domingo, 8 de enero de 2023

Sin acierto (64-59)

Fernando Zurbriggen (foto: ACB Photo)

El Obradoiro se mantuvo en la pelea hasta el final pero no pudo salir airoso de la visita a un Breogán que lo superó y sigue vivo en el sueño de la clasificación copera. Los de Moncho Fernández tuvieron un día horrible en ataque, sin tiro exterior (por debajo del 20% en triples) ni aportación del juego interior, ante un rival que a partir del 0-5 inicial fue siempre por delante en el marcador. La ventaja breoganista rondaba los 10 puntos ya al final del segundo cuarto (32-23), con el Obra incapaz en ataque y sobreviviendo por los chispazos individuales de Roebrtson (18 puntos al final) y un intenso Zurbriggen (17 puntos y 25 de valoración al final, records personales). El equipo se acercaba a un solo punto en el tercer cuarto a pesar de seguir fatal en ataque (34-33), pero los problemas en la defensa interior impedían culminar la remontada y el dominio de Arteaga y Happ (28 puntos y 31 de valoración entre ambos) permitían a los locales mantener ventajas más o menos cómodas hasta el final del partido. El Obra seguía luchando y se llegaba a poner a 4 a falta de 40 segundos con un triple de Phil Scrubb (63-59), pero ya no conseguía acercarse más y certificaba la derrota ante el rival lucense. Con este resultado, el Obradoiro se queda con un record de 7-8 en la decimosegunda posición, a un partido del octavo y con 4 de ventaja sobre los puestos de descenso.

Derby gallego con gran ambiente en el Pazo y la lucha por jugar la Copa de Badalona en todo lo alto. Los locales comenzaban el encuentro con Hollatz, Bamforth, Momirov, Nakic y Happ. El Obradoiro, por su parte, lo hacía con Westermann, Robertson, Thomas Scrubb, Vicedo y Guerrero. La canasta inicial de Thomas Scrubb en tiro corto, el tapón de Westermann a Hollatz y el triple de Robertson en el primer minuto carecían de continuidad (0-5), con 2 pérdidas seguidas del propio Robertson y otra más de Guerrero en el minuto siguiente. El Obra mantenía a raya a los locales a pesar de los problemas generados por Happ con sendos tapones de Vicedo y Guerrero, pero no acertaba en el triple, aunque Robertson sí lo hacía con una gran suspensión de media distancia. También Guerrero sumaba al palmear el intento triple de Thomas Scrubb (6-9). El partido se movía en un marcador bajísimo, con posesiones largas, mucha tensión y poca brillantez. Robertson taponaba a Sergi Quintela pero el Obra seguía sumando errores en el triple y no encontraba otro tipo de soluciones ofensivas. Eran los interiores de rotación locales los que desencallaban la situación, superando a Suárez y Blazevic con cierta facilidad. Con el Obra parado en ataque durante casi 4 minutos y una última posesión ridículamente perdida, el parcial breoganista se iba a un 8-0 con el que se cerraba el primer cuarto (14-9).

Una buena canasta de Blazevic sobre Arteaga abría el segundo cuarto para los nuestros, aunque el Obra continuaba su recital de triples fallados y se iba ya a 1 de 12 tras 2 seguidos de Zurbriggen. La pérdida de un nuevamente equivocado Blazevic con el equipo 7 abajo aconsejaba cambios en el quinteto (18-11), pero Zurbriggen solventaba otro espeso ataque con un triple frontal de 8 metros. Con el partido convertido en un correcalles tan intenso como pleno de errores, Robertson volvía al partido con una buena penetración de derecha y el hiperactivo Zurbriggen reboteaba en defensa, corría en contraataque y anotaba un gran 2+1 en bandeja sobre Hollatz. Sin embargo, esas pequeñas rachas de acierto volvían a ser efímeras y el equipo regresaba a la espesura del partido a pesar de su buen trabajo defensivo. Sin puntos en el marcador visitante, bastaban un par de canastas locales para volver al +8 breoganista (27-19), aunque Robertson penetraba para asistir a la canasta bajo aro de Guerrero y Zurbriggen taponaba a García para lanzar el contraataque en bandeja de Robertson (27-23). Pero de nuevo se colapsaba el ataque obradoirista, ya con Westermann de nuevo en la dirección, y el equipo no volvía a anotar en los últimos 2 minutos y 46 segundos del cuarto, con un ataque horroroso y varios agujeros en el rebote defensivo ante un Happ superior nuestros interiores. Con Breogán aprovechando las faltas para anotar de 1 en 1 y los nuestros ofuscados en ataque ante la zona local, el cuarto finalizaba con la máxima renta de 9 puntos para el Breo tras sacar Thomas Scrubb el balón de Sergi Quintela antes de que cayera al aro (32-23).

