domingo, 3 de abril de 2022

Fiesta en Sar (98-91)

Fernando Zurbriggen y Viny Okouo (foto: ACB Photo)

Tras un partido muy exigente que precisó de una prórroga, el Obradoiro terminó consiguiendo el triunfo ante un Manresa que llevó al límite a los nuestros hasta el final. Los locales se sobrepusieron a un mal comienzo de partido (12-22) a base de intensidad defensiva, pero sin encontrar el acierto hasta la catarata de triples que cambió el decorado en el segundo cuarto. Un 12-0 de parcial puso a los nuestros 8 arriba (37-29), con un gran Álex Suárez (3 triple sin fallo para 9+9 y 21 de valoración final), pero los arreones de los manresanos devolvían el partido a una igualdad que se mantuvo durante el resto del encuentro. La aportación de jugadores de rotación como el mencionado Suárez o Viny Okouo permitió al Obra llegar por delante a los minutos finales, pero el trabajo de Francisco y Moneke, con un tapón clave en el último ataque del Obra, llevaba el partido a la prórroga (85-85). En ella, y como ya había sucedido en los minutos previos, Kass Robertson se echaba al equipo a sus espaldas, asumiendo el protagonismo máximo y, con sus acciones decisivas decantaba el triunfo del lado local (98-91). Con este resultado, el Obradoiro se coloca con un record de 9-17 que le permite separarse mínimamente del múltiple empate entre los equipos con 8 victorias que llegan hasta la penúltima posición de la tabla.

Partido de enorme importancia para el Obradoiro al abrigo de Sar, recibiendo a un Manresa que llegaba como tercer clasificado y recuperaba para su rotación a Bako. Los catalanes comenzaban con Dani Pérez, Thomasson, Vaulet, Moneke y Sima. El Obra, con Oliver fuera de la convocatoria, lo hacía con los habituales Hobbs, Robertson, Thomas Scrubb, Ellenson y Birutis. Las cosas no empezaban bien para los nuestros, con Ellenson sufriendo con Moneke en ambos lados de la cancha. También Birutis tenía muchos problemas con la intensidad física de Sima, pero al menos cazaba un rebote de ataque para anotar bajo aro. El 3-11 de inicio provocaba el tiempo muerto de Moncho Fernández, pero aparte de un par de libres de Robertson el equipo no mejoraba y se veía superado por los interiores rivales una y otra vez. Kass Robertson salía al rescate con una buena suspensión y una gran penetración central en el 1x1, pero Birutis seguía sufriendo enormemente en la defensa y las transiciones rivales también sumaban para volver al +8 (9-17). El Obra se encomendaba a las acciones individuales de un Robertson que ahora sumaba desde el triple con el defensor encima. El múltiple cambio de jugadores buscaba un aumento en la intensidad pero no surtía efecto a pesar del ánimo de la afición, elevando la ventaja manresana a un peligroso +10 (12-22). Okouo intercambiaba faltas y tiros libres en su duelo con Bako y el cuarto concluía con el Obra 8 abajo en el marcador (14-22).

Un triple frontal de Zurbriggen era respondido al instante por Dani Pérez al inicio del segundo cuarto. Okouo anotaba una buena suspensión corta pero el Obra seguía pasándolo mal a pesar de la mejoría en defensa, de nuevo encajando canastas fáciles en transición tras pérdida. La nueva falta de Okouo tras fallar una canasta casi hecha no auguraba lo mejor, pero Hobbs movía bien el balón para que Álex Suárez anotara un triple desde un lateral y Phil Scrubb otro desde el lado contrario para meter al equipo de lleno en la pelea. El eléctrico Moneke continuaba sumando para los suyos sin descanso (25-29), aunque Zurbriggen le sacaba una falta en ataque en su regreso al juego. Phil Scrubb solo anotaba un libre tras recibir falta, pero Suárez ganaba el rebote y sacaba para que el canadiense anotar un triple que empataba el partido. El Obra continuaba su escalada de 3 en 3, ahora con el segundo de Álex Suárez, añadiéndose un Birutis más activo en el rebote bajo ambos aros y que también anotaba desde 3 metros. La fiesta en Sar se desbordaba con el tercer triple consecutivo de Álex Suárez para un parcial de 12-0 y un +8 para el Obra (37-29), pero varias bandejas se salían del aro y Manresa conseguía más o menos cortar la sangría a pesar de la buena defensa de los nuestros. Robertson castigaba la defensa de Rafa Martínez para irse en penetración y Phil Scrubb se hacía sitio para una buena suspensión de 4 metros, aunque Manresa sobrevivía a duras penas con los triples de Francisco. Thomas Scrubb anotaba en ganchito corto a pase de su hermano y el partido llegaba al descanso con la pequeña ventaja local de 2 puntos (43-41).

