lunes, 22 de octubre de 2018

Misión imposible (73-86)

Vladi Brodziansky (foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro no tuvo opciones de siquiera competir por el triunfo ante un Real Madrid que ejerció su papel de apisonadora y no dio resquicio alguno a la sorpresa. Los de Moncho Fernández solo aguantaron la igualdad durante los primeros 7 minutos (13-13), momento en el cual los blancos empezaron a acertar en ataque se fueron con un parcial de 0-10 de la mano de Randolph y Yusta (13-23). El Obra intentó mantenerse en pie con el buen trabajo en ataque de Brodziansky y Obst (21-26), pero la enorme superioridad de la rotación visitante, con un estelar Felipe Reyes, rompió el partido ya antes del descanso tras otro duro parcial de 0-12 (21-38), llegando incluso a alcanzar el +20 a pesar del acierto en el triple de Andy Obst, en su mejor partido con el Obra (17+2+3+2 para 19 de valoración al final). Con 17 abajo al descanso (36-53), el equipo local intentó cambiar su suerte en vano tras el paso por los vestuarios, impotente ante la clara superioridad rival y sin poder bajar del entorno de los 20 puntos de diferencia a pesar del esfuerzo de los jugadores. En los últimos minutos los madridistas se relajaron y permitieron a los nuestros rebajar las distancias con un buen Spires y de nuevo un Obst deseoso de aprovechar sus minutos en cancha, con un parcial de 13-3 que dejó el marcador final en una honrosa derrota por 12 puntos (73-86). Con este resultado el Obradoiro se queda metido en el amplio grupo de equipos con un record de 2-3 que van desde el octavo al decimoquinto puesto.


Entrada bastante alejado del lleno en Sar para un partido de campanillas ante el campeón español y europeo, un Real Madrid invicto desde junio que dejaba fuera de la convocatoria a Llull, Ayón y Taylor, comenzando el partido con Campazzo, Causeur, Yusta, Randolph y Tavares. El Obradoiro partía de inicio con Pozas, Navarro, Vasileiadis, Llovet y Brodziansky. El partido comenzaba equilibrado, con el Obradoiro aguantando en un ritmo bajo de anotación a un rival todavía frío. El imponente Tavares obligaba a los nuestros a alejarse tanto del aro que al final habían de recurrir a lanzamientos triples de jugadores con bajo acierto. Solo la brega de un Llovet que robaba un rebote ofensivo para irse en velocidad de las manazas del caboverdiano y el trabajo valiente en ambos lados de la cancha de Brodziansky le daban aire a un Obra que sufría pero todavía manteneía el marcador igualado. Bastaban un par de buenos tiros de un hasta entonces desfortunado Randolph para dar las primeras ventajas al Madrid, aunque Vasileiadis y Brodziansky, con sendos triples, devolvían la igualdad al marcador (13-13). El griego sufría en ataque para poderse levantar y tirar, pero todavía más en defensa ante el primer paso en penetración de un Yusta que se le iba con demasiada facilidad y por encima anotaba un triple para dar inicio a un rápido 0-10 para los suyos, con Randolph de nuevo castigando como 4 abierto a nuestra defensa (13-23). El segundo triple de Vasileiadis cortaba la sangría por unos momentos, y un triple más del recién incorporado a la cancha Andy Obst cerraba el cuarto con el Obra todavía en partido (19-26).

