miércoles, 21 de octubre de 2020

Cerca de las estrellas (84-77)

Kassius Robertson (foto: ACB)

Un gran Obradoiro peleó hasta el final el partido ante un Real Madrid que no pudo bajar el pistón hasta el minuto final y hubo de exprimir a sus mejores hombres para doblegar a los nuestros por 7 puntos al final. Los de Moncho Fernández le jugaron de tú a tú al Madrid desde el inicio, apoyados en un excelso acierto en el triple que les permitió liderar el marcador con distancias cortas durante los 2 primeros cuartos a pesar de la superioridad de Tavares y Deck en la pintura. Unos minutos alucinantes en ataque de Kassius Robertson, primero con 3 triples seguidos y después con una serie de suspensiones de media distancia que desquiciaron a la defensa local, hasta sumar 21 puntos al llegar al descanso (40-44). El Obra seguía mandando en el tercer cuarto de la mano de los triples de Beliauskas hasta un enorme +8 (42-50), pero la rigurosísima expulsión de Moncho Fernández marcaba un punto de inflexión en el partido, con la subida en la intensidad defensiva blanca y un parcial de 19-4 hasta el final del tercer cuarto (61-54). Todavía pudo el Obra volver a la lucha con su pareja de escoltas al mando hasta un 61-62, pero poco a poco la brutal superioridad bajo el aro de Tavares y el juego en el poste bajo de Deck, mas los triples de Laprovittola, acabaron por vencer la extraordinaria resistencia de un Obradoiro que llegaba empatado hasta los 4 minutos finales pero ya no podía resistir el arreón final del Madrid. Con esta derrota, el Obradoiro se queda en sexta posición con un record de 4-2.

Visita "imposible" del Obradoiro a Madrid para enfrentarse a un Real Madrid que comenzaba con Campazzo, Laprovittola, Deck, Thompkins y Tavares. El Obra, con Daum vestido de corto pero sin intervenir, iniciaba el juego con Pozas, Beliauskas, Czerapowicz, Cohen y Birutis. Deck comenzaba castigando en el poste bajo a Czerapowicz y un rápido cambio de Pozas por Oliver por un problema en su zapatilla derecha, pero los nuestros se sobreponían a la intimidación de Tavares con el triple de Beliauskas, que asistía también en puesta atrás a Cohen. El segundo triple de Beliauskas mantenía al Obra en el partido, y aunque Czerapowicz permitía un robo y canasta fácil rival, Oliver contestaba con otro triple más para poner al Obra por delante (10-11). Cohen se estrellaba contra el muro de Tavares, pero obtenía un gran 2+1 desde el poste bajo. Con Pozas y Robertson en cancha, el canadiense respondía al 2+1 de Llull sobre Pozas con su primer triple de la noche, con el equipo rindiendo con intensidad en defensa y Cohen forzando la falta de ataque de Campazzo. Con Rafa García en cancha por la segunda falta de Pozas, Robertson tomaba el mando del partido con un recital ofensivo ante la impotencia de su defensor Llull, añadiendo otros 2 triples más consecutivos, el segundo un buen tablerazo, que permitían al Obra liderar el marcador en el intercambio de canastas, a pesar del omnipresente Tavares. Birutis asomaba en un partido tan complicado para él aprovechando el regalo de Rafa García para machacar el aro, y el Obra llegaba al final del cuarto de este modo con 2 puntos de ventaja (23-25).

El festival de Robertson seguía en plena efervescencia en los primeros minutos del segundo cuarto. El canadiense asumía el liderazgo ofensivo del Obra, compensando algunas pérdidas evitables del equipo con un recital de fundamentos en 1x1 sobre un Llull incapaz de pararlo. Muñoz sumaba una buena suspensión de 6 metros y el Obra mantenía la igualdad gracias a otro canastón más de un Robertson en estado de gracia. Pozas aguantaba el pulso a Campazzo, robaba en defensa y también asistía para el buen triple del voluntarioso Enoch, mientras Robertson seguía sumando atrás, con robo a Rudy, y sobre todo delante, con otra suspensión brutal más para irnos 5 arriba (33-38). El canadiense volvía a la carga con una penetración a una mano y, a pesar de la inferioridad reboteadora que concedía segundas opciones al Madrid, el Obra terminaba el cuarto a tope con la enésima canasta de un Robertson ya en 21 puntos y con un gran contraataque lanzado por Rafa García para la llegada por el carril central de Birutis en el mate (40-44).