El Obra reaccionaba en el arranque del tercer cuarto con un Zurbriggen omnipresente en la cancha. El argentino penetraba con potencia por derecha para sacarle el 2+1 a Happ en el missmatch. Un tapón de Guerrero a Happ precedía, empero, a otro triple más fallado por Robertson, aunque el equipo parecía encontrar alguna solución más en ataque, ahora con Thomas Scrubb, jugando como 4, anotando a aro pasado y seguidamente haciendo un buen robo en defensa. El Obra forzaba una falta tras otra a la defensa local, con Zurbriggen anotando los 3 libres tras recibir otra más en su intento triple. Otra gran penetración de Zurbriggen solventaba otra espesa posesión para acercar al Obra a 1 punto (34-33), aunque el argentino se dañaba en la caída y pedía el cambio. Sergi García levantaba a los suyos con un par de grandes acciones en ataque. Westermann asistía a Phil Scrubb para que el canadiense se estrenara bajo aro, pero Arteaga dominaba con claridad a Guerrero y su sustituto Blazevic cometía una antideportiva sobre el pivot local nada más saltar a la cancha. El Obra estaba totalmente atascado de nuevo, sumando pérdidas y triples fallados, con lo cual el goteo de puntos breoganista, con Arteaga de protagonista, elevaba otra vez a +7 la renta de los celestes (42-35). Una complicada penetración de Robertson contra el mundo obtenía un buen 2+1, pero el equipo seguía sin claridad alguna y Westermann concedía una canasta fácil tras otra pérdida en media cancha. La ventaja local volvía al +9 tras el triple de Nenadic, ya con Zurbriggen de regreso (47-38), aunque una suspensión de 5 metros de Robertson volvía a salvar la situación. Con Arteaga dominando a Blazevic de manera sonrojante, el lituano añadía una falta en ataque en un bloqueo para completar el desastre personal como última acción reseñable del cuarto (49-40).

Con el Obra ya contra las cuerdas al inicio del cuarto período, de nuevo aparecía Zurbriggen con una penetración sobre Hollatz para sacar un 2+1 vital. Sin embargo, el problema venía atrás con un Arteaga imparable para los nuestros. El madrileño se bastaba para frenar a un desacertado Suárez y ponía a los suyos ya 11 arriba aprovechando los cambios defensivos del Obra (54-43). Un triple por fin de los nuestros, de manos de Álex Suárez, mantenía el hilo de vida obradoirista, pero el equipo era incapaz de anotar con una mínima continuidad y así era imposible la remontada. Un tiro libre de Blazevic, una pérdida forzada por un esforzado Zurbriggen y otra canasta aislada de Robertson bajaban a -7, pero un rebote palmeado por Happ cortaba el atisbo de acercamiento. Un triple frontal de Phil Scrubb metía al Obra en la lucha de nuevo (58-52), pero tras un robo de Zurbriggen la precipitación de Robertson provocaba la pérdida y para mayor inri Zurbriggen se volvía a tener que ir al banquillo cojeando. Lo que el Obra construía en defensa lo perdía en unos ataques espesos, con otra falta en ataque de un Blazevic desesperante en su bisoñez en la cancha. Con Happ superando una vez más al recién incorporado Guerrero y los nuestros fallando más triples, era Bamforth quien también desde los 6,75 dejaba el partido casi sentenciado con un claro +11 local a falta de menos de 3 minutos (63-52). Todavía volvía el Obra a la lucha con una canasta tras cazar un rebote suelto de Thomas Scrubb, que forzaba la pérdida del Breo en la siguiente defensa, y un canastón en penetración de Robertson. Con el Breo ahogado por nuestra buena defensa, Kass fallaba un triple pero Thomas Scrubb sí acertaba desde la larga distancia para acercar a -4 al Obra con 40 segundos por delante (63-59). El Obra defendía bien pero Blazevic se dejaba ganar el rebote defensivo, con lo cual los nuestros se quedaban ya sin tiempo y bastaba un tiro libre de Nakic para hacer inútil el postrer intento triple, fallado una vez más, de Westermann (64-59). La victoria en el derby se quedaba en Lugo y el Breo se mantenía así en la pelea por ir a Badalona en febrero.

