domingo, 26 de febrero de 2017

Ejercicio de supervivencia (86-84)

(foto: Obradoiro de Basket)

En un partido dramático que necesitó de 2 prórrogas el Obradoiro consiguió una agónica victoria, la sexta de la temporada, sobreviviendo a infortunios y limitaciones propias gracias a un esfuerzo físico y mental llevado al límite. El Obra obtuvo en la primera mitad ventajas de hasta 10 puntos a pesar de su horrible porcentaje de acierto en el triple, que supo contrarrestar con el dominio reboteador y una dura defensa ante un Andorra negado de cara al aro local. La reacción visitante llegó tras el descanso, hasta conseguir los andorranos ponerse por delante al término del tercer cuarto. A partir de ahí el Obra, ya con problemas de faltas en sus interiores, resistió heróicamente gracias a los puntos de McConnell y Bendzius, forzando la primera prórroga. Nuevamente los de Moncho Fernández estuvieron en las cuerdas mediados esos 5 minutos extra, pero de nuevo se engancharon al partido con la defensa y el gran acierto de Whittington. La segunda prórroga se ponía de nuevo cuesta arriba y más con la eliminación por faltas de Whittington, pero una vez más el Obra resistió y terminó por llevarse finalmente el partido con una jugada de McConnell para Bendzius a falta de 6 segundos y una defensa final en la que Albicy chocó con el lituano y Shermadini falló su tiro corto. Con esta victoria el Obradoiro empata con Joventut y Murcia en la pelea por evitar la penúltima posición de la clasificación.

La grave lesión de Rosco Allen mediada la semana se había sumado a la extensa lista de infortunios que el Obradoiro está sufriendo en esta temporada, y por supuesto añadía una dificultad mayor al enfrentamiento decisivo de este sábado contra Andorra. Con Sar mostrando una entrada algo corta, los de Joan Peñarroya comenzaban el partido con Albicy, Navarro, Walker, Burjanadze y Shermadini. El Obra, con la baja reseñada de Allen, salía de inicio con sus 2 torres, Whittington y Pustovyi, mas los habituales McConnell, Dulkys y Bendzius. Las coordenadas del juego estaban claras desde el principio: al Obradoiro le tocaba apretar al máximo en defensa y forzar un ritmo lento de juego para compensar su evidente falta de calidad en ataque, en especial en el lanzamiento exterior. Whittington anotaba en gancho corto tras buen pase de Bendzius, aunque un par de triples seguidos visitantes suponían un espejismo fugaz de un Andorra que iba a batir marcas de desacierto en el tiro durante muchos minutos. La segunda falta de Pustovyi en menos de 3 minutos era el primer problema serio para los nuestros, que aún así estaban trabajando bien la defensa sobre Shermadini. Una buena penetración de McConnell y un reverso con bandeja de Dulkys al contraataque daban continuidad a la buena defensa del Obra, con Pechacek saltando a cancha dispuesto a pelearse al máximo contra Shermadini. Whittington seguía aprovechando su ventaja física en la pintura sobre Burjanadze y McConnell volvía a hacer otra buena penetración, ahora por encima de la mano de Shermadini pero bien palmeada por Pechacek. Bendzius fallaba en el triple pero recogía el balón para anotar una buena suspensión corta, pero el Obra sufría ante su incapacidad total desde la línea de 6,75, evidenciada por un Dulkys especialmente desacertado en el tiro. La mejor solución para el Obra seguía siendo la de las penetraciones de McConnell, que con un tanteo tan bajo como llevaba el partido eran suficientes para al menos mantener la igualdad en el marcador. Con Pechacek defendiendo físicamente muy bien a Shermadini, Andorra seguía bajando su porcentaje de acierto y permitía que el colapso del ataque obradoirista no se viera penalizado en el luminoso, llegando al final del cuarto con el partido empatado (14-14).

El Obradoiro rompía por fin su tremenda nulidad desde los 6,75 tras 9 errores previos con el triple de Matulionis, tomando más ánimos si cabe para crecer en la presión defensiva, ahora con Pozas al mando. El partido caía en picado en cuanto a calidad pero mantenía la tensión al máximo, con los nuestros peleando cada rebote y sufriendo en cada ataque y cada defensa. Andorra fallaba un tiro tras otro hasta rozar lo ridículo, lo que permitía a los nuestros dar mayor valor todavía a las escasas y esforzadas canastas que se iban consiguiendo. Stevic anotaba un tiro desde 4 metros y Jelínek en bandeja, en realidad las únicas canastas en juego que iban a lograr en todo el cuarto (18-18), pero el Obra volvía poco a poco a abrir brecha en el marcador en medio del desacierto generalizado. Dominando el rebote y robando balones, Yusta penetraba y corría en contraataque para comenzar el parcial. Llovet añadía un triple frontal que por fin entraba. Tras el tiempo muerto andorrano más defensa y rebote, una buena suspensión corta de Matulionis y otra penetración más de McConnell sobre Albicy para completar el 11-0 de parcial (29-18). Andorra solo sobrevivía gracias a los tiros libres, mientras el Obra volvía a encontrar en el poste bajo a un gran Whittington y Yusta superaba en penetración a Walker. La inocente tercera falta de Whittington sobre Albicy era la única mala noticia del final del segundo cuarto, con el Obra yéndose a los vestuarios con una interesante ventaja de 10 puntos (33-23).

