domingo, 21 de abril de 2019

El Obra se complica la vida (101-104)

Nick Spires (foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro dilapidó una renta de hasta 21 puntos de ventaja y a pesar de conseguir forzar la prórroga acabó entregándose a un Fuenlabrada que tuvo fe y encontró premio finalmente. Los de Moncho Fernández dominaron con claridad creciente en la primera mitad gracias al acierto desde el triple, primero con los puntos de Vasileiadis (11 en el primer cuarto) y después con un espectacular Andy Obst que con 14 puntos sin fallo ponía al Obra 21 arriba a falta de 2 minutos para el descanso (50-29). De repente el equipo se paró en seco y enlazó un parcial con el descanso de por medio de nada menos que 2-18 que devolvía la incertidumbre al partido (52-47). Los nuestros recobraron aire de la mano de Brodziansky y Simons, pero el gran partido de un Bellas muy superior a nuestros bases fue acercando a los fuenlabreños hasta casi igualar el partido al comienzo del último cuarto. Con el Obra encontrando solo aisladamente los triples de de Zeeuw y Singler, los visitantes se llegaban a poner 4 arriba a falta de minuto y medio, pero los errores en los tiros libres le dieron a Singler la oportunidad de empatar a falta de 5 segundos y llevar el encuentro a la prórroga (88-88). En ella fue Pako Cruz el protagonista, con 10 puntos, para dar la victoria a los visitantes a pesar de los intentos triples errados finales de Kostas y Simons (101-104). Con esta nueva derrota, la sexta en los últimos 7 partidos, el Obra se queda con un record de 11-17, ya superado por Fuenla y mirando de reojo al dúo de equipos con 8 triunfos.

Partifo de gran importancia para un Obradoiro que se encontraba un ambiente algo desangelado en un Sar que no llegaba a los 4000 aficionados por primera vez en mucho tiempo. El Fuenlabrada, con varias bajas, comenzaba el partido con Rowland, Cruz, Eyenga, O'Leary y González, mientras el Obra lo hacía con Pozas, Vasileiadis, Singler, de Zeeuw y Llovet. La canasta inicial de Max de Zeeuw y el primer triple de Kostas daban paso a la mala noticia de la temprana segunda falta de Nacho Llovet en menos de minuto y medio de juego. Con Spires ya en cancha, seguía siendo Vasileiadis quien tiraba del carro con su segundo triple, ante un Fuenla en el que los tiros libres fallados eran una losa y solo Eyenga parecía estar entonado. Spires se asociaba con Kostas para machacar y nuevamente se colgaba del aro tras irse en el 1x1 de un lentísimo Kravtsov, mientras SIngler culminaba un contraataque tras robo en defensa de Kostas. Brodziansky entraba en juego con una buena canasta en el poste bajo, Spires sumaba un tapón a sus buenos minutos y Kostas su tercer triple para irse ya a los 11 puntos y lanzar al Obra en el marcador. Un triple en la última jugada del cuarto del griego era reboteado por Spires para anotar sobre la bocina y darle una máxima renta de +9 al Obra (24-15).

Solo un par de tiros exteriores del visitante Kemp y el trabajo continuo de Eyenga incomodaban un poco a un Obradoiro en el que Andy Obst entraba en cancha anotando un triple. También Simons debutaba ajusticiando desde los 6,75, mientras Spires sumaba de nuevo en la pintura y Obst penetraba con potencia rompiendo la floja defensa visitante con un 2+1. El rival se deshacía con sus jugadores de rotación ante un Andy Obst inspirado que volvía a penetrar con éxito. Llovet volvía a cancha haciendo aumentar al instante la calidad defensiva del equipo y cazando un balón suelto para anotar bajo el aro, aunque el Obra se precipitaba en varias transiciones seguidas que convertían el partido por unos instantes en un correcalles infructuoso. Simons y Bellas intercambiaban triples, pero Pozas regresaba con un robo, Brodziansky con una canasta en el poste bajo y Obst continuaba su exhibición culminando una rápida transición con un triple para poner al Obra 21 arriba (50-29). Y, de repente, el apagón llegaba: Llovet cometía su tercera falta en el siguiente ataque rival y comenzaba una insospechada cuesta abajo y sin frenos. En menos de 2 minutos el Obra perdía balones, rebotes y los papeles, concediendo un parcial de 0-7 comandado por Rowland que al menos parecía parar la bocina que señalaba el descanso (50-36).

