el 98-58 una de las jornadas más aciagas y humillantes de la historia reciente del club. Mejor olvidarlo todo, y hacer (o intentarlo) borrón y cuenta nueva, si aún se puede...

Datos a destacar

• desastre total. El equipo saltó a la cancha ya derrotado, y el resultado final no podría haber sido otro. Bueno, sí, habría sido peor si el BBB no hubiera aflojado al final
• sin Stanic, Vasileiadis ni Djedovic, con Manzano volviendo, con Terry y Massey fuera del grupo, con Pasalic perdido. Ahora mismo, el equipo (o el conjunto de jugadores que tenemos) no tiene el nivel mínimo para ni siquiera plantar cara a algún rival en la ACB
• 125-44 de valoración. 33 puntos anotados en los primeros 30 minutos. 34-22 en rebotes. 22 balones perdidos. En esta ocasión, los números son más que elocuentes
• el BBB hizo lo que quiso de principio a fin. Superiores en defensa, en ataque y en todo, con momentos de verdadera humillación (ese 77-30 de finales del tercer cuarto, nada menos que ¡47 puntos!)
• la actitud de varios de nuestros jugadores, bajando los brazos, permitiendo canastas fáciles, desconcentrados, sin lucha ni sacrificio. Curro Segura corrió y movió más los brazos en defensa que algún jugador (se ve en momentos del tercer cuarto en la retransmisión de TV)
• MO BAILEY: no es que hiciera gran cosa, pero al menos luchó cuando estuvo en cancha. No consigue dirigir al equipo, aunque sí hizo algunos puntos de manera individual. En defensa, Blums lo masacró. 10 puntos y 3 asistencias en 18 minutos para Mo
• REY TERRY: desastroso en cuanto al juego, aunque por momentos fue de los pocos que luchó. Por supuesto, esa lucha a ratos no justifica en lo más mínimo la apuesta que el club hizo por él desde principio de temporada. 11+2 con 5 pérdidas para Rey, en otro partido más para olvidar
• TUKY BULFONI: jugó casi todo el partido, pero extrañamente no fue protagonista en ningún momento. 5+2, con 2 de 8 en el tiro, sin asumir nunca su supuesto rol de referencia del equipo
• DRAGO PASALIC: más de lo mismo. Nulo en defensa y huyendo de la zona, solo con tiro exterior, en ataque (y tampoco con mucho acierto). Drago sigue cuesta abajo, cada semana más flojo. 7+2 con -1 de valoración para el croata
• ALFONSO SÁNCHEZ: desquiciado, negado, peleado consigo mismo. Nunca escatimó una gota de sudor, pero hizo un partido nefasto. 7+2, ni una sola asistencia y ¡7 pérdidas!, para un terrible -3 de valoración
• ALBERTO RUIZ DE GALARRETA: al menos tuvo minutos, luchó y no hizo tonterías. De todos modos, poco puede hacer un jugador recién llegado cuando las cosas están como están. 4 puntitos, 1 rebote y 1 asistencia para el riojano
• HÉCTOR MANZANO: por fin volvió "Air Manzano", quizás la única nota positiva de la tarde. Como es lógico, está muy fuera de forma, pero al menos pudo saltar a cancha y jugar 11 minutos
• MIKE HIGGINS: el "abuelo" no tuvo que sufrir demasiados minutos en juego, quizás porque era quien menos se merecía la humillación de verse en la cancha en tales circunstancias. Sigue siendo nuestro único interior que hace algo en defensa, y con eso queda todo dicho. 2+1 y 2 tapones para Mike
• JUAN ALBERTO AGUILAR: tuvo 8 minutos de juego en los que más o menos estuvo a la altura de sus compañeros
• JEREMIAH MASSEY: saltó a cancha tras 13 minutos de juego, con el equipo perdiendo por 21 puntos. Mostró la misma indolencia de partidos anteriores, sin moverse en defensa y haciendo sus números en ataque. Ni por asomo el jugador franquicia que muchos creímos que podía ser, y tampoco da la sensación de que tenga ganas de intentar serlo. Los números, como tantas veces con Massey, engañosos: 12+3 con 3 robos y 15 de valoración. De sus defensas con la mirada y a distancia, su dejadez y su nula integración con el grupo los números no dicen nada

Difícil imaginar un desastre mayor que el vivido esta tarde en Bilbao. El equipo rozó el esperpento en muchos minutos, y la sensación que se dio fue de una total ausencia de compromiso, trabajo o sacrificio. Los que pueden parecen no querer, y los que quieren están lesionados o no alcanzan el nivel mínimo. Es increíble pensar que hace 3 meses y 2 días el Obradoiro arrolló en Sar al Joventut, poniéndose a las puertas de la Copa del Rey y haciendo vibrar a una afición volcada. Desde entonces nos ha pasado de todo y todo malo, y es ahora cuando estamos viendo todas juntas las consecuencias de tanto estropicio (unas veces por la mala suerte, pero otras muchas por "sabotajes" internos). Las cosas pintan muy mal, y solo una catarsis puede obrar el milagro. Tienen que cambiar muchísimas cosas, y de forma radical, si queremos tener alguna opción de ganar el próximo domingo, en la última final de la temporada (sin margen de error alguno ya) ante el Meridiano Alicante. Esperemos lo que pueda ocurrir en un martes que se presume movidito.

Estadísticas oficiales del partido