Ni siquiera iba un minuto del tercer cuarto cuando Pustovyi se cargaba ya con su tercera falta. Andorra parecía despertar de su pesadilla con un par de aciertos, pero Dulkys anotaba por fin su triple y evitaba que el parcial visitante sumase demasiado. El ataque obradoirista era cada vez más complicado, con pérdidas y malos tiros que de todos modos se compensaban con la defensa y el rebote. Pustovyi posteaba brillantemente sobre Shermadini para conseguir un gran 2+1 (39-30), pero poco a poco Andorra iba encontrando a Navarro y a Shermadini, con un Pustovyi que finalmente cometía su cuarta falta tras vivir al borde del abismo durante varias defensas. Ya con Pechacek de vuelta, el Obra seguía negando el pase a Shermadini pero su parálisis anotadora iba apretando el marcador, a pesar de la canasta bajo aro de Llovet. Los chispazos de Burjanadze, con el agotado Shermadini descansando en el banquillo, permitían a Andorra estrechar el marcador ante un Obra que sobrevivía mal que bien con otra penetración de Santi Yusta en medio de un marasmo ofensivo cada vez más patente. La esforzada lucha al límite de los nuestros olía más a impotencia según pasaban los minutos y, a pesar de los errores del descontrolado Antetokounmpo, Andorra se ponía mucho tiempo después por delante con un par de libres de Albicy que cerraban el tercer cuarto (43-44).

La sensación de que iba a ser imposible resistir otros 10 minutos más era palpable en Sar, aunque Bendzius comenzaba el último cuarto con un mate remontando desde la línea de triple. Andorra respondía con un triple de Jelínek y otro más de Albicy para una renta máxima visitante de 5 puntos (45-50), con McConnell salvando el match-ball gracias a un triple. El esfuerzo defensivo seguía permitiendo la supervivencia a los nuestros, que de nuevo encontraban la penetración del base obradoirista para romper a Albicy de nuevo y sacarle un 2+1. Whittington seguía peleando en la pintura y aprovechaba a medias la falta provocada a Stevic para completar un parcial de 7-0 (52-50). Los jugadores del Obra parecían ir casi con la lengua fuera con todavía más de 4 minutos por delante, otorgando mayor dramatismo a la reacción de Andorra encabezada por Stevic y Shermadini, que con un 2+1 ponía 3 arriba a los suyos (52-55). El Obra, sin tiro exterior, apenas disponía de recursos para sumar puntos, pero Whittington machacaba el rebote al intento triple fallado de Bendzius. Stevic parecía sentenciar a un agotado Obradoiro con una suspensión frontal de 3 metros que ponía a Andorra 5 arriba con 2 minutos y medio por delante (54-59), pero el Obra se aferraba a la vida buscando en el poste a un Bendzius que sacaba falta y anotaba solo el primer libre. Whittington volvía a rebañar el rebote por 2 veces y anotaba una canasta vital para los nuestros, que entraban contra todo pronóstico en el minuto final empatados gracias a otros 2 libres de un Bendzius que posteaba una y otra vez como mejor opción ofensiva obradoirista. Sar se congelaba por momentos con la suspensión lateral de Stevic que daba el +2 a Andorra, pero de nuevo Bendzius posteaba y aprovechaba su superioridad física para anotar una bandeja que empataba el partido a falta de 22 segundos. El Obra defendía bien la última posesión visitante y el tiro corto de Navarro no entraba. Nos íbamos a la prórroga (61-61).

El Obra comenzaba bien el tiempo suplementario, con Whittington machacando a pase de Dulkys, pero la caldeira volvía a enfriarse con los tiros de Burjanadze. El posteo de Bendzius seguía haciendo estragos en la defensa andorrana, que cambiaba a zona y robaba para que Albicy desde el triple pusiese al Obra al borde del abismo (65-69). Ya con Pustovyi eliminado finalmente por faltas, Whittington se resistía a la derrota y volvía a machacar un rebote ofensivo tras el enésimo triple fallado por el equipo. El Obra moría en defensa y en los rebotes de ataque, y de nuevo Whittington anotaba bajo el aro para empatar el partido a 70. La última posesión era para Burjanadze, pero el georgiano no anotaba su suspensión frontal y el Obra se mantenía con vida 5 minutos más, con Sar al borde del colapso cardíaco (70-70).