Con Rowland continuando lo comenzado en los minutos previos, el Obra solo encontraba un par de tiros libres de Llovet y se volvía a quedar congelado. El catalán cometía su cuarta falta en un rebote ofensivo de Kravtsov que terminaba en 2+1 del ucraniano, y con Nacho ya en el banquillo, el parcial fuenlabreño crecía aún más con el despertar anotador del mexicano Cruz y el empecinamiento de los nuestros en jugársela sin éxito desde el triple. Tras casi 4 minutos de agonía en la pista, el tiempo muerto de Moncho Fernández llegaba tras acumular un parcial desde el ya lejano +21 de nada menos que 2-18 en 5 minutos y medio de juego efectivo (52-47). El Obra reaccionaba buscando por fin algo de juego interior y encontraba primero a Brodziansky y, tras un triple de Simons, de nuevo al eslovaco para un buen 2+1 en la pintura para volver al +11 (60-49). Los visitantes resistían con los puntos de Rowland y Cruz, aunque Brodziansky por dentro y Simons de nuevo en el triple mantenían la sólida renta local rondando el +10. El equipo seguía concediendo el intercambio de canastas con demasiada facilidad y la diferencia reboteadora seguía creciendo a favor del rival, pero con otra nueva canasta de Brodziansky todavía llegaba 7 arriba al final del tercer cuarto (69-62).

Fuenla apretaba todavía más y se ponía a 3 en poco más de un minuto del último período, con Obst incapaz de volver a anotar tras sus 14 puntos del segundo cuarto (69-66). Sar suspiraba incrédulo ante los acontecimientos, pero Max de Zeeuw salía al rescate con un triple en medio del marasmo ofensivo del Obra. Sin embargo, Bellas se había hecho con el mando total del partido y hacía y deshacía a su antojo, anotando y haciendo anotar a sus compañeros, mientras el Obra seguía aumentando sus pérdidas y el agujero del rebote adquiría proporciones cósmicas. Lo impensable llegaba con todavía algo más de 7 minutos por delante y el Fuenla se ponía 1 arriba tras un par de libres de Kemp tras una dura falta de Pozas a González después de una pérdida más (72-73). El Obra recurría a Llovet para arreglar el desaguisado y un par de triples de Singler y de Zeeuw permitían un respiro (78-73). Faltaban los puntos de un Kostas que no había vuelto a anotar desde sus 11 del primer cuarto, y con Fuenla de nuevo apretando el marcador Llovet se llevaba con bravira un rebote de ataque y asistía para el triple de Singler. La respuesta visitante por partida doble desde los 6,75 dejaba helada a una caldeira que intentaba animar a pesar de todo, pero que veía cómo el equipo se empeñaba en triples errados y se veía 4 abajo a falta de minuto y medio tras otra diablura de Rowland (81-85). Llovet se echaba al equipo a las espaldas y anotaba en conexión con Simons, mientras un luchador Singler robaba y recibía falta, pero solo anotaba uno de los libres. Rowland volvía a romper nuestra defensa con otra suspensión corta para poner 3 arriba a los suyos con solo medio minuto (84-87). Singler recibí falta pero esta vez sí anotaba sus 2 libres, cosa que no hacía Pako Cruzm dejando al Obra 2 abajo con 20 segundos para jugar. Sàbat atraía la ayuda defensiva y doblaba para que Singler anotara solo bajo el aro, y la última jugada visitante se quedaba en nada al errar Bellas el triple lateral (88-88). La prórroga sabía bien a pesar de todo.

Un triple de Andy Obst daba ánimos al obradoirismo en el inicio de la prórroga (91-89), pero solo era un espejismo. Pako Cruz tomaba la responsabilidad y clavaba su primer triple del partido, y aunque Spires culminaba con un mate una buena jugad de pases interiores con Llovet las llaves del juego ya eran del mexicano del Fuenla. Llovet tiraba de galones al máximo y robaba en defensa para anotar bajo el aro en el siguiente ataque y empatar con algo más de 2 minutos por delante y todavía Simons clavaba un triple para darle una ventaja efímera a los nuestros a menos de minuto y medio (99-98), pero el enésimo rebote ofensivo rival era doblado por Kravtsov para el triple lateral de un Cruz enrachado que esta vez sí era una puñalada casi definitiva para nuestras maltrechas huestes. El intento de respuesta de Simons desde los 6,75 no entraba y de nuevo Cruz penetraba por el lateral para dejar una bombita que caía sobre la línea de flotación del Obra y lo hundía ya irremisiblemente con solo 20 segundos de margen (99-103). Spires anotaba sus 2 libres tras recibir falta y Rowland todavía nos daba una última oportunidad al fallar uno de los suyos, pero los intentos a la desesperada de Kostas y Simons no entraban y el Obra caía finalmente en uno de los partidos más deprimentes del equipo en los últimos tiempos (101-104). Tocaba empezar a mirar hacia abajo tras muchos meses de tranquilidad clasificatoria.