El temido arreón local tras el descanso no aparecía, sino que muy al contrario era el Obra el que resistía el continuo rebote ofensivo rival y encontraba el acierto triplista de Beliauskas por partida doble, para poner a los de Moncho Fernández 8 arriba tras 3 minutos desde la reanudación (42-50). El Obra defendía con éxito y todo iba a pedir de boca, pero en una jugada de escasa trascendencia le caían 2 técnicas consecutivas a Moncho Fernández por unas aparentemente mínimas protestas, con la consiguiente expulsión del técnico obradoirista. Los 2 tiros libres de castigo daban comienzo a un duro parcial local de 14-1, con el Obra chocando ante el infranqueable muro de Edy Tavares y el castigo desde el triple de un Laprovittola infalible (56-51). Un triple de Álex Suárez insuflaba oxígeno a nuestro ahogado ataque, con Robertson asfixiado por la defensa de Taylor, pero la superioridad bajo ambos aros de Tavares no tenía respuesta posible. Un afortunado triple más de Laprovittola cerraba el tercer cuarto con los locales 7 arriba y el Obra contra las cuerdas (61-54).

Robertson iniciaba el último período con su cuarto triple, bien secundado por el quinto triple de Beliauskas para, con 2 tiros libres del propio Robertson, cerrar un parcial de 0-8 que devolvía al Obra la delantera (61-62). Sin embargo, la dureza defensiva del Madrid empezaba de nuevo a imponerse, aunque todavía era Birutis el que machacaba en el pick and roll a pase de Beliauskas. El dúo Deck-Tavares era el que mantenía al Madrid por delante, aunque Pozas clavaba un triple que volvía a igualar el marcador. El milagro ya no parecía tan imposible, sobre todo tras el regreso tras el tiempo muerto de Laso y una falta sobre el intento triple de Cohen, que el israelí aprovechaba anotando los 3 tiros libres para poner 3 arriba al Obra a falta de 5 minutos (67-70). El Madrid sudaba tinta para sacar el partido adelante, pero de nuevo Deck y Tavares castigaban en la pintura, con el caboverdiano imponiendo su gigantesca figura bajo ambos aros. Robertson, atosigado por el marcaje de Taylor, conseguía meterle un buen balón a Birutis para todavía soñar antes de entrar en los últimos 3 minutos (73-72), pero era el canto del cisne. Con Tavares imponiendo su ley, un 2+1 de Laprovittola sobre un Czerapowicz eliminado por faltas en una dura noche para el sueco, dejaba ya pocas opciones de remontada a los nuestros. Pozas todavía buscaba correr e incluso anotar en penetración, pero ya no quedaba tiempo. El Madrid aseguraba el triunfo en el carrusel final de tiempos muertos, con Muñoz cerrando el marcador en bonita bandeja de izquierda. El Obra había dado una grandísima imagen, pero finalmente tenía que hincar la rodilla ante un rival de élite (84-77).

