domingo, 6 de mayo de 2018

Remontada para otro año más en ACB (70-69)

Sàbat abrazado por sus compañeros (foto: Obradoiro de Basket)

Un triple desde 8 metros de Albert Sàbat a falta de 2 segundos certificó un nuevo triunfo del Obradoiro y con él la permanencia matemática en la liga ACB. Los hombres de Moncho Fernández vagaron por la pista en una horrible primera mitad, siempre a remolque, en especial en un segundo cuarto desastroso en el que solo anotaron 5 puntos y se llegaron a ver hasta 18 abajo (19-37) ante un Bilbao Basket que solo anotó canastas triples en dicho periodo. Tras el descanso no parecía cambiar demasiado el panorama, con Bilbao gestionando su renta más o menos holgadamente (35-48), pero la entrada en cancha de Alberto Corbacho a falta de 3 minutos y medio cambiaba el decorado por completo. Con el alero mallorquín (8 puntos y 15 de valoración en apenas 13 minutos y medio) en pista, el Obra encadenaba un espectacular parcial de 20-2 en poco más de 5 minutos ante un Bilbao desconcertado y hundido en la cancha (55-50). Un triplazo de Mumbrú y 7 puntos seguidos de Redivo devolvían la ventaja a los visitantes, que se ponían 4 arriba a falta de minutos y medio con un triple de Hervelle (63-67), pero el Obra igualaba el partido a base de tiros libres y disponía de 5 segundos para anotar tras anotar también desde la línea Redivo (67-69). Sàbat, con su triple, daba la victoria al Obradoiro y con ella cerraba definitivamente la salvación. Con este decimotercer triunfo de la temporada, el equipo se coloca con un record de 13-18 en la decimosegunda posición de la tabla.

Entrada discreta en una tarde casi veraniega en Sar para recibir a un necesitadísimo Bilbao Basket que llegaba a Santiago acompañado por una nutrida representación de su afición. Los "hombres de negro", con Jaka Lakovic al mando tras la destitución de Mrsic, comenzaban con Tabu, Todorovic, Tomàs, Hervelle y Thomas. El Obra, que finalmente podía contar en la rotación con Nacho Llovet, iniciaba el juego con Sàbat, Thomas, Simons, Radovic y Pustovyi. La primera jugada de ataque, con Pustovyi recibiendo dentro y anotando con superioridad, era un mero espejismo. La defensa no conseguía ajustarse y se perdía en los largos e infructuosos flashes de Pustovyi para permitir las canastas fáciles bajo aro de Devin Thomas. En ataque, Matt Thomas clavaba un triple lateral pero, olvidados los balones a nuestros interiores, se quedaba como casi única opción posible para ir manteniendo al Obra en el marcador mientras el número de pérdidas empezaba a crecer. Simons anotaba otro triple más para poner al Obra arriba (8-7), pero Devin Thomas seguía sumando en desajustes de nuestra defensa para dar comienzo al festival triplista de los suyos. Sin balones para Pustovyi y solo uno aislado bien finalizado a pase de Thomas por un Radovic que también sumaba tapones en defensa, Bilbao se ponía a anotar de 3 en 3 para empezar a liderar con claridad el partido, mientras por parte local solo Thomas conseguía anotar con una trabajadísima suspensión corta, y de nuevo con otra complicada suspensión de 6 metros, para bajar a -2 (15-17). Con Pustovyi descansando tras su segunda falta, otro triple más de Tomàs cerraba el primer cuarto con 5 arriba para los vascos (15-20).

El segundo cuarto era un auténtico desastre de principio a fin. Ahogados en ataque, sin recursos ni ideas, y acribillados en defensa por una tormenta de triples liberados y cómodos, el Obra parecía entregar el partido prematuramente ante un rival que sin hacer gran cosa iba aumentando sus rentas de manera imparable. El tímido apoyo de un Sar muy relajado no surtía efecto y era ahogado por los ánimos de los 200 valientes seguidores bilbaínos que veían cómo sus jugadores anotaban un triple detrás de otro mientras por parte local solo llegaba una canasta bajo aro de Spires a pase de Llovet como única y escueta respuesta anotadora durante 10 largos y duros minutos de juego. El Obra movía y movía el balón por fuera sin meter balones interiores ni encontrar opciones de tiro por fuera, fallaba contraataques en bandeja y se venía abajo atrás sin defender el triple. Tras esos 10 minutos acumulados con un parcial de 2-17 y doblados en el marcador por su rival (17-34), el tercer tapón del partido de Radovic llegaba acompañado por una buena canasta interior, por fin, sacando por unos segundo del marasmo a nuestros alicaídos jugadores hasta que el noveno triple vasco, de la mano de Mumbrú, subía a 18 la máxima ventaja de Bilbao (19-37). Un tiro libre de Llovet cerraba un horrible segundo cuarto con un parcial de 5-17, con 17 puntos abajo en el marcador y la sensación de que poco había ya que hacer en el partido ante el pobre espectáculo vivido (20-37).

