domingo, 29 de abril de 2018

Thomas guía al Obra hacia la meta (93-96)

Matt Thomas (foto: ACB FotoClick)

De la mano del mejor Matt Thomas de la temporada (30 puntos y 34 de valoración al final, ambos records personales), el Obradoiro sufrió terriblemente en un final dramático pero acabó certificando la duodécima victoria de la fase regular en la difícil cancha de Andorra. En un partido de anotación muy alta y defensas flojas, los de Moncho Fernández tuvieron desde el principio a su favor el espectacular trabajo ofensivo de un Matt Thomas imparable, que con 11 puntos sin error le daba una ventaja de 8 al Obra tras poco menos de 8 minutos de juego (17-25). Los locales se reenganchaban al partido con un parcial de 12-0 hasta los primeros instantes del segundo periodo, con Jaime Fernández como protagonista (29-25), en la peor fase del partido para los nuestros. La mala defensa del Obra, incapaz ante el alto ritmo de balón imprimido por Albicy y Fernández (30 puntos encajados en el cuarto) y masacrada por el gran acierto triplista local, ponía a los nuestros hasta 11 abajo aunque un triple final de Thomas dejaba la desventaja en 8 puntos en el descanso (56-48). Los nuestros siguieron viviendo al filo de la navaja durante buena parte del tercer cuarto, pero un 0-7 liderado por Simons devolvía al equipo a la pelea (67-65), llegando a empatar el partido tras un triple del alero norteamericano (72-72). Un par de triplazos de Thomas, el segundo de ellos increíble, ponían al Obra por fin por delante a falta de 6 minutos (82-84), en los mejores minutos defensivos del equipo, y a partir de ahí los de Moncho Fernández fueron asentando poco a poco su liderazgo hasta ponerse 6 arriba tras un palmeo de Pustovyi a falta de minuto y medio (86-92). Los nervios en los tiros libres y le presión desesperada local llegaron a poner en peligro el triunfo obradoirista a falta de 20 segundos (91-92), pero Simons y Thomas certificaron la victoria desde la línea de 4,60 y certificaron de manera casi definitiva la permanencia en la ACB (93-96). El Obradoiro se queda ahora con un record de 12-18, con el cual solo una casi imposible combinación de resultados podría llevarlo al descenso.

Con la baja conocida de Bendzius y la de última hora de Laksa llegaba el Obradoiro a una cancha complicada pero de buenos recuerdos en el pasado (la salvación de la temporada 15/16) como era la de Andorra. Cancha también especial para un David Navarro que recibía el homenaje de la que fuera su afición durante las pasadas temporadas. Los locales comenzaban el partido con Albicy, Blazic, Walker, Sanè y Diagne, mientras en el Obradoiro lo hacían Sàbat, Thomas, Simons, Llovet y Pustovyi. Thomas abría el marcador con el primer triple de la noche, aunque Albicy rompía con facilidad para asistir a sus compañeros y añadía un robo al propio Thomas para anotar en contraataque. El Obra reaccionaba de la mano de Simons, muy acertado en el tiro, y el partido se convertía en un toma y daca con muchos puntos y poca defensa. Lo que daba Simons en ataque lo quitaba en defensa, con Walker sumando con demasiada facilidad y un intento de defensa zonal rápidamente fracasado por parte obradoirista. Llovet aprovechaba missmatches ventajosos para anotar en el poste, con Sàbat destacando en el pase. La segunda falta de Pustovyi lo llevaba al banco prematuramente, pero el Obra volvía a castigar con un triple fácil de Sàbat y, a pesar del acierto de Walker desde la larga distancia, encadenaba un tremendo parcial de 0-8 de la mano de un Matt Thomas infalible en el tiro que destrozaba a un buen defensa como Blazic. 3 tiros libres tras sacarle la falta en el triple a Walker y un gran 2+1 en penetración sobre Diagne, acompañados por otra buena canasta de Llovet jugando de espaldas ponían el Obra 8 arriba (15-23). El 21 del Obra se iba a descansar tras anotar 11 puntos de salida y el equipo perdía toda la fluidez anotadora de golpe, perdido en triples errados y algún fallo increíble bajo aro de Spires, con lo cual la renta adquirida previamente se esfumaba en este final de cuarto. Jaime Fernández dominaba el juego con sus pases y sus movimientos, y con un par de libres sobre la bocina final colocaba por delante a los suyos (26-25).

