domingo, 28 de octubre de 2018

Pesadilla en Lugo (69-56)

Nacho Llovet (foto: ACB Fotoclick)

Una primera mitad horrorosa en ataque condenó a un gris Obradoiro a una clara derrota en el derbi gallego frente al Breogán. El Obra se hundió en los 2 primeros cuartos ante la dura defensa rival, con unos porcentajes de acierto bajo mínimos y una anotación más propia de un partido de minibasket que de la ACB por ambos equipos. Solo un Nacho Llovet que tiró del carro como casi único guía de los nuestros (14+8+3 para 24 de valoración al final) mantuvo al equipo con vida, llegando al descanso a pesar de todo con solo 13 puntos de desventaja (31-18). El Obra no consiguió reducir distancias en todo el tercer cuarto, atascado en ataque a pesar de algún acierto aislado en el triple de Vasileiadis, pero llegó incluso a tener una opción de victoria mediado el último período, cuando tras un parcial de 0-8 se puso solo 4 abajo a falta de poco menos de 6 minutos (55-51). Hasta aquí llegó la tímida reacción obradoirista ante un Breo comandado por un gran Sergi Vidal que mantuvo su renta y la aumantó de nuevo hasta el +13 final en las últimas jugadas (69-56). Tras esta nueva derrota, la cuarta consecutiva, el Obradoiro se queda en la zona baja de la clasificación empatado con varios equipos más (entre ellos el propio Breogán) con un record de 2-4.

Gran ambiente en el Pazo dos Deportes lucense para disfrutar del primer derbi gallego en ACB tras cerca de 2 décadas. En el Breogán, todavía con varios lesionados y a punto de aumentar los inquilinos de su enfermería, comenzaban el partido Cvetkovic, Vidal, Kinsey, Brown y Gerun. Moncho Fernández, con la baja por lesión de Max de Zeeuw, optaba de inicio por Pozas, Obst, Vasileiadis, Llovet y Brodziansky. El partido se convertía en un suplicio para los nuestros casi desde el primer minuto. El Breo intentaba llevar el juego a su terreno, presionando mucho en defensa con muchas trampas alternativas, y conseguía de ese modo cortocircuitar casi por completo a un ataque obradoirista en el que ni siquiera el talento individual podía aparecer para arreglar el desaguisado. El Breo perdía tras apenas 2 minutos de batalla a Kinsey, su enésimo lesionado, pero se aferraba a su suerte a base de esfuerzo máximo, cargando el rebote de ataque y confiando en los momentos de lucidez individual de sus pequeños. Con esas pocas armas le resultaba suficiente a los locales ante un Obra atascado al máximo y nulo en el tiro exterior. Desde la primera canasta de Brodziansky, en alleyoop con Pozas al minuto de juego (2-2), se iban acumulando las jugadas trabadas y el equipo se iba enredando cada vez más en la madeja breoganista. Tampoco los locales conseguían demasiado ante una correcta defensa de los nuestros, pero entre el rocoso Gerun y el hiperactivo Cvetkovic iban dándole las primeras ventajas al Breo (10-2) ante la inoperancia del ataque obradoirista, que ni siquiera conseguía tirar a canasta en más de una ocasión. Las posesiones interminables sin fruto ante la dureza defensiva de ambos equipos mantenían el partido bajo mínimos, aunque al menos el Obra rompía 6 minutos de sequía con un par de libres de Llovet y una buena canasta al poste bajo de Brodziansky (10-6), pero sin mayor continuidad. Singler entraba frío en cancha, sin acierto ni en ataque ni en defensa, y un inteligente Sergi Vidal era quien mayor provecho sacaba de la emotividad exagerada del ambiente en medio del continuo sube y baja entre ambos aros, llevando al Breo hasta un +10 tras el triple de Redivo (16-6). Nacho Llovet, como faro solitario del apagado Obra, anotaba un triple para que en la última jugada local Singler taponara a Redivo y dejara el marcador en un escuálido 16-9 al final del cuarto.

