domingo, 18 de diciembre de 2011

Fe y caldeira (61-58)

(foto: ACB Fotoclick)

El Obradoiro se sobrepuso a sus muchas carencias sobre la cancha y realizó un ejercicio de fe y de espíritu de equipo para acabar derrotando a un pobre Estudiantes por 3 puntos (61-58). Unos terribles primeros 15 minutos, en los que el Obra mostró una incapacidad ofensiva preocupante (solo Lasme y Junyent habían anotado hasta entonces) fueron aprovechados por los visitantes para irse holgadamente en el marcador (10-25). El equipo se agarró como pudo al partido y consiguió llegar vivo al descanso tras un triple de Bulfoni (21-30). En el tercer cuarto el Obra igualaba el partido con 7 puntos del capitán Bulfoni y un par de triples de Ere y Kendall que completaban un parcial de 13-2 (34-36). El partido continuó equilibrado a partir de entonces, con un Obradoiro entregado en defensa y supliendo sus enormes problemas de ataque a partir de un espíritu de lucha encomiable. Con la caldeira de Sar en plena ebullición, el Obra llegaba ya por delante al término del tercer cuarto (43-42), tras un robo y contraataque culminado con un mate de Deron. Los últimos minutos mostraron a un Estudiantes completamente anulado en ataque por la defensa al límite de los nuestros, que en el aro rival iban anotando poco pero lo suficiente como para ir abriendo pequeñas brechas en el marcador. Un triple de Andrés colocaba al Obra 6 arriba (56-50) a falta de poco más de 3 minutos, y a partir de ahí los nuestros intentaron ir administrando esa ventaja hasta el final, en que los tiros libres no cambiaron el devenir del partido. El Obra consigue así su cuarta victoria, de nuevo ante un rival directo por la permanencia, y se mantiene fuera de los puestos de descenso. En un partido de escaso nivel técnico, cabe destacar el 7+4+3 para 12 de valoración de Milt Palacio y el 5+7, con una grandísima labor defensiva, de Deron Washington.


Fría mañana de preinvierno en Sar para recibir un partido de gran importancia para el futuro próximo. Estudiantes llegaba a Santiago tras su triunfo en el derbi madrileño, presentando de partida a Granger, Wright, De la Fuente, Gabriel y Simmons. Por el Obra salían Palacio, Ere, Lasme, Junyent y Bulfoni en lugar del lesionado Corbacho. El inicio del partido era un espejismo, con el Obra robando y saliendo al contraataque de manera brillante. El 4-0 de comienzo venía de la mano de Junyent y Lasme, que durante 16 minutos iban a ser los únicos capaces de anotar por parte local. Gabriel mostraba su gran mano con un triple, respondido con otra buena suspensión de Lasme (6-3), y a partir de ahí el hundimiento. El Estudiantes se anotaba un parcial de 0-13 con los nuestros completamente anulados en ataque. Con Ere y Bulfoni desaparecidos, el Obra no era capaz de anotar una sola canasta ante las trampas y las zonas diseñadas por Pepu Hernández, y la buena defensa de los nuestros no podía impedir que los puntos visitantes fueran cayendo poco a poco, en medio de los murmullos de un público de Sar seriamente preocupado. Una aislada canasta de Junyent cerraba el cuarto para los nuestros, con un terrorífico 8-18 en el marcador.

Solo se podía mejorar. O no. Porque el Obradoiro seguía atascado completamente a pesar de los cambios en la rotación. El Estu tampoco acababa de anotar con fluidez, pero ante la incapacidad local el marcador se iba ensanchando cada vez más. Mocnho daba entrada, casi a la desesperada, a Nguema en lugar de un Ebi Ere nulo, mientras que en el Estu destacaba el dominio bajo los aros de Simmons. La entrada de un miedoso Andrés (increíble triple frontal abierto contra el tablero sin tocar aro) y un frío Kendall no ayudaba a confiar en los nuestros, y las cosas pintaban peor que mal. Tras 15 minutos de partido el marcador señalaba un casi insultante 10-25, que al menos se iba a suavizar con un par de minutos de mínima inspiración de los nuestros. Deron se buscaba la vida bajo el aro, Nguema anotaba un triple que Andrés había rehusado lanzar y Kendall anotaba de espaldas al aro. Después de todo, solo estábamos 10 abajo (17-27). Con el partido ya más cerrado para ambos equipos, el triple final de Bulfoni permitía, además de bajar de los 10 puntos abajo (21-30), darle un necesario empujón de autoestima al capitán obradoirista. Aún no estaba todo perdido.