Brodziansky seguía luchando y produciendo en su desigual duelo con el gigante Tavares al inicio del segundo cuarto (21-26). Era, sin embargo, el momento de la rotación, y ahí el Madrid no tiene rival. Rudy Fernández daba inicio a la masacre con un triple y un robo cortado por Singler con una antideportiva, jugada que le costaba 5 puntos al Obra tras los tiros libres del mallorquín y un triple de Carroll en el ataque siguiente. Max de Zeeuw entraba en pista de la peor de las maneras posibles, aturullado en ataque y destrozado en defensa por un Felipe Reyes que daba en un par de minutos una lección magistral más de tantas y tantas en su longeva carrera. El cordobés impulsaba a los suyos hasta un parcial de 0-12 que dejaba al Obra ya herido de muerte (21-38). Los nuestros tampoco acertaban en los triples y se veían impotentes ante la defensa blanca, con solo una canasta aislada de Singler como escuálida respuesta, mientras el Madrid seguía demostrando su inabarcable calidad de la mano de Reyes y de otro triple de Carroll para el +20 tras apenas 4 minutos del cuarto (23-43). Andy Obst fallaba en el triple, pero conseguía una bonita penetración que parecía quitarle los complejos de encima y se echaba al equipo a las espaldas con ganas y acierto. 2 triples consecutivos del alemán y un tiro libre de Hlinason bajaban la desventaja a 12 puntos (34-46), coincidiendo con el regreso a cancha de Llovet por el desafortunado de Zeeuw. El empuje obradoirista no daba para más ante un Madrid que gestionaba bien los tiros libres para mantener las distancias sin demasiadas exigencias, a pesar de otra buena acción en la pintura de un Brodziansky siempre activo. Un mate de Deck en la última jugada del cuarto dejaba el marcador con un +17 visitante que dejaba pocas dudas respecto al desenlace final (36-53).

El Obra intentaba cambiar la dinámica del encuentro a la vuelta de vestuarios, pero no había manera. Singler abría las hostilidades con un buen tiro, pero Tavares volvía castigando bajo aro y el Obra no conseguía un acierto continuado en ataque ante un rival que a la mínima ejecutaba sin compasión desde el triple. Brodziansky recibía falta en su intento triple para anotar 2 de los 3 libres, y Llovet anotaba por fin desde los 6,75 tras estar flotado durante todo el partido por Tavares para bajar a -15 (43-58). El catalán porfiaba por balones y forzaba faltas, pero tampocoa certaba desde la línea de libres y el esfuerzo suyo y del equipo chocaba contra la evidencia de la superioridad de un rival que mantenía su margen de puntos estable sin muchos problemas. Brodziansky seguía mostrando destellos de calidad en ambos aros y Nacho Llovet no se rendía, pero Felipe Reyes regresaba para seguir anotando y sacando faltas como en las últimas 2 décadas y el Madrid estaba de nuevo 20 arriba a pesar de los vaivenes arbitrales que cortaban el ritmo de juego y afeaban el espectáculo por completo (47-67). Nick Spires saltaba con ganas a la cancha, anotando tras rebote ofensivo y peleando con bravura en defensa, mientras Pepe Pozas se vaciaba físicamente y se lanzaba por balones perdidos. Vasileiaidis escenificaba la impotencia de los nuestros reclamando faltas en medio del desconcierto arbitral, con técnica a Moncho Fernández incluida, mientras el intercambio de tiros libres del final de cuarto dejaba todo igual, con el Madrid 19 arriba a falta de 10 minutos (52-71).

Felipe Reyes seguía a lo suyo para el +21 visitante, ante un Obradoiro que intentaba mantener la cabeza alta pero que no encontraba acierto en sus por otra parte farragosos ataques. Stephens anotaba un triple en su primera acción en la cancha, pero Campazzo respondía con la misma moneda y el descentrado Max de Zeeuw era eliminado por faltas entre las protestas generalizadas de una afición que descargaba su ira contra el trío arbitral con más frustración que razones reales. El segundo triple del voluntarioso Stephens apenas cambiaba nada entre el griterío de la grada ante cada decisión arbitral, y otro secundario habitual como Spires también aprovechaba con fuerza y acierto sus minutos en la cancha para darle mejor cara al equipo. Insuficiente, empero, para llegar tan siquiera a rebajar las diferencias en el marcador, que ascendían a los 23 puntos de la mano de los novatos visitantes Deck y Prepelic (60-83). Spires seguía produciendo en ambos aros, sin bajar los brazos ante la adversidad, y Obst retornaba a la pista con otro triple más al que se sumaba el de Sàbat . El Madrid se relajaba descaradamente con un quinteto extraño sin bases, y el Obra seguía trabajando para encontrar una bonita penetración con 2+1 del esforzado Obst, que culminaba un parcial de 11-0 para rebajar a 12 la diferencia con algo menos de 3 minutos por jugarse (71-83). Evidentemente, aquello era más ficticio que real, por lo cual un toque de atención de Pablo Laso era suficiente para devolver a pista a Campazzo y gestionar más controladamente los compases finales del partido. El Obra había pasado sin grandes daños el peaje de enfrentarse al seguramente mejor equipo de Europa y cerraba el partido con un decoroso -13 a la espera de partidos más asequibles (73-86).

