viernes, 10 de mayo de 2019

Solo corazón (82-96)

Nick Spires (foto: Obradoiro de Basket)

Un Obradoiro luchador pero claramente inferior cedió con claridad ante el Gran Canaria para seguir viendo cada vez más cerca el abismo del descenso. Los de Moncho Fernández fueron a remolque desde el principio, masacrados en el primer cuarto por el festival de triples visitante y con muchos problemas en ataque, llegando a ir 12 abajo al inicio del segundo cuarto (19-31). Los jugadores de banquillo apretaron algo la contienda en un segundo período muy intenso, en el que a base de garra apretaron el marcador de la mano de un brillante Nick Spires (16+6. con 5 tapones, para 28 de valoración al final, tope personal en ACB), a pesar de los puntos de un Eriksson que permitía a los suyos mantener la delantera en el descanso (41-45). A partir de ahí los nuestros fueron deshaciéndose poco a poco entre errores propios y el gran acierto de un Clevin Hannah que dominó el partido a su antojo, alcanzando una renta casi definitiva de 17 puntos al borde del final del cuarto (56-73). En los últimos minutos el Obra se intentó aferrar a sus escasas opciones de remontada a base de mucho corazón pero poca claridad de ideas, ante un rival con muchos más recursos y que no llegó siquiera a pasar apuros en ese tramo final hasta el definitivo 82-96. Con esta nueva derrota, la novena en los últimos 10 partidos, el Obradoiro se queda con un record de 11-20 mientras sigue viendo cómo el descenso se va acercando un poquito más, ya a un solo partido, el que le separa del Estudiantes y de unos Murcia y GBC con los que tiene perdido el emparejamiento particular.

Partido trascendental para el Obradoiro en una jornada entre semana y con muy mal horario, a pesar de lo cual al final hubo una entrada aceptable, además con la visita de un muy aplaudido Maxi Kleber. El Gran Canaria comenzaba el partido con Hannah, Strawberry, Rabaseda, Wiley y Tillie. Moncho Fernández sorprendía con su quinteto inicial, en el que apostaba por David Navarro, Obst, Singler, de Zeeuw y Llovet. Era Kyle Singler el primer protagonista de nuestro ataque, con un par de canastas consecutivas, aunque ya muy pronto los triples visitantes comenzaban a ser una cruz para nuestra esforzada pero desacertada defensa. David Navarro no podía con un Hannah que anotaba y pasaba , aunque Llovet conseguía un buen 2+1 penetrando sobre Wiley y Obst otro más en penetración. De Zeeuw se comía 2 triples de un Tillie que se abría fuera de los 6,75, aunque el belga respondía también con otro triple, pero casi cada ataque canario terminaba en canasta, con Wiley devolviendo el 2+1 a Llovet y Tillie clavando su tercer triple seguido ante el nuevo despiste de un de Zeeuw que se iba al banquillo. Brodziansky saltaba a cancha para jugarse y errar un triple en el primer balón que tocaba, y ya con el equipo 11 abajo y casi contra las cuerdas, con el Granca en 6 de 7 triples, Llovet robaba un bravo rebote en ataque y lo sacaba afuera para el triple de Navarro. Brodziansky fallaba lo infallable, entre protestas cada vez más airadas de Sar por los contactos recibidos y no pitados al eslovaco. Con una sensación clara de quiero y no puedo, el Obra se quedaba 9 abajo al final del primer cuarto (19-28).

