Batacazo antes de las vacaciones (93-76)

Marek Blazevic (foto: EFE)

El Obradoiro controló la situación hasta mediado el segundo cuarto pero desapareció por completo de la cancha y acabó arrollado por un voluntarioso Girona que supo aprovechar las facilidades de un equipo obradoirista negado en la cancha. Los de Moncho Fernández no mostraron buenas sensaciones ya desde el inicio, concediendo mucho por dentro y perdiendo balones en exceso, pero unos minutos inspirados de Kass Robertson, con 10 puntos en el primer cuarto) y un acertado Phil Scrubb desde el triple, con 3 consecutivos sin fallo, llegaban a poner al Obra 8 arriba ante un rival que acusaba la baja de Marc Gasol (29-37). Sin embargo, el Obra se venía abajo inesperadamente para encajar un duro parcial de 15-0 de la mano de Taylor y Garino, que cambiaba radicalmente el partido hasta el +5 local en el descanso (44-39). En la segunda mitad el Obra todavía fue a peor, sosteniéndose nada más que con chispazos aislados de Zurbriggen y Thomas Scrubb, sumando pérdida tras pérdida (hasta 17 al final) y sin encontrar tampoco el punto en defensa ante un rival que conseguía superar los intentos zonales visitantes y castigar con canastas en transición. Girona, con trabajo coral y todos aportando en ataque, no dejó de ir aumentando su ventaja en el tramo final, con los nuestros ya sin opciones en un partido para olvidar (93-76). Con esta derrota, el Obradoiro se queda con un igualado record de 10-10 en la zona media de la clasificación, con 2 semanas de descanso por delante.

Último partido antes del parón de Copa y ventana FIBA, con la visita del Obra a un Girona que confirmaba la ausencia de Marc Gasol y comenzaba con Colom, Taylor, Garino, Prkacin y Miletic. El Obradoiro, con todos los habituales disponibles, lo hacía con Westermann, Robertson, Thomas Scrubb, Vicedo y Blazevic. Las sensaciones ya no eran buenas desde el inicio, con la defensa interior en problemas ante Prkacin, aunque a cambio el equipo cargaba el rebote ofensivo con éxito para compensar, con canasta mas adicional de Thomas Scrubb. Robertson pedía sus primeros balones de la noche, ahogado por las ayudas defensivas locales, y Westermann se mostraba espesísimo en el bote y la dirección, comenzando también a perder balones, aunque otro rebote en ataque, esta vez de Blazevic, le daba una nueva canasta al Obra. Zurbriggen saltaba a cancha ante el mal momento de Westermann, y aunque la defensa seguía sin ajustarse del todo y las pérdidas de Robertson también se sumaban, otro rebote en ataque, ahora de Guerrero, evitaba que Girona abriese brecha. Un triple de Zurbriggen tras buen movimiento de balón colectivo precedía a 2 consecutivos de un Robertson que por fin parecía encontrar el camino y se iba a los 10 puntos anotados, de manera que el Obra cerraba el cuarto 3 arriba (18-21).

El segundo cuarto comenzaba con un recital de errores por ambos bandos, incluido otro balón perdido más de Westermann nada más regresar al partido. Los nuestros acumulaban más de 2 minutos y medio sin anotar, pero Phil Scrubb lo intentaba con éxito desde el triple para romper la sequía. El canadiense estaba inspirado y de nuevo ejecutaba el triple lejano, con su hermano Thomas añadiendo una buena canasta bajo aro a pase de Blazevic. Los nuestros parecían imponerse a un Girona que boqueaba pero que encontraba un par de triples seguidos de Taylor para evitar el KO. Blazevic finalizaba bien un 2x2 con Westermann y Thomas Scrubb clavaba otro triple lateral para los nuestros, mientras que Vicedo taponaba a Prkacin para lanzar el contraataque y permitir que Phil Scrubb ejecutara por tercera vez consecutiva desde el triple para un precioso +8 (29-37). El partido se tambaleaba para los locales, que salvaban de nuevo la situación con pelea en el rebote de ataque y otro triple más de Taylor. Y, de manera inesperada, llegaba el apagón. Los triples de Phil dejaban de entrar y Girona comenzaba a ver aro de manera coral, con un Robertson que tras errar un intento triple cometía una antideportiva que costaba 4 puntos de Garino. Los nuestros volvían a perder balones y los locales seguían en estado de gracia desde el triple, de manera que en menos de 3 minutos habían sumado un contundente parcial de 15-0 que había cambiado por completo la cara del mismo (44-37). Thomas Scrubb aparecía con una penetración aprovechando la pantalla de Blazevic para romper más de 3 minutos de nulidad total, con un último minuto de cuarto en el que los errores por ambos bandos volvían a aparecer, sin moverse el marcador hasta el descanso (44-39).

