La fiesta tiene que esperar (79-62)

(foto: ACB Fotoclick)

El Obradoiro no llegó a tener opciones ante un superior Estudiantes y no pudo conseguir el objetivo de la salvación matemática en el primer intento. El equipo mantuvo la igualdad durante el primer cuarto, sobreviviendo al festival de un estelar Kirksay (11 puntos con 3 triples en los primeros 6 minutos, 17 con 5 de 6 triples al final) gracias al buen trabajo de Levon Kendall y sobre todo de Andrés Rodríguez (10 puntos en el cuarto). El Obra llegó a ponerse con +4 tras 2 libres de Ere al inicio del segundo cuarto, pero el Estudiantes comenzó a abrir brecha con su segunda unidad en la cancha, con un De la Fuente inspirado en ataque y con los "sentenciados" Simmons y Deane, que llevaron a los locales a una máxima de +15 (44-29), aunque 2 triples del Tuky y el trabajo de un luchador Junyent mantenían las esperanzas al llegar al descanso (47-37). Granger y Lofton se encargaron de evitar cualquier atisbo de remontada tras el paso por los vestuarios, y Kirksay volvía con su cuarto triple de la noche sobre la bocina para darle a los suyos un ya definitivo +23 (67-44). En el último cuarto, las ventajas locales siguieron creciendo hasta un humillante +27 a falta de 5 minutos (76-49), aunque Nguema y sobre todo Ere aprovechaban los minutos de la basura para reducir distancias hasta un más honroso +17 final. En un partido gris del equipo, solo cabe destacar el primer cuarto de Andrés (10+0+4 al final para 12 de valoración), los 10 minutos de Oriol (4+6) y el final de partido del alocado Ere (12+6 al final, aunque con 5 pérdidas, en un partido flojo de Lasme (3+7) y Kendall (9+3). El próximo domingo el Obradoiro tendrá una auténtica final en Valladolid, enfrentándose a un Blancos de Rueda ya descendido y con la presión de tener al Estudiantes a tan solo una victoria por detrás.