El tercer cuarto comenzaba con intercambio de canastas, sacando Birutis una buena penetración para anotar sobre Sima con falta adicional, aunque erraba el tiro libre. El pivot manresano se la devolvía y el Obra volvía a sufrir con la dupla interior rival y el elástico Moneke. Birutis palmeaba el tiro de Ellenson con falta añadida, anotando ahora el punto extra. Manresa apretaba con acierto en el triple, pero Ellenson aparecía fugazmente para anotar un brillante 3+1 como único momento de acierto en su desigual duelo con Moneke, que le respondía igualmente desde los 6,75. Robertson y Thomasson también mantenían un interesante duelo, aunque de nuevo era la lucha entre pivots la que volvía a decantar la balanza del lado visitante, con Sima ganándole la batalla al lituano en ambos lados de la cancha (54-57). Thomas Scrubb buscaba producir desde el poste bajo, sacando un par de puntos de tiro libre, mientras el partido se enredaba durante un largo período en un intercambio de tiros fallados y un gran desgaste físico que mantenían la emoción en todo lo alto. Thomas Scrubb se llevaba un rebote ofensivo y anotaba los 2 libres tras recibir falta, mientras que Hobbs clavaba un triple frontal para el +4 (61-57). Manresa dominaba el rebote ofensivo pero se perdía en el desacierto triplista sin anotar durante un interminable ataque. También Okouo se llevaba un gran rebote en ataque para anotar bajo aro, y nuevamente cargaba el rebote ofensivo para permitir que Thomas Scrubb se levase el balón y forzase falta, anotando los 2 libres de nuevo. El pivot congoleño era el protagonista bajo el aro visitante con su enorme trabajo reboteador, ganando otro balón más y recibiendo falta para anotar uno de los libres, para poner 7 arriba a los nuestros (66-59). Sin embargo, un par de fogonazos del eléctrico Francisco reducían la ventaja obradoirista otra vez a los 2 puntos en los segundos finales del cuarto (66-64).

Un buen triple de Beliauskas abría las hostilidades en el cuarto período, mientras que Zurbriggen percutía en penetración sobre Vaulet para una efímera vuelta al +7 (71-64), cortada de nuevo por el inspirado Francisco. Con Okouo imponiendo su enorme físico en la pintura, el Obra se sostenía en la guerra de guerrillas con mucha intensidad física y sumando con una penetración sin oposición por el centro de Phil Scrubb. El esforzado Zurbriggen flaqueaba por momentos en su dura defensa sobre el base rival, sumando faltas y una pérdida, pero de nuevo Beliauskas en buena suspensión a tabla. La discutible falta en ataque de Okouo, la cuarta, daba paso a unos momentos de acierto rival en medio del altísimo ritmo de juego que amenazaba con desfondar a los nuestros. Otro múltiple cambio intentaba dar aire al equipo en el tramo final del partido, y un triplazo brutal de Robertson tras doble finta sobre el defensor parecía encarrilar el triunfo. El canadiense asumía la responsabilidad en el intercambio de canastas con un gran 2x2 para el mate de Birutis, pero Manresa no arrojaba la toalla y aprovechaba un par de ataques espesos del Obra para voltear el marcador a falta de menos de 2 minutos y medio (80-81). Phil Scrubb solventaba otro complicado ataque con una difícil penetración pero Moneke amenazaba con reventar el partido con una canasta y un robo. El Obra resistía a duras penas y entraba en el último minuto 1 abajo. Phil Scrubb cortaba y asistía al lateral para el triplazo de Robertson que ponía 2 arriba a los nuestros a falta de solo 50 segundos (85-83). Manresa trabajaba para encontrar a Sima bajo aro, y la jugada final para Birutis recibía el taponazo de Moneke que llevaba el partido a la prórroga (85-85).

El triple inicial de Francisco en la prórroga no era el mejor presagio para la prórroga (85-88), pero el base francés fallaba un segundo triple que habría sido casi definitivo y Robertson acertaba desde los 6,75 nuevamente para volver a empatar el encuentro. Birutis se hacía daño y cometía falta pero Sima solo anotaba uno de los libres (88-89), regresando Okouo a la pelea. Robertson sacaba un difícil balón afuera para el triplazo de Thomas Scrubb, aunque Manresa respondía rápidamente (91-91). Con Robertson asumiendo la responsabilidad en ataque desde la generación a partir del bote, el canadiense solo anotaba uno de los libres tras la falta de Thomasson, pero el Obra salvaba una canasta casi hecha y Robertson clavaba una enorme suspensión de 6 metros que acercaba al equipo al objetivo. Los nuestros defendían al máximo y Robertson se multiplicaba, cogiendo el rebote, recibiendo en ataque y metiendo una enorme asistencia para que Okouo anotase bajo aro tras media vuelta. Un enorme Álex Suárez remachaba su gran partido con un robo y Okouo cerraba de nuevo el rebote ante un Manresa que moría sin acierto en sus triples a la desesperada, recibiendo falta y acertando con los 2 tiros libres que dejaban el partido casi sentenciado (98-91). El rival se rendía ya en los últimos segundos y Sar daba rienda suelta a la euforia mientras se agotaba el tiempo y sonaba la bocina de final de partido. La novena del curso ya estaba en el bolsillo tras 45 minutos de esfuerzo sin límite.

