lunes, 11 de diciembre de 2017

Jarro de agua fría (83-77)

Pepe Pozas (foto: ACB FotoClick)

Un desastroso segundo cuarto en el que el equipo recibió un parcial de 25-5 lastró la posterior reacción del Obradoiro, que remó hasta el final pero no consiguió culminar la remontada ante el colista de la clasificación. El Obra siempre fue a remolque de los verdiblancos, aunque mantuvo la igualdad en el primer cuarto (22-21) gracias a la buena aportación de Nacho Llovet (16+4+2 para 21 de valoración al final). Sin embargo, los de Moncho Fernández se vinieron abajo en un segundo cuarto para olvidar, en el cual enterraron sus opciones de victoria con un parcial en contra de 13-0 que lanzó a los locales hasta ventajas que llegaron a ser de más de 20 puntos. El -21 al descanso (47-26) obligó a los nuestros a una reacción brutal tras el paso por los vestuarios con Pepe Pozas al mando (12+4+2+3 para 18 de valoración al final), llegando incluso a amenazar al nervioso equipo local con la posibilidad de remontada a falta de 3 minutos (74-69), pero el Betis aguantó la presión y los últimos intentos desde el triple de los nuestros no entraron. Tras esta derrota el Obradoiro se queda con un record de 7-4, empatado en el quinto puesto con Baskonia pero ya solo con una victoria de ventaja sobre el noveno puesto.


Partido-trampa para el Obradoiro ante un Betis hundido en la tabla con 10 derrotas en 10 partidos pero que aspiraba a resucitar ante los nuestros. Los locales comenzaban el partido con Draper, Nelson, Schilb, Kelly y Anosike, mientras Moncho Fernández ponía en escena a Pozas, Thomas, Bendzius, Llovet y Pustovyi. Era el pivot ucraniano quien inauguraba el marcador con un tirito frontal de 5 metros, seguido por un Llovet que anotaba bajo aro aunque fallaba el libre adicional. Ryan Kelly rompía nuestra defensa con su buena mano, pero el Obra reaccionaba con un rápido parcial de 0-8 comandado por sendos triples de Bendzius y Llovet mas un robo con bandeja al contraataque de Pepe Pozas (9-13). Bendzius posteaba con éxito a Schilb pero la defensa no acababa de ajustarse del todo ante el heterodoxo ataque local, comandado por el acertado Kelly. Pustovyi cometía 2 faltas tontas consecutivas en ataque que lo llevaban al banco aunque Llovet culminaba en mate un buen contraataque antes del tiempo muerto televisivo. Radovic anotaba en ganchito tras un ataque espeso del equipo, aunque defensivamente lo pasaba mal para frenar al potente Anosike. Sin continuidad en el juego en unos ni en otros, una suspensión corta de Llovet a pase de Pozas la daba un interesante +4 al Obra (17-21), pero de nuevo Kelly y Schilb propiciaban la reacción local con la que se cerraba el primer cuarto sin dominador claro (22-21).

La tormenta perfecta estallaba en San Pablo con el inicio del segundo cuarto. El Obra se hundía repentinamente en la cancha mientras el Betis comenzaba a ensanchar las ventajas sin remedio. Radovic fallaba en ataque y en defensa, Sàbat y Navarro acumulaban pérdidas y el equipo local se iba en el marcador de la mano de un gran Úriz y del siempre presente Kelly. Ni siquiera el tiempo muerto de un enfadadísimo Moncho Fernández cambiaba la situación, y tras apenas 2 minutos y medio de desastre el parcial de 13-0 dejaba al Obra contra las cuerdas (35-21). La vuelta de los titulares a cancha intentaba dar un giro a la situación, pero el Obradoiro ni siquiera era capaz de tirar a canasta ante la defensa sevillana. Pozas rompía la sequía anotadora con una bandeja a gran pase del inédito en ataque Thomas, pero sin tiro exterior ni intensidad defensiva era imposible ante un Betis envalentonado y en el que Iván Cruz tenía sus minutos de gloria en ataque para otro 7-0 local (42-23). Thomas anotaba un triple para evitar el naufragio, pero el equipo no estaba y esa iba a ser la última anotación del Obra tras el descanso, con más de 4 minutos de nulidad ofensiva y en la que en algunas jugadas se apreciaba una preocupante bajada de brazos. Un triple de Draper y otra canasta más de Schilb dejaban el partido prácticamente sentenciado con toda la segunda mitad por delante. 21 abajo y unas sensaciones pésimas de un equipo hundido (47-26).

