domingo, 29 de septiembre de 2019

Para olvidar (96-64)

Brodziansky y Radovic (foto: Heraldo de Aragón)

Un Obradoiro desastroso de principio a fin fue apalizado sin misericordia por un Basket Zaragoza enormemente superior en todas las facetas del juego. Los de Moncho Fernández entraron en el partido sin ideas en ataque y a un nivel defensivo bajísimo, con un 8-0 en el marcador en poco más de 2 minutos que obligó a un primer tiempo en el que tampoco los nuestros mejoraron lo más mínimo. La sangría defensiva (nulo rebote, canastas fáciles recibidas en transición, bajísima intensidad) y la incapacidad en ataque (multitud de pérdidas, flojos porcentajes de tiro) tenía como lógica consecuencia en el marcador una paliza de las que hacen época, con un brutal 32-12 al término del primer cuarto. Con apenas el esfuerzo por agradar de Mike Daum (8+6 al final) como mínima nota positiva, el Obra no mejoró sus paupérrimas prestaciones en el tiempo restante, arrastrado por un rival enrachado y en el que sus juniors mantenían el ritmo e incluso hacían crecer las ventajas hasta la frontera del +30 al llegar al descanso (49-20). La intensidad local siguió destrozando a un Obradoiro inoperante tras el descanso, aunque ya a menor ritmo, alcanzando el +34 al borde del final del tercer cuarto (69-35) y ya con el único aliciente para la afición local de disfrutar de las evoluciones de sus prometedores canteranos ante un rival sin alma y hundido en la cancha. La diferencia llegaba al +39 de la mano de un colosal Radovic y del desparpajo de los jóvenes locales (89-50), aunque finalmente se estabilizaba en el entorno de los 30 gracias al relajamiento local (96-64). Tras esta abultada derrota, el Obradoiro cae al último puesto de la clasificación con un record de 0-2, a la espera de recibir el próximo sábado en Sar a un Bilbao Basket que ha empezado la temporada con 2 victorias.


Había ganas de ver al Obradoiro en su visita a Zaragoza. La ilusión de ver si el equipo refrendaba las buenas sensaciones generadas en el debut contra el Barça se confrontaba con las dudas sobre el estado físico de los tocados, que se unían al escaso tiempo de recuperación tras el primer partido y al gran nivel mostrado en este inicio de temporada por el prometedor Basket Zaragoza. Los locales comenzaban el partido con San Miguel, Seeley, Benzing, Radovic y Justiz, mientras el Obradoiro lo hacía con Pepe Pozas, Magee, Muñoz, Brodziansky y Kravic. En apenas 2 minutos y medio los nuestros se veían literalmente desarbolados por el vendaval rojillo. La defensa local ahogaba a un Obra incapaz de encontrar una opción de anotar mínimamente aceptable, las pérdidas se acumulaban a toda velocidad y las canastas fáciles en transición añadían sal a la herida. Por contra, la defensa obradoirista era un desastre, impotente para cerrar el rebote y concediendo todo tipo de facilidades ante el rápido movimiento de balón rival. El 8-0 de salida era parado por Moncho Fernández, pero el triple abierto de Pozas para romper el 0 en el marcador era un mero espejismo. radovic campaba a sus anchas en la zona obradoirista ante un Brodziansky todavía más perdido que en el aprtido inaugural, Justiz anulaba a un Kravic torpe e ineficaz y Fran Vázquez aparecía en escena remachando la faena ante un Obra hundido como pocas veces se recuerda. Los cambios de jugadores no alteraban la situación por más que Álvaro Muñoz anotase un esforzado 2+1 para cortar otro parcial de 8-0. El agujero interior, con una sangría escandalosa de rebotes ofensivos locales, se añadía a la falta de intensidad general de los nuestros, que llegaban tarde y concedían canastas con tiro adicional, como un 3+1 de Benzing que subía un humillante +16 al marcador tras poco más de 7 minutos. Sin reacción por parte gallega, los jóvenes prometedores del Zaragoza campaban a sus anchas, bien desde el triple o en penetraciones con 2+1, ante un Obra en el que solo el recién incorporado Calloway sumaba un triple aislado como pobre respuesta con una máxima diferencia de +21 (32-11). El esfuerzo de un voluntarioso Mike Daum, forzando faltas y anotando tiros libres, dejaba la ventaja local en "solo" 20 puntos al finalizar el primer cuarto (32-12).

