A pico y pala (1-0)

El Obradoiro consiguió la primera victoria de la serie final por el ascenso, tras derrotar a un correoso Autocid burgalés que no dio su brazo a torcer hasta los instantes finales. El Obradoiro hizo una gran primera mitad, tanto en ataque como en defensa, que pareció casi sentenciar el partido con una ventaja de +18. Sin embargo, una gran salida de los visitantes en el tercer cuarto, con un Tillman estelar, volvió a acercarlos en el marcador y a meter el miedo en el cuerpo a la afición de Sar. Con el partido convertido en una lucha cuerpo a cuerpo en que ambas defensas dominaban a los ataques, el desacierto en los tiros libres de los burgaleses permitió a los nuestros mantenerse en ventajas de entre 5 y 10 puntos hasta el final del encuentro. El próximo domingo, más de lo mismo...

Ambiente de gala en Sar para el partido inicial de la gran final por el ascenso a la deseada ACB. Con una nutrida colonia de aficionados burgaleses en la grada, Andreu Casadevall salía con los habituales Mena, Downs, Marcus Vinicius, Tillman y Lorant; por el Obra, los de siempre también: Andrés, Tuky, Deron, Levon y Oriol. La enorme tensión y la trascendencia del partido se dejaban ver ya desde el primer momento, con ambos conjuntos centrados en la defensa y con grandes dificultades para anotar. Marcus Vinicius abría el marcador superando en penetraciones a Washington (0-3), con Lorant y Junyent anulándose mutuamente, Kendall muy pendiente de Tillman y el Tuky haciendo un soberbio trabajo en defensa sobre el peligroso Downs. El capitán era quien por fin rompía la defensa burgalesa con un triple, dando inicio a un parcial de 8-0 con otro triple de Andrés y una bandeja también del Tuky. El Autocid cargaba bien el rebote ofensivo, gracias a la superioridad física de sus aleros, aunque las pasaba moradas para ver aro. Marcus Vinicius lo conseguía tras más de 5 minutos sin anotación, aunque el Tuky respondía al instante y clavaba un triple lateral para subir a +6 (11-5). Downs encontraba por una vez el camino del aro, casi desquiciado ante la gran defensa de nuestro capitán, respondido al momento por Kendall, que además le negaba cualquier opción al peligroso Tillman. El Tuky seguía en estado de gracia, llevando al Obra a una máxima de +8 y provocando el tiempo muerto visitante (15-7). Bulfoni volvía a castigar con una bandeja lateral para el +10 (12 puntos en el cuarto), aunque Tillman por fin abría su cuenta con un complicado tiro. Marcus Vinicius comenzaba con su particular calvario desde la línea de libres y el tiempo muerto de Moncho Fernández a falta de 5 segundos servía para preparar con éxito una jugada que permitía a Corbacho irse solo y machacar sobre la bocina (19-9).

El segundo cuarto comenzaba con la primera canasta de Oriol para el +12, aunque Tillman aparecía con 2 canastas seguidas para devolver al Autocid al partido. Con las segundas unidades en pista el ataque local se iba espesando por momentos, aunque tampoco los burgaleses veían aro. La mejor noticia era el dominio del rebote por parte de Ruffin, que permitía al equipo ir aumentando poco a poco sus ventajas a pesar de las enormes dificultades para anotar, con Corbacho perseguido a sol y a sombra por Alberto Miguel. El alero mallorquín aprovechaba un mínimo despiste burgalés para clavar su primer triple (28-15), ya con la inseparable pareja Tuky-Downs de nuevo en cancha. El Tuky robaba en defensa y clavaba un nuevo triple para el +16, y asistía a Ruffin para la canasta del norteamericano. Corbacho asistía también para la bandeja de Eric, y en el siguiente ataque ganaba unos valiosos centímetros a su defensa para clavar un nuevo triple para el +18. Con 38-20 y Sar enloquecido se llegaba al descanso, con la sensación de que casi todo el trabajo estaba hecho.