La agonía continuaba en Sar un par de horas después. McConnell anotaba una buena suspensión de 5 metros para adelantar al Obra y Whittington culminaba un buen pick and roll, pero Andorra respondía y Stevic sacaba petróleo en forma de tiros libres tras otra dura defensa de los nuestros (74-76). El enorme pase de McConnell para Bendzius daba un valioso 2+1 al Obra, pero Burjanadze volvía a callar a la grada con una canasta bajo aro (77-78). Bendzius seguía a lo suyo, posteando y rompiendo a sus inferiores rivales, pero también Stevic hacía daño bajo el aro local. Faltaba la guinda de Whittington, con un triplazo para entrar en el minuto final con 2 puntos de ventaja, segundos antes de cometer su quinta falta (82-80). Albicy empataba desde la línea y Bendzius volvía a aprovechar la increíble laguna táctica andorrana para sacar una falta más en el poste y anotar desde la línea con medio minuto por delante (84-82). Quedaba una defensa más para conseguir la victoria, pero la inverosímil penetración de Burjanadze empataba de nuevo el partido a falta de 7 segundos (84-84). Momento para la pizarra en el tiempo muerto de Moncho Fernández: McConnell sacaba desde el lateral y Bendzius aprovechaba el despiste defensivo para anotar en bandeja pero dejar 6 segundos a Andorra en un último ataque. Albicy tomaba el balón, buscaba penetrar y tropezaba con Bendzius; el balón le caía a Shermadini pero el georgiano no era capaz de anotar y el Obra se hacía con un triunfo increíble tras 50 minutos de sufrimiento y agonía (86-84). Todo volvía a ser posible en Sar.