Las cosas no mejoraban demasiado en la cancha en el inicio del segundo cuarto. Hlinason taponaba a Jordan pero los cambios defensivos del Breo seguían desquiciando el ataque obradoirista y el partido empeoraba todavía más por momentos. En medio del barullo generalizado y un exceso de decibelios en el Pazo, el Obra seguía acumulando posesiones infructuosas, con la única anotación de un tiro libre del combativo Spires y otro de un torpón Hlinason durante más de 4 minutos y medio, aunque en ese mismo tiempo el Breogán apenas anotaba 6 puntos, 4 de ellos de tiros libres, suficientes para doblar en el marcador a un Obradoiro camino de un record negativo (22-11). Otro par de libres, ahora del recién incorporado Vasileaidis, y otros 2 de Nacho Llovet aprovechando que el rival pagaba con faltas su enorme presión defensiva, daban un poco de aire al moribundo equipo de Moncho Fernández (22-15), aunque Cvetkovic respondía con un triple que en un partido como este parecía casi decisivo. La primera canasta en juego del cuarto para el Obra llegaba tras más de 7 minutos de brega por obra de un Llovet que parecía el único capaz de entender la situación y hacer cosas positivas en la cancha para los nuestros, peleando bien en el poste bajo con Gerun para anotar en ganchito de derecha. Era demasiado poco para darle vida al equipo, que seguía desgastándose ante la actividad medio alocada de los pequeños del Breo, ahora con otro triple de Redivo, y con un Singler que lo intentaba con más ansiedad que acierto y un Brodziansky ahogado en sus intentonas inocentes. Pozas, de vuelta a la cancha, resbalaba y perdía un balón que permitía el mate sin oposición de Belemene que cerraba una desastrosa primera mitad del Obra, a pesar de todo "solo" 13 puntos abajo (31-18).

La buena noticia tras el regreso desde los vestuarios eran los 2 triples consecutivos de Kostas para comenzar el tercer cuarto. La mala nueva era que el Breogán respondía con el acierto de sus grandes ante un despistado Brodziansky y que ese efímero acierto del Obra en el tiro exterior desaparecía de inmediato. Pozas alternaba acierto en defensa con pérdidas en ataque y las discusiones entre compañeros eran evidentes en la cancha, aunque un Spires muy trabajador sacaba del marasmo al equipo con otro buen triple. Con el Obra peleado consigo mismo, a los locales les era suficiente con el gran trabajo de Sergi Vidal para mantener su renta en medio del estruendo y el desacierto generalizado. Spires se sumaba al trabajo continuo de Llovet para machacar en un 2x2 con Kostas, pero al Obra le seguía faltan el acierto de sus tiradores, con el propio Kostas y Obst incapaces de dar continuidad en la anotación al equipo. Brodziansky y Spires taponaban pero Vidal clavaba un triple para el +12 (44-32), aunque nuestro pivot sueco respondía tras el tiempo muerto con una buena canasta mas falta, fallando sin embargo el libre adicional. 2 pérdidas seguidas de Brodziansky y los problemas para cerrar el rebote defensivo de los nuestros lastraban los tímidos intentos de reacción. Singler encadenaba un par de buenas penetraciones pero entre ambas también se comía una penetración de Löfberg culminada en mate con un 2+1, y la mal defendida canasta final de Redivo dejaba en tablas el tercer cuarto para mantener el +13 local con 10 minutos menos por delante (51-38).