El parcial en contra seguía abierto en el inicio del segundo cuarto, con Jaime Fernández castigando de nuevo, ahora desde el triple, a un Pozas que no encontraba su lugar en el partido. El 12-0 local (29-25) era cortado por fin con un triple frontal de Llovet y un par de tiros libres anotados por parte de Pozas, pero el equipo sufría mucho en defensa ante el eléctrico Fernández. El Obra se veía desbordado y recibía canasta casi en cada ataque local, mientras que se atascaba ofensivamente sin encontrar buenas opciones, con la excepción de una buena asistencia de Corbacho para la continuación de Radovic. Con el montenegrino sosteniendo con dificultades a los nuestros en anotación, el regreso a cancha de Matt Thomas, con otro triple más, daba aire a nuestro agobiado equipo, pero el problema seguía estando en la defensa. Una gran canasta de Radovic posteando no era suficiente en los mejores minutos anotadores de Jelínek, y los locales se iban en el marcador poco a poco con un acierto enorme en el triple. La vuelta de Pustovyi le daba al Obra puntos bajo el aro tanto de libres como tras rebotear en ataque, pero un par de pérdidas ofensivas de los nuestros y la catarata de puntos sin freno de los locales, sin respuesta defensiva efectiva del Obra, elevaba peligrosamente la ventaja local a 11 puntos tras un triple más, este de Sanè (56-45). Thomas salía al rescate librándose del pegajoso Albicy para clavar en solitario un triple más que cerraba el marcador en este segundo cuarto con el Obra 8 abajo (56-48).

El Obra caminaba por senderos peligrosos tras la vuelta de los vestuarios, intercambiando canastas y rondando siempre el -10 en el marcador. Sàbat asistía a un gran alleyoop de Pustovyi y Thomas salvaba otro momento de 11 abajo con su cuarto triple de la noche, pero Walker y Blazic seguían castigando una defensa que siempre llegaba tarde y sobre todo concedía grandes ventajas en penetraciones frontales. El Obra resistía gracias a que en ataque movía bien el balón y encontraba buenas opciones, ahora con Llovet anotando a pase de Thomas, pero el ritmo de juego era de los locales, muy cómodos con este tipo de partido tan abierto. Las 3 faltas de Pustovyi devolvían a cancha a un Spires que sufría en defensa ante el físico de Iverson, con Thomas sumando más puntos con una suspensión de 5 metros para salvar la cara al equipo. El Obra seguía 9 abajo (67-58), pero fin encontraba una racha positiva a partir de un tapón de Radovic que daba paso a un parcial de 0-7 que lo devolvía a la batalla, con Spires palmeando la entrada de Radovic y Simons anotando por partida doble, desde los 6,75 en transición y bajo aro a pase de Thomas, mientras en Andorra comenzaba el calvario desde la línea de libres (67-65). Spires sumaba un buen gancho en la pintura y, a pesar de los problemas para cerrar el rebote, el Obra conseguía por fin la igualdad gracias a otro tironcito ofensivo, con Radovic trabajando bien de espaldas en el poste y Simons clavando un gran triple tras bloqueo indirecto (72-72). Sin embargo, nuestra defensa seguía sin cerrar el coladero de la calle central y un par de ataques mal resueltos por los nuestros permitían a Andorra volver a la carga con 5 arriba (77-72). Radovic cazaba un rebote suelto para anotar en bandeja y cerrar el tercer cuarto con el Obra solo 3 abajo (77-74).

