domingo, 27 de noviembre de 2022

Supervivencia en el barro (80-84)

Fernando Zurbriggen (foto: ACB Photo)

El Obradoiro consiguió resistir las embestidas de un Murcia extremadamente físico y acabó consiguiendo su tercera victoria de la temporada gracias a su mayor acierto en los minutos finales. Los de Moncho Fernández leyeron mejor el partido de inicio (3-10), basados en el gran acierto desde el triple y con un buen Phil Scrubb (16+4+4 para 16 de valoración al final), ante un rival muy alocado y que únicamente resistía a tirones. El Obra comenzaba a abrir brecha en el marcador en el segundo cuarto, superior a un Murcia sin ideas, hasta alcanzar una renta de 15 puntos (18-33). La entrada en acción de McFadden y Anderson bajó diferencias ante la segunda unidad del Obra (31-36), pero la vuelta de los titulares permitía un parcial de 4-12 que dejaba a los nuestros 13 arriba al llegar al descanso (35-48). A partir de ahí el partido se convirtió en una lucha espesa y sorda, con un sinfín de faltas y parones, mientras ambos equipos se atascaban por completo en su juego. El Obra conseguía mantener su renta en el entorno del +10 a pesar del gran trabajo del local Radovic, aguantando los arreones locales gracias a un buen Zurbriggen (9+5+5 para 16 de valoración final) y con los chispazos de un irregular Bender (15+11 para 22 de valoración final). En el cuarto período Murcia iba poco a poco limando la renta de un Obra cada vez más espeso en el barrizal, llegando a igualar el partido a falta de poco más de 3 minutos (75-75). Sin embargo, los nuestros mantuvieron la calma y con un par de rebotes ofensivos decisivos con sendas canastas de Bender y Álex Suárez consiguió amarrar la victoria ante un rival tan intenso como alocado en sus acciones (80-84). Con este vital triunfo, el Obradoiro se coloca con un record de 3-6 en la decimotercera posición de la tabla.

Complicado partido del Obradoiro en tierras murcianas, ante un equipo local con las bajas de Luther y Davis, mas las dudas con respecto a Trice, y que comenzaba con Bellas, McFadden, Jelínek, Anderson y Pustovyi. El Obra, con la conocida baja de Westermann y el precario estado físico de Paige y Walker, respondía con Phil Scrubb, Muñoz, Thomas Scrubb, Vicedo y Bender. El primer triple de Phil Scrubb abría la lata, aunque era respondido al instante con otro triple de Rojas. Sin embargo era el Obra quien se asentaba rápidamente en la cancha, con Thomas Scrubb produciendo desde el poste bajo y cargando el rebote ofensivo. Phil Scrubb sumaba su segundo triple y un par de libres ante un Bellas que no lo podía parar, para un parcial de 0-7 que establecía las primeras ventajas interesantes para los nuestros (3-10). Murcia resistía gracias a su potencia en el rebote ofensivo, pero el Obra seguía sumando triples, ahora con Edgar Vicedo, ante un rival que se atascaba ante la presión defensiva desde el saque de fondo y que comenzaba a hacer la goma a base de acciones aisladas (12-13). Otro triple más, ahora de Álvaro Muñoz, volvía a dar aire a los nuestros tras varios malos ataques, con Thomas Scrubb continuando su completa labor robando en defensa y anotando en ataque. Zurbriggen entraba en acción con un robo y lanzando la transición para el triple frontal de Bender para el +9 (12-21), aunque la entrada en juego de la rotación profunda del Obra se acusaba en un parón ofensivo de casi 3 minutos hasta el final del cuarto, que permitía a Murcia volver al partido a base de tiros libres (16-21).