Con todo sentenciado de manera tan prematura, al Obra solo le quedaba navegar en medio de la tempestad y minimizar pérdidas. Pero la falta de actitud física y mental no era precisamente la mejor forma de arreglar la situación. Barreiro destrozaba por fuera y por dentro nuestra débil defensa, por más que Mike Daum siguiera peleando casi en solitario. Al Obra no le entraba nada y las pérdidas seguían aumentando en número, mientras en defensa seguía siendo un coladero en el que Radovic nos destrozaba en transiciones mal defendidas e incluso desde el triple. Con la casi única respuesta de otro triple abierto de Pozas por nuestra parte, la ventaja local se iba ya a un brutal +30 en medio del marasmo obradoirista (49-19). Sin que nadie consiguiera aportar nada ni en el plano colectivo ni en el individual, un tiro libre de Vasileiadis cerraba otros 10 minutos desastrosos con el Obra 29 abajo (49-20).

El Obra tardaba varios minutos de más en regresar de los vestuarios, pero la previsible bronca de Moncho Fernández no surtía gran efecto más allá del triple inicial del tercer cuarto de Calloway. Justiz regresaba para volver a humillar a nuestros pivots, las transiciones seguían regalando puntos fáciles a los locales y solo un par de apariciones bajo el aro rival de un muy gris Kravic mantenían vivo al moribundo Obradoiro. Daum peleaba un rebote ofensivo para anotar y Czerapowicz también inauguraba su cuenta personal con otra canasta, pero un Zaragoza que daba minutos a sus talentosos jóvenes se sobraba para mantener su renta en el entorno del +30 e incluso dar un nuevo estirón a pesar de un triple aislado de un hasta entonces impotente Vasileiadis. El +33 al final del tercer cuarto indicaba con rotundidad que nada había cambiado en el negro horizonte de los nuestros (71-38).

La primera canasta en el partido de un Brodzianksy y otro triple más de Kostas se enfrentaban a la evidencia de un Radovic que hacía lo que quería, bien apoyado por Benzing, para amenazar con un todavía más sonrojante +40. Un buen movimiento en la pintura de Brodziansky y un tablerazo desde los 6,75 de Max de Zeeuw eran lo poco que ofrecían los nuestros, ante una afición zaragozana que disfrutaba viendo las evoluciones de Javi García, Krejci y Alocén. Con un equipo prácticamente de juniors mas Radovic en cancha, el Zaragoza se iba de nuevo 39 arriba (89-50), aunque Czerapowicz anotaba un triple y un tiro libre. David Navarro ejercía incluso como base para no castigar al mermado Calloway, y un par de buenas acciones de Kravic mas los tiros libres finales permitían al Obradoiro disminuir mínimamente la desventaja ante un rival ya relajado (96-64). La masacre había concluido y ya solo se podía pensar en pasar página y olvidar una tarde horrorosa de los nuestros.