El partido empezaba a cambiar poco a poco cuando ya se entraba en el último periodo. Diagne barría una bandeja de Pozas que ya iba a entrar, pero Pustovyi regresaba a la acción recibiendo buenos balones y sacando premio por duplicado bajo el aro local, acercando más al Obra a pesar del triple de un Albicy muy pasado de revoluciones. El Obra perdía a Llovet por una torcedura de tobillo tras saltar por un rebote de ataque, pero empezaba a defender mejor y contaba de nuevo con la mejor versión de un Matt Thomas que anotaba otro triple más para poner al Obra 1 arriba y, en el no va más de la filigrana, calvaba un tiro inverosímil desde casi 10 metros sobre el final de posesión para subir la ventaja a 2 puntos. El Obra había cambiado completamente la dinámica del partido y Andorra ya no anotaba con fluidez, cada vez más presionados sus jugadores por la situación. 2 grandes defensas consecutivas de Pozas, robando y sacando falta en ataque, y un par de buenas acciones más de Radovic en ataque, aunque dejándose un tiro libre por el camino, ponían a los nuestros 5 arriba tras un parcial de 2-11 (82-87). Los tiros libres seguían siendo una cruz para los locales, con Blazic fallándolos a pares y Albicy sumándose a la fiesta, lo que permitía al Obra mantener la delantera a pesar del creciente atasco en nuestro ataque. Sàbat, de nuevo en cancha, salvaba un momento de agobio con otro triplazo inverosímil sobre el límite de posesión que le devolvía el +5 a los nuestros con solo 2:41 por delante (85-90). Tampoco el Obra se libraba de la catástrofe desde los 4,60, con Pustovyi fallando otros 2 libres, pero el ucraniano palmeaba un forzado tiro de Thomas para poner al Obra 6 arriba a poco más de minuto y medio (86-92). Parecía casi hecho, pero la presión desesperada de los andorranos, un triple lateral fallado por Thomas y otro par de libres fallados, en esta ocasión por Pozas, permitían a los locales ponerse a 3 puntos a falta de medio minuto. Y todavía podía la cosa empeorar, ya que Albicy cazaba a Pozas y le sacaba una falta de ataque en media cancha, para que tras el tiempo muerto local Jaime Fernández penetrara con facilidad, poniendo a Andorra a 1 punto con 20 segundos por jugar (91-92). La maldición de los últimos partidos sobrevolaba las mentes de todos, pero Simons ahuyentaba el meigallo anotando sus 2 tiros libres y en el ataque para intentar empatar Albicy daba un pase a la grada que permitía por fin respirar al obradoirismo. Matt Thomas certificaba la victoria con 2 tiros libres que elevaban a 30 puntos su cuenta particular y por fin se rompía la racha de derrotas. La duodécima, la de la salvación casi matemática, estaba ya en el bolsillo (93-96).