El Obra comenzaba el segundo cuarto con otros 2 jugadores sumándose al carro de los triples, en esta ocasión David Walker y Álex Suárez, que lanzaban al equipo ante un Murcia ahogado en la pista. Blazevic recuperba un balón en defensa y aprovechaba la defensa flotante de Pustovyi para anotar una fácil suspensión de 4 metros, aunque seguidamente erraba otros 2 tiros igual de fáciles. Anderson era el único local que de vez en cuando veía aro, ante un Obra que tampoco acababa de aprovechar la oportunidad de romper el partido del todo. Bender volvía a cancha igual de frío que había empezado, aunque el energético Zurbriggen sumaba una buena canasta que ya ponía 15 arriba a los nuestros (18-33). Los locales se agarraban de nuevo a Anderson y a su intensidad física para forzar pérdidas y atascar el ataque obradoirista, con Bender lento en sus acciones en la pintura. McFadden se sumaba con sus triples en jugadas abiertas para seguir bajando diferencias, aunque Vicedo paraba el intento local anotando a pase de Phil Scrubb. Muñoz taponaba otro intento triple de un McFadden que de todos modos se la volvía a jugar y acertaba en el siguiente ataque (31-36). La respuesta de Thomas Scrubb era tan contundente como un enorme 3+1 desde el lateral. Murcia seguía cargando por dentro ante su día negado desde la distancia, aunque de nuevo Thomas Scrubb trabajaba una buena canasta desde el poste bajo. Phil Scrubb penetraba con acierto y su hermano Thomas forzaba la falta en ataque de Anderson, y aunque Bender se dejaba un par de libres en el limbo, el Obra sumaba de nuevo tras cazar un rebote suelto Muñoz para devolver a los nuestros el +13 al llegar al descanso tras un parcial de 4-12 (35-48).

El partido se iba a convertir en un denso mejunje desde el comienzo del tercer período. Bender anotaba en la pintura para mantener las ventajas, pero las faltas comenzaban a parar el juego una y otra vez, mientras Murcia subía en intensidad física pero también en falta de ideas, solo percutiendo para ganar rebotes ofensivos pero con mínimo acierto. Bender perdía en ataque pero taponaba en defensa y el Obra sumaba de uno en uno en medio del atasco colectivo, con pérdidas y tiros forzados por doquier. Una penetración y un par de libres de Phil Scrubb elevaban la ventaja a una máxima de 16 puntos (39-55), pero los nuestros tampoco estaban para tirar cohetes y Murcia se aferraba a los chispazos aislados de sus hombres para ir sumando a base de tiros libres. El Obra seguía dejándose algún tiro libre sin anotar, como un par de Álvaro Muñoz, y solo la entrada en acción de Radovic por los locales cambiaba ligeramente el oscuro panorama. El montenegrino superaba por dentro a un lento Bender, pero se pasaba de intensidad y le arreaba un mandoble en la cara a un Zurbriggen que acababa de recibir una falta de Bellas. La jugada suponía 4 tiros libres para el argentino mas la posesión, aunque Fernando tan solo anotaba 2 de ellos y también Paige sumaba solo uno en la falta sufrida en el subsiguiente ataque, aunque sumaba otro punto extra por la técnica pitada a Sito Alonso tras retener un balón perdido por los suyos (48-60). Sin embargo, los nuestros seguían sin ideas en ataque y Murcia volvía cargando el juego interior nuevamente, aunque un triple de Thomas Scrubb cortaba de nuevo la reacción local y dejaba al Obra 10 arriba al finalizar el cuarto (53-63).

Bellas lideraba a los suyos en el inicio del último cuarto con un pase de alleyoop a Pustovyi y un triple que dejaban en solo 5 la ventaja visitante (58-63). Zurbriggen salvaba la situación con una gran penetración para el 2+1 sobre Pustovyi. Bender regresaba con energía, anotando bajo aro a pase del argentino y haciéndose fuerte en el rebote defensivo. Un par de libres del croata devolvían el +11 al Obra (59-70), y otra canasta tras triple esfuerzo bajo aro, aún sin culminar la acción con el tiro libre adicional, mantenía la ventaja en márgenes cómodos, a pesar de que Radovic seguía castigando con su juego de espaldas. Murcia seguía intentándolo a tirones y aprovechaba un nuevo parón de nuestro ataque, con Bender en problemas ante el muy activo Radovic. Blazevic cometía una inocente antideportiva que suponía 5 puntos en contra tras el triple en el missmatch de McFadden y reducía nuestra ventaja a la mínima expresión (72-73). Con el Obra metido en el atasco de lleno, Thomas Scrubb sacaba una falta en ataque que además era la quinta de Anderson. Con el partido ya entrando en los minutos decisivos, un par de libres de Muñoz daban un soplo de aire, pero de nuevo McFadden buscaba el fácil missmatch para clavar otro triple que empataba el partido a falta de 3 y medio (75-75). El Obra sufría y parecía volver a llegar al momento clave en cuesta abajo, pero McFadden no acertaba con otro triple alocado más y, aunque nuestro ataque no era mucho mejor, Thomas Scrubb cazaba el rebote ofensivo para anotar 2 puntos fundamentales. Radovic mantenía la igualdad con otra canasta en el juego de espaldas, pero ahora era Bender quien capturaba otro rebote en ataque para anotar y en la siguiente defensa forzaba a McFadden para que éste pisara la línea de banda. Murcia se ja jugaba de manera individualista y desordenada, pero el Obra tampoco era capaz de mover el balón con acierto. Sin embargo, un horrible tiro forzado de Muñoz contra el canto del tablero era capturado por Álex Suárez para anotar un 2+1 que dejaba el partido muy de cara a falta de solo 29 segundos (77-82). Los locales se la seguían jugando a lo loco y sin acierto alguno, con Thomas Scrubb llevándose el rebote y anotando los libres definitivos tras la rápida falta de Rojas (77-84). El equipo local ya se rendía, sin tiempo para nada, y únicamente el triple de McFadden reducía a 4 la diferencia final pero sin poner en riesgo la sufrida victoria del Obradoiro (80-84).