Datos del partido

  • partidazo del Obra. El equipo salió concentrado, se mantuvo en la pelea en todo momento y leyó sus opciones en casi todo momento, llegando con vida a los minutos finales. Solo el impasse de desconcierto tras la descalificación de Moncho Fernández provocó unos minutos de apagón, justo en el mejor momento del equipo, pero aún así el Obra aguantó y regresó, peleando hasta el final por su suerte ante un rival que no pudo relajarse en ningún instante
  • Edy Tavares. Desequilibrante en el basket europeo, el caboverdiano tuvo que jugar 34 minutazos para impedir que el Obra diera la campanada. La inferioridad de los nuestros por dentro fue enorme (36-27 en rebotes), pero el equipo lo compensó con el acierto exterior (50% en triples) y con una lectura de juego más que correcta durante todo el partido. La rotación fue larga (los 11 jugadores tuvieron minutos) y, de no haber tenido enfrente un rival de la talla del Madrid, difícilmente otro equipo con menos recursos habría resistido el buen hacer de los nuestros
  • KASSIUS ROBERTSON: la exhibición anotadora del canadiense en unos minutos mágicos desde el final del primer cuarto hasta el descanso es seguramente de lo más espectacular a nivel individual en la historia del Obra en ACB. Imparable, primero a triplazos y después con brutales 1x1 que llegaron a humillar a Llull, Robertson dio un recital que solo pudo ser frenado con un marcaje exclusivo de un Taylor que frenó el caudal de puntos del canadiense. El Obra se quedó en ese tramo final sin esos puntos, pero a estas alturas hay pocas dudas en cuanto al acierto de su fichaje. 26+0+1 en 27 minutos, para 18 de valoración
  • PEPE POZAS: sigue a enorme nivel, sumando y sumando en ambos lados de la cancha, pleno de confianza y rindiendo a su mejor nivel en los años que lleva en el Obra. Capacidad de liderazgo, intensidad atrás, velocidad en transición y buenas decisiones en la cancha, el malagueño hizo otro gran partido ante rivales de máximo nivel, mucho más allá de los números. 6+4+4 en 24 minutos, para 9 de valoración
  • LAURYNAS BELIAUSKAS: el lituano recuperó el tino en el triple (5 de 7), apareciendo en el inicio del primer y el tercer cuarto para lanzar al equipo. Siempre generando con su bote, cuando se junta en pista con Robertson el ataque del Obra es muy dinámico (y sufre atrás ante aleros fuertes, claro está). Cada vez con mayor confianza en la cancha, más atrevido atrás para robar balones e intentando correr siempre que se puede. 15+1+4+3 en 20 minutos, para 18 de valoración
  • CHRIS CZERAPOWICZ: duro partido para el sueco, que en ningún momento pudo con un Gabi Deck imparable en el poste bajo. Chris se desgastó físicamente para frenar al argentino, pero a costa de no aparecer en ataque y sin tampoco conseguir parar a su rival, acabando eliminado por faltas en el tramo final. 0+5+1 en 19 minutos, para -2 de valoración
  • JAKE COHEN: mejorando mucho en defensa, pero todavía con muchos problemas para aportar en ataque. Se le ve la calidad en muchos movimientos, pero parece faltarle un punto de acierto para acabar de acertar en sus acciones. Si consigue tener la paciencia necesaria (hoy se le vio muy buena actitud), quizás pronto llegue ese salto de calidad que se espera. 8+4 en 27 minutos, para 4 de valoración
  • LAURYNAS BIRUTIS: el partido de hoy eran palabras mayores para Laurynas, que evidentemente se vio superado por el pivot más dominante del basket FIBA, un Tavares que apenas le dio opción. El lituano hizo lo que pudo en ambos lados de la cancha, pero sería injusto exigirle estar al nivel de su par en esta ocasión. Lleva ya un par de partidos atreviéndose con los traps fuera de la zona, sin perderse demasiado y regresando a tiempo a la pintura, algo a valorar para futuros partidos. 9+3 en 30 minutos, para 9 de valoración
  • ÁLVARO MUÑOZ: minutos de rotación correctos del madrileño, aunque con muchos problemas cuando le tocaba ejercer de 3 en defensa. Un par de buenas canastas y el trabajo de equipo habitual en él, que ya es más que suficiente para justificar su buen trabajo en un rol de fondo de rotación como el suyo. 4+2+1 en 14 minutos, para 4 de valoración
  • ÁLEX SUÁREZ: le costó mucho entrar en juego, con varias pérdidas consecutivas y sufriendo en el emparejamiento con el versátil Thompkins, muy superior en físico. Álex clavó uno de sus triples y colaboró, de todas maneras, a alargar la rotación en un partido de tanta exigencia. 3+3+1 en 14 minutos, para 3 de valoración
  • ALBERT OLIVER: cumplió más o menos correctamente en sus minutos en cancha, ayudando con un triple en el segundo cuarto y con menos problemas atrás que en partidos anteriores. 3+1+1 en 11 minutos, para 4 de valoración
  • STEVEN ENOCH: tuvo sus minutos en cancha, aprovechando el descanso de Tavares para hacerse fuerte en el rebote. Ayudó en ataque con un buen triple, dejando de nuevo esa sensación de estar todavía algo (bastante) verde pero tener un gran potencial para desarrollar. Su actitud sigue pareciendo muy positiva, algo muy a valorar. 3+2 en 10 minutos, para 5 de valoración
  • RAFA GARCÍA: muy aseados minutos del joven tercer base del equipo, sin miedo en la cancha y llevando el balón con criterio (2 buenas asistencias a Birutis). 0+2+2 en 5 minutos, para 2 de valoración
Gran imagen del Obradoiro en Madrid. El equipo lo peleó hasta el final, mostró un nivel colectivo e individual muy alto y dejó una impronta de equipo lleno de recursos y muy bien trabajado. Nunca se sabe lo que el futuro puede deparar, pero la verdad es que tras apenas 5 partidos de liga este Obra del cincuentenario tiene una pinta más que buena. Ante la sucesión de partidos de máxima de exigencia de las próximas jornadas, y esperando el regreso de Daum a la rotación, por el momento solo se puede ser optimista con este Obradoiro 20/21.


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