Datos a destacar

  • no hubo color. Superioridad indiscutible del Madrid de principio a fin, sin opción para los nuestros de pelear el partido en ningún momento. 70-104 en valoración, 33-46 en rebotes, ante un rival que en realidad apenas pisó el acelerador más que en momentos puntuales (Randolph jugó 10 minutos, Rudy 15, Tavares 14). Era un partido imposible y en esta ocasión no hubo resquicio al milagro
  • para hacer frente al Madrid hacía falta un día muy inspirado en ataque y el Obra no lo tuvo. Con Kostas bien defendido, sus compañeros tuvieron que lanzar triples en cantidad pero con bajísimo acierto (solo Obst y Stephens al final). El Obra tiró más de 3 (34) que de 2 (29), sobre todo al principio (4 y 12 en el primer cuarto), anulado por dentro por el enorme Tavares
  • una vez más, el equipo no bajó los brazos ante lo evidente, y los menos habituales tuvieron el premio de destacar en los minutos finales aprovechando su oportunidad. No es lo mismo perder por 13 que por 30 o 40 puntos, y en ese sentido los daños de perder ante un rival que no dio opción fueron bien minimizados
  • ANDY OBST: su esfuerzo y su trabajo no encontraban acierto en ataque, pero después de un par de errores en el triple el alemán se desató y demostró que, a poco que sepa ser consistente y regular, tiene condiciones para ser un jugador importante en el Obra. Buenos triples (4), penetraciones, pases y robos, y sobre todo mucha y muy buena actitud en ambos lados de la cancha. Sin duda, un partido para establecer un punto de inflexión. 17+2+3+2 en 20 minutos, para 19 de valoración
  • PEPE POZAS: le puso ganas en todo momento, pero su esfuerzo no vino acompañado del acierto. Buscó bien a Brodziansky pero sufrió en ataque ante la falta de recursos interiores ante Tavares. En defensa peleó y aguantó bien a Campazzo, pero sin obtener fruto a todo su esfuerzo físico. 1+2+5 en 21 minutos, para 3 de valoración
  • DAVID NAVARRO: salió de titular, pero no tuvo acierto en sus escasos intentos ofensivos. En defensa ayudó en el cierre del rebote ante los gigantes madridistas y aguantó como pudo al peligroso Causeur, pero desapareció del equipo tras ese comienzo del partido. 0+3+1 en 10 minutos, para -1 de valoración
  • KOSTAS VASILEIADIS: muy marcado y sin apenas poder lanzar sus tiros, en el primer cuarto todavía pudo encontrar un par de chispazos para clavar sendos triples, pero en defensa sufrió horrores ante la velocidad de Santi Yusta. Tras la reanudación se descentró en protestas y reclamaciones a los árbitros, sin ver aro ni poder asistir a sus compañeros, y no merecía la pena desgastarlo con más minutos en cancha de los necesarios. 8+1+1+2 en 18 minutos, para 6 de valoración
  • NACHO LLOVET: voluntarioso y sin miedo a nada, el catalán se frustró con esos triples flotados descaradamente por sus pares que no entraron de inicio. Llovet porfió por rebotes en ambos aros, sacó un par de penetraciones por velocidad y valentía y no se quiso rendir a pesar de la evidente frustración ante la superioridad rival. 7+5+2 en 24 minutos, para 8 de valoración
  • VLADI BRODZIANSKY: a pesar de algún momento de bisoñez (esa antideportiva tonta en la primera mitad), el eslovaco volvió a cuajar un partido más que esperanzador. Peleó bajo ambos aros, se fajó ante las torres rivales y mostró buenas maneras en ataque con velocidad y algún movimiento interesante. Sacó faltas, no se escondió para buscar sus opciones en ataque y no se rindió hasta el final. Muchos minutos y muy bien aprovechados. 14+6+1 en 29 minutos, con 7 faltas provocadas, para 19 de valoración
