domingo, 18 de mayo de 2014

Despedida festiva (95-86)

(foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro consiguió su victoria número 12 de la temporada en su último partido en Sar, ante un Murcia que en ningún momento llegó a poner en riesgo el triunfo local. Los de Moncho Fernández dominaron desde el primer minuto, con un gran inicio de Richi Guillén, y fueron aumentando las ventajas poco a poco gracias a una mayor intensidad en la cancha con respecto a sus rivales. El +14 del descanso continuó creciendo en el tercer cuarto gracias a la facilidad anotadora del Obra, llegando a los 22 puntos de renta al terminar el tercer cuarto (80-58). Los visitantes reaccionaron en los últimos minutos aprovechando la relajación reinante y el ambiente festivo, pero sin llegar a acercarse a menos de 10 puntos de diferencia hasta el triple final de Davis. El 95-86 final precedió a la despedida uno por uno de todos los protagonistas de una temporada en la que se cumplen los objetivos fijados, con la afición disfrutando un año más de la ACB en nuestra ciudad.


Había ganas de celebrar el final de la temporada en Sar con buen sabor de boca, y para ello era necesario que el equipo pusiera de su parte y consiguiera la victoria. Con la gente llegando en buen número a sus asientos, Murcia comenzaba con San Miguel, Kelati, Wood, Radovic y Arteaga, mientras el Obra salía con Rafa Luz, Corbacho, Pumprla, Delas y Guillén. Corbacho clavaba un triple en el primer ataque, con el equipo local mucho más metido en el partido gracias a la energía de Rafa Luz y Pumprla, constantemente aplaudidos por la grada entre peticiones de renovación para la próxima temporada. La clase en la zona la ponía Richi Guillén, que dominaba con facilidad a los jóvenes interiores visitantes, mientras que la entrada de Peterson tras la temprana segunda falta de Delas propiciaba un par de canastas del norteamericano que colocaban un rápido +9 en el marcador (16-7). Con el cañonero Wood en el banco tras cometer su tercera falta en menos de 3 minutos, Murcia solo vivía del acierto en el tiro de San Miguel, pero el Obra seguía castigando por dentro, ahora con Berzins, aunque los tiros en buenas posiciones de Corbacho no entraban. Un triple de Kelati y las acciones intensas aunque irregulares de Dwayne Davis permitían a los murcianos reducir la desventaja a 5 puntos al llegar al final del cuarto (22-17).

Murcia se acercaba a solo 3 tras un rebote ofensivo del enorme Orukpe, pero Rafa Luz se apuntaba un buen 2+1 antes de irse a descansar al banquillo aclamado por la grada. Pavel Pumprla tomaba el mando del partido con su intensidad de siempre, robando y recibiendo una falta antideportiva primero, y con otro robo más y mate al contraataque. El partido discurría sin muchos sobresaltos, pero un par de malos ataques del Obra permitían a los visitantes acercarse peligrosamente, de nuevo de la mano de Davis (30-28). El Obra reaccionaba con la inteligencia de Guillén y Pumprla, que se juntaban para volver a elevar el +10 al marcador en un visto y no visto (38-28). A pesar de las debilidades del rebote local, Murcia no encontraba soluciones en ataque más allá de los muchos tiros de San Miguel, y el binomio Guillén-Pumprla volvía a la carga dejando las diferencias en 14 puntos al llegar al descanso (46-32).

La tranquila fiesta de fin de curso continuaba en Sar al inicio del tercer cuarto. El Obra cargaba en ataque el juego en sus interiores, Peterson y por supuesto Guillén, y un par de triples a la carrera de Alberto Corbacho dejaban el partido a punto de caramelo con el +17 en lo alto del marcador (61-44). Kelati y Davis mantenían vivo al Murcia, pero los mejores minutos de Xanthopoulos de la temporada rompían todavía más el partido. El griego anotaba, robaba y pasaba, y de su mano las diferencias llegaban hasta el +22 a pesar de la fugaz aparición del desaparecido Wood con un triple, con Peterson y Berzins sumándose a la fiesta (80-58).