Datos a destacar

  • niveles máximos de sufrimiento: un Obradoiro muy limitado en su calidad individual y al borde de la extenuación sacó adelante un partido dramático de esos que casi nunca se acaban ganando. La agonía llevada al grado superior en cada defensa, en cada rebote y en cada balón luchado. Ese 50-36 en el rebote, tan decisivo para la victoria, no se explica solamente por una mejor disposición táctica del equipo (que también), sino por el espectacular despliegue físico de unos jugadores que dieron en la cancha todo lo que tenían y más
  • ganar con un 17% en triples es casi imposible en el baloncesto moderno, pero el Obradoiro lo consiguió. El cuarteto de aleros sumó un horripilante 2 de 18 desde los 6,75, algo que solo pudo compensar la enorme defensa (con la superioridad reboteadora ya comentada) y también el tremendo desacierto del rival en el tiro. De todos modos, la debilidad en el tiro exterior del equipo es una rémora que muy pocas veces va a poder ser superada por mucho esfuerzo colectivo en defensa que se tenga
  • jugadores exprimidos al máximo, pero mucha mejor lectura del juego en los momentos clave: balones a Bendzius para aprovechar que el banquillo andorrano se empecinaba en jugar con pequeños; defensa cerrada sobre Shermadini para colapsar el eterno ataque rival con Albicy y el georgiano distribuyendo; desgaste físico máximo del pivot andorrano para bajar sus números ("solo" 13+9). Ante un rival con muchos más recursos, el Obra se aferró a lo poco que tenía, desde el corazón pero también desde la cabeza
  • SHAYNE WHITTINGTON. enorme partido del norteamericano. Casi siempre jugando como 4, sobre todo en defensa; reboteó mucho y bien (sobre todo en ataque en momentos cruciales), ayudó al 5 en el cierre sobre Shermadini y sobre todo trabajó en la pintura rival para recibir balones y dar puntos a un equipo tan escaso de ellos como el nuestro. Sostuvo al equipo especialmente en la primera prórroga y dio continuidad al gran partido sin recompensa que había hecho en Vitoria la jornada anterior. 23+11 (6 en ataque) para 25 de valoración
  • MICKEY McCONNELL: exprimido hasta lo imposible, con nada menos que 43 minutos y medio en cancha, permitió al Obra sobrevivir en ataque en muchos momentos con sus penetraciones sobre un Albicy del que siempre se fue con facilidad. Repartió juego a los interiores, aguantó el ritmo de partido en todo momento y resistió físicamente una auténtica salvajada sin descanso (jugó todos los minutos menos 6 y medio del segundo cuarto). 14+4+7, con 5 pérdidas, para 14 de valoración
  • DEIVIDAS DULKYS: el Obra sufre sin su casi único tirador fiable, y Dulkys volvió a mostrarse negado desde la larga distancia (1 de 7 en triples). El lituano lo intentó, pero cuando no le entran los tiros tiende a alocarse y leer mal el juego. Aún así acabó jugando casi 37 minutos, esforzándose al máximo más allá de su desacierto, pero el equipo necesita que vuelvan los triples del 3 del Obra. 5+3+2 para 1 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: solo ese horrible 0 de 6 en triples impidió que el alero lituano completase un partido perfecto. Enorme en defensa, ayudando en el rebote y en el trabajo anti-Shermadini, pero sobre todo se echó al equipo a las espaldas durante los minutos finales y las prórrogas, posteando una y otra vez con éxito (bien puntos, bien faltas y tiros libres) ante la sorprendente inoperancia del banquillo rival. Esfuerzo máximo de principio a fin y, por supuesto, suya fue la canasta del triunfo. 20+6+1, con 7 faltas provocadas, para 20 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: era de esperar que la defensa a Shermadini llevara al ucraniano a cargarse de faltas en poco tiempo, y así fue. Esos flashes alocados contra el base rival completaron el cupo de faltas en menos de 8 minutos de juego, en los que Artem solo pudo intimidar en alguna ocasión y hacerle un gran 2+1 al poste a su rival georgiano. 3+1 para 1 de valoración
  • OSVALDAS MATULIONIS: muchos minutos en cancha (31) para el lituano, ganados gracias a su espectacular esfuerzo defensivo, llegando a todo y peleando todo. Un par de buenos tiros para ayudar al escuálido ataque del Obra y un partido rocoso, sin errores y siempre colaborando con el equipo. 5+1 para 2 de valoración
  • ADAM PECHACEK: el checo tuvo que jugar juntos casi tantos minutos (27) como en los últimos meses, sin Allen y con Pustovyi en faltas desde el minuto 3. Adam salió a pelear cada centímetro de posición con Shermadini y la labor de zapa y desgaste que hizo fue altamente positiva para el Obra. Dio toda la leña que el ciclotímico arbitraje le permitió, peleó el rebote como un jabato y, con todas sus claras limitaciones técnicas, fue de gran ayuda para el equipo. 3+5 para 0 de valoración
  • NACHO LLOVET: se vació en defensa hasta lo inhumano, peleando el cuerpo a cuerpo con un Shermadini que le saca 15 centímetros y aguantando bien el reto. En ataque anotó (por fin) un triple pero sigue costándole atreverse cuando tiene ventajas sobre su par. En esta ocasión supo darlo todo pero con la cabeza fría y volver así a ser ese pegamento (sobre todo en defensa) del que se benefician sus compañeros y el equipo en conjunto. 5+6, con 2 robos, para 5 de valoración
  • SANTI YUSTA: pocos minutos (11) pero muy importantes. Salvó los momentos de mayor colapso ofensivo del Obra con sus penetraciones y fue fundamental en el 11-0 del segundo cuarto con su defensa y contraataque. Ayudando en positivo. 8+2 para 7 de valoración
  • PEPE POZAS: fugaz paso por la cancha del malagueño (5 minutos nada más). Curiosamente fue con él al mando cuando el Obra se fue en el marcador con un 11-0 ante un rival colapsado, pero tras cometer en ataque su tercera falta se fue al banquillo, todavía antes del descanso, y en el resto del encuentro ya no hubo un solo minuto de descanso para McConnell (cuando iba a entrar Pozas, Mickey anotó un triple y Moncho paró el cambio). 0+2+3 para -1 de valoración
  • FRAN CÁRDENAS: terminó el segundo cuarto (minuto y medio) tras la tercera falta de Pozas, sin aportación estadística
La agonía llevada al paroxismo. Un partido para corazones fuertes que de manera casi inverosímil acabó cayendo del lado de un Obradoiro que a falta de mejores recursos tuvo que aferrarse al trabajo táctico y el esfuerzo máximo a nivel físico. Con la sexta victoria ya en el bolsillo es tiempo de buscar refuerzos para un equipo que está muy limitado (este triunfo no debe de ocultar lo justito que está este Obra) y que con la baja de Rosco Allen ha perdido todavía más a nivel ofensivo en lo que ya era un arsenal bastante escaso. Quizás haga más falta un tirador fiable que un sustituto de Allen, o quizás el club tampoco pueda económicamente aspirar a gran cosa en el mercado, pero en las circunstancias actuales hay que reconocer que pocos partidos como el de este sábado se van a poder ganar. De todos modos, la vida será más alegre en los próximos días con este triunfo, y también las decisiones a tomar por el club podrán tener un (pequeño) margen de maniobra algo superior al que habría de haber perdido. Sigamos confiando.


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