Otro claro contacto no pitado sobre el tiro de Brodziansky hacía estallar a un Moncho Fernández que saltaba a la cancha y recibía una técnica, con Sar bramando contra el trío arbitral. El Obra reaccionaba robando en defensa, pero precipitadísimo en ataque, fallando triples y fallando bandejas bajo el aro. La enésima bronca a los árbitros tras no conceder acción continuada en un triple de Sàbat precedía a la fácil canasta de Radicevic que ponía ya 13 arriba a los suyos (19-31), aunque Kostas forzaba falta a su intento triple para anotar los 3 libres. Spires ponía toda la carne en el asador, taponando en defensa y penetrando con potencia en ataque, aunque fallaba el tiro adicional a la falta recibida. De nuevo el sueco aprovechaba un pase elevado de Sàbat para bajar a -5 cerrando un parcial de 7-0 (26-31), aunque de nuevo el Granca se alejaba tras una técnica pitada a Kostas y un triple (el primero suyo en toda la temporada) de Radicevic. El Obra moría peleando cada balón en defensa pero iba a tirones en ataque, sobreviviendo con un par de canastas de pillo de Sàbat y Kostas para volver al -5 (30-35). Era el turno de Eriksson, que rompía con su calidad a Singler y volvía a alejar a los suyos, aunque 4 puntos de Simons, con un libre tras técnica a Paulí y un buen triple tras bloqueo, permitían de nuevo al Obra hacer la goma. Y, nuevamente, con 5 abajo, el jarro de agua fría en forma de triplazo con el defensor encima de un brillante Eriksson, aunque Spires seguía tirando del carro para asociarse con de Zeeuw y Singler y anotar por partida doble para el -4 (38-42). La potencia de Wiley aparecía para llevarse rebotes y destrozar el aro local, bien alimentado por un Hannah que manejaba el juego a su antojo. Un triple de Obst en transición dejaba al Obra 5 abajo tras su descomunal esfuerzo al llegar al descanso (41-46).

Con nuestro quinteto inicial de nuevo en acción, el rival volvía a hacerse con las riendas del partido al comienzo del tercer cuarto. Solo Singler con sus arreones y penetraciones parecía poder sacar algo de un ataque obradoirista sin triples con los que alimentarse, ante un Granca en el que Hannah dirigía y Wiley destrozaba por dentro. El Obra ya estaba 13 abajo tras encajar otro triple más (43-56), aunque de Zeeuw machacaba con la izquierda y forzaba una falta en ataque de Rabaseda. Llovet peleaba contra todos y también contra sus propios errores, con el equipo dando todo lo que tenía pero sin ideas. Un coast to coast de Singler precedía a una pérdida de un Navarro que quería y no podía como base, mientras otro triple lateral abierto más castigaba a una defensa obradoirista muy intensa pero alocada. El Obra sumaba más pérdidas y errores en el tiro, fruto de su ansiedad, aunque el retorno a cancha de Spires aportaba nueva energía. El sueco volvía a ser protagonista, aunque su calvario particular con los tiros libres era un fiel reflejo del momento que pasaba el Obradoiro, que se veía ya 14 abajo tras otra puñalada más del eufórico Wiley (48-62). Obst anotaba un buen triple para bajar a -11, pero las prisas dejaban en nada un par de transiciones mal finalizadas justo antes de recibir otro clavo más en el ataúd de manos de un Eriksson que anotaba otro triple más. Wiley machacaba el aro y a todo el obradoirismo, que veía muy clara la impotencia de los nuestros para mantener alguna opción de remontada, con el único impulso de un Spires casi heroico como respuesta posible. Brodziansky volvía a cancha intentando aparecer en el poste bajo con escaso acierto y la desventaja se iba ya a los 17 puntos (56-73), aunque de nuevo era Spires quien anotaba un 2+1 para cerrar el cuarto (59-73).

Vasileiadis y Sàbat se unían para una jugada de saque de fondo para bajar a -12, pero los esfuerzos titánicos en defensa para recuperar balones se veían frustrados en ataques alocados con tiros en transición sin acierto alguno. Hannah tomaba las riendas y buscaba una y otra vez tiros cortos que destrozaban con facilidad nuestra defensa, mientras en el otro aro era Spires de nuevo el que intentaba mantener con vida a un moribundo Obra que de nuevo se veía 17 abajo tras otro triple abierto más encajado (63-80). Un Spires al borde del agotamiento se lanzaba por el suelo para robar un balón que Kostas perdía segundo después en un mal pase, como mayor ejemplo de que el equipo era todo lucha pero sin cabeza. Aún quedaba tiempo para otro triple más de Tillie y un +18 visitante (65-83), dejando los 5 minutos finales con todo más que sentenciado. Sar intentaba ser positivo y apoyaba al equipo sin rastro de críticas, pero la dura realidad recordaba nítidamente a la impotencia de aquel primer año en ACB, con los jugadores peleando sin rendirse pero viéndose muy inferiores a su rival. Vasileiadis y Brodziansky aprovechaban esos minutos de la basura para anotar algunas canastas y el partido moría sin mayor contratiempo para un Granca en el que Hannah y compañía disfrutaban de una victoria que les acercaba a la salvación (82-94). El Obra volvía a caer claramente y ya solo le quedaba esperar a los resultados de otras canchas para saber cuánto había empeorado su situación. Al final solo había ganado Murcia de los de abajo, del mal el menos.