Con todo decidido, solo restaban 10 minutos para dar por terminada la temporada en Sar. Homs tenía unos minutos en cancha, y por parte visitante Kelati mostraba su calidad y su buena mano para reducir algo las distancias. Todavía quedaba tiempo para aplaudir al nigeriano Orukpe por su taponazo en las alturas y su mate en palmeo en el contraataque consiguiente. San Miguel y Davis aprovechaban la tranquilidad del ambiente para reducir diferencias hasta el +12, pero de nuevo volvía a cancha el gran Guillén para mantener a raya al rival a base de inteligencia en ataque. Ya en el último minuto, Rafa Luz se anotaba un 2+1 que sentenciaba el partido mientras Sar se deshacía en aplausos ante el cambio de Guillén, y el partido concluía plácidamente con la victoria del Obradoiro por 9 puntos (95-86). El fin de fiesta llegaba con la vuelta a cancha y la presentación uno a uno de todos los protagonistas del equipo, desde el número 6 del enorme Pavel Pumprla hasta el 55 del también muy ovacionado Rafa Luz, siguiendo con el cuerpo técnico. Todos juntos entonaron el último Miudiño de la temporada y la satisfacción por el trabajo bien hecho un año más cerró brillantemente un curso mucho más meritorio de lo que los últimos meses había hecho parecer. Con las dudas sobre la permanencia en el equipo de varios de los jugadores más importantes y la visita a Bilbao de la próxima semana que cerrará la temporada, la caldeira de Sar se enfría hasta la próxima temporada.

