37 minutos de incertidumbre y 3 para machacar: 67-54

(foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro resolvió en los últimos minutos un partido muy igualado ante un Grupo Iruña Navarra que maniató tácticamente a los nuestros hasta el minuto 37. Unos 3 minutos finales geniales de Andrés Rodríguez y la intensidad defensiva habitual fueron suficientes para lograr una victoria más sufrida que lo que refleja el marcador final. El Obra se dispara en la tabla con un record inmaculado de 5-0, apoyado en la calidad individual de sus jugadores, tras un partido espeso que se complicó con las trampas tácticas de los navarros y llegó hasta los últimos minutos con un resultado incierto.

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Trabajada quinta victoria del Obradoiro, al que los partidos de los domingos por la mañana parecen atragantársele. El ambiente en Sar era de mucha confianza, ante un rival que llegaba con vitola de equipo muy luchador y competitivo, algo que sin duda demostró con creces. Con otra buena entrada en Sar, Moncho Fernández ponía en pista al quinteto habitual: Andrés, Tuky, Deron, Hopkins y Junyent por el Obra. Por parte visitante saltaban a cancha Chema González, Bas, Narros, Blair y Joseph. El Obradoiro comenzaba mandando en el marcador, aprovechando el sobremarcaje sobre Junyent con penetraciones del activo Deron Washington. El equipo navarro no veía el aro y las primeras ventajas no tardaban en provocar el tiempo muerto de Jareño (10-4 a los 5 minutos y medio). Poco a poco, con Joseph bien en ambas zonas, los visitantes conseguían equilibrar la situación, mientras que las entradas de Washington seguían siendo letales en el ataque santiagués (10 puntos en el primer cuarto). Con todo más o menos controlado se llegaba al final del primer cuarto (20-15).

El segundo cuarto comenzaba con un triple de Levon Kendall, pero seguía con una pájara monumental de nuestra segunda unidad. Quizás el exceso de confianza hizo que Moncho Fernández sacara a pista de golpe a Nguema, Feliu, Kendall y Sánchez, y el cambio de defensa ordenado por Jareño hizo el resto. Los navarros presionaban siempre en el saque de fondo y conseguían romper el ataque obradoirista por completo, mietras que en ataque iban produciendo gracias al acierto exterior de Iñaki Narros y al trabajo en la zona de Tyler Sanborn. Así se pasaba en unos minutos a una ventaja visitante de 2 puntos tras un parcial de 0-10 que obligaba a Moncho Fernández a pedir un tiempo muerto. La vuelta de los titulares parecía arreglar un poco el desaguisado, aunque Junyent seguía muy bien defendido por Joseph y solo Hopkins comenzaba a encontrar el camino. Un robo de Deron con bandeja posterior y una canasta de Oriol Junyent permitían a los nuestros llegar al descanso con una mínima ventaja (32-31), pero con todo por decidir.

La vuelta tras el descanso no cambiaba el guion del partido: defensas férreas y muchas dificultades en ataque por ambos bandos. La igualdad, aún con pequeñas ventajas locales, seguía siendo la tónica, pero las defensas alternativas visitantes continuaban manteniendo al equipo navarro en el partido. Junyent tenía que salir de la zona para clavar un triple, pero Joseph y Narros anotaban para igualar el marcador. Era el momento del capitán, el Tuky Bulfoni, que en unos minutos de inspiración parecía romper el partido, con 9 puntos casi seguidos, incluyendo un triple y un mate en contraataque, que cerraban el cuarto con 5 puntos de ventaja para los nuestros (50-45).

El último cuarto, sin embargo, volvía a mostrar cómo los nuestros se iban enmarañando otra vez en la defensa navarra, y poco a poco las distancias se volvían a reducir ante la preocupación dela grada. Un gran 2+1 de Eric Sánchez era respondido por el gran trabajo del gigantón Sanborn, y el partido parecía verse abocado a un final de infarto. Hopkins seguía produciendo continuamente y Deron Washington acertaba desde la línea de tiros libres, aunque perdía alguna jugada por exceso de alocamiento, hasta que Eric Sánchez dejaba paso a un hasta entonces disperso Andrés Rodríguez a falta de unos 3 minutos. Y de repente, todo cambió: los visitantes no volvían a anotar un punto ante una gran defensa individual de los nuestros, y un par de robos de Andrés hacían el resto, llevando al Obra a una máxima de +7 a falta de menos de 2 minutos. El propio Andrés Rodríguez clavaba un triple estratosférico desde cerca de 9 metros que sentenciaba el partido, y tras otra buena defensa, era Deron Washington quien anotaba desde los 6,75 para un +13 definitivo que resultaba más que engañoso. Con la grada aclamando a los jugadores se cerraba el partido con el 67-54 que mantiene al equipo como líder invicto de la LEB Oro.