Datos a destacar

  • todo mal. Horribles en ataque, desbordados por la intensidad y las trampas locales, sin posiciones de tiro y con multitud de pérdidas (16) con concesión de canastas fáciles fruto de nuestra malísima transición (19 puntos encajados tras pérdidas). Flojísimos 37% en tiros de 2 y 27% en triples y una sensación continua de no ser capaces de hilvanar alguna acción elaborada en ataque, siempre a merced del gran trabajo defensivo local
  • todavía peor en defensa, con una sangría insoportable en el rebote (20 puntos encajados en segundas oportunidades) y una falta de intensidad tanto como física como mental que concedía varios 2+1 (e incluso 3+1) amén de una debilidad alarmante para defender penetraciones y canastas interiores rivales. Los pivots locales destrozaron nuestra defensa y el dinamismo del ataque del Zaragoza nos desbordó una y otra vez
  • MIKE DAUM: entre el tono deprimente de todo el equipo, quizás el esfuerzo y las ganas de Daum fueron de lo poco salvable. El norteamericano intentó aportar intensidad en ambos lados de la cancha, más allá de su mayor o menor acierto, y al menos mostró deseo de hacer algo ante la avalancha de juego local. 8+6 en 21 minutos, para 9 de valoración
  • PEPE POZAS: voluntarioso como siempre, pero sin ser capaz de llevar soluciones al ataque del equipo, aunque acertó en un par de triples abiertos. En defensa quiso pero tampoco pudo, aunque peleó como siempre a pesar de todo. las faltas limitaron mucho sus minutos en cancha. 6+3 en 13 minutos, para 5 de valoración
  • FLETCHER MAGEE: muy bien defendido, apenas pudo intentar algún tiro y en lo poco que intentó no estuvo acertado, sin saber leer bien las situaciones y perdiendo balones. Atrás comete errores de novato que penalizan en ocasiones. 2+1+2 en 13 minutos, para 0 de valoración
  • ÁLVARO MUÑOZ: mal en el tiro (0 de 5 triples), el madrileño intentó ayudar con sus ganas habituales, pero no era el día de ninguno de los nuestros. En defensa sufrió por falta de físico ante Benzing y Barreiro. Como todos, desbordado por el vendaval local. 3+2+3 en 27 minutos, para -1 de valoración
  • VLADI BRODZIANSKY: si había estado flojo el viernes ante el Barça, el eslovaco estuvo todavía más perdido en Zaragoza. Horroroso atrás, con un Radovic que lo masacró de principio a fin y desastroso en el rebote, y flojo en ataque, sin acierto desde fuera y falto de toque en sus escasos intentos desde el poste bajo. En los minutos finales arregló un poco sus penosos números, pero su flojo rendimiento en estos primeros partidos de la temporada es preocupante. 6+2 en 20 minutos, para 4 de valoración
  • DEJAN KRAVIC: muy lejos del nivel de su debut ante el Barça. El serbio estuvo torpe con el balón en ataque (pérdidas y malos tiros) y fue claramente superado por los pivots rivales (Justiz y Fran Vázquez). En los minutos de la basura fue de los que arregló algo sus números, al tener algún espacio más por dentro por la menor intensidad defensiva rival. 10+4 en 27 minutos, para 6 de valoración
  • CHRIS CZERAPOWICZ: el sueco tuvo pocos minutos por sus problemas físicos en un partido en el que su físico se hacía muy necesario ante los poderosos aleros rivales. Mal en el tiro exterior (1 de 6 triples), su partido pasó desapercibido en medio del malísimo nivel general de los nuestros. 6+2 en 19 minutos, para 2 de valoración
  • KOSTAS VASILEIADIS: sigue pareciendo flojo y lento a nivel físico, penalizando atrás y sin poder salir de bloqueos con un mínimo de posibilidades de tiro. El griego tiró, a pesar de todo, de veteranía para acabar haciendo unos números engañosos (máximo anotador del equipo). Con todo, muy lejos del altísimo nivel de la primera vuelta de la temporada pasada. 11+0 en 18 minutos, para 8 de valoración
  • EARL CALLOWAY: utilizado a cuentagotas, el base con pasaporte búlgaro anotó un par de triples pero tampoco pudo hacer nada por cambiar el triste sino del Obra en este partido. Su capacidad de dirección se echó en falta ante la falta de claridad del ataque obradoirista. 7+0 en 16 minutos, para 5 de valoración
  • DAVID NAVARRO: de nuevo con minutos de base por los problemas de Calloway, el valenciano hizo lo que pudo en los minutos de la basura y al menos aprovechó la relajación rival para meter algún buen balón a sus compañeros. 2+3+5 en 14 minutos, para 9 de valoración
  • MAX DE ZEEUW: saltó a cancha en los minutos finales y volvió a demostrar que está muy lejos de su mejor nivel. Un afortunado triple a tablero fue lo único destacable de su corta aportación en la pista. 3+1 en 7 minutos, para 2 de valoración
  • NICK SPIRES: muy perdido en sus escasísimos minutos en cancha en el segundo cuarto, superado atrás y sin claridad en ataque, a pesar de sus ganas peleando el rebote ofensivo. 0+3 en 5 minutos, para 2 de valoración
El Obradoiro fue un auténtico desastre en Zaragoza, menos de 48 horas después de haber dejado una imagen muy esperanzadora en Sar ante el Barça. La falta de recuperación, la evidente calidad del rival, un mal día, todo se alineó para que el Obra hiciese uno de los partidos más flojos que se le recuerdan, no solo en cuanto a calidad sino incluso más en cuanto a intensidad y esfuerzo. Apenas se puede extraer nada positivo de lo visto en Zaragoza, por lo que es mejor pasar página y centrarse en un partido venidero que puede ser de vital importancia en este durísimo inicio de calendario que le toca vivir a los nuestros. La visita del Bilbao Basket, con su sorprendente 2-0 en la clasificación, ha de servir para comenzar a sumar victorias antes de que las dudas puedan hacer mellas en los nuestros.

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