  • KYLE SINGLER: se le ven buenas maneras pero todavía no acaba de soltarse. El norteamericano hizo un par de buenas penetraciones, le faltó acierto exterior jugando como 3, y dejó entrever que tiene mucho camino por recorrer todavía. Aún tiene un margen grande para ir creciendo y soltándose en la cancha. 8+1 en 18 minutos, para 1 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: se comió los minutos duros del segundo cuarto en los que la rotación blanca reventó el partido, y aunque en esta ocasión el catalán no perdió balones tampoco pudo encontrar buenas opciones de ataque para sus compañeros. El parcial final del equipo también fue con él en pista, sufriendo ante los chispazos de Campazzo pero manteniendo el tipo. Partido gris, sin muchos altos ni bajos. 3+1+3 en 18 minutos, para 6 de valoración
  • KENDALL STEPHENS: tardó en tener su oportunidad en la cancha pero cuando entró lo hizo con ganas y acierto. Un par de buenos triples, actividad en defensa y ataque, deseos de agradar y minutos bien aprovechados. Meritorio trabajo del chaval, que con una situación complicada en las últimas semanas sigue queriendo trabajar y hacer bien las cosas. 6+3+2 en 14 minutos, para 7 de valoración
  • NICK SPIRES: lo mismo se puede decir del sueco, que saltó a la cancha con ganas y fue de lo mejor en el tramo final del encuentro. Corrió, saltó, reboteó y aportó bajo el aro (4 de 5 en tiros de campo). Quizás se esté ganando subir algún puesto en la rotación interior del equipo. 8+4+1 en 13 minutos, para 10 de valoración
  • TRYGGVI HLINASON: el caso contrario. Otra vez despistado en la cancha, perdido en sus acciones en ambos lados de la cancha y mostrando una lentitud exasperante en todas sus acciones. Le está costando mucho y sus minutos siguen bajando, incluso en partidos como este. Mucho camino que recorrer y mucho por trabajar para el islandés. 1+2 en 8 minutos, para -3 de valoración
  • MAX DE ZEEUW: un pequeño gran desastre. El belga fue literalmente destrozado por el gran Felipe Reyes en un par de minutos, cargándose de faltas y de impotencia ante el genio del cordobés. Cuando saltó a la cancha en el cuarto período cayó de nuevo en la misma trampa y se fue eliminado por faltas sin haber hecho nada positivo en la cancha. Esperemos recuperar al jugador del primer partido en próximas semanas. 0+1 en 7 minutos, para -6 de valoración
El Real Madrid demostró en Sar que ahora mismo no concede resquicio a la sorpresa ni siquiera jugando a medio gas y con varios jugadores clave descansando en sus casas. Para el Obradoiro fue simplemente imposible plantar cara a los merengues, y bastante hicieron con no bajar los brazos y seguir peleando con dignidad hasta el final del partido. Hace mes y medio todos habríamos firmado llegar a la quinta jornada con este record de 2-3, y ahora comienza un tramo del calendario en el que los enfrentamientos ante rivales directísimos por eludir el descenso van a marcar el devenir a medio plazo del equipo. El viaje a Lugo y la visita de un Gipuzkoa que empieza a oler a LEB Oro han de ser ocasiones propicias para seguir sumando de cara a evitar complicaciones futuras. Ahí es donde el Obra se juega realmente la temporada, y tras haber pasado el doble viaje canario y 2 rivales de élite en Sar la situación clasificatoria es más que positiva.


0 comentarios:

Publicar un comentario