Solo se podía mejorar, especialmente en cuanto a actitud e intensidad. Un triple de Thomas a los 10 segundos daba comienzo a la reacción de los nuestros. El Obra mejoraba atrás a pesar de la rápida tercera falta de Pustovyi, mientras Thomas asistía a Bendzius y sacaba falta para anotar los libres. Una trabajada canasta de Pustovyi cerraba un 0-9 en tan solo 2 minutos que devolvía al equipo parte de la confianza perdida, aunque todavía con una desventaja de 12 puntos (47-35). De todos modos, la defensa sobre Schilb era demasiado blanda en los cambios y los verdiblancos sobrevivían a los buenos minutos de un Thomas que anotaba y hacía anotar a sus compañeros. Pustovyi producía con calidad desde el poste bajo y Pozas anotaba un buen triple al que seguían un par de buenas defensas. La tonta cuarta falta en un flash de Pustovyi cortaba en parte el buen momento del equipo, pero un Llovet muy bravo en el rebote de ataque cerraba desde la línea de libres el parcial de 0-7 que bajaba la desventaja a tan solo 8 puntos (52-44). Un desajuste en los cambios permitía un triple sin oposición de Kelly, pero Pozas respondía con la misma moneda, y también Thomas contestaba al instante a la bandeja de Úriz con una esforzada canasta en suspensión corta a la media vuelta. El Obra tomaba aire tras el esfuerzo de los minutos anteriores y la diferencia se estabilizaba en el marcador, con una buena canasta trabajando de espaldas de Radovic pero sin suerte en un intento triple de Thomas para cerrar aún más el partido. Spires debutaba en el equipo con un tapón y Sàbat bajaba a -7 con un triple (61-54), pero un triple del casi inédito McGrath cerraba el cuarto devolviendo un más cómodo +12 a los verdiblancos (66-54).

El Betis se iba de 14 al inicio del último cuarto con una canasta de Golubovic sobre Spires tras romper Úriz a Sàbat, aunque un gran triple de Corbacho devolvía al Obra a la lucha. El Obra volvía a dominar en defensa a un rival desacertado en el tiro, pero sin acabar de engancharse al partido del todo en ataque, con Radovic fallando tiros libres tras forzar bien en el poste bajo. Pustovyi palmeaba una penetración de Navarro, aguantaba en defensa ante Golubovic y anotaba su suspensión frontal de 6 metros para volver al -7 (68-61), provocando el tiempo muerto local. Schilb y Kelly volvían a la cancha para rescatar a los suyos con éxito, echando finalmente del partido a Pustovyi por su quinta falta, aunque todavía aparecía un triple de Simons para evitar el matchball. Sàbat forzaba la pérdida local por no pasar de cancha propia en menos de 8 segundos y Llovet sacaba una falta para anotar los libres y bajar a -6 (72-66). Bendzius anotaba en bandeja y Llovet solo aprovechaba un tiro libre tras forzar una nueva falta, dejando la desventaja en 5 puntos con 3 minutos por delante (74-69). Tampoco Pozas sacaba el máximo partido a su paso por la línea de libres tras una controvertida falta de Anosike en media cancha, pero 2 taponazos seguidos en defensa le daban una última oportunidad a los nuestros de culminar la remontada. Sin embargo, y a pesar del nerviosismo y las dudas locales, los triple de Simons y Bendzius no entraban y el tiempo se le echaba encima a los nuestros sin remedio, aunque todavía Thomas hacía entrar al Obra con solo -4 en el último minuto tras anotar sus 2 tiros libres (76-72). Schilb mataba a los nuestros con un triple sobre la mano de Llovet y, a pesar de que los nuestros peleaban hasta el último segundo, el carrusel de tiros libres ya no podía obrar el milagro. El Obradoiro caía por solos 6 puntos finalmente tras haber intentado el imposible después de regalar el partido en un segundo cuarto para no olvidar (83-77).