Y así lo entendieron los nuestros. De todos modos, el Estudiantes comnezaba el tercer cuarto con comodidad, anotando gracias a sus dos mejores jugadores, Simmons y Granger, para volver al +13 (21-34). Era el momento del capitán Bulfoni para encabezar la revolución obradoirista. Primero una suspensión de 5 metros tras bloqueo, después un triple abierto de Kendall, un robo en defensa, una canasta del Tuky en bandeja tras saque de fondo, otro robo del capitán y salida al contraataque para clavarse en la línea de 6,75 y enchufar un triple. 31-36 y de nuevo en la lucha. A pesar del tiempo muerto visitante, Ere aparecía por fin para poner al Obra a 2 tras un triple, ante un Estudiantes que ya casi solo era capaz de anotar desde el tiro libre. Palacio penetraba para conseguir con un gran 2+1 poner a los nuestros de nuevo arriba en el marcador, lo que habría parecido imposible 10 minutos antes (39-38). La buena dirección de Palacio, controlando además al peligroso Granger, y el trabajo bajo los tableros de Lasme hacían el resto. El veterano Carlitos Jiménez saltaba a cancha y clavaba un triple, pero solo era un espejismo. Con el partido cada vez más enredado e igualado, Deron robaba un precioso balón en la banda tras un gran 2x1 y culminaba la acción con un mate que cerraa el cuarto y levantaba definitivamente a Sar de sus asientos. 43-42 y 10 minutos para soñar.

No era la calidad técnica lo que se disfrutaba en Sar, pero la tensión y la importancia de la victoria hacía que la caldeira llevase a los nuestros en volandas. El Estudiantes volvía a intentar dominar, aprovechando las penetraciones del joven Jaime Fernández, y a base de tiros libres se "escapaba" de 4 (43-47). El Obradoiro reaccionaba con canastas de Ere y Oriol (2+1 en que falló el libre), pero sobre todo a partir de una defensa casi heroica en la que el desafortunado Wright fallaba una vez tras otra. Ere reaparecía en el mejor momento con un triplazo que ponía al Obra por delante de nuevo, y Lasme culminaba con un mate la mejor jugada del partido, tras robo defensivo, pase de Andrés a Oriol y asistencia del catalán (52-47). Wright daba su casi único chispazo de calidad con un triple, pero al renacido Andrés ya no le temblaba el pulso y clavaba el triple casi definitivo (56-50). Ya solo restaban un par de minutos, y en un partido tan cerrado esa ventaja se sentía casi decisiva. Pepu intentaba hacer la revolución en la cancha (quizás demasiado) y sacaba a los 2 bases para provocar que cambiase algo, pero el intercambio de tiros libres mantenía a los nuestros por delante y Milt Palacio certificaba el triunfo del Obradoiro con un par de aciertos desde la línea. La postrera canasta de De la Fuente dejaba el marcador en el 61-58 final, y sobre todo la cuarta victoria en el zurrón de los nuestros. A falta de calidad, la fe había movido montañas de nuevo.

