Desde la defensa (78-73)

(foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro consiguió su octava victoria de la temporada tras superar por 5 puntos a un Andorra que aguantó un par de tirones de los locales pero no pudo dar caza a la tercera escapada de los de Moncho Fernández en los últimos minutos. El Obradoiro superó las dudas del primer cuarto con unos minutos de gran nivel del quinteto de rotación basados en una defensa sobresaliente, pero las ventajas de hasta 11 puntos se quedaron en nada en los 3 minutos previos al descanso tras una serie de errores de los nuestros. De nuevo el Obra pareció romper el partido en el tercer cuarto, de nuevo con una gran defensa, y de nuevo reaccionó Andorra para convertir un +11 en un -1 a falta de 7 minutos. Maxi Kleber lideró al equipo en esos minutos finales, y desde la defensa volvió a crecer el equipo hasta sentenciar el partido con un parcial de 12-1 que dejó las cosas resueltas a falta de menos de 2 minutos. Tras conseguir esta nueva victoria, la séptima en Sar, el Obra vuelve a igualar su record a un formidable 8-8, muy lejos de los puestos peligrosos y todavía soñando (aunque desde la distancia) con la Copa del Rey.

Gran ambiente en Sar para recibir a un Andorra con ganas de dar la sorpresa en su visita a Santiago. Los de Peñarroya comenzaban con Sada, Schreiner, Betinho, Ivanov y Bogris, mientras el Obradoiro salía de inicio con los habituales Rafa Luz, Corbacho, Pumprla, Kleber y Triguero. El Obra comenzaba moviendo bien el balón pero fallando en la ejecución, a lo que añadía un par de pérdidas tontas tras saque de fondo ofensivo que permitían a Andorra liderar el marcador (2-6). La reacción local llegaba con 5 puntos de Corbacho, pero la segunda falta de Kleber, con problemas para defender bien a Ivanov, llevaba al alemán al banquillo sin haber tenido tiempo de hacer nada en el partido. Eran los mejores minutos de un Betinho acertado desde el triple, con Andorra aprovechando los despistes de la defensa local a pesar de la buena labor reboteadora de Juanjo Triguero. Nathan Jawai entraba en cancha para imponer su mastodóntico físico y su capacidad de empuje (en todos los sentidos), y las ventajas visitantes iban creciendo poco a poco ante un Obradoiro en el que Rafa Luz no acababa de encontrar las mejores soluciones. Con 7 abajo en el marcador tras un duro parcial de 1-12 (14-21) ya con Cárdenas y Chagoyen en cancha (Nankivil ya estaba con 2 faltas también), el Obra salvaba los muebles con 3 tiros libres de Corbacho para cerrar el cuarto con 4 puntos de desventaja (17-21).

La defensa no había estado a buen nivel en el primer cuarto, y desde ahí tenía que comenzar la remontada del Obra. Con el quinteto de "suplentes" en cancha, el equipo empezaba a apretar atrás y a recibir el impulso de la grada. Con Chagoyen jugando en la pintura con éxito y las trampas defensivas recuperando balones y cerrando el aro al rival, la irrupción de un acertado Waczynski con 10 puntos casi seguidos, incluidos 2 triples, era la guinda del pastel para un parcial de 18-5 que ponía al Obra 11 arriba tras la canasta de Miller machacando el tiro de Cárdenas (37-26). Sin embargo, un par de decisiones equivocadas en ataque y defensa eran castigadas por un Andorra en el que Ivanov aparecía por fuera y por dentro aprovechando el cansancio de nuestra segunda unidad tras varios minutos de enorme desgaste físico. Un triple de Schreiner sobre la bocina culminaba un parcial de 2-12 que devolvía el partido a la igualdad y dejaba en nada unos grandes minutos del equipo local (39-38).

De nuevo con el quinteto titular en pista tras el descanso, el equipo volvía a crecer desde el trabajo defensivo una vez más. Maxi Kleber tenía ganas de dominar el juego, en un emparejamiento de alto nivel con Ivanov, Pumprla sacaba partido de su velocidad para superar a Betinho en penetraciones y la anticipación en defensa permitía robar balones y hacer canastas en contraataque. El Obra controlaba el rebote y una bombita y el segundo triple de Corbacho lanzaban al equipo en el marcador (50-42), obligando a Andorra a parar el partido. La defensa obradoirista crecía y dejaba casi anulado el ataque rival, y de nuevo Corbacho desde el triple, Kleber en defensa y Pumprla robando y corriendo al contraataque devolvían el +11 al marcador tras un parcial de 16-6 (55-44). Corbacho y Kleber no acertaban con sus tiros (increíbles los 2 "no-mates" del alemán) para romper definitivamente el partido y de nuevo era Betinho con un triple quien salvaba el matchball para los suyos. Kleber empezaba a protagonizar el juego ofensivo local, recibiendo faltas y yendo a la línea de libres, pero el ataque se secaba tras varias pérdidas de Rafa Luz y Corbacho y el rival volvía a la lucha aprovechando el trabajo de Bogris en la pintura. Tras acumular casi 6 minutos sin anotar una canasta y solo sobreviviendo con 3 puntos en tiros libres de Kleber, el cuarto se cerraba con Andorra haciendo la goma y acercándose de nuevo peligrosamente (58-53).

