Blancos de Rueda - Obradoiro (la previa)

(foto: diario El Mundo)

Antepenúltima jornada y, ahora sí, el Obradoiro afronta una finalísima por la salvación, ya sin red de seguridad, en la cancha de un Blancos de Rueda ya descendido. Para los nuestros no cabe otro resultado que la victoria, en un final de temporada que se está apretando mucho en la zona baja con la esperable reacción del Estudiantes. Ganar en Valladolid puede suponer casi son seguridad la salvación; perder complicaría la situación del Obradoiro hasta el punto de tener que mirar las resultados de los demás implicados e incluso a no depender de sí mismo. Por lo tanto, el domingo en Valladolid se juega el partido clave de la temporada.


El Blancos de Rueda certificó este miércoles su descenso a la LEB. Una temporada plagada de problemas económicos ya desde los albores del curso y que, tras meses de pelea, no podía terminar de otra manera que no fuera el descenso consumado de categoría. Con dificultades hasta para armar la plantilla de inicio, el equipo comenzó a caer con la derrota en casa ante Murcia, que los puso 2-7 tras un inicio de calendario brutal contra todos los grandes. La victoria en Santiago (única a domicilio de la temporada) les dio vida cuando ya se estaban quedando solos en la cola dela tabla, pero curiosamente fue a partir de ahí cuando el equipo se vino abajo, con otras 6 derrotas consecutivas y un agónico record de 4-17. A partir de ahí, fichajes a la desesperada, además del cambio de entrenador, que han permitido al equipo ganar 3 partidos sueltos más en su cancha pero que no han podido consumar la enorme reacción que se necesitaba para huír de la quema. En su cancha es donde han sacado casi todos sus triunfos (parcial de 6-9), ganando a Lagun Aro, Joventut, Valencia, Alicante, Manresa y Fuenlabrada. De todos modos, la principal incógnita del equipo pucelano es saber en qué condiciones anímicas afrontarán los partidos que restan de la temporada, ya con el descenso matemático asumido y con la supervivencia del propio club en claro riesgo.

Roberto González, el segundo entrenador, sustituyó a Luis Casimiro tras la derrota en casa ante el CAI de la jornada 18. A pesar de algunos atisbos de reacción, con fichajes y algún triunfo aislado, el record de 3-10 tampoco es para tirar cohetes. El equipo tiene la peor defensa de la liga (76,2 ppp) y el peor segundo ataque (69,0 ppp), con estadísticas más o menos aseadas en cuanto a porcentajes de tiro (penúltimos en triples). Por el camino ha ido perdiendo prácticamente lo que sería el quinteto inicial de principio de temporada (bajas de Umeh, Bagaric, Anagonye, Touré y Seawright, mas la lesión de Dumas), con lo cual resulta difícil hablar de continuidad en una plantilla con tantos cambios en tan poco tiempo. Además, entre lesiones y marchas, la rotación del equipo está siendo en las últimas semanas de apenas 8 jugadores, con el desgaste que ello supone. En el puesto de base, Ricardo Uriz se quedó solo ante el peligro tras la lesión de Dumas y la imposibilidad de traer sustituto para el francés. Ha hecho los mejores números de su carrera (17+3+9 ante Manresa, 9+4+5 en la última derrota en Las Palmas), pasando, reboteando y anotando, y se tiene que jugar auténticas minutadas ante la falta de relevo. No es un gran tirador, pero tiene experiencia y comete pocos errores. Como escolta, el esloveno Samo Udrih llegó mediada la temporada para aportar tiro exterior, aunque no ha rendido demasiado bien. Veterano, puede anotar desde fuera y pasar, además de hacer de base en momentos puntuales. El veterano Isaac López es otro escolta para la rotación. Especialista en el tiro exterior y defensor mejorable, puede subir la bola en alguna ocasión puntual, aunque solo con la lesión de Diego García ha tenido más minutos de los 10-15 habituales. El argentino Diego García será duda hasta última hora. Clave para el equipo, tanto dentro como fuera de la cancha, líder en anotación (11,4 ppp) y capaz de generarse sus propias canastas, además de ser todo un experto en levantar a la grada con su espíritu de lucha. Sin su aportación, el Blancos de Rueda es todavía mucho más débil. Como alero alto, Jason Robinson ha bajado su nivel respecto de temporadas anteriores, también debido al peor rendimiento del colectivo. No está tirando tan bien desde lejos como en años pasados, en que tuvo porcentajes muy altos de acierto, y ha bajado su aportación anotadora en estas últimas semanas (3 y 6 puntos en los últimos partidos). Ayuda en el rebote y, como casi todos sus compañeros, se tiene que jugar auténticas minutadas ante la falta de relevos. El venezolano Jhornan Zamora desapareció del equipo hace ya varias jornadas, dejando más huérfana todavía la rotación exterior pucelana. Como ala-pivot, el lituano Darius Songaila llegó como salvador a Valladolid, pero tampoco ha dado un rendimiento demasiado alto. Fuerte físicamente, capaz de anotar dentro y fuera, buen reboteador y una incógnita sobre cómo afrontará un jugador de su historial estos partidos finales sin nada que jugarse. El local Nacho Martín se ha encontrado con un rol en el equipo que poco se podía imaginar en temporadas anteriores. Está siendo el mejor del equipo en las últimas semanas (12+7 y 17+4), anotando desde fuera y reboteando bien. Curtis Borchardt también llegó como opción desesperada para salvar la temporada. Tras comenzar sin ritmo de competición, poco a poco alcanzó un buen nivel (MVP de la jornada 27, con 18+9+3 y 27 de valoración), trabajando muy bien la zona sus canastas, reboteando y liderando al equipo. En las últimas 4 semanas ha bajado mucho su rendimiento (5+9 en Las Palmas), aunque su concurso es fundamental para un equipo tan necesitado como el vallisoletano.Finalmente, Edu Hernández-Sonseca también llegó mediada la temporada pero sin llegar a alcanzar el nivel de hace años en el Joventut. Ha ido de más a menos claramente. Poca anotación, poco rebote y cada vez menos presencia en la cortísima rotación pucelana.