Los del Autocid sabían que solo una gran salida en el tercer cuarto les podía dar alguna opción de remontada. Dicho y hecho, un enorme Tillman lideraba con 2 triples y un 2+1 un rapidísimo parcial de 0-11 que volvía a apretar el partido (38-31), con Kendall falto de toda la concentración que había exhibido en el inicio. El Obradoiro conseguía a duras penas parar la embestida burgalesa, aunque el partido ya se había ido sin remedio al campo de la pelea continua y las defensas asfixiantes. Cada canasta parecía de oro y la tensión se mascaba en el ambiente. Las faltas caían por ambos bandos, los tiros no entraban y el recuerdo del espeso partido de liga regular del pasado diciembre comenzaba a hacerse presente. Por fin anotaba el Obra por medio de Oriol, tras casi 4 minutos de juego, aunque Kendall cometía su tercera falta y era sustituido por Hopkins. El arbitraje se volvía loco también por momentos, repartiendo para uno y otro bando (increíble la falta en ataque a Oriol, compensada al instante con otra de ataque a Marcus Vinicius), y el marcador se estabilizaba en el entorno de los 8-10 puntos de diferencia. El Tuky erraba el primer tiro libre local del partido, pero los malos recuerdos de otras ocasiones no se iban a repetir esta vez (al menos por parte local). Bernard Hopkins volvía a demostrar su sabiduría, aprovechando balones sueltos en ataque y parando a Tillman en defensa. El propio Tillman bajaba a 7 puntos la desventaja, aunque llegaba el momento del desastre desde la línea de tiros libres de un desquiciado Marcus Vinicius (terrible 2 de 12 en libres). El Obra fallaba varios intentos triples para escaparse y el Autocid se estrellaba contra la buena defensa de Hopkins y Ruffin, así que el cuarto agonizaba con ambos equipos completamente atascados y un pírrico 6-17 de parcial (44-37).

Marcus Vinicius bajaba a un peligroso +5 en el primer ataque del último cuarto, pero Hopkins cazaba un tiro corto de Andrés para evitar males mayores. Con Andrés y Mena rivalizando en air-balls sin sentido y Marcus Vinicius fallando tiros libres una y otra vez, era el gran Bernard Hopkins quien tiraba de galones para llevar al Obradoiro al +9. Oriol permitía el 2+1 de Manu Gómez además de cargarse con la cuarta falta, y el partido volvía a comprimirse (48-42). A falta de mejores soluciones, Eric Sánchez iba forzando faltas y anotando desde el tiro libre con solvencia, volviendo a un más cómodo +12 (54-42). Downs seguía negado, pero los burgaleses no se rendían y se metían de nuevo en la lucha con un nuevo error de Kendall que permitía el 2+1 de Lorant. De nuevo el húngaro anotaba de 3, bajando la diferencia a 6 (54-48). Marcus Vinicius seguía a lo suyo, aunque esta vez aún anotaba un libre, pero Junyent reboteaba y enviaba un pase de béisbol para el mate de Corbacho que daba aire a los nuestros (56-49). El Tuky robaba un balón más en defensa y Oriol aprovechaba 1 libre para el +8 a falta de solo 1:46. Miguel sacaba la falta del Tuky en el triple, pero enterraba definitivamente las opciones de los suyos fallando lamentablemente los 3 libres. Andrés se liaba en ataque pero Lorant fallaba otro libre más, aunque Marcus Vinicius anotaba en bandeja y Castro robaba el pase de fondo de Kendall con 5 abajo y a falta de solo medio minuto. Sin embargo, Tillman fallaba el pase del posible -3, Andrés anotaba 2 libres y Hopkins reboteaba el intento triple visitante y anotaba un libre más. 60-52 y sufrida primera victoria para el Obradoiro. Faltan 2...