Datos a destacar
  • la caldeira fue fundamental de nuevo. No acabó de hundir al equipo en los malos momentos, y en cuanto los nuestros dieron el primer chispazo de reacción la gente se lanzó a animar como en los mejores momentos. El sexto jugador, decisivo
  • los 15 minutos iniciales son difícilmente empeorables. Solo el espíritu de equipo permitió a los nuestros aguantar en defensa y no cerrar el partido por completo, pero 10 puntos en 15 minutos no se debería repetir demasiado si se quieren ganar partidos
  • las trampas defensivas estudiantiles maniataron al Obradoiro, pero también fue cuestión de errores propios. Con Ere y Bulfoni sin confianza, la amenaza exterior de los nuestros era nula, lo que hacía muy fácil defender en zona y cerrar a nuestros hombres interiores
  • el Estu también dominaba el rebote de principio, pero poco a poco el Obra consiguió equilibrar la diferencia (36-39) y en los últimos cuartos cerró muy bien el aro. Lasme estuvo muy bien (10 rebotes), pero la ayuda de los Deron (7) y Palacio (4) fue decisiva
  • la DEFENSA. Esa fue la clave de que el Obra pudiera primero mantenerse en el partido y más tarde ir reaccionando hasta acabar por voltear el marcador. En cuanto Ere y Bulfoni abrieron la lata de los triples, el ataque permitió al equipo pensar en ganar un partido que parecía perdido
  • MILT PALACIO: con problemas en el primer cuarto, fue clave en la remontada de la segunda mitad, dirigiendo con acierto y parando el juego de Granger. Hace más de lo que parece, y su experiencia y dominio del juego son fundamentales para el equipo. En números fue el mejor en un partido de estadisticas mediocres. 7+4+3, aunque también 4 pérdidas, para 12 de valoración
  • TUKY BULFONI: bien en defensa, pero sin confianza alguna en ataque, no ofreció soluciones, hasta que... De repente, clavó un triple antes del descanso, que sin duda lo libró de muchos fantasmas, y en el tercer cuarto lideró la reacción local con 7 puntos seguidos y una defensa de libro. El capitán apareció cuando más lo necesitábamos. 10+1, con 2 robos y 3 pérdidas, para 7 de valoración
  • EBI ERE: nulo en la primera mitad, ayudando en defensa pero de nuevo sin encontrar su sitio en el ataque. En la segunda mitad apareció cuando más falta hacía y fue fundamental para ir anotando en los últimos minutos, cuando nadie parecía capaz en la cancha de ver aro. De todos modos, ese 3 de 11 en tiro no es para tirar cohetes. 11+2 para 3 de valoración
  • STEPHANE LASME: poco acertado en ataque (3 de 11 en tiros), en parte porque el equipo tampoco podía encontrarlo y se tuvo que jugar algún balón al final de la posesión. Sin embargo, en defensa se peleó con las torres estudiantiles y fue clave para acabar por cerrar el rebote defensivo. Sus tapones y su intimidación dieron al equipo un plus en defensa sin el que la remontada habría sido imposible. 8+10 para 6 de valoración
  • ORIOL JUNYENT: espíritu y experiencia. Sus problemas para frenar físicamente a los rivales están ahí, pero su influencia en el equipo, también desde el banquillo, también. Fue de lo poco salvableen los primeros minutos y estuvo en la lucha al final. 6+4+2+1 para 4 de valoración
  • DERON WASHINGTON: hombre clave en la victoria. Su trabajo defensivo y su intensidad en la cancha contagiaron a sus compañeros, y su sacrificado trabajo, no siempre valorado, fue fundamental para la remontada. Grande en la ayuda al rebote. 5+7+1+2 para 9 de valoración
  • ANDRÉS RODRÍGUEZ: falto de confianza en el inicio, levantó los murmullos de la grada con su inseguridad para tirar sin oposición. En la segunda mitad reapareció en su mejor versión, liderando al eqipo desde la defensa y acabando por encontrar premio en el triple decisivo. La expresión "de menos a más" define perfectamente su partido. 3+2+2+1 para 5 de valoración
  • LEVON KENDALL: empezó mal, como todo el equipo, para estar en primera línea de frente en los minuts clave de la remontada. Con todo, no dio la sensación de estar a tope físicamente y jugó pocos minutos (16), quizás debido a ello. 7+3 para 0 de valoración
  • BERNARD HOPKINS: ayudó en el momento de mantener al equipo en el partido, con el equipo 15 abajo y en riesgo de dejarse llevar. Como siempre, fajarse con tipos que le sacan 20 centímetros no es tarea sencilla. 1+1 para 0 de valoración
  • RICHARD NGUEMA: salió como revulsivo de emergencia cuando todo pintaba de color oscurísimo, y ayudó a mantener al equipo con vida con trabajo en defensa y un triple muy importante en un momento en que las manos estaban muy encogidas. Cumplió con buena nota. 3 puntos para 0 de valoración
El Obradoiro se aferró a la lucha y a la defensa para certificar su cuarto triunfo de la temporada. Ni siquiera con el equipo 15 abajo la afición llegó a criticar al equipo (aunque el límite de hacerlo estuvo peligrosamente cercano), y al final el apoyo de la grada fue fundamental para levantar un partido que en otras circunstancias habría estado compeltamente perdido. El equipo acusó la baja de Corbacho, el único que hasta el momento había tenido continuidad en su acierto exterior, pero al final consiguió llevar el partido a su terreno (defensa y marcador muy corto) ante un Estudiantes que quizás se vio ganador un poco antes de tiempo y después no pudo reaccionar. Con esta victoria el Obradoiro puede afrontar las 2 próximas salidas con mayor tranquilidad, en espera de poder rascar algo en Zaragoza o Valencia, pero sobre todo mirando de reojo (y desde una pequeña distancia) a los puestos más bajos, en donde empieza a parecer que el Blancos de Rueda lo va a tener muy complicado. El futuro de los nuestros sigue siendo esperanzador, y las Navidades van a ser tranquilas en casa.

5 comentarios:

  1. partido para olvidar.lo mejor,el resultado, que les dara un buen arreon animico, para afrontar con relativa tranquilidad,las proximas 2 salidas

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  2. Bufff!!!!......pero a pesar de todo les ganamos a un equipo que espero que en mayo pueda estar por debajo de nosotros.

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  3. Vaya cristo de partido. Fue un vía crucis pero todo acabó en victoria y vale lo mismo. Fuera optimismo, hoy le hemos ganado a una banda que si jugara un partido normal los minutos de la basura abarcarían toda la 2ª parte.

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  4. O mellor, a vitoria. Unha boa carga anímica para a seguinte batalla. Ai si nos viñese ver Deus en Zaragoza... O ben que ía saber o turrón. Fundamental acadar algún trunfo máis antes dos catro partidos seguidos na casa. Éses sí que van ser determinantes. Pero iso será cando sexa. Hoxe respiremos tranquilos e disfrutemos. FORZA OBRA!!

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  5. Gracias por las crónicas,son caralludas.Suelo enlazarlas en mi página.
    Sobre el partido decir que nos dejaron vivos y supimos reaccionar.Tenmeos 6 partidos ahora de los que creo ganaremos por lo menos 3.
    Saludos.

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