Un triple de Sàbat abría el período final para bajar a -10, aunque Vidal seguía dominando el partido a base de pruducir y generar para sus compañeros. Llovet sacaba algo de su trabajo y anotaba un par de libres ante un rival que se seguía cargando de faltas y entraba en bonus en apenas minuto y medio. Sin embargo los ataques del Obra seguían siendo tan largos como espesos, aunque el Breogán también sufría un parón evidente en su anotación. Los locales también perdían a Alec Brown para el resto del partido, pero al Obra no le llegaba solo con los tiros libres para acercarse. Vasileiadis anotaba un gran triple lateral para el -7, todavía con mucho partido por delante, y Andy Obst aparecía por fin con una potente penetración ante Jordan para un 2+1 que ponía al Obra solo 4 abajo a falta de más de 5 minutos (55-51). La remontada parecía al alcance ante un rival que iba muy justito y casi siempre con más corazón que cabeza. Vidal andaba sobrado de ambas cosas y asistía para un doloroso 2+1 de Jordan sobre el inocente Brodziansky, aunque de nuevo Nacho Llovet salía al rescate con una buena penetración en la continuación con Vasileiadis. Kostas fallaba un triple precipitado para el -3 y el Breo respiraba con el rebote ofensivo para ahogar el intento de remontada de los nuestros, ya sin acierto ni claridad de ideas para forzar más la situación. Vidal ponía a los suyos 9 arriba a falta de 2 y medio, aunque Sàbat asistía para el potente alleyoop de Spires para darle un último e infructuoso soplo de aire al equipo. Kostas forzaba sin acierto en penetraciones y el partido agonizaba sin remedio, sentenciado ya definitivamente con el triple de Cvetkovic para el +11 local. El Pazo era una fiesta y las caras de los nuestros eran de funeral, viendo como era Jordan quien cerraba el partido con otro rebote ofensivo más para certificar el 69-56 final. La pesadilla había concluido por fin.