Datos a destacar

  • derrota dolorosa por el modo de producirse. Con todo controlado y un rival muy disminuido en la cancha se pasó de un +21 a 2 minutos del descanso a un +5 tras 3 minutos y medio del tercer cuarto. El equipo desapareció cuando lo tenía todo a favor y ya solo aguantó a base de garra y esfuerzo, pero únicamente tirando de aciertos aislados en el triple y poco más. La prórroga solo añadió 5 minutos más de sufrimiento a un equipo que otra vez pareció no saber leer la situación del partido en cuanto dejaron de entrar los triples
  • otra vez el desequilibrio dentro/fuera: 38 tiros de 2 por ¡40 intentos triples! Y no hubo un mal porcentaje de acierto en el triple (40%), pero el equipo se olvidó de buscar balones por dentro una vez más. Solo unos minutos de Brodziansky que permitieron al equipo recuperarse en el tercer cuarto, pero de nuevo se regresó al pimpampum desde los 6,75, con escaso éxito
  • agujero negro en el rebote ante el peor equipo en dicha faceta de la competición. Brutal 31-45, con nada menos que ¡13 rebotes ofensivos! de Fuenlabrada. Las pocas pérdidas compensaban esa carencia hasta que poco a poco se fueron igualando (10-15 al final, a pesar de todo), pero con los pocos minutos por culpa de las faltas de Llovet el equipo fue un coladero por dentro
  • la defensa de los pequeños del Fuenla nunca se ajustó bien. Entre Rowland, Bellas y Cruz nos metieron la friolera de 60 puntos, casi siempre en jugadas individuales cortando y rompiendo en bote. Demasiadas concesiones a un rival que aprovechó la oportunidad que le dieron los nuestros de revivir cuando lo tenían todo perdido
  • NICK SPIRES: tuvo muchos minutos forzado por las faltas de Llovet y, con sus limitaciones, cuajó un buen partido. Jugó con dureza en ambos lados de la cancha, se entendió bien en varios 2x2 con sus compañeros y aguantó el tipo atrás a pesar de sus habituales problemas para cerrar el rebote. El sueco dio un paso adelante y la derrota no es en absoluto debida a su rendimiento en el partido. 13+4 en 27 minutos, con 2 tapones, para 16 de valoración
  • PEPE POZAS: correcto en su primera intervención, sin acertar en varios tiros forzados por la bocina de final de posesión (0 de 7 en tiros al final) pero sin perder balones y defendiendo a buen nivel. Todo empeoró con su regreso al final del segundo cuarto y la continuación tras el descanso, dominado por un Bellas estelar y sin poder dirigir con orden al equipo en ataque. Partido flojo del malagueño, las cosas como son. 0+4+3+3 en 19 minutos, para 1 de valoración
  • KOSTAS VASILEIADIS: un muy buen primer cuarto, con 3 triples y buscando balones interiores, y a partir de ahí la nada. El griego no volvió a anotar, los pocos tiros que pudo hacer fueron malos (incluso el que podía haber forzado la segunda prórroga era relativamente cómodo para él) y en defensa las pasó moradas ante un Cruz más rápido y fuerte que él. La lesión le cortó el ritmo y el equipo echa en falta su juego. 11+2+2+2 en 25 minutos, para 7 de valoración
  • KYLE SINGLER: intenso en ambos lados de la cancha, pero desacertado en los tiros cortos (quizás le faltó paciencia en algún 1x1 de espaldas en el poste bajo). Dura pelea con Eyenga que acabó equilibrando, y un par de triples con el equipo atascado para al menos llegar con vida hasta la prórroga. Luchó con todo hasta el final (máximo reboteador del equipo), pero sin demasiada suerte. 13+5 en 26 minutos, con 5 faltas provocadas, para 13 de valoración
  • MAX DE ZEEUW: salió de titular y empezó con una canasta, pero no acabó de funcionar atrás del todo bien, en especial en el rebote. Con esos problemas defensivos, al menos mostró coraje para pedir balones y anotar un par de buenos triples en la reacción del cuarto período, pero sus lagunas atrás le quitaron continuidad. A pesar de todo, poco a poco va entrando en el equipo tras una temporada aciaga. 10+1+2 en 17 minutos, para 5 de valoración