Datos a destacar

  • victoria importantísima del Obradoiro tras una racha de 5 derrotas seguidas. Con los problemas físicos del equipo y los malos resultados, un triunfo como este resulta un gran alivio para una situación que empezaba a ser peligrosa. El equipo supo dominar el juego casi desde el principio (Murcia nunca llegó a ir por delante en el marcador), mantuvo durante medio partido unas rentas bastante sólidas (el 64-95 en valoración conjunta habla de una diferencia más o menos clara en la cancha) y, cuando los arreones locales anularon la ventaja obradoirista, en esta ocasión la fortuna sonrió a los nuestros en las jugadas finales con esos 2 rebotes ofensivos decisivos
  • los triples dieron alas a nuestro ataque en la primera mitad, con muchos intentos y muy buenos porcentajes (rondando el 50%). Cuando se acabó el acierto exterior, el equipo volvió a la espesura ofensiva máxima (es en el 5x5 donde la baja de Westermann resulta más llamativa), pero supo manejarse en medio del barrizal ante un rival que proponía desgaste físico e intensidad extrema. Las carencias de nuestra rotación en las condiciones actuales son evidentes, pero también lo es el esfuerzo de todos y el trabajo táctico que permitió sacar adelante el partido
  • a pesar de la potencia del rival en esa faceta, el Obra mantuvo la lucha en igualdad en el rebote (41-43, con 14 ofensivos para ambos equipos). Murcia sobrevivió en el juego gracias a cargar rebotes y jugar para un Radovic que dominó en la pintura, pero también los nuestros supieron cargar el rebote ofensivo con éxito y de hecho fue ahí donde consiguieron los puntos clave en las jugadas finales, con 3 canastas que salvaron sendos malos ataques
  • THOMAS SCRUBB: en su línea habitual, sumando en todas las facetas y apareciendo en los momentos más complicados para aportar tanto en defensa como en ataque. Ese 3+1, esa quinta falta que le saca a Anderson, ese rebote con canasta con el partido empatado... Siempre decisivo para el equipo, el alero del Obra volvió a ver aro desde fuera (2 de 2 triples), buscó el poste bajo con ventajas y apenas cometió errores. 17+6+2 en 28 minutos, con 6 faltas provocadas, para 23 de valoración
  • PHIL SCRUBB: decisivo en las escapadas iniciales del Obra, con acierto en el triple y llevando bien la manija del equipo. Con el paso de los minutos se fue atascando más, alternando como 1 y como 2 pero sin volver a tener acierto en el tiro exterior ni poder aligerar la espesura del juego. Aún así supo ver huecos en un par de penetraciones exitosas y meter algún balón interior, pero de nuevo tuvo que jugar una minutada y eso siempre le hace cometer algún error de más. De todos modos, y más con la baja de Westermann (y la casi baja de Paige), enorme mérito del combo canadiense, siempre aportando y dando la cara. 16+4+4 en 30 minutos, con 5 faltas provocadas, para 16 de valoración
  • ÁLVARO MUÑOZ: cumplidor y ejerciendo de veterano, con muchos más minutos en cancha de los que en condiciones normales tendría. El capitán no estuvo demasiado acertado en el tiro (1 de 5 en triples, incluso falló un par de libres), pero trabajó en defensa con intensidad y buen hacer y sumó para la victoria final (espectacular +12 con él en cancha, máximo del equipo). 9+4 en 27 minutos, con 2 robos y 2 tapones, para 11 de valoración
  • EDGAR VICEDO: le tocó salir de titular, poniendo intensidad y trabajo oscuro. En defensa le costó en ocasiones mantener el 1x1 ante rivales más físicos y grandes, pero peleó en todo momento para intentar cerrar rebotes. En ataque sumó un par de acciones aisladas acertadas y, siempre dentro de su papel de jugador de rotación profunda, pudo ayudar al colectivo para sacar adelante el partido cuando el juego se puso más espeso y duro. 5+4+1 en 19 minutos, para 5 de valoración