El mal momento del partido tenía continuidad al comenzar el último cuarto, con Andorra cada vez más cerca y el Obradoiro complicándose la vida con un Rafa Luz que perdía un balón más y permitía el contraataque rival culminado en mate por Trias para empatar a 60. Moncho Fernández daba entrada a un Pepe Pozas que había pasado una mala semana y no había saltado a la cancha hasta ese momento. El primer ataque con el malagueño al mando terminaba con un triple a tablero de Waczynski para romper la tendencia. Sin embargo, una pérdida de Giannopoulos y un triple de Schreiner encendían las luces de alarma al poner por primera vez en muchos minutos por delante a los visitantes, tras un tremendo parcial de 8-20 desde el +11 de la mitad del tercer cuarto (63-64). Era el momento de Maxi Kleber, y el alemán comenzaba a asociarse con Pozas para encontrar buenas posiciones bajo el aro y castigar la defensa rival con su gran clase. Giannopoulos se marcaba un gran 2+1 que compensaba errores anteriores y la defensa del equipo volvía a ponerse a un nivel imposible para el rival, con Pumprla llegando a todos lados y Kleber y Miller echando el candado en la pintura. Dani Miller crecía con cada buena acción, taponando en defensa y marcándose un 2+1 tras otro pase más de Pozas. Kleber secaba por completo al peligroso Ivanov y ya ni siquiera entraban los escasos tiros librados que tenían los andorranos. Waczynski aprovechaba la asistencia de Kleber para poner al Obra 10 arriba a falta de menos de 4 minutos tras otro demoledor parcial de 12-1 (75-65), y los tapones de Kleber y Miller cortaban de raíz cualquier intento andorrano de ponerle emoción a los minutos finales. Con el partido casi en el bolsillo, la canasta del engrandecido Miller aseguraba el triunfo al dejar al equipo 8 arriba antes de entrar en el último minuto (78-70), y las jugadas finales pasaban a carecer de importancia con Sar festejando un nuevo triunfo y Kleber rematando su faena con un tapón más. El triple final de Green dejaba la ventaja local en 5 puntos pero no disminuía ni un ápice la alegría tras la octava victoria del curso. La grada feliz, el equipo respondiendo a buen nivel y los resultados acompañando. Todo sigue bien con el Obra.