Datos a destacar

• de nuevo la caldera de Sar a pleno rendimiento. Una olla a presión que en los malos momentos lleva a los nuestros en volandas. Mención especial para los aficionados burgaleses que animaron también sin desfallecer, además sin incidente alguno en todo el partido
• mientras el juego fue más o menos fluido, el Obradoiro demostró ser claramente superior. En cuanto el Autocid llevó el partido a su terreno de fuertes defensas y trampas tácticas continuas (por ambos bandos), los nuestros sufrieron enormemente y sudaron cada punto anotado hasta el final
• los dos equipos se conocen al dedillo, demasiado como para que el juego pueda ser bonito para el espectador. A cada movimiento de un banquillo respondía el otro al momento, y solo el acierto individual (Tuky al principio, Tillman tras el descanso) fue capaz de romper en algún momento unas defensas muy superiores a los respectivos ataques
• la valoración acumulada dice mucho del partido: el Obra tuvo algunos momentos de fluidez (70 en valoración), pero el Autocid solo se mantuvo en el partido a base de pelea y trabajo duro (bajísimo 31 en valoración). Con una valoración conjunta tan baja era difícil que los burgaleses pudieran llegar a ganar, y aún así estuvieron a 5 y con posesión a falta de medio minuto
• el Autocid fue muy peligroso en el rebote ofensivo (11 contra 3 del Obradoiro), y solo en el segundo cuarto, gracias al enorme trabajo de Ruffin, pudieron los nuestros dominar dicha faceta. A partir de esas segundas opciones fue como los visitantes pudieron equilibrar la anotación a pesar de sus peores porcentajes de tiro (56-44 en tiros de 2, 29-19 en triples)
• con la igualdad ya comentada, la clave sin duda estuvo en los tiros libres. El Obradoiro estuvo bastante acertado (12 de 15), pero el Autocid enterró cualquier opción de victoria desde los 4.80, con un asombroso (por lo malo) 11 de 28 (¡39 por ciento en libres!)
• BERNARD HOPKINS: enorme. Inteligentísimo en todo momento, supo aprovechar cada opción en ataque y sumar en defensa con rebotes, robos y gran trabajo sobre Tillman. Partidazo de BHop, liderando al equipo con su experiencia y saber estar. 11+5+1+3, con 2 tapones, para 19 de valoración
• ANDRÉS RODRÍGUEZ: bien de inicio, bravo en defensa y muy espeso durante toda la segunda mitad. La defensa visitante lo tenía muy bien estudiado y Andrés se comió varias posesiones sin encontrar soluciones. 5+2+3+4, con 3 pérdidas, para 9 de valoración
• TUKY BULFONI: espectacular primer cuarto del capitán, clarividente en ataque y excelso en su defensa sobre Downs. En la segunda mitad apenas pudo tirar (y fallar) un par de tiros, pero su trabajo en defensa, con continuas manos y robos decisivos, fue fundamental para la victoria. 16+2+1+2, con 3 triples, para 16 de valoración
• DERON WASHINGTON: sin apenas protagonismo, mal en ataque y con dificultades para frenar a un tipo tan físico como Marcus Vinicius. No se le niega su trabajo y su lucha pero su aportación, sobre todo en ataque, lleva varios partidos por debajo de lo esperado. 2 puntos, 1 asistencia, 1 tapón y 2 pérdidas para -1 de valoración
• LEVON KENDALL: de entrada frenó muy bien a Tillman, aún sin aportar en ataque apenas. Tras el descanso se fue del partido (quizás le influyeron algunos problemas físicos, acabó el partido cojeando) y sufrió (y nos hizo sufrir) con el peligroso Tillman. Noche para olvidar del canadiense. 2+1+2, con 4 pérdidas, para -4 de valoración
• ORIOL JUNYENT: Lorant y él se anularon mutuamente. Una sola canasta en juego (y solo 3 intentos), con eso está todo dicho. Se fajó en el rebote en el último cuarto, llevándose golpes por todas partes pero ayudando al equipo. 3+6+2+1, con 3 pérdidas, para 5 de valoración
• ALBERTO CORBACHO: listísimo, incluso con el sobremarcaje que a estas alturas le hacen todos los equipos de la liga. Supo esperar sus (pocas) opciones de tiro con gran paciencia en el segundo cuarto (2 de 3 triples). Le faltó anotar algún triple en la espesa segunda mitad para redondear su gran trabajo, también en defensa. Cada vez aporta en más cosas distintas (enormes contraataques "a lo Iturriaga"). 10+3+2+1 para 11 de valoración
• MICHAEL RUFFIN: clave en la escapada del segundo cuarto, dominando el rebote en el aro propio con insultante superioridad. Quizás debió haber saltado antes a cancha en la segunda mitad, ante los problemas de Kendall y Junyent. Enorme haciendo lo que se pide de él. 3+10+1, con 3 pérdidas, para 9 de valoración
• ERIC SÁNCHEZ: con problemas en ataque en el segundo cuarto, pero decisivo en la segunda mitad sacando petróleo desde los tiros libres. En un partido tan trabado como el de hoy, supo encontrar su sitio forzando faltas y robando un par de balones clave. 8 puntos, con 6 de 6 en libres y 5 faltas provocadas, para 10 de valoración
• MIQUI FELIU: trabajo generoso en defensa y buenas posiciones de tiro aprovechando el sobremarcaje a Corbacho. Le faltó acertar un par de esos tiros para redondear un buen partido. 0+1+2 para -4 de valoración

Sufrimiento hasta el final, y esto solo es el comienzo. El Autocid burgalés es un hueso muy duro de roer, inferior técnicamente, en cuanto a indivdualidades y en profundidad de banquillo, pero que sabe agarrarse a la cancha con uñas y dientes, y que cuando lleva los partidos a su terreno puede darle un disgusto al más pintado. El Obradoiro supo librarse de la férrea dictadura táctica visitante durante la primera mitad, pero
un frío comienzo del tercer cuarto permitió a los de Casadevall llevar el partido al único campo en que pueden superar a los nuestros: defensa al límite, control de las posesiones y pelea física hasta el final. Los tros libres fueron decisivos, esta vez a nuestro favor, y la deseada primera victoria, que casi siempre resulta decisiva en una serie, cayó del lado obradoirista con mucho trabajo y sin dejar de sentir el aliento del rival hasta el final. El domingo habrá una nueva batalla en la caldera de Sar, que tiene que seguir siendo decisiva para cerrar un 2-0 que se antoja imprescindible para poder ir a Burgos con algo de tranquilidad.

Estadísticas oficiales del partido