Datos a destacar

  • impotencia. El Obra tiene muchos problemas en estos momentos ya no para poder ganar un partido, sino tan solo para competirlo durante los 40 minutos. Un Granca con grandes jugadores, es cierto, pero con la soga tan al cuello como los nuestros, destrozó técnica y tácticamente a un Obradoiro que solo pudo oponer espíritu de lucha y poco más
  • rebote equilibrado (35-34), al igual que las pérdidas (12-13), pero de nuevo el Obra no tuvo tiro exterior (25% en triples) y fue acribillado desde los 6,75 por un rival que jugó muy abierto de inicio para aprovechar las dificultades de siempre de nuestro equipo para cerrar ese tipo de juego. A eso le unimos la excesiva diferencia entre los bases de ambos equipos (Hannah dominó el partido a su antojo) y la potencia imparable de un Wiley que nos destrozó en la pintura (16+10 para 17 de valoración y +21 con él en cancha) y queda evidente que la distancia entre este Obra y este Granca es enorme
  • la ansiedad; los jugadores desperdiciaban grandes esfuerzos en defensa con decisiones precipitadas en ataque, se fallaron bandejas bajo aro increíbles y, por si fuera poco, tampoco las decisiones arbitrales ayudaron lo más mínimo en el mejor tramo (al menos en cuanto a intensidad) del equipo, entre el primer y el segundo cuarto. A pero flaco todo son pulgas, como se suele decir, y ahora mismo al Obra hasta le falta esa pizca de suerte necesaria
  • NICK SPIRES: heroico, casi en solitario, el sueco se vació en la cancha, en defensa y en ataque, y sostuvo al equipo en los intentos de remontada del segundo cuarto y la lucha en vano del tramo final. Obviamente, que Spires sea el mejor (casi el único destacable) del equipo no es una buena noticia, por más que su trabajo fuera digno de un aplauso que quizás Moncho tendría que haber favorecido no cambiándolo en un tiempo muerto como hizo. Solo su pelea con la línea de libres estropeó mínimamente su gran actuación, con varios topes personales en ACB. 16+6+1 en 25 minutos, con ¡5 tapones! y 6 faltas provocadas, para 28 de valoración
  • DAVID NAVARRO: el valenciano quiso, pero en ningún momento pudo dirigir ni evitar que Hannah dominara el juego. Perdió balones, apenas encontró pases y, eso sí, luchó en defensa sin rendirse a la evidencia. Sería injusto exigirle en un puesto que por mucho que queramos no es el suyo más que para cumplir de manera puntual. 4+3+1+2 en 22 minutos, con 3 pérdidas, para 4 de valoración
  • ANDY OBST: intentó buscar penetraciones, pero la defensa lo estaba esperando y apenas pudo conseguir un 2+1. Desde fuera anotó un par de triples pero tampoco recibió balones buenos para tirar tras bloqueo. En defensa puso ganas pero poco más, y al final volvió a pasar demasiado desapercibido en la cancha para lo que el equipo necesita en unos momentos tan complicados. 9+2+2 en 25 minutos, para 8 de valoración
  • KYLE SINGLER: empezó bien en ataque, pero pronto se difuminó al fallar en el tiro exterior. En defensa tuvo algún problema en el 1x1 y para llegar en algún cambio, con muchas ganas pero sin conseguir ser consistente del todo. Volvió a intentarlo en el tercer cuarto pero ahí el equipo ya iba cuesta abajo y apenas pudo dar un par de chispazos individuales sin continuidad. 10+3+2 en 19 minutos, para 10 de valoración
  • MAX DE ZEEUW: es listo en ataque para pasar y puede meter algún buen triple, pero en defensa se vio destrozado por los triples de Tillie y se vio muy superado por la realidad del rival. Con todo lo que le ha pasado esta temporada tampoco se le puede exigir que ahora de repente sea nuestro salvador, pero el belga, a pesar de todo lo que se le ve en cuanto a calidad, está muy lejos del nivel que el equipo requiere ahora mismo. 5+4+2 en 17 minutos, para 5 de valoración