Datos a destacar

• la profundidad de rotación del Obradoiro fue clave en este partido. El equipo reaccionó con los suplentes en pista, obligó al rival a tener que dar pocos descansos a sus mejores hombres y la aportación de jugadores poco habituales resultó decisiva en momentos concretos. Andorra aguantó 2 tirones pero ya no tuvo gasolina para evitar el tercero
• la defensa rompió el partido en el segundo cuarto, de nuevo en el tercero y de nuevo en el cuarto. Cuando el equipo coge ritmo defensivo, las ayudas empiezan a llegar en cadena y el rival empieza a tener que jugar fuera de sus esquemas habituales, a poco que el ataque tenga acierto el Obra se va en el marcador con claridad. Para mantener ese nivel atrás hay que tener piernas, profundidad de banquillo y concentración, y el equipo va teniendo cada vez mejor aspecto en todos esos apartados
• el ataque compensó un día flojo en el tiro exterior con una gran superioridad interior. Kleber dominó en la segunda mitad con su enorme calidad, Triguero trabajó bien el rebote en sus minutos en cancha y sobre todo Chagoyen en el segundo cuarto y Miller en los minutos calientes dieron un salto enorme en sus prestaciones. Los problemas físicos de Nankivil, que apenas pudo jugar, quedaron olvidados ante el gran rendimiento conjunto de nuestra rotación interior
• PAVEL PUMPRLA: el checo hizo de todo un poco, como siempre. Defendió a gran nivel (enorme pasando bloqueos a toda velocidad defendiendo a Betinho), hizo ayudas espectaculares a los interiores, robó balones, corrió al contraataque y buscó penetraciones ante un Betinho más lento que él. Otro partido completo más, casi lo habitual, liderando al equipo en minutos en pista (28 nada menos). 8+2+4 para 15 de valoración
• RAFA LUZ: muchos problemas del brasileño en la dirección. Compensó aciertos defensivos con pérdidas en ataque, incluyendo una por girarse a recibir instrucciones del banquillo. Demasiado acelerado y sin claridad de ideas, a pesar de su habitual entrega y espíritu. Solo por eso último no se merece los tímidos silbidos que algún aficionado le dedicó, pero de todos modos hay que reconocer su mal partido de hoy (-12 del equipo con él en cancha). 5+2+2+2, con 3 pérdidas, para 3 de valoración
• ALBERTO CORBACHO: buenas decisiones en ataque, más allá del acierto puntual en ciertos momentos, y algún problemilla en defensa más o menos solventado con corrección. Apareció en los momentos malos del inicio y en la escapada del tercer cuarto, con menos minutos que otras veces pero liderando al equipo en anotación. Correcto partido del mallorquín. 16+1+1 para 14 de valoración
• MAXI KLEBER: es tan bueno que puede quedar inédito durante medio partido (se cargó con 2 faltas de inicio y se fue al banco) y reaparecer para jugar de carrerilla los 20 minutos finales, liderando al equipo en ataque pero sobre todo con una defensa de libro. Si le llega a entrar uno de los 2 matazos que intentó Sar se habría venido abajo. Un lujo tener a este jugadorazo en nuestro equipo. 12+4+1+2, además de 3 tapones, para 14 de valoración
• JUANJO TRIGUERO: estuvo fuerte en el rebote en los primeros minutos, controlando bien la zona, y de nuevo participó de los buenos minutos defensivos del tercer cuarto, a pesar de algún problema puntual con la defensa de Bogris. El gran rendimiento de la rotación interior del equipo lo mantuvo en el banco en los minutos finales, pero el valenciano hizo un partido muy correcto. 4+6 para 8 de valoración
• ADAM WACZYNSKI: el polaco irrumpió en cancha a lo grande, con 10 puntos seguidos en el segundo cuarto que lanzaron al equipo. Buenos porcentajes de tiro, pocas locuras en sus decisiones, trabajo defensivo y la intensidad y el descaro habituales en él. Se repartió los minutos con Corbacho casi por igual, y al igual que el mallorquín anotó casi a punto por minuto. 15+3 para 14 de valoración
• DANIEL MILLER: su mejor partido con el Obradoiro, siendo importante en los minutos decisivos y ayudando al equipo con sus virtudes (hoy muy por encima de sus también evidentes defectos). Corrigió movimientos defensivos para llegar a taponar, peleó en rebotes de ataque, se fajó con el complicado Jawai equilibrando la contienda e incluso aportó sus puntitos bajo el aro en momentos clave del final. Con el joven pivot americano ayudando a este nivel, el equipo gana mucho en profundidad. 7+3+1, con 2 tapones y 3 pérdidas, para 8 de valoración
• HARIS GIANNOPOULOS: intensidad defensiva y trabajo para el equipo. Partícipe de la escapada del segundo cuarto, un par de errores en ataque (casi siempre por precipitación) en el último cuarto fueron compensados con un 2+1 clave para asentar al equipo. Buena ayuda en el rebote, buenas piernas para las exigentes defensas que plantea el Obra y gran nivel para ser el último de la rotación exterior del equipo. 3+4 para 5 de valoración
• JESÚS CHAGOYEN: enorme segundo cuarto del jerezano, repartiendo estopa en defensa y jugando al poste en ataque con calidad y acierto. Listo, veterano y generoso cubriendo los huecos que dejaba la merma física de Nankivil. Como "jefe" del equipo, espectacular su actitud de ánimo desde el banquillo durante toda la segunda mitad. 6+2+1 para 8 de valoración
• FRAN CÁRDENAS: revolucionó al equipo en el segundo cuarto, participando de la enorme defensa (llegó a desquiciar a Víctor Sada con su presión), aguantando el tipo en los cambios y solo estropeando un poquito su gran actuación con un par de decisiones equivocadas fruto posiblemente del cansancio. En 9 minutos, +9 del equipo, que por supuesto no se ve reflejada en su estadística a 0 para -2 de valoración
• PEPE POZAS: jugó los últimos 8:24 del partido, después de pasar problemas físicos durante la semana por un fuerte catarro. El malagueño lo hizo todo bien: defendió, dirigió y puso orden. En muy poco tiempo hizo mucho. Clave en la victoria. 0+1+4 para 4 de valoración
• KEATON NANKIVIL: fugaz aparición en cancha, con menos de 4 minutos jugados. Sus problemas físicos de las últimas semanas y la gran actuación de Chagoyen y Miller permitieron que su concurso no fuera necesario. 2+1 para 0 de valoración

El Obradoiro suma ya 8 triunfos a falta de un partido para concluir la primera vuelta. Es difícil poner un solo pero a la temporada que está firmando el equipo, todavía a estas alturas con una mínima esperanza abierta para lograr el imposible de colarse en la Copa. El gran trabajo defensivo está siendo una temporada más la mayor seña de identidad de los de Moncho Fernández, y poco a poco ya se está viendo durante cada vez más minutos un nivel que recuerda al de los mejores momentos de cursos pasados. Con una plantilla renovada en un 75 por ciento, este equipo sigue creciendo desde el trabajo de conjunto (Chagoyen, Miller y Pozas fueron claves en este triunfo), y la brutal calidad de un Maxi Kleber que tiene un margen de mejora muy grande por delante a poco que le respeten las lesiones marca la diferencia ante casi todos los equipos de la zona media-baja de la tabla. El Obra está asentado en la mitad de la clasificación, superando a todos sus rivales directos y peleando con algunos que disponen de muchísimos más medios que los nuestros. Imposible pedir más.