Datos a destacar

  • intensidad máxima. Un rival al que casi nadie es capaz de mantener la apuesta física y mental durante los 40 minutos (o 45 como en esta ocasión) exigió al Obradoiro un partido de guerra de trincheras hasta el final. El tibio inicio del encuentro fue el único momento en el que los nuestros se vieron desbordados, pero los cambios insuflaron un nivel físico y una capacidad de resistencia que era lo que se necesitaba para sacar adelante el partido, más allá del acierto técnico y táctico en los momentos decisivos
  • meritoria igualdad en el rebote (44-43), apoyada en la solidaridad del colectivo, con todos ayudando a cerrar el rebote y peleando cada balón ante un rival tan exigente en ese apartado. Los malos momentos del tramo final se arreglaron con el acierto en el triple, bien leído el ataque para buscar tiros abiertos, pero el equipo supo también sobrevivir durante los tramos más espesos del juego a base de capacidad defensiva, alargando mucho la rotación y manteniendo el nivel físico hasta el final, con 5 minutos extra de añadido
  • pérdidas limitadas (9-8 en el global). Manresa castiga muchísimo ese apartado y, más allá de algunas canastas fáciles en transición en la parte inicial, el equipo supo bajar bien tras perder el rebote y no concedió apenas puntos fáciles a un equipo que vive mucho de eso. En los largos tramos de ritmo muy alto e ir y venir de un lado a otro de la cancha, el Obra mantuvo el orden y evitó esos rotos que en tantas ocasiones (como en el partido de ida) causa este Manresa a sus rivales
  • la rotación, decisiva (43-36 en puntos desde el banquillo). Los problemas enormes de nuestros interiores encontraron una ayuda al máximo nivel de los jugadores de banquillo (20 puntos y 14 rebotes de la dupla Suárez-Okouo), frenando la aportación del gran Moneke (a pesar de su 17+12 para 29 de valoración final). Igualmente, el equipo encontró ayuda en la rotación de exteriores, que más allá del acierto individual supieron mantener un nivel físico altísimo y resistieron los arreones de los pequeños de Manresa
  • KASSIUS ROBERTSON: más allá del acierto o desacierto puntuales en sus tiros, el escolta canadiense asumió la responsabilidad máxima en el tramo decisivo del partido, generando para los compañeros y acertando con un par de triples enormes, resultando vital para el triunfo. Antes de eso mantuvo un duelo muy bonito con el fino Thomasson, con resultado equilibrado, pero llegó fresco a los minutos finales y tuvo la capacidad de echarse el equipo a la espalda con éxito (+8 con él en cancha). Líder del equipo en minutos, puntos, asistencias y valoración. 25+2+8 en 31 minutos, para 26 de valoración
  • BRAYDON HOBBS: le costó mucho llevar las riendas con claridad en un partido tan exigente a nivel físico. Sufrió en defensa en el 1x1 y solo tuvo un ratito de dominio del juego, con buenos pases en el festival de triples del segundo cuarto, pero no acabó de adaptarse al ritmo de juego e intensidad del partido. Un golpe que se llevó en el cuarto período lo sacó del partido, pero en esta ocasión el equipo supo salir adelante sin su concurso en ese tramo final. 3+4+3 en 19 minutos, para 3 de valoración
  • THOMAS SCRUBB: muy fallón en el tiro (1 de 7 en triples), apenas tuvo opciones de generar en ataque (un ganchito corto en el segundo cuarto), aunque mantuvo el tono físico atrás en todo momento y cargó con acierto el rebote ofensivo en varias ocasiones (obteniendo puntos desde el tiro libre cuando el ataque estaba muy espeso). Sin ser su mejor día, colaboró con su juego sobrio aunque sin ser protagonista máximo. 11+4 en 28 minutos, con 5 faltas provocadas, para 11 de valoración
  • HENRY ELLENSON: sufrió lo indecible en el inicio ante el huracán Moneke, incapaz de mantener el tono de intensidad y muy desacertado en sus acciones ofensivas. Apareció fugazmente con un gran 3+1 en el tercer cuarto, pero de nuevo se vio superado por su par y el partido ya no necesitó de su concurso en los minutos clave. 4+4 en 17 minutos, para 1 de valoración
  • LAURYNAS BIRUTIS: lo pasó mal ante un portento físico como es Yankuba Sima, en un duelo del que no salió muy bien parado. Aún así, cuando consiguió recibir buenos balones pudo ayudar en ataque en varias ocasiones, aunque a nivel físico le siguió costando mantener el nivel (algo mejor cuando tenía a Bako delante). Al final consiguió ayudar a pesar de las dificultades, pero el partido no pasó por sus manos. 12+6 en 28 minutos, con 5 faltas provocadas, para 12 de valoración