Datos a destacar

  • partido de guante blanco, en el que la mayor intensidad de nuestros jugadores ante la afición marcó las diferencias. El Obra dominó desde el minuto 1 al 40, sin pasar apuros en casi ningún momento, anotando con facilidad y con ganas de agradar a Sar. Los 9 puntos finales de diferencia no son tan reveladores como el 118-69 en valoración que define mucho mejor la distancia real en la cancha
  • algunos problemas en el rebote (29-33) y poco más. El Obra dominó ofensivamente con mucha claridad por dentro (64 puntos entre los 4 interiores), ante un rival en el que a la baja conocida de Lima se unieron las de Berni Rodríguez y Tillie, lo que dejó muy mermados a los de Nicola. El Obra fue superior en todo momento y solo la relajación del último cuarto dejó un marcador engañoso
  • la comunión entre equipo y afición volvió a ser la de las mejores épocas. Aplausos para todos, felicidad por todas partes y gritos de ánimo para los jugadores más queridos. Los "¡Pavel, quédate!" y "¡Rafa, quédate!", mas la ovación de gala al partidazo de Guillén, fueron la antesala a la emocionante despedida con el equipo en el medio de la cancha y todos entonando el Miudiño. Obradoirismo en estado puro
  • RICHI GUILLÉN: exhibición de clase en un partido en el que el aspecto físico no era tan importante. El pivot canario dominó el juego en la pintura ante unos pares jóvenes e inexpertos, mostró sus inagotables recursos en ataque y se ganó la ovación de Sar al retirarse al banquillo. Ha sido un placer contar durante estas semanas con un superclase como él. 22+4+1, con 6 faltas provocadas, para 27 de valoración
  • RAFA LUZ: energía inagotable en un partido que muchos temen que sea el último en Sar defendiendo al Obra. La grada lo aclamó desde le principio y él respondió con su intensidad de siempre, corriendo, peleando y trabajando. Una temporada muy positiva en conjunto la del brasileño. 7+2+6+2 para 12 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: con buena actitud sobre la cancha, tiró los tiros correctos, ayudó en el rebote y en el pase, y terminó con buen sabor de boca una temporada que había sido fantástica y en las últimas semanas se había torcido. Estandarte del club, otro gran curso del mallorquín. 9+4+2 para 11 de valoración
  • PAVEL PUMPRLA: el preferido de todos, el alma del equipo. El checo fue aclamado de principio a fin por una afición que teme no volverlo a ver vistiendo el número 6 del Obradoiro. Pavel respondió como mejor sabe, con defensa, robos, contraataques e intensidad a raudales. Su renovación (que parece complicada) sería una de las mejores noticias para el futuro del club. 12+3+3+2, con 6 faltas provocadas, para 15 de valoración
  • MARIO DELAS: flojito en el rebote e inocente con las faltas, siempre dejando la sensación de que tiene dentro mucho más baloncesto del que en realidad acaba produciendo. Temporada irregular del croata, con buenos momentos aislados pero muchas (demasiadas) lagunas en su rendimiento. 6+4+2 para 9 de valoración
  • TRAVIS PETERSON: buenos minutos del norteamericano, acertado en ataque y manteniendo más o menos el tipo en defensa. Llegó al Obra en un momento complicado y seguramente no era el tipo de jugador más adecuado para lo que necesitaba el equipo, pero terminó el curso con un buen partido. 16+4+1 para 20 de valoración
  • BEN DEWAR: trabajo de equipo, bien en defensa y correcto en un par de acciones en ataque. Ha tenido un año muy complicado con los problemas físicos, y casi nunca ha llegado al gran nivel de la temporada anterior, pero su implicación en el equipo siempre ha sido máxima. 4+4+1 para 6 de valoración
  • VASSILIS XANTHOPOULOS: tras una temporada muy decepcionante, el griego se destapó con sus mejores minutos del curso en el último partido en Sar. Bien en el tiro, en la dirección y en la defensa. Justo premio a su esfuerzo de todo el año, aunque es evidente que casi nunca ha estado al nivel de un primer base de calidad ACB. 9+1+4 para 13 de valoración
  • KASPARS BERZINS: mucha aportación en poco tiempo, como es habitual en el letón. Problemas en el rebote y con las faltas tontas, pero también facilidad para hacer puntos. Otro jugador que llegó en el peor momento y que además tuvo que asumir responsabilidades excesivas para lo que se le podía exigir, pero que en estos meses en Santiago ha cumplido más que correctamente. 10+2 para 8 de valoración
  • ALBERT HOMS: 3 minutitos de premio para el chaval en la despedida de Sar. Estadística a 0 para -2 de valoración
  • MICKY STOBART: 3 minutos de juego para el mallorquín en los que lo dio todo como siempre. Estadística a 0 para -1 de valoración
  • DURAND SCOTT: apenas 2 minutos en cancha para el jamaicano, que no desentonó durante la temporada en su papel como último exterior de rotación. Estadística a 0 para 0 de valoración
Sar despidió la temporada como se merecía, con sonrisas en la cara y orgullo de equipo. Un año que llevaba camino de volver a ser histórico a los grande y que "solo" se quedará en histórico sin más, si se puede decir así, tras la acumulación de desgracias que destrozó al equipo en su mejor momento. Con bajas fundamentales sobre el equipo de la temporada anterior y con unas reincorporaciones que no siempre dieron el resultado deseado (mención aparte para el gran acierto del fichaje de Mike Muscala), el Obradoiro tuvo buenos momentos, compitió casi siempre los partidos (incluso en estos últimos meses con el equipo tan disminuido) y consiguió con enorme holgura el objetivo fundamental de la permanencia. El triunfo en esta último partido ante Murcia ha dejado el buen sabor de boca que todos nos merecíamos, y a falta de cerrar la temporada en Bilbao la próxima semana tenemos que volver a sentirnos muy satisfechos de poder vivir otra temporada más, la cuarta consecutiva, en la ACB. No está nada mal para un club tan modesto como el nuestro.


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