El Obra no mejoraba su gris partido tras el paso por los vestuarios, volviendo a sumar otra pérdida más y sobreviviendo únicamente gracias a la gran pelea de Blazevic por el rebote en ambos aros. Los locales seguían viendo bien dónde podían hacer daño, alimentando a Prkacin y aprovechando el 1x1 de Taylor, con una defensa intensa que quizás no era suficientemente castigada por el arbitraje, lo que provocaba la protesta y la técnica a Moncho Fernández. Thomas Scrubb aparecía de nuevo con una bandeja tras saque de banda y con un triple desde 45 grados (50-46), pero el equipo no tenía más argumentos y tampoco atrás acababa de frenar la hemorragia en la pintura. Robertson lo intentaba pero volvía a perder balones y solo otro triple más de Phil Scrubb evitaba la ruptura en el marcador. Garino completaba sus mejores minutos de la temporada para lanzar a los suyos y el Obra se veía ya 13 abajo ante un Girona que seguía leyendo mejor dónde hacer daño, y que además encontraba el acierto coral de sus jugadores de rotación (63-50). Un par de libres del voluntarioso Blazevic y otro instante de acierto de un Robertson que equilibraba los 5 puntos del local Hill con una penetración y un triple dejaban al Obra a 11 puntos al final de un muy mal cuarto, pero todavía en partido (68-57).

El Obra salía con ganas ante los últimos 10 minutos de juego, cargando el rebote de ataque y encontrando un triple y un buen 2+1 en penetración del intenso Zurbriggen (70-63). El argentino intentaba liderar la presión defensiva de los nuestros, con cambios zonales que buscaban cortocircuitar el ataque local, pero el hueco en el centro de la pintura era aprovechado por los locales y las canastas en transición tras pérdida del Obra volvían a hacer un daño terrible, llevando la diferencia a un +14 que forzaba el tiempo muerto de Moncho Fernández (77-63). Guerrero anotaba bajo aro pero recibía atrás la canasta de su par, mientras los triples no entraban y el tiempo pasaba sin que el Obra se acercara. Una penetración por derecha de Vicedo carecía de continuidad, de manera que bastaba otro par de pérdidas de balón de un desastroso Westermann para que Girona terminara de romper el partido definitivamente (83-67). El base francés anotaba una suspensión frontal corta y completaba un buen 2x2 para Guerrero, pero los fallos atrás regresaban para que Prkacin machacara el aro. 3 libres de Robertson tras falta en su intento triple bajaban a -11 con 2 minutos por delante (85-74), pero otra aparición en 1x1 de Taylor y un nuevo balón perdido evitaban cualquier susto postrero para un Girona que terminaba el partido gustándose ante su afición con un par de triples finales que elevaban la diferencia final a un contundente +17 (93-76). El Obradoiro, en uno de sus partidos más grises del curso, dejaba escapar una oportunidad de irse al parón de febrero en una posición todavía mejor de la que tiene.