Datos a destacar

  • partido espeso, de bajo (bajísimo) nivel de acierto (raquítico 71-55 en valoración conjunta) y con más emoción e intensidad que claridad de ideas. El Obradoiro mostró competitividad y se agarró al partido hasta el final a pesar de tener un día francamente malo. Anotación bajísima (el Obra no llegó a los 60 puntos), apenas chispazos aislados sin continuidad en ataque, y aún así se peleó el último minuto por la remontada
  • agujero negro en el juego interior: Happ vio limitada su aportación por las faltas, pero aún así entre él (13+8) y un Arteaga (15 puntos) que por momentos dominó el partido a placer se comieron a nuestros pivots, tanto en el 1x1 como aprovechando la lentitud y descoordinación en los cambios defensivos. Nuestros 4 interiores sumaron apenas 10 puntos para un llamativo 0 de valoración entre todos
  • esos problemas interiores tampoco tuvieron compensación con el acierto ofensivo. Terrorífico día del Obra en el triple (5 de 19, ¡17% en triples!), dejando al Obra con la única opción anotadora de las jugadas en 1x1 de Robertson y las penetraciones de un Zurbriggen que vio bien las ventajas físicas sobre sus pares. Demasiado poco para poder ganar, a pesar de que el equipo no dejó de tener opciones hasta el final
  • FERNANDO ZURBRIGGEN: meritorio partido del base argentino, que encontró en un partido de intensidad física máxima y espesor agobiante su mejor territorio. No pudo dirigir con claridad casi nunca el ataque del Obra, pero sí supo encontrar las debilidades de los altos bases locales (y de los cambios defensivos del Breo) para forzar penetraciones en el 1x1 y salvar la agonía anotadora del equipo (4 de 4 en tiros de 2, 6 de 6 en libres). Lástima de un mayor acierto en el triple (1 de 5, en la línea de sus compañeros). En defensa presionó, agobió y forzó errores, hasta que su maltrecho estado físico lo llevó al banquillo. +11 con él en cancha, ese dato lo dice todo. 17+4+1+2 en 19 minutos, con 6 faltas provocadas, para 25 de valoración, su mejor partido con el Obradoiro
  • LÉO WESTERMANN: la otra cara de la moneda. Otro partido flojísimo del francés, sin claridad en la dirección, lento y torpe en el manejo del balón y sin encontrar su sitio en la cancha en casi ningún momento del juego. 0 de 6 en tiros a canasta (5 de ellos triples), incidencia mínima en el juego y una sensación de estar incómodo a nivel físico que no sabemos si es real o fruto de un mal momento anímico. El equipo necesita más de su base titular (-9 con él en acción). 0+4+2 en 19 minutos, para -2 de valoración
  • KASSIUS ROBERTSON: fallón en el triple (1 de 6, algunos bastante liberados), el canadiense lo intentó una y otra vez, pero tener que generar siempre en bote hace que las defensas rivales se le cierren y lo estén esperando, más en partidos como este en que el equipo no parecía tener más ideas en ataque el "Kass-sistema". Aún así, y con bastantes errores en sus acciones, Kass tiró del carro y siguió buscando puntos (7 de 11 en tiros de 2). Sufrió mucho con el pegajoso Sergi Quintela, y también en defensa con las ayudas y los cambios. 18+2+1 en 33 minutos, con 4 pérdidas, para 9 de valoración
  • THOMAS SCRUBB: no tuvo mucho acierto en sus acciones ofensivas (3 de 7 en tiros de 2, 1 de 5 en triples), pero su trabajo atrás (rebotes, ayudas) fue enorme. Jugó varios minutos en el 4 con éxito, trabajó hasta el final por remontar el partido y, sin tener un día lucido, siguió aportando al colectivo como en él es habitual (se quedó a un punto del doble-doble). 9+10+1+2 en 30 minutos, para 12 de valoración