  • DRAGAN BENDER: le costó mucho entrar en juego, incómodo, fallón y muy frío ante un rival que planteaba justamente lo contrario, intensidad y mucho trabajo físico. Radovic sacó a relucir sus carencias defensivas (y más jugando como 5) en la segunda mitad, pero el croata fue poco a poco mejorando y haciéndose fuerte en el rebote, sobre todo en ataque (¡6 rebotes ofensivos!), hasta sumar un meritorio doble-doble y una cantidad enorme de faltas recibidas que, sin duda, le hicieron un jugador decisivo para el triunfo final. 15+11+1 en 27 minutos, con 2 tapones y 9 faltas provocadas, para 22 de valoración
  • ÁLEX SUÁREZ: la configuración actual del Obra, con Bender en el 5, le da también muchos minutos al ala-pivot balear, al que le costó bastante aportar en un partido muy físico y en el que no estuvo muy acertado en sus tiros (1 de 4 triples). En defensa le costó mantener el nivel de intensidad en el 1x1 y el rebote ante un rival que carga de manera casi exagerada con sus grandes. De todos modos, su rebote con 2+1 en el minuto final fue fundamental para la victoria. 6+1 en 21 minutos, para 0 de valoración
  • FERNANDO ZURBRIGGEN: el argentino se encontró con un partido ideal para sus condiciones, en el que su intensidad física permitió al equipo sobrevivir en el fango planteado por los locales y en el que su enorme esfuerzo en la cancha lució a gran nivel. Como director de juego no pudo hacer jugar con fluidez a sus compañeros, aunque supo evitar pérdidas (clave ante un equipo como Murcia) y ayudó con algunos puntos a la anotación colectiva. En defensa peleó todo y más, cazó rebotes y forzó malas acciones de sus rivales. Con sus limitaciones para ser un base creador, Fernando fue uno de los destacados en la victoria, sin lugar a dudas. 9+5+5 en 16 minutos, con 6 faltas provocadas, para 16 de valoración
  • DAVID WALKER: sigue mermado físicamente y por ello sus minutos en cancha están tan ajustados. Clavó el triple que intentó, pero en defensa le costó llegar y su aportación apenas lució en el puré espeso de la segunda mitad. 3+1 en 12 minutos, para 3 de valoración
  • MAREK BLAZEVIC: sigue con su pelea de las últimas semanas, sin encontrar el punto en sus acciones y cometiendo errores de novato. Se le vio con ganas pero apenas un tiro corto en ataque y algún rebote no compensaron las pérdidas y las faltas tontas. El equipo sigue echando en falta la ayuda de un 5 que evite que Bender siga estando tan solo. 2+3 en 8 minutos, para -1 de valoración
  • MARCUS PAIGE: intentó ayudar, pero dado su estado físico, sería injusto criticar su falta de aportación. Hizo lo que pudo, que no fue mucho (0 de 5 tiros de campo). Es una lástima, pero su en la práctica ausencia le crea un agujero a la rotación exterior en lo que en principio era una de las mayores cualidades de la plantilla de este curso. 2+0 en 7 minutos, con 2 pérdidas, para -7 de valoración
  • RUBÉN GUERRERO: apenas participó en el partido, más allá de unos escasos minutos en el fondo más profundo de la rotación. En lo poco que jugó, sufrió ante Pustovyi en un par de acciones y no aportó casi nada positivo. 0+1 en 5 minutos, para 0 de valoración
Victoria importantísima para el Obradoiro. Ante un rival incomodísimo y que suele convertir sus partidos en una especie de guerra de guerrillas, el equipo supo remar, sacar partido de sus virtudes y esconder en lo posible las carencias que tiene y que, en las actuales circunstancias, son todavía más visibles. Aún así, de nuevo parecía que el Obra iba a acabar muriendo en la orilla tras irse atascando más y más ante un Murcia que a trancas y barrancas se fue metiendo en el partido. En esta ocasión el factor suerte ayudó y el equipo pudo acabar sumando un triunfo vital para evitar vernos metidos en zonas demasiado peligrosas en un momento tan temprano de la temporada. El regreso ya confirmado de Kass Robertson, a falta de conocer su actual estado de forma, puede permitir al Obra rehacerse en su juego ofensivo exterior, pero con ese 3 en el casillero de victorias el margen de maniobra vuelve a ser un poquito mayor.


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