  • NACHO LLOVET: la sensación de que con el catalán en cancha durante algo más de tiempo las cosas habrían sido muy distintas es más que notoria. Castigado por la rigurosidad de las faltas, Nacho apenas pudo disputar un cuarto de hora (+2 con él en juego sin estar en la racha buena del segundo cuarto), casi todo en un tramo final del partido en el que se echó al equipo a sus espaldas. Su trabajo atrás (el único que parecía saber bloquear un rebote), forzando 2x1 y subiendo la intensidad colectiva del equipo, vino acompañado por lo poco positivo en ataque en ese tramo final, buscando los 2x2 y cargando el rebote de ataque con éxito. Le faltó tiempo para poder ayudar más. 9+2+2 en 16 minutos, con 5 faltas provocadas, para 14 de valoración
  • BEN SIMONS: anotó sus triples (5 de 9), sufrió atrás pero mantuvo el tipo (eso sí, rebotes no se le pueden pedir porque no los da) y apareció sin miedo cuando más quemaba el balón, aunque sin suerte en los tiros finales. El norteamericano cumplió con su papel en el equipo un día más. 15+2+1 en 28 minutos, para 13 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: no aportó anotación pero sí buscó asistir a sus compañeros en los pocos minutos que se movió bien el balón, y sin cometer demasiadas pérdidas. En defensa fue otro cantar, y al igual que Pozas se mostró impotente ante la pareja de bases rival, que dominaron el juego a placer a partir del final del segundo cuarto. Aún así, los mejores minutos del Obra en esta ocasión fueron bajo su mando (+6 con él en cancha). 0+1+8 en 26 minutos, para 4 de valoración
  • VLADI BRODZIANSKY: partido agridulce del eslovaco. Cuando se le metieron balones dentro (sobre todo en la reacción del tercer cuarto) encontró su sitio en el poste bajo y produjo en ataque con cierta facilidad, pero atrás nunca encontró el punto y fue uno de los responsables del destrozo en el rebote defensivo. Otro de los que lleva varias semanas por debajo de su nivel anterior, y el equipo lo sufre mucho. 13+4+1 en 24 minutos, con 4 faltas provocadas, para 14 de valoración
  • ANDY OBST: fulgurante aparición en el segundo cuarto, metiéndolo todo y lanzando al equipo a las alturas con 14 puntazos sin fallo. Y, como ya viene siendo habitual en él, en un mismo partido puede alternar lo mejor con la nada más absoluta. El alemán desapareció de la cancha en la segunda mitad, además sin acabar de centrarse en la faceta defensiva (varios 1x1 en los que salió perdiendo), con el único chispazo aislado del triple al inicio de la prórroga. Talento sobrado, irregularidad extrema. 17+0 en 16 minutos, para 12 de valoración
  • TRYGGVI HLINASON: poco más de un minuto en el que el islandés estuvo desastroso. Se dejó llevar un par de rebotes, mandó un pase de fondo a la grada y provocó el ataque de nervios de su entrenador en apenas un puñado de segundos de participación. Mejor correr un tupido velo (-7 con él en cancha). Estadística a 0 en 1 minuto, para -1 de valoración
El Obradoiro regaló un partido que llevaba bien manejado y se vino abajo de una manera lamentable. Era el día para certificar casi del todo el gran objetivo de la temporada, pero el Obra se complica la vida y se deja superar por otro rival directo. Los puestos de descenso todavía están relativamente lejos, a 3 partidos de distancia, pero las sensaciones del equipo en las últimas semanas están empezando a ser preocupantes. Aún no toca rasgarse las vestiduras y hay mucho margen para terminar el curso sin agobios, pero el partido de la próxima jornada en San Sebastián va a traer mucha mayor tensión para los nuestros de la que se habría imaginado cualquiera hace apenas un par de semanas. Mantengamos la cabeza fría.


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