Fiesta de despedida (58-74)

(foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro cerró la mejor temporada de su historia, con un histórico octavo puesto final, perdiendo en el segundo partido de cuartos con un Real Madrid superior. El Obra intentó llevar el partido a su terreno, con bajas anotaciones y pelea física, pero un inspirado Jaycee Carroll evitó que los nuestros pudieran adquirir ventajas antes de irse al descanso. El partido se rompió en el tercer cuarto, de nuevo con una gran defensa de Draper sobre Andrés que maniató el ataque obradoirista, mientras los triples de Rudy y Llull abrían brecha en el marcador. En el último cuarto volvió la mano tonta de Carroll para evitar que los intentos obradoiristas de remontada pudieran llevar a igualar el partido. Al final, victoria clara de un Real Madrid que está en otro nivel y despedida emotiva para los héroes que nos han hecho disfrutar como nunca en una temporada que será recordada por muchos años.


Ambiente de gala en Sar ante el debut en casa en los playoffs de la ACB. El Obra salía con el quinteto habitual (Andrés, Dewar, Pumprla, Kendall y Mejri), frente a los madridistas Llull, Rudy, Suárez, Mirotic y Begic. El Obra comenzaba buscando con acierto a un Mejri que machacaba por duplicado y provocaba la falta en ataque de Rudy. Mirotic era, en cambio, un hueso muy duro de roer por un Kendall que no podía superar al montenegrino. El Madrid movía muy bien el balón para encontrar el primer triple de Llull, mientras la lucha entre Mejri y Begic estaba en todo lo alto, con el tunecino machacando de nuevo el aro rival. Un golpe en el pecho lo enviaba al banquillo prematuramente, aprovechando Begic para machacar ante un Hummel casi 15 centímetros más bajo (6-11). Andrés seguía encontrando a sus compañeros, en esta ocasión a Kendall bajo el aro, pero el Madrid comenzaba a ser muy superior en el rebote y Suárez aprovechaba esa segunda opción. Pumprla aguantaba la defensa a Mirotic con bravura, aunque Hummel fallaba bajo el aro, en momentos dominados por la intensidad defensiva por ambos bandos. Una gran defensa del equipo levantaba a Sar y Andrés penetraba al límite de la posesión para acortar distancias, con Pumprla volviendo a defender fantásticamente, ahora con un tapón, al gran Mirotic. Carroll debutaba en el partido clavando un triplazo y el cuarto terminaba en medio de una cierta desorientación en la cancha (10-16).

El segundo cuarto comenzaba con Hummel anotando tras recoger su propio rebote. Mejri posteaba bien a Slaughter y Rafa Luz se llevaba el codazo involuntario de Reyes para la falta de ataque. Con Mejri en cancha el rebote era otra vez local, y la rápida transición de Rafa Luz era culminada por Hummel para volver a empatar el partido (16-16), con Sar encendido tras otro balón robado en defensa. La sequía de 5 minutos sin anotar de los blancos era rota con un par de suspensiones del eléctrico Carroll, y un brutal tapón de Mejri al escolta madridista era dado como canasta válida, para 9 puntos seguidos (16-22). La reacción tras el tiempo muerto de Moncho era inmediata, con un triple de Corabcho, un rebote de Mejri y una gran 2+1 de Kendall tras asistencia de cancha a cancha de Luz (22-22). Carroll seguía con la fiesta, ahora con un triple, aunque un robo con el pie de Kendall era culminado en mate por el canadiense tras asistencia entre las piernas de Luz. Otro triple más de Carroll (¡15 puntos seguidos!) era contestado por Corbacho para encender Sar en llamas, y por fin el Obra se ponía por delante con 2 libres de Corbacho (29-28). Reyes y Oriol protagonizaban un duelo vibrante en ambas zonas que terminaba en tablas, y el partido se iba al descanso con un ajustadísimo 33-34 y Sar encantado con la pelea de sus jugadores.