Parecía imposible empeorar la primera mitad y el Obradoiro regresaba a la cancha intentando al menos bajar por debajo de los 11 puntos la desventaja y no ceder el +10 del partido de ida en Miribilla. Con Pozas en la dirección, Radovic trabajaba en el poste para anotar una buena canasta en gancho y Simons equilibraba el nuevo triple de Todorovic. El Obra intentaba subir la intensidad defensiva y al menos los triples rivales empezaban a no entrar, mientras que Pustovyi sacaba faltas y anotaba tras rebotear en ataque y en tiro libre para bajar a -12 (28-40). La cuarta falta del voluntarioso Pozas lo llevaba al banco y Bilbao se mantenía gracias a una pérdida de Thomas terminada en mate al contraataque por Devin Thomas, pero "nuestro" Thomas reaccionaba al error anterior anotando un triple para seguir con vida. El partido seguía con un ritmo sumamente lento y no se atisbaba ni por asomo un conato de clara reacción de los nuestros que los metiera de verdad en el partido, a pesar del triple de Sàbat que bajaba la desventaja a -10 por unos momentos. Con Pustovyi también en el banquillo tras su tercera falta y Mumbrú destilando una de sus últimas grandes canastas en el poste, Bilbao ganaba por 13 cuando restaban 3 minutos y medio para terminar el cuarto y Moncho Fernández recurría al único jugador que no había jugado hasta el momento, Alberto Corbacho (35-48). Y todo cambiaba como por arte de magia. Un espeso ataque era culminado por un triple abierto de Llovet, Spires taponaba a Bentil y Corbacho clavaba un triplazo frontal de 8 metros para bajar a -7. Sar volvía a creer y Bilbao empezaba a dudar tras mucho tiempo navegando en aguas muy tranquilas. La llama se había encendido y Corbacho forzaba falta para anotar los 2 libres, y tras otra buena defensa era Spires el que se sumaba a la fiesta anotando tras buen pase de Sàbat para bajar a -5. Una gran defensa más del equipo obligaba a Bilbao a agotar posesión y en el siguiente ataque volvía a aparecer Corbacho para clavar otro brutal triplazo desde 8 metros que ponía al Obra a solo 2 puntos. Spires fallaba por partida doble en los instantes finales para igualar el partido, pero la situación ya había cambiado por completo en unos minutos de locura mallorquina (48-50).

Bilbao se hundía y el Obra seguía sumando en el comienzo del cuarto periodo. Sàbat anotaba otro triple más para culminar la remontada y poner por fin al Obra por delante, pero el parcial seguía creciendo mientras nuestra defensa cerraba el aro a cal y canto y Spires emergía por duplicado para machacar primero a pase de Llovet y seguidamente para culminar en alleyoop el robo de Corbacho ante un Bilbao en el que Mumbrú amenazaba con agredir a Todorovic tras los despistes y desatenciones del serbio. El Obra estaba 5 arriba tras un parcial acumulado de 20-2 desde que Corbacho había entrado en juego (55-50). Devin Thomas no se rendía pero era respondido por "nuestro" Thomas con una buena penetración y por Llovet en puerta atrás a pase de Sàbat (59-54). Con Thomas y Sàbat fallando un par de buenos tiros desde los 6,75, Mumbrú anotaba un triplazo tras una buena defensa obradoirista y Redivo devolvía el liderazgo a los suyos con otro triple más, con ya solo 4 minutos por delante. Pustovyi daba un respiro al Obra machacando tras otro alleyoop bien lanzado por Sàbat (61-60), pero el eléctrico Redivo sacaba réditos a su esfuerzo y le daba a los suyos puntos vitales. Con el Obra atascándose de nuevo en ataque y Corbacho recibiendo una clara falta no pitada en su intento triple errado, Matt Thomas no fallaba desde la línea de libres pero Hervelle anotaba un triple que encendía todas las alarmas a falta de solo minuto y medio (63-67). Matt Thomas volvía a forzar falta a Tabu, que además era la quinta, para volver a anotar sus libres, y tras los pasos de Hervelle el Obra disponía de posesión para igualar el partido entrando ya en el último minuto. 3 tiros errados seguidos parecían alejar la posibilidad del triunfo, pero Redivo no anotaba y Sàbat recibía falta al recoger el rebote largo. El base catalán anotaba los 2 tiros libres para empatar a falta de solo 15 segundos (67-67). El balón era para Redivo, que penetraba para forzar la falta y anotaba sus 2 libres con 5 segundos por delante (69-67). El tiempo muerto de Moncho Fernández diseñaba la jugada para el saque de banda de Sàbat a un Corbacho que le doblaba el balón al instante, para que el base se jugara desde casi 8 metros el triple de la victoria. El balón entraba limpio ante el delirio de Sar y los 2 segundos que quedaban ya no permitían a los bilbaínos reaccionar (70-69). El Obra conseguía una agónica victoria que hundía las aspiraciones de permanencia de Bilbao Basket y aseguraba definitivamente un año más en la ACB para el obradoirismo.