Datos a destacar

• un día para olvidar. Ya desde el principio se vio que el Obra no estaba bien en la cancha, aunque los arreones de triples y la inspiración de los hermanos Scrubb daba ilusión ante un Girona muy limitado y con dudas. Sin embargo, ese parcial de 15-0 lo cambió todo, desapareció la inspiración y el Obradoiro no fue capaz de mostrar oposición hasta acabar desarbolado en la cancha en una terrorífica segunda mitad en la que todo salió mal
• el rebote ofensivo (38-39 en rebotes, con 14 ofensivos para el Obra... pero al final también otros 14 para Girona) mantuvo a los nuestros en pie a pesar de las pérdidas, que se sumaron desde mismo inicio del juego. Los triples entraban y compensaban el agujero defensivo (32 puntos del trío interior local, que no tenía a su estrella Marc Gasol), pero en cuanto Girona empezó a ver aro desde lejos (acabó con un gran 42% en triples tras comenzar con 0 de 6), el Obra no consiguió cambiar ninguno de sus problemas y no pudo siquiera competir por el partido (110-78 en valoración conjunta)
• por supuesto, los balones perdidos: terrorífico 9-17 en pérdidas, horroroso 16-3 en puntos anotados tras pérdida, demoledor 13-0 en puntos al contraataque... ante un rival con graves problemas en ataque, el peor de la liga, y que no podía contar con su jugador franquicia, el Obra concedió 93 puntos
• THOMAS SCRUBB: dentro del terrible partido del equipo, Thomas fue el que apareció en más ocasiones para salvar los muebles. Bien en ataque, con penetraciones y triples, yendo al rebote ofensivo, aunque es cierto que atrás le costó parar a Garino en alguna ocasión. Mejoró las prestaciones extrañamente bajas de partidos pasados, aunque poco pudo hacer para evitar la clara derrota (-18 con él en pista, el máximo del equipo). 15+5+1 en 28 minutos, para 17 de valoración
• LÉO WESTERMANN: horroroso. Sin matices. Por momentos parecía incluso que le costaba controlar el balón en el bote, perdió balones, se los hizo perder a sus compañeros con pases malos, no miró apenas al aro y tampoco en defensa tuvo energía para pasar un mínimo bloqueo sin quedarse atrás. Unas prestaciones tan bajas solo pueden deberse a problemas físicos, pero el francés fue una rémora para el equipo desde el primer minuto. 3+2+3 en 19 minutos, con 4 pérdidas, para -2 de valoración
• KASSIUS ROBERTSON: quiso pero no pudo más que en un par de rachas puntuales. Bien defendido con ayudas a su 1x1, ni pudo encontrar conexiones con los interiores ni penetraciones a aro, y se enredó en intentos de generar que fueron sumando pérdidas hasta unos números de record. En lo poco que pudo tirar no estivo mal (2 de 3 en tiros de 2, 3 de 6 en triples), pero entre lo errático que estuvo en ataque y los problemas atrás ante Taylor y Hill, la verdad es que Kass no tuvo precisamente un día para recordar. 19 puntos en 31 minutos, con ¡7 pérdidas! y 4 faltas provocadas, para 10 de valoración
• EDGAR VICEDO: las pasó canutas atrás con Prkacin y las ayudas interiores, inferior físicamente a su par, a lo que añadió un mal día en ataque, con tiros abiertos que no metió (0 de 4 triples par 1 de 8 en tiros de campo). Su trabajo en el robo, aprovechando su rapidez de manos y envergadura, permitió recuperar balones, pero ni mucho menos compensó un partido gris del madrileño. 4+3+1+3 en 26 minutos, para 6 de valoración
• MAREK BLAZEVIC: con sus cosas de siempre (faltas tontas, jugadas de novato), pero el lituano fue de los que dio la cara de principio a fin. Muy luchador bajo aros para el rebote, le faltó algo de toque para aprovechar algún tiro corto y apenas recibió buenos balones de los pequeños, pero mostró actitud positiva y cabeza fría a pesar de la situación. De lo menos oscuro del equipo en este partido. 8+7+1 en 21 minutos, para 11 de valoración
• PHIL SCRUBB: su racha triplista en el segundo cuarto dio pie a los mejores minutos del equipo, aunque le faltó continuidad. Con todo, el canadiense al menos no perdió balones y fue de los pocos que movió el balón con algo de criterio para generar puntos de sus compañeros. En defensa estuvo al nivel de todo el equipo, sin acabar de asentarse del todo, pero en conjunto fue de los menos malos. 12+2+5 en 26 minutos, para 10 de valoración
• RUBÉN GUERRERO: mejores números que sensaciones. El marbellí sufrió mucho atrás, tanto con sus pares como en las ayudas y los cambios que lo sacaban demasiado lejos del aro. Ganó rebotes e intimidó, pero también se dejó llevar más de un rebote en defensa y le costó ser contundente en ocasiones. En ataque recibió pocos balones aunque les sacó partido (3 de 4 en tiros de 2). 6+9 en 19 minutos, con 2 tapones, para 14 de valoración
• ÁLEX SUÁREZ: sin acierto en el triple, como única aportación ofensiva, y con problemas evidentes atrás para aguantar el envite de rivales superiores a nivel físico. Sus apariciones pasaron desapercibidas, aunque tampoco fue en esos momentos cuando el marcador se disparó en contra. 0+3+1 en 14 minutos, para 1 de valoración
• FERNANDO ZURBRIGGEN: voluntarioso e intenso como siempre, algunos de los escasos chispazos del equipo llegaron de manos del argentino, con esos 6 puntos seguidos tras el descanso, que sin embargo no tuvieron continuidad. Fernando forzó en defensa sin mucho éxito, mientras en ataque, más allá de esos momentos de inspiración personal, tampoco pudo manejar al equipo con algo de fluidez, aunque al menos no perdió apenas balones. El único sin puntuación negativa en el +/- de todo el equipo. 9+1+1 en 13 minutos, para 4 de valoración
• ÁLVARO MUÑOZ: aportación testimonial del abulense, que falló una penetración y un par de libres, mientras en defensa tampoco tuvo tiempo de hacer mucho más. Estadística a 0 para -2 de valoración

Pinchazo desilusionante del Obra. La oportunidad de irnos al parón con 11 victorias, ante un rival sin su máxima estrella, parecía estar al alcance de la mano, y hasta ese apagón general de mediado el segundo cuarto, las no muy positivas sensaciones que transmitía el equipo chocaban con el interesante +7 del marcador. Sin embargo, todo se vino abajo y apenas hubo argumentos para sostener a un Obradoiro que cedió con cierto estrépito incluso en los minutos finales. No deja de ser un pequeño borrón en una gran temporada, pero sin duda estas 2 semanas de parón competitivo han de resultar beneficiosas para un equipo en el que los problemas físicos de algunos jugadores, lesionados aparte, están siendo un freno a la posibilidad de completar una temporada verdaderamente importante. Con la permanencia virtualmente asegurada ante la debilidad manifiesta de los equipos del pelotón de cola, es el club el que tiene que valorar mover ficha y, siempre teniendo en cuenta el necesario e imprescindible rigor económico, buscar unos refuerzos necesarios para poder pelear una clasificación para competición europea que, a estas alturas de curso, está más asequible que nunca.