Con marcador bajo y Sar presionando, el Obra había conseguido llevar el partido a su terreno. Pumprla hacía falta en ataque pero robaba en defensa y anotaba en bandeja. Rudy respondía superando por encima a Mejri, pero el mermado Dewar anotaba un triple para empatar de nuevo (38-38). Begic anotaba pese a la buena defensa de Mejri, pero una gran defensa del Obra forzaba la pérdida de Llull. El "efecto Draper" comenzaba a mermar a un impotente Andrés nuevamente, y 2 transiciones rápidas del Madrid terminaban con sendos triples de Rudy y Llull que abrían brecha en el marcador por vez primera (38-46). Begic taponaba por 2 veces, aunque un bravo Pumprla reboteaba en ataque y salvaba el match-ball. Sin embargo, el Madrid jugaba cada vez con mayor confianza y Llull clavaba un triple y una bandeja al contraataque para dejar todo encarrillado (40-51). El Obra no podía en ataque y Kendall se iba a su cuarta personal en un momento, mientras Reyes seguía a lo suyo, cazando balones y acertando todos sus tiros libres. Corbacho no se rendía y clavaba un triplazo de los suyos, y el partido amagaba con cambiar de rumbo tras un robo de Mejri que no llegaba a buen fin y terminaba con un triple de Llull que enfriaba de nuevo los ánimos. Aún así, el Obra seguía dándolo todo, como en la última jugada, defendiendo hasta la extenuación hasta el final del cuarto (45-56).

El Obra seguía sin rendirse, subiendo la intensidad en defensa, y un robo de Rafa Luz culminado en mate por el brasileño devolvía la ilusión a la grada. Mejri robaba y lanzaba otra contra que remataba con la suspensión de Hummel para bajar a -7 (49-56). Sin embargo, la respuesta madridista era letal, de nuevo con Carroll desde el triple, mientras Corbacho se desesperaba ante la defensa que recibía. Pero no había nada que hacer, ya que de nuevo Carroll anotaba una canasta inverosímil a tablero en el límite de posesión. El Obra seguía luchando en defensa pero el rebote era de Reyes, impidiendo a los nuestros acercarse por debajo de los 10 puntos. La sentencia final llegaba de mano, cómo no, del casi infalible Carroll, con otro triple más que ponía al Madrid 17 arriba (51-68) y el tiempo muerto de Moncho para intentar mantener la lucha hasta el final. Otra más de Carroll para el +19 antes de irse al banquillo ovacionado por el pabellón daba paso al fin de fiesta obradoirista, retirando uno a uno a Kendall, Andrés, Dewar y Hummel para que recibieran la ovación de un Sar puesto en pie. Oriol cerraba el partido con la última canasta de la temporada (58-74), un curso histórico e inolvidable que culminaba con toda la caldeira puesta en pie ovacionando uno a uno a todos sus héroes. Haciendo historia, un año más...