Datos a destacar

  • el segundo cuarto fue decisivo. Ahí enterró el Obra sus opciones con un terrible parcial de 25-5 que hizo estéril todo el esfuerzo posterior. En esos nefastos minutos el equipo sumó pérdidas de balón masivas, flojedad en defensa e incluso momentos de cierta indolencia y falta de actitud. Demasiadas ventajas para un rival que a pesar de su situación no desaprovechó una renta de 21 puntos al descanso a pesar de que sufrieron hasta el final
  • la reacción con 21 abajo no fue suficiente, pero al menos sí permitió volver a ver a ese equipo que trabaja hasta el final y que no se rinde nunca. A tirones, sin acabar de encontrar la continuidad en el juego, pero el Obra tuvo incluso opciones en los últimos momentos de culminar una remontada imposible. Ese espíritu de lucha, aunque no fuera suficiente para recuperar el terreno perdido, es lo mejor que se puede sacar de este mal partido del equipo
  • 83 puntos encajados (y sobre todo 47 al descanso) son demasiados para la que hasta ahora era la mejor defensa de la liga. la defensa de Kelly y Schilb nunca acabó de ajustarse (44 puntos entre ambos) y no tuvo tampoco respuesta en un día especialmente acertado de nuestro ataque: poco acierto en el triple, muchísimas pérdidas (hasta 12 al descanso) y muy poca aportación de la segunda unidad en esta ocasión (apenas 13 puntos de los no titulares)
  • NACHO LLOVET: el espíritu del equipo estuvo vivo hasta el final gracias al trabajo del catalán, que en las duras siempre apareció para pelear cada balón e intentar contagiar a sus compañeros. Apareció en ataque con éxito, fue duro aún con problemas para frenar a Kelly en los primeros minutos y, sin tampoco jugar su mejor partido, terminó con unos números meritorios (+4 con él en cancha). 16+4+2+2 en 29 minutos, con 4 faltas provocadas, para 21 de valoración
  • PEPE POZAS: tuvo problemas en el control de balón ante el pegajoso Draper, con alguna pérdida de más al final del primer cuarto, y no encontró a sus interiores con tanta facilidad como en otros partidos. Sin embargo, estuvo acertado en el tiro y fue de los que peleó el aprtido hasta el final, comandando la remontada de la segunda mitad y luchando hasta el último minuto. Máximo del equipo en el +/- (+7 con él en cancha), en un partido con más luces que sombras del malagueño. 12+4+2+3 en 28 minutos, con 4 pérdidas y 6 faltas provocadas, para 18 de valoración
  • MATT THOMAS: de nuevo casi inédito en la primera parte del partido, sin recibir balones y muy bien defendido por Nelson. En la segunda mitad salió con otro aire y siempre quiso aparecer, tanto con sus tiros como asistiendo a sus compañeros y generando juego continuamente. Lo peleó hasta el final, trabajando atrás y sin rendirse en ningún momento. 17+1+5 en 33 minutos, con 5 faltas provocadas, para 19 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: complicado partido para el lituano, con muchos problemas en defensa con un Schilb al que nunca acabó de encontrarle el punto y muy desacertado en ataque con el tiro exterior (1 de 6 triples). En lo positivo, fue muy bien al rebote defensivo y supo sacar partido de sus condiciones en un par de jugadas al poste bajo, siendo también de los que peleó el partido hasta el final. 9+8+1 en 30 minutos, para 16 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: mermado en su rendimiento por las faltas, su partido se vio condicionado casi desde el principio por ese motivo. Más flojo que en partidos anteriores atrás por ese miedo a verse eliminado, Golubovic se aprovechó de ello en demasía. El ucraniano aprovechó sus opciones en ataque (5 de 6 en tiros de campo) pero estuvo blando atrás, más pendiente de las faltas que de ser duro. 10+2 en 22 minutos, para 7 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: flojo partido del montenegrino, sin acabar de producir en ataque y sin encontrar el punto adecuado en defensa. Se cargó de faltas con extrema facilidad y estuvo lejos de su mejor nivel. 4+3 en 14 minutos, para -4 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: desastroso segundo cuarto del base catalán, superado por las circunstancias y metido de pleno en la caída en barrena del equipo en esos minutos. Algo mejor en su vuelta al partido en el último cuarto (peor era imposible, seguramente), pero en conjunto muy alejado del nivel mínimo deseable para competir en el partido (Úriz lo destrozó con una facilidad preocupante). -13 del equipo con él en cancha. 3+1+2 en 12 minutos, con 2 pérdidas, para -1 de valoración
  • BEN SIMONS: nunca pudo en defensa con sus pares, en especial con Kelly, y fue partícipe claro del desastre del segundo cuarto. En ataque intentó ayudar con los triples pero con acierto desigual, pero el -10 con él en cancha lo dice todo. 3+1 en 12 minutos, para 0 de valoración
  • DAVID NAVARRO: tampoco tuvo su día el valenciano, sufriendo en cancha el hundimiento del segundo cuarto y sumando errores individuales al desacierto global (-7 con él en cancha). 0+2 en 10 minutos, para -2 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: intentó buscar sus tiros en su entrada al comienzo del último cuarto, acertando con uno. 3+0 en 5 minutos, para 1 de valoración
  • NICK SPIRES: debutó con el equipo intentando hacerse grande atrás pero sufriendo en la pelea con Golubovic. Pronto para valorarlo todavía, evidentemente. 0+0 en 3 minutos, con 1 tapón, para -2 de valoración
  • MARTINS LAKSA: se comió el peor minuto y medio del equipo en cancha con un record de -9 sin darle tiempo siquiera a ver por dónde le caían. Estadística a 0 en apenas minuto y medio en acción
El Obradoiro cayó cuando menos se esperaba (al menos en teoría). El partido acabó siendo una trampa, como se temía, y una desconexión exagerada en el segundo cuarto hundió cualquier opción de victoria en un partido que en condiciones normales era claramente ganable. Aún así, el Obra se sobrepuso a su horrible día e incluso llegó a soñar con la remontada, pero el terreno regalado previamente resultó excesivo ante un Betis muy limitado pero que supo resistir las embestidas finales de los nuestros. En una temporada siempre hay días malos, y es de esperar que esto haya sido únicamente algo pasajero. La próxima semana, en casa ante el Real Madrid, hay que esperar la vuelta de ese equipo combativo, rico tácticamente y correoso para sus rivales, construyendo siempre desde el buen trabajo defensivo y el máximo esfuerzo colectivo. Con la clasificación copera más comprometida tras el triunfo del CB Canarias en el Palau, quizás lo mejor de esta derrota pueda ser el volver a poner los pies en el suelo y evitar los excesos de triunfalismo para regresar a la senda del buen trabajo e intentar dar la campanada en Sar ante el todopoderoso (aunque mermado por las lesiones) equipo blanco.


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