  • EDGAR VICEDO: escasa aportación del madrileño, que se vio inmerso en el espesor del partido y ni siquiera buscó algo en ataque (un triple que falló). En defensa peleó pero tampoco pudo llegar en ocasiones a las ayudas al pivot rival. 0+3 en 17 minutos, para 3 de valoración
  • RUBÉN GUERRERO: un par de buenas acciones en ataque (un palmeo y un buen 2x2) y multitud de problemas atrás. Nunca pudo parar a Happ en el 1x1, tampoco estuvo fino en las ayudas exteriores y en general anduvo siempre un paso por detrás de lo que el partido reclamaba. Y, aún así, fue el mejor del cuarteto interior. 4+4 en 22 minutos, con 4 pérdidas y 2 tapones, para 6 de valoración
  • PHIL SCRUBB: no tuvo su mejor día, ahogado por la defensa rival y sin apenas poder aparecer con sus soluciones en el 1x1 (solo una canasta bajo aro y un triple en transición en la intentona final). En defensa no estuvo mal del todo, sin grandes errores, pero el equipo necesitó de los puntos de Phil en un partido en el que la anotación era tan escasa. 5+0+1 en 22 minutos, para 3 de valoración
  • MAREK BLAZEVIC: para olvidar (o para recordar, según se mire) el partido del lituano. Ofuscado de principio a fin, despistado en los cambios defensivos, hundido en la miseria por Arteaga y sumando pérdidas infantiles y faltas de novato. Ni rastro del prometedor jugador de los primeros partidos de la temporada, ahora mismo es un agujero negro en el equipo. El rebote que se deja ganar en la última defensa simboliza el horrible momento de juego del lituano. 3+3 en 18 minutos, con 5 pérdidas, para -3 de valoración
  • ÁLVARO MUÑOZ: ganas, esfuerzo y trabajo, pero sin poder tampoco aportar en ataque. Peleó rebotes, defendió y forzó faltas, pero no fue trascendente en sus pocos minutos en juego. 0+2 en 10 minutos, para 2 de valoración
  • ÁLEX SUÁREZ: pocos y flojos minutos del balear, que más allá de un triple aislado no encontró su lugar ni en ataque (se comió un par de balones bajo aro) ni en defensa (mal en los cambios y las ayudas, se cargó de faltas en tiempo record). -10 con él en cancha, el peor del equipo (sin tampoco cargar las tintas sobre su responsabilidad en ello, por supuesto). 3+0 en 7 minutos, para -6 de valoración
Partido flojísimo de acierto del Obradoiro, de los que es imposible ganar, y aún así se estuvo en la pelea hasta el minuto final. El equipo tiene unas carencias evidentes por dentro y ante un equipo que no tiene tampoco un gran nivel pero sabe exprimir al máximo sus virtudes se vio enredado en la espesura y no pudo salir de ella. El sueño de la Copa, que aún así era algo muy complicado (requería superar a 4 rivales con mejor balance de puntos que el Obra), se aleja definitivamente, pero el record de 7-8 sigue siendo muy positivo y hay que centrarse en un partido clave para dar un gran salto hacia la permanencia, en esa visita de un necesitado Betis que hay que amarrar para alejarnos claramente del peligro. El agujero que nos hace la ausencia de Bender y la realidad de la floja aportación del roster actual interior aconsejan la llegada de algún jugador que aporte algo más a un equipo que, si recibiera esa ayuda, podría mirar a retos más ilusionantes que únicamente evitar el descenso.


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