Datos a destacar

  • otro partido de infarto más en Sar, esta vez sin prórroga pero decidido en el último instante. En esta ocasión se anotaron los tiros libres y se tuvo el acierto (y la suerte) de meter el lanzamiento para ganar. Mínimos detalles que hacen la diferencia entre ganar y perder, y que si echamos la vista atrás se han ido equilibrando durante la temporada (los 2 triunfos ante Murcia, las derrotas en las prórrogas)
  • muy mal el Obradoiro durante la primera mitad, falto de tensión en defensa y sin ideas claras en ataque. La superioridad interior de los nuestros no fue aprovechada más que a cuentagotas y los triples mal defendidos y anotados por Bilbao parecían dejar todo sentenciado con aquel +18 del final del segundo cuarto
  • la mejoría defensiva tras el descanso no era suficiente para amenazar con la remontada, pero la entrada en cancha de Corbacho a falta de 13 minutos y medio cambió todo. El equipo encontró un soplo de aire distinto y la grada un motivo para creer y apoyar, y en unos minutos locos un parcial de 20-2 dio la vuelta a un partido que hasta ese momento parecía perdido sin remedio
  • a pesar de todos los defectos, de nuevo la competitividad del equipo hizo que los nuestros no bajaran los brazos y siguieran en la pelea. En un partido muy distinto a los de las últimas jornadas, con ritmo muy lento por ambos bandos y marcador bajo, al final se encontró la manera de competir por el partido y llegar al instante final con opciones de victoria
  • ALBERTO CORBACHO: en pocas ocasiones la entrada en pista de un jugador consigue cambiar tan radicalmente un partido. Extrañamente olvidado en el banquillo en los últimos partidos, el mallorquín tampoco había saltado a la cancha en este pero a falta de 3 minutos y medio para finalizar el tercer cuarto le llegó la oportunidad. Con un rictus muy serio pero haciendo lo que siempre ha sabido hacer, Corbacho encendió la mecha que dio la vuelta al partido con 8 puntos seguidos en ese 20-2 decisivo. Después no volvió a anotar, pero generó ventajas en ataque y dobló buenos balones, además de dar un muy buen nivel atrás. +14 del Obra con él en cancha, con eso está todo dicho. 8+2+3 en apenas 14 minutos, para 15 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: superado en su defensa sobre Tabu durante la primera mitad, el catalán tardó en encontrar la clave del partido (incluso no salió en el quinteto tras el descanso) pero por fin acertó con los triples y muchos buenos balones a los interiores en todo el tramo de la remontada. Poco a poco paró a Tabu y supo mejorar en defensa con el resto de sus compañeros, y finalmente tuvo el acierto de clavar la canasta de la victoria, un buen premio para una temporada complicada y muy irregular de rendimiento. 11+2+7 en 30 minutos, para 11 de valoración
  • MATT THOMAS: único asidero del equipo durante el espeso primer cuarto, en cuanto se fue a descansar al banquillo el Obra se quedó huérfano de anotación. Muy marcado y en ocasiones excesivamente exigido a la hora de generarse casi en solitario las opciones de anotación (de ahí sus muchas pérdidas), de todos modos supo mantener la calma y sumó en los minutos clave desde la línea de libres. Atrás lo pasó mal con el veloz Redivo, pero sin hacer su mejor partido volvió a liderar en anotación al equipo una vez más. 16+0+2 en 31 minutos, con 4 pérdidas y 5 faltas provocadas, para 10 de valoración