Datos a destacar

  • por fin la 12. En un tipo de partido que aparentemente perjudicaba a los nuestros, muy abierto y con muchos puntos, pero el Obra mostró un partido más su competitividad, supo aguantar el chaparrón de verse 10 abajo y al borde del precipicio, y aprovechó su momento para cambiar el partido. En esta ocasión, y no precisamente por jugarlos mejor que en las anteriores jornadas (otra vez los errores en los libres), los últimos minutos salieron bien y el equipo pudo salir victorioso
  • muy buen partido en ataque, moviendo bien el balón durante la mayor parte del partido, tirando bien desde fuera, con pocas pérdidas ante una defensa especialista en forzarlas (12 por 14 de Andorra) y sabiendo buscar las ventajas por dentro (16 canastas interiores de nuestro cuarteto de pivots). En defensa se sufrió mucho durante los 3 primeros cuartos, pero en el tramo final el equipo consiguió cerrar la calle interior y evitar las canastas fáciles en penetración, cerrando mejor el rebote y bajando la anotación local (solo 16 puntos en el cuarto periodo tras los 77 de los 3 anteriores)
  • en partidos igualados (97-99 en valoración conjunta), el factor suerte es decisivo en ocasiones. Si en los 3 anteriores había faltado ese golpe afortunado para ganar, en esta ocasión el Obra sí tuvo ese punto de suerte, con los triples de Thomas y Sàbat en la parte final del partido. Del mismo modo, los nuestros fallaron libres de nuevo en los momentos clave, pero todavía lo hizo peor Andorra. Los pequeños detalles en esta ocasión jugaron a favor
  • MATT THOMAS: colosal. El norteamericano se echó el equipo a sus espaldas desde el principio, volviendo loca a la defensa andorrana y con un acierto en el triple espectacular (6 de 9 al final). Cuando lo sobremarcaron supo sacar pases a sus compañeros (el mejor del equipo también en asistencias) y añadió ese punto de genialidad con ese triplazo increíble del último cuarto. En defensa tuvo sus problemas, pero sin duda fue el máximo responsable de la victoria del Obra, con una exhibición espectacular (record personal por segunda jornada consecutiva en anotación y valoración). Con él en cancha, nada menos +13 para el Obra, por supuesto también el máximo del equipo. 30+1+6 en 32 minutos, con 7 faltas provocadas, para 34 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: muy correcto en la dirección, moviendo bien el ataque (buenos pases a los interiores) y ayudando con un par de triples en momentos importantes. Se comió algún balón en la presión final de Andorra y defensivamente lo pasó mal ante el eléctrico Albicy, pero su actuación global fue positiva para el equipo (+10 con él en cancha). 6+2+5 en 23 minutos, para 5 de valoración
  • BEN SIMONS: en defensa sufre enormemente (con Walker lo pasó fatal de inicio), pero en ataque se sigue afianzando con minutos y sacando a relucir su buena muñeca (3 de 6 en triples). No se escondió en los instantes calientes, fue importante en el tirón que reequilibró el partido, ayudó en el rebote en el tramo final y anotó los tiros libres más comprometidos en los segundos finales. Difícil pedirle mucho más. 16+4 en 24 minutos, para 20 de valoración
  • NACHO LLOVET: muy activo en ataque, aprovechando los missmatches y buscando buenas opciones. En defensa sufrió para cerrar huecos pero trabajó con la dureza habitual, hasta que esa inoportuna torcedura de tobillo lo sacó del partido al inicio del cuarto periodo. 11+5+1 en 23 minutos, para 12 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: algo descentrado en defensa de inicio, enfrascado en la pelea física con Diagne. Regresó para ayudar en ataque al final del segundo cuarto y tras el descanso tuvo buenos balones que supo aprovechar con calidad y paciencia para poner el partido a tiro, además de cargar bien el rebote ofensivo (5 rebotes de ataque). Actuación sólida del ucraniano. 14+7+1 en 21 minutos, con 5 faltas provocadas, para 17 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: asidero ofensivo del equipo en los peores momentos del segundo cuarto, el montenegrino aprovechó sus buenas opciones en el poste bajo y fue de nuevo clave en la ruptura de mediado el último cuarto. En defensa sufrió como el resto de compañeros para cerrar la calle central, pero puso un tapón decisivo con el equipo 9 abajo y aguantó el tipo ante los interiores locales. 13+5+1 en 22 minutos, con 4 faltas provocadas, para 12 de valoración
  • PEPE POZAS: lo pasó mal en su primera aparición en cancha, superado por Jaime Fernández y comiéndose los peores momentos del equipo sin Thomas en cancha y sin encontrar buenas opciones de pase. En la segunda mitad fue importante en la mejoría defensiva del Obra que cambió el escenario por completo, aunque también sufrió ante Albicy y desde la línea de libres en ese dramático minuto final. En resumen, no fue su mejor día aunque tuvo alguna buena acción decisiva. 2+1+1+2 en 16 minutos, con 4 faltas provocadas, para -1 de valoración
  • NICK SPIRES: como siempre, sufriendo horrores para defender el 1x1 y cerrar el rebote defensivo. Aún así, peleó un par de buenas defensas cuando Pustovyi estaba cargado de faltas y sumó un par de buenas acciones en ataque en el tirón que igualó el partido en el tercer cuarto. Mejorando actuaciones pasadas. 4+4 en 15 minutos, para 3 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: no anotó sus 2 intentos triples y lo pasó mal en defensa con Jankovic, como es habitual. Ayudó a mover el balón en momentos complicados, pero su aportación no pasó de discreta. 0+0+2 en 13 minutos, para -2 de valoración
  • DAVID NAVARRO: pocos minutos y escasa aportación del valenciano en su regreso a Andorra. No le entraron los tiros que intentó y lo pasó mal atrás para frenar a los incisivos exteriores locales, aunque peleó el rebote y metió alguna buena mano en defensa. 0+3+1+2 en 12 minutos, para 2 de valoración
Se acabó la racha de derrotas. Por fin se consiguió la anhelada duodécima victoria del curso, la que ya prácticamente cierra la permanencia por una temporada más en la ACB. El equipo pierde mucho atrás con la baja de Bendzius, pero supo volver a ser competitivo a pesar de las circunstancias y en esta ocasión tuvo mayor fortuna en el cara o cruz final. Con la tranquilidad que ha de otorgar este triunfo, el próximo partido en Sar debería de ser el de la celebración de la salvación matemática ante un Bilbao que llegará muy presionado por su mala situación clasificatoria. Para los nuestros, con el objetivo conseguido, ha de ser una buena ocasión para mantener las virtudes de este final de temporada (competitividad, buen ataque) y de mejorar las evidentes lagunas defensivas de este tramo final de curso, pero ya con la calma de tener el trabajo principal casi hecho.


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