Datos a destacar

• buen ambiente en Sar, aunque quizás "demasiado" confiado en algunos momentos en la superioridad de los nuestros. En los momentos clave del partido, la caldera volvió a rugir para llevar en volandas al equipo
• comienzo bueno del equipo, fuerte en defensa y aprovechando las oportunidades en ataque, pero el cambio táctico de Jareño al final del primer cuarto volteó completamente la situación y el equipo no volvió a encontrar la fluidez en ataque hasta el final
• la segunda unidad entró quizás demasiado de golpe, provocando un colapso en el equipo parecido al del día del Melilla. Los titulares acabaron teniendo que jugar muchos minutos, más de lo habitual en los últimos partidos, y esta vez el Obra no pudo aprovechar su larga rotación como en otras ocasiones
• la defensa del Obra fue muy buena, provocando muchísimas pérdidas de balón en el rival (25), y los robos de balón permitieron varias canastas en contraataque, básicas en un partido en el que los ataques estáticos no funcionaban apenas
• Joseph y Sanborn crearon problemas con su fortaleza y su trabajo en el rebote, aunque por contra Blair fue frenado casi por completo, hasta pasar desapercibido. La entrada de Michael Ruffin debería ayudar a solucionar esas pequeñas lagunas de la defensa obradoirista en la zona
• DERON WASHINGTON: buen partido del americano, con un gran primer cuarto en que supo leer bien el partido y aprovechar su superioridad física para penetrar continuamente. A veces peca de atolondramiento, pero en su haber queda un perfecto 6 de 6 en libres que fueron muy importantes en el final del encuentro. 21+3+2 con 5 faltas provocadas para un 24 de valoración
• ANDRÉS RODRÍGUEZ: no estuvo muy fino en los primeros cuartos, volviendo a perder algún balón por no sacar en 5 segundos y sin conseguir llevar del todo bien el ataque obradoirista. Sin embargo, su irrupción en los últimos 3 minutos fue brutal, rompiendo el partido con sus robos y ese enorme triple desde 9 metros. 8+1+6, con ¡8! balones robados y 4 perdidos, con 2 triples, para 14 de valoración
• BERNARD HOPKINS: el viejo B-Hop sigue dando lecciones de sabiduría en una cancha. Siempre produciendo, un rebote aquí, una defensa allá o una canasta o un robo. Admirable cómo sabe usar el cuerpo para anotar bajo aro ante rivales de 2,10. Tuvo que jugar mucho, 32 minutos en cancha, pero su estado físico parece excelente. 10+4 con grandes porcentajes (5 de 6 en tiros) y 10 de valoración
• TUKY BULFONI: le costó entrar en juego nuevamente, pero tuvo una de esas rachas suyas en el tercer cuarto que casi rompió el partido. El equipo le necesita con más regularidad, aunque hasta ahora siempre ha aparecido cuando se le ha necesitado. 13+1, aunque 1 de 5 en triples, para 5 de valoración
• ORIOL JUNYENT: muy bien defendido por el haitiano Joseph, que también le dio guerra en la otra zona. De todos modos, Oriol es especialista en hacer números de manera silenciosa, y su trabajo en el rebote fue importante, aunque por momentos estuvo un poco solo en dicha faceta. Apenas tiró (3 tiros de campo, todos acertados), pero supo estar en los momentos decisivos. 7+10+1, con 4 pérdidas, para 15 de valoración
• LEVON KENDALL: sigue en periodo de adaptación y a veces le cuesta en defensa contra pivots corpulentos, denotando que él es más alero que pivot. Lo pasó mal con Sanborn y se cargó de faltas en pocos minutos, aunque capturó algunos rebotes de gran importancia en el último cuarto. Hay que seguir teniendo paciencia con él. 5+3, con un triple, para -1 de valoración
• ERIC SÁNCHEZ: entró con mal pie en el segundo cuarto, como todos sus compañeros de rotación. Sin embargo, su trabajo en el último cuarto permitió al equipo llegar a los últimos minutos con ventaja en el marcador, llegando a poner en duda la decisión de Moncho Fernández de sustituirlo a falta de 3 minutos por Andrés Rodríguez. 3+2+1 para 3 de valoración en 13 minutos de rotación
• MIQUI FELIU: la buena actuación de Deron le restó protagonismo, y el caos ofensivo del segundo cuarto lo mandó al banco antes de tiempo. El Grupo Iruña no tenía aleros fuertes y su trabajo en defensa no era tan importante como en otras ocasiones, pero cumplió correctamente y sin errores en sus minutos en cancha. 2 asistencias, 1 robo y 2 pérdidas en 13 minutos, para 1 de valoración
• ALBERTO CORBACHO: en los 2 últimos partidos lleva un inquietante 0 de 8 en triples. Hoy tiró los suyos en buenas posiciones, pero no estuvo acertado, y si no anota sus tiros su aportación queda reducida a la nada. 0 de 4 en triples, 1 robo y una pérdida para -4 de valoración
• RICHARD NGUEMA: se ganó la entrada en la segunda unidad con sus buenos minutos de partidos anteriores, pero no supo seguir con esa buena línea y no ayudó al equipo, yéndose rápidamente al banco. Falló un triple lateral y se llevó un soberano tapón en 4 minutos, para un -4 de valoración

Victoria sufrida y con poco brillo la de esta mañana de domingo. La defensa consiguió ocultar las carencias mostradas en ataque estático, y los destellos de calidad de los nuestros hicieron el resto. El equipo continúa invicto (en realidad, no pierde desde mayo, en la despedida de la ACB contra Estudiantes) y sigue siendo el rival a batir en la competición, pero eso no significa que cada partido vaya a ser un paseo militar. La entrada en la rotación de Michael Ruffin debería aportar al conjunto una mayor profundidad, y ahora mismo quizás sea el ataque estático la parte del equipo que funciona peor. Pero, como decimos, la stuación del Obradoiro es inmejorable a estas alturas, y el margen de mejora que se intuye nos ha de permitir seguir siendo muy optimistas de cara al futuro desarrollo de la temporada. El próximo paso, en tierras manchegas.

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