Datos a destacar

• el Obradoiro intentó llevar el ascua a su sardina, con cierto éxito: partido trabado, marcador bajo y presión agobiante de Sar. El rival, empero, era demasiado fuerte para permitir otra proeza de los nuestros, pero si había alguna opción de sorpresa solo podía haber llegado a partir de los parámetros expuestos
• pocas veces un jugador es tan decisivo en un partido: Carroll anotó 15 puntos seguidos en el peor momento de los suyos del segundo cuarto, y cuando el Obra intentó la remontada en el último cuarto volvió a aparecer para sentenciar el partido con 10 puntos más, además con porcentajes brutales (5 de 7 en dobles y 5 de 6 en triples)
• solo con Mejri en pista pudo mantener el Obra cierta igualdad en el rebote. Sin el tunecino, la inferioridad del Obra fue muy clara (20-33 en total), sobre todo con los 13 rebotes en ataque del Madrid
• la aparición de Draper tras el descanso volvió a ser fundamental, haciendo aumentar la intensidad defensiva de los suyos y ayudando a la ruptura del partido maniatando a Andrés como en el primer partido. Con el ataque del Obra frenado, en cuanto el Madrid enlazó un par de canastas rápidas seguidas se fue fácilmente a los 10 puntos de ventaja que ya no abandonó
• matrícula de honor para la caldeira de Sar. Desde el primer minuto apoyando y presionando al rival, pero sin dejar de ovacionar la exhibición de Carroll y despidiendo a los nuestros con toda la emoción y el cariño que se merecían. Con esta afición todo es un poco más fácil
• ALBERTO CORBACHO: si no acaba teniendo trabajo extra este verano poco le va a faltar, y bien merecido se lo tiene. Se ha asentado como el mejor especialista tirador de la liga, y nuevamente lo demostró en esta ocasión a pesar de los marcajes que sufre. Peleó en el rebote y no se rindió hasta el final. 11+5 para 11 de valoración
• ANDRÉS RODRÍGUEZ: muy bien en el primer cuarto, buscando a los interiores con éxito, y de nuevo anulado tras el descanso por el especialista Draper. Como siempre, lo dio todo y nunca se conformó con la derrota. Gran líder en estos 3 años de ensueño. 5+0+4 para 4 de valoración
• BEN DEWAR: todavía sin estar a tope físicamente, se vació una vez más en la cancha aunque apenas tuvo opciones de lucimiento más allá de un triple. Otro de los que se ganó la ovación final por su trabajo de la temporada. 3+0+2 para 0 de valoración
• PAVEL PUMPRLA: estuvo poco acertado en sus tiros y perdió algún balón de más (5 pérdidas), pero todo lo que es capaz de aportar al equipo desde el sacrificio físico y la intensidad máxima es impagable. Esos rebotes ofensivos cazados en las nubes son ya marca de la casa. 4+3+6+2 y 2 tapones para 4 de valoración
• LEVON KENDALL: llegó mermado a estos playoffs y no pudo casi nunca con un jugador del nivel de Mirotic. Sin embargo, tampoco se rindió y peleó hasta el final, aunque con poco acierto. Llamativo que no cogiera ningún rebote. 9 puntos y 1 tapón para 2 de valoración
• SALAH MEJRI: empezó a todo tren, con 3 mates seguidos, pero poco a poco fue frenado por Begic y su producción ofensiva desapareció en la segunda mitad. Solo con él en pista pudo ser el rebote de los nuestros. Lo puso todo, robando balones y luchando en todo momento, y de nuevo muy centrado en la cancha. 8+5 para 5 de valoración
• ROBBIE HUMMEL: tampoco esta vez alcanzó su mejor nivel, con problemas ante la gran superioridad física de los interiores rivales. Aún así lo intentó en ataque con luces y sombras, y acabó recibiendo la ovación de Sar tras una temporada más que notable. 10+3+1+2 para 10 de valoración
• RAFA LUZ: lo dio todo en la cancha, como siempre, y por momentos supo lanzar con éxito al equipo en transiciones. No cometió errores y peleó en defensa manteniendo el tipo incluso en missmatches con interiores. 2+0+5+2 para 8 de valoración
• ORIOL JUNYENT: casi 3 minutos al final del segundo cuarto para entablar un duelo precioso entre veteranos con el gran Felipe Reyes. Oriol sabe mucho de esto y aún ahora es capaz de producir con su juego de pies y su visión de juego. Gran capitán, mucho más aún por lo que hace fuera de la cancha. 6+1 para 6 de valoración
• MICKY STOBART: minuto y medio de premio para el mallorquín tras una temporada en que se ha ganado el cariño de la afición por su comportamiento intachable en todo momento. Estadística a 0
• WILLIAM BUFORD: no jugó en esta ocasión. Quizás no ha alcanzado un rendimiento correcto a lo largo de la temporada, pero su actitud ha sido siempre positiva para el equipo, aunque seguramente pagando la novatada de su primer año fuera de su tierra
• JORGE SANZ: tampoco jugó ene sta ocasión, pero en todo momento asumió su rol de jugador de fondo de banquillo ayudando al equipo y dejando buenas sensaciones en las pocas ocasiones que tuvo durante la temporada
• MONCHO FERNÁNDEZ: si hay justicia, será nombrado Entrenador del Año en breves fechas. Lo que él y su cuerpo técnico han hecho en estas 3 temporadas es histórico, y la culminación con esta participación en playoffs ha sido un gran colofón a dicho trabajo. De nuevo tendrá mucho trabajo este verano, pero el Obra está en buenas manos sin duda alguna

Se terminó la temporada para el Obradoiro. Histórica por muchos motivos: octavo puesto final, 18 victorias en fase regular, mejor afición de la liga, jugador revelación de la temporada (Mejri), líderes en asistencias (Andrés) y triples (Corbacho). Muy difícil para un club tan humilde y con tan poco presupuesto como el Obra, y por tanto hay que ser consciente de la enorme dificultad que va a suponer siquiera acercarse en temporadas futuras a estos niveles. La afición de Sar ha disfrutado hasta el último momento de la felicidad de sentirse orgulloso de su equipo, y lo que todo esto va a suponer a medio plazo para los niños y jóvenes de la ciudad se verá dentro de unos años. Hace 4 años no había equipo, no lo había habido m(a nivel profesional) desde casi 20 años antes y solo quedaba el recuerdo de aquel Obradoiro de los años 80 en el viejo pabellón de Sar. Las generaciones que han nacido con el "nuevo" Obradoiro tienen unos ídolos cercanos a los que admirar e imitar, y los que ya tenemos unos pocos años estamos pudiendo volver a sentirnos jóvenes cada fin de semana con este equipo. Seguramente el Obradoiro 2013/14 perderá a alguno de los bastiones de este año, pero el espíritu de lucha y el trabajo de equipo volverán a dar sus frutos nuevamente. Mientras tanto, tenemos un verano tranquilo en el que disfrutar de lo que supone ser la envidia de las aficiones media liga ACB. Sigue la fiesta un año más...