La plantilla del rival

• Bases
• 6.- Ricardo URIZ (1,88 m, 31 años. 5,2 ppp, 2,2 rpp, 3,3 app, 1,5 brpp)
• Aleros
• 9.- Samo UDRIH (1,95 m, 32 años. 5,1 ppp, 1,1 rpp, 1,8 app, 86% tl)
• 10.- Isaac LÓPEZ (1,96 m, 33 años. 5,2 ppp, 2 rpp, 0,5 app)
• 7.- Diego GARCÍA (1,90 m, 32 años. 11,4 ppp, 2 rpp, 1,9 app)
• 20.- Jason ROBINSON (1,96 m, 31 años. 10,9 ppp, 4,4 rpp, 1 app)
• Pivots
• 25.- Darius SONGAILA (2,06 m, 34 años. 9,7 ppp, 4 rpp (2 ro), 0,3 app, 2,3 bppp)
• 11.- Nacho MARTÍN (2,05 m, 29 años. 8,4 ppp, 5,6 rpp, 0,5 app)
• 24.- Curtis BORCHARDT (2,10 m, 31 años. 8 ppp, 7,5 rpp (2,6 ro), 1,1 app, 3,1 fpp, 12,3 val)
• 16.- Edu Hernández-SONSECA (2,12 m, 28 años. 4,2 ppp, 3,1 rpp, 0,6 app, 89% tl)

El Obradoiro no tuvo opciones reales ante un Estudiantes que se lo jugaba todo a una carta, pero ahora no hay red de seguridad y hay que ir a Valladolid a ganar como sea. La victoria en Valladolid, que los rivales ven como casi segura ante la situación de los pucelanos, será factible si el Obra recupera sus señas de identidad: defensa y trabajo de equipo. Ante un equipo con la moral presumiblemente quebradiza por el descenso, habrá que hacer un trabajo de demolición que vaya desgastando a una rotación muy corta y exigida. Parar a Borchardt y Songaila supondría tener medio trabajo hecho, y para ello habrá que confiar en Lasme, Kendall y la ayuda de los veteranos, que más que nunca son fundamentales en este tipo de partidos. Si se sale a buen nivel y se consiguen ventajas pronto, se podría pensar que el Blancos de Rueda quizás no tenga la fuerza suficiente para plantar cara, pero con todo hay que asumir que es un partido muy peligroso por la ansiedad que se pueda presentar en nuestros jugadores ante una cita tan trascendental. Controlar el estado de nervios y tener paciencia para ir rompiendo poco a poco al rival serán tareas en las que tendrá que incidir Moncho Fernández durante el partido.

Datos del partido
Blancos de Rueda - Obradoiro. 32ª jornada ACB. Polideportivo Pisuerga. Domingo, 29 de abril. 12:30 horas