  • NACHO LLOVET: quiso pero tampoco pudo. Buenos detalles en defensa, un par de buenas jugadas en ataque pero mucha pelea infructuosa y muy poca compañía para aprovechar sus habituales intangibles (duele ver cómo cierra un rebote para que ningún compañero lo coja y se lo lleve un rival). Acabó muy frustrado, incluso incluso consigo mismo, en la línea de todo el equipo (-20 con él en cancha, el peor del Obra). 5+4+1 en 19 minutos, con 3 pérdidas y 4 faltas provocadas, para 6 de valoración
  • KOSTAS VASILEIADIS: números engañosos (casi todos los hizo en los minutos de la basura) para el jugador griego, que quiso ayudar con su energía pero que evidentemente no es ni de lejos el de antes de la lesión con la que comenzó la racha de derrotas del Obra. En defensa con los problemas habituales, que al estar sin el punto necesario a nivel físico todavía se notan más. El equipo echa en falta a aquel Kostas que anotaba y metía balones a los interiores, y si queremos ganar algún partido más vamos a necesitar que "resucite". 16+0+1 en 18 minutos, para 9 de valoración
  • VLADI BRODZIANSKY: al igual que con Kostas, el Brodziansky de hace un par de meses no se parece en nada al actual. Vladi estuvo desastroso en su entrada en juego, "ayudado" por la permisividad arbitral con sus defensores, volvió a ser un coladero en defensa y rebote y solo arregló sus números en los minutos finales, con todo decidido. Ha perdido completamente el toque en el tiro corto (hoy 2 de 9 en tiros de 2) y con ello se ha perdido la única fuente de anotación interior fiable que había en el equipo. 9+8 en 17 minutos, con 5 faltas provocadas, para 11 de valoración
  • BEN SIMONS: buscó sus triples pero sin acierto (1 de 5), con lo cual su aportación, siempre tan unidimensional, quedó prácticamente en nada. Volvía de lesión (apenas entrenó ayer) y sería injusto exigirle demasiado, esperemos que el sábado pueda ayudar un poco más. 4+2 en 16 minutos, para 0 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: lo poco fluido (o al menos con algo de picardía) que jugó en ataque el Obra fue de la mano del catalán, que intentó dar ritmo y movimiento al equipo, algo que consiguió solo de vez en cuando. En defensa se vio desbordado por los rivales, en especial por un Hannah que lo rompió una y otra vez (a él y a los demás, bien es cierto). Tampoco pudo anotar un par de triples para ayudar en la anotación. 4+0+7+2 en 16 minutos, para 10 de valoración
  • LLUÍS COSTA: jugó los 3 minutos finales, con todo decidido, sin poder hacer gran cosa más que mostrar sus ganas de ayudar. 0+0+1 para 1 de valoración
  • TRYGGVI HLINASON: en apenas un par de minutos todavía tuvo tiempo de cometer varios errores en defensa, mostrando una regresión en su juego ciertamente angustiosa. 0+0+1 en 2 minutos, para 1 de valoración
El panorama se sigue oscureciendo. Novena derrota en los últimos 10 partidos, cada vez más lejos de poder competir con los rivales, y lo que es peor, sin atisbar en el horizonte alguna solución para revertir una situación que ahora ya empieza a ser muy angustiosa. Los resultados de los rivales directos han acompañado de nuevo (increíble cómo el Breogán ha perdido en la última jugada sus 2 últimos partidos), pero el equipo ha perdido definitivamente el pequeño colchón que todavía tenía y ya solo tiene el descenso a un partido de diferencia. Atascado en sus propias limitaciones y con el calendario que resta por delante, el partido de este sábado en Sar contra el CB Canarias parece más que nunca una final por la salvación. Perder con los tinerfeños dejaría al Obra un panorama negrísimo, con una visita a la cancha de Estudiantes a vida o muerte y una última bala en Sar ante un Barça que vendrá con necesidad de ganar en su lucha por el primer puesto de la fase regular. Si fuéramos observadores imparciales ahora mismo apostaríamos por el Obradoiro como uno de los 2 equipos que se van a LEB Oro, pero no lo somos. No se sabe de dónde, pero el equipo (y un cuerpo técnico que se ve cada vez más impotente) tiene que encontrar el modo de ganar este sábado como sea. El sueño de tantos años no se puede terminar de una forma tan triste.


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