  • ÁLEX SUÁREZ: aportación decisiva para la victoria del balear, enorme en su esfuerzo defensivo sobre el gran Moneke (y en las ayudas a sus compañeros), muy activo en el rebote bajo ambos aros (máximo reboteador del equipo) y añadiendo 3 triples sin fallo en el festival del segundo cuarto. Acabó siendo el segundo jugador del equipo con más tiempo en cancha, manteniendo el tono del equipo hasta el último aliento (+10 con él en acción) y haciendo al equipo más largo además de aportar soluciones al habitual problema en el puesto de 4. Al borde del doble-doble, incluso cuando los números no reflejan del todo su gran partido. 9+9+1+2 en 29 minutos, para 21 de valoración
  • PHIL SCRUBB: su versatilidad para hacer de escolta y base permitió al Obra ofrecer alternativas tácticas muy interesantes (jugando con 3 pequeños, por ejemplo). El canadiense miró al aro con acierto desigual, pero anotando puntos en momentos importantes y jugándose balones calientes sin miedo. En defensa estuvo voluntarioso aunque a veces sufrió ante el imprevisible Francisco. Sus muchos minutos en cancha significan alargar la rotación y evitar recargas excesivas en hombres como Robertson. Espectacular +13 con él en cancha, máximo del equipo. 13+3+3 en 27 minutos, para 15 de valoración
  • FERNANDO ZURBRIGGEN: espectacular derroche físico del argentino, ejemplo máximo del esfuerzo de todo el equipo en la cancha. Sin dejar de lado sus problemas en la dirección del ataque (aunque sumó un par de buenas canastas), su intensidad y derroche físico fueron fundamentales para mantener al Obra en pie ante la exigente propuesta baloncestística del rival. Lo peleó todo, más allá de la no siempre correcta toma de decisiones, y acabó jugando minutos importantes en el tramo final. Con sus pros y sus contras, partido meritorio de Fernando. 5+4+1 en 17 minutos, para 1 de valoración
  • VINY OKOUO: otro de los decisivos. Los problemas para mantener el desafío físico que sufría Birutis encontraron una gran ayuda en el congoleño, que encontró un partido muy a la medida de sus cualidades. Rebotes, intimidación, dureza en el 1x1 y buenos bloqueos en ataque, leyendo bien un par de 2x2. Sus rebotes ofensivos ayudaron mucho cuando el aro parecía cerrado y su fortaleza en la pintura acabó brillando en los minutos decisivos. Muy bien en el tiro libre (5 de 6). Otro de los que alargó la rotación del equipo cuando los titulares no estaban acertados. 11+5 en 17 minutos, para 11 de valoración
  • LAURYNAS BELIAUSKAS: le costó entrar en ritmo del juego, muy poco participativo en ataque y alternando en el quinteto con 3 pequeños en varios momentos, con algunos problemas en defensa. Sin embargo, a pesar de su gris partido, supo ayudar en el difícil tramo del comienzo del cuarto período, en plena guerra de guerrillas, con un par de buenas canastas que permitieron al equipo resistir antes de la vuelta de Robertson. Con la entrada en la rotación de Phil Scrubb parece que le falta asentar su nuevo rol en la rotación, viéndose algo perdido por el momento. 5+0+1 en 13 minutos, para 4 de valoración
Enorme victoria del Obradoiro. Ante uno de los rivales más exigentes de la liga, el equipo mantuvo la concentración en todo momento, supo apoyarse en diferentes opciones durante el transcurso del mismo y resistió bravamente la disputa física y de intensidad hasta acabar haciéndose con el partido en la prórroga. Con la tremenda igualdad que hay en la parte baja, esta semana nos toca sonreír a nosotros, por el triunfo y por las derrotas de varios de los rivales directos, pero la pelea va a ser encarnizada hasta el final y partidos como este, con un trabajo colectivo tan meritorio, son de los que hacen crecer a un equipo de forma clara. Nos falta por ver esta evolución fuera del abrigo de Sar, en donde la afición está siendo de nuevo ese sexto hombre que parecía ir quedando en el recuerdo del pasado. Las próximas visitas consecutivas a Fuenlabrada, Zaragoza y Burgos en apenas 7 días serán las que marcarán el rumbo del Obra, que si sabe llevar el nivel mostrado en Sar a esas canchas tendrá mucho ganado para alcanzar esa anhelada permanencia.


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