  • BEN SIMONS: bien en el triple, su mejor arma, trabajador atrás sin grandes lagunas, el norteamericano volvió a hacer un partido muy aseado como alero (+7 con él en cancha). La entrada en juego de Corbacho lo mantuvo alejado del tramo decisivo del partido. 6+4+1 en 25 minutos, para 11 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: recibió muy pocos balones interiores para buscar superioridad en el poste, pero el montenegrino fue de los más activos en los malos minutos de la primera mitad, con su trabajo atrás y sus tapones. En la segunda mitad estuvo mucho tiempo fuera durante la remontada del 20-2, pero en conjunto hizo una buena labor cuando las cosas iban peor para los nuestros. 7+4 en 22 minutos, con 3 tapones, para 9 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI. Devin Thomas le hizo un traje en los primeros minutos, con el ucraniano empeñado en esos flashes larguísimos con regresos siempre tardíos. En ataque fue superior cuando se le buscó, pero eso ocurrió muy pocas veces. En la segunda mitad estuvo mejor, dejó de hacer flashes a 10 metros y se cerró más atrás, y en ataque encontró un par de buenas conexiones con Sàbat. 8+5+1 en 18 minutos, para 10 de valoración
  • NACHO LLOVET: enorme mérito del catalán, saltando a la cancha tras su esguince de tobillo del pasado sábado y siendo decisivo en todo el tramo de la remontada con su espíritu defensivo y un par de canastas de mérito (incluido el triple que comenzó el 20-2). Pasó bien, estuvo duro atrás para aguantar en el poste y acabó dejando una de esas actuaciones tan marca de la casa en las que suma en muchas pequeñas cosas a favor del equipo. 6+4+3 en 23 minutos, para 12 de valoración
  • NICK SPIRES: sin aportar demasiado en la mala primera mitad del equipo, el sueco encontró su lugar en la cancha en esos minutos mágicos del 20-2. Se entendió muy bien en ataque con sus compañeros y en defensa intimidó sin caer demasiado en la facilidad para cometer faltas (en esta ocasión, "solo" hizo 3), aprovechando la ausencia de pivots que lo postearan en 1x1, su gran laguna. Con todos sus defectos conocidos (qué mal lo pasa en el rebote), en esta ocasión Spires sumó para el triunfo del equipo (+8 con él en cancha). 8+1 en 17 minutos, para 4 de valoración
  • PEPE POZAS: lo pasó muy mal en el terrible segundo cuarto del equipo, sin ideas en la dirección y con la defensa superada por la catarata de triples librados del rival. Tras el descanso intentó cambiar el partido desde la defensa, pero se desgastó en faltas ante Tabu y se fue muy pronto al banquillo, justo antes de la remontada. Mal día para el malagueño, pero siempre con buena actitud en la cancha y el banquillo. 0+1 en 10 minutos, para -3 de valoración
  • DAVID NAVARRO: desapercibido en la cancha, perdido en un segundo cuarto horrible del equipo en el que el valenciano no supo ayudar en ataque y sufrió los desajustes defensivos ante la tormenta de triples bilbaína. Ya no saltó a cancha en el segundo cuarto. 0+1 en 6 minutos, para 2 de valoración
  • MARTINS LAKSA: otro de los damnificados por los malos minutos del segundo cuarto. No acertó en sus tiros, no supo llegar a tapar huecos en defensa y se fue rápidamente al banquillo con una clara cara de frustración. 0+1 en 5 minutos, para -2 de valoración
Salvación conseguida. Por séptima temporada consecutiva, el Obradoiro consigue el objetivo primordial de la temporada y se evita preocupaciones para estas 3 últimas jornadas de la fase regular. En un partido que durante muchos minutos pareció claramente perdido y sin respuestas en la cancha por nuestra parte, al final apareció un revulsivo casi más emocional que de juego en la persona de un Alberto Corbacho que cambió una dinámica negativa y acabó convirtiendo una derrota segura en unos minutos finales de cara o cruz. En esta ocasión salió cara con el triplazo de Sàbat y se consiguió la victoria número 13, que evita ya cualquier combinación de resultados y deja el resto de la temporada con el único objetivo de terminar con buen sabor de boca. En los 3 partidos que restan, 2 de ellos en Sar, el Obra podrá ya sin presión alguna intentar mejorar los números de lo que ya es una muy buena temporada, con los deberes hechos y la satisfacción del deber cumplido.


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