Datos a destacar

  • horroroso partido del Obradoiro, sin paliativos. Porcentajes de acierto desastrosos (23 en triples, ¡37 en tiros de 2!, ataques larguísimos pero sin ideas, problemas en el rebote defensivo (13 en ataque del Breo) y una alarmante falta de reacción ante el ambiente de locura generalizada provocado por la afición y los jugadores rivales. El Obra se dejó un partido de los "ganables" dando una imagen muy mala en la cancha
  • anotando 56 puntos (¡y 18 en toda la primera mitad!) es casi imposible ganar un partido. El equipo no pudo nunca con los cambios continuos en defensa del Breo, que lo sacaron de sus esquemas habituales desde el principio al final. En muy escasas ocasiones se leyeron bien los evidentes missmatches y el continuo bote y los pases a 10 metros de canasta fueron la tónica del ataque obradoirista en la mayor parte del partido
  • NACHO LLOVET: de lo poco positivo del equipo en el partido. El catalán fue el único capaz de leer medianamente bien lo que ocurría en la cancha, y a base de saber estar fue sacando réditos forzando faltas y buscando el 2x2 para castigar la defensa de los exteriores que hacía el Breo. Lo peleó hasta el final, aunque fuera en vano y casi en solitario. 14+8+3 en 30 minutos, con 9 faltas provocadas, para 24 de valoración
  • PEPE POZAS: mal partido del malagueño, incapaz de controlar el partido en ataque y algo ansioso en defensa ante la hiperactividad de los pequeños del Breogán. El esfuerzo al máximo del capitán nunca se pone en duda, pero en esta ocasión el acierto brilló por su ausencia. 0+1+3 en 16 minutos, para -1 de valoración
  • ANDY OBST: desaparecido en combate, dejando en un hecho aislado sus buenos minutos contra el Madrid. Trabajó en defensa pero no acertó en sus escasos intentos en el tiro exterior y no se supo sobreponer al ambiente presionante. Un chispazo, el único del alemán, con un gran 2+1 mediado el último cuarto, hizo creer en la remontada por unos minutos, pero Obst volvió a las oscuridades tras esa buena acción. 3+2 en 24 minutos, para -1 de valoración
  • KOSTAS VASILEIADIS: bien defendido por la defensa local, solo encontró un par de aciertos en el triple al inicio del tercer cuarto, y un tercero en el tramo final cuando la remontada todavía parecía posible. Demasiado poco y además sin continuidad, ya que el griego acabó desquiciado entre golpes y malas decisiones en ataque. En defensa se vio superado en ma´s de una ocasión por velocidad en el 1x1, y a pesar de las ganas que le puso en todo momento no pudo darle al equipo los puntos que otros compañeros no aportaban. 11+4+2 en 32 minutos, para 7 de valoración
  • VLADI BRODZIANSKY: un par de buenas canastas en el poste bajo son muy poco para todo un partido. El eslovaco pagó la inexperiencia y sufrió enormemente ante el rocoso Gerun y el veterano Jordan, con más de un despiste en defensa y varias jugadas de pardillo metiéndose en la boca del lobo en ataque (se comió hasta 3 tapones). Sin duda, un día para aprender para el rookie. 6+5+1 en 29 minutos, para 2 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: mejores números que sensaciones en la pista, aunque aún así tuvo algunos de los pocos chispazos buenos del equipo. El base catalán botó y botó el balón, pero pocas veces encontró soluciones. Estuvo activo para robar algún balón atrás pero sufrió como siempre para pasar bloqueos, algo que Cvetkovic aprovechó varias veces. El intento de remontada llegó con él en pista, en los pocos momentos que el equipo corrió un poco. 6+4+2+2 en 24 minutos, con 4 faltas provocadas, para 14 de valoración
  • NICK SPIRES: aparte de Llovet, quizás lo mejor del equipo fueron los buenos minutos de Spires en ambos lados de la cancha. Aunque sigue haciendo faltas con demasiada facilidad, el sueco buscó sus opciones en ataque con acierto, peleó atrás y colaboró en el mejor tramo del partido del equipo, siendo de lo poco potable de los nuestros. Sigue mejorando jornada a jornada. 10+1 en 16 minutos, para 7 de valoración
  • KYLE SINGLER: seguimos esperando por el jugador norteamericano, y la sensación de ansiedad que él mismo desprende al ver que no le acaban de salir las cosas sigue creciendo con cada partido. Con dudas en defensa (ese 2+1 que se come de Löfberg) y demasiado forzado en sus acciones ofensivas, Singler apenas aportó un par de penetraciones y su concurso fue una vez más casi intrascendente. Tengamos paciencia. 5+5+3 en 14 minutos, con 3 pérdidas, para 10 de valoración
  • DAVID NAVARRO: inadvertido en la cancha en sus escasos minutos en juego. Falló una buena penetración como única aportación ofensiva y se comió la canasta de final el segundo cuarto de Redivo sin encontrar una ayuda ante la velocidad del argentino, sin poder aportar nada para el equipo ni tan siquiera intentarlo. Estadística a 0 en 7 minutos, para -2 de valoración
  • TRYGGVI HLINASON: cada vez más hundido en el fondo de la rotación, el islandés intimidó en un par de ocasiones y cogió algún rebote, pero volvió a estar muy lento y torpón en sus acciones, lejos de poder ser de ayuda para el equipo. Más paciencia con él, recordemos lo que daba Pustovyi en su primera temporada en el Obra. 1+3 en 6 minutos, para 2 de valoración
  • KENDALL STEPHENS: salió en un momento del segundo cuarto para budcar sus triples, pero sin acierto. En defensa tampoco estuvo demasiado afortunado y se volvió al banquillo sin regresar más. Estadística a 0 en 3 minutos, para -4 de valoración
Partido para olvidar del Obradoiro, negado desde el primer al último minuto y sin mostrar apenas capacidad de reacción ante un equipo muy limitado de recursos en calidad y casi más en cantidad como es el actual Breogán. La derrota, contra un rival directo, duele especialmente por lo que significaba para la afición este derbi gallego, pero aún más por la mala imagen del equipo, que casi sin darnos cuenta acumula ya 4 derrotas consecutivas. Ya mirando de cerca los puestos en los que por lógica tendremos que pelear, el partido de la próxima jornada en casa ante el colista Gipuzkoa se antoja crucial, siendo uno de esos que hay que ganar sí o sí para no meterse en una dinámica negativa.


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