lunes, 22 de enero de 2018

Remontada para romper la mala racha (74-84)

Artem Pustovyi (foto: ACB FotoClick)

El Obradoiro se sobrepuso a un inicio desastroso para remontar el partido y acabar imponiendo su enorme superioridad interior, consiguiendo un valioso triunfo que pone fin a una racha de 7 derrotas consecutivas. Los de Moncho Fernández comenzaron muy mal, desarbolados por un equipo local en el que Todorovic y Tabu dominaban el partido hasta una ventaja de 14 puntos (18-4). El Obra resistió a trancas y barrancas los envites locales, pero la reacción del final del segundo cuarto con Spires y Llovet acortaba las desventajas hasta un -7 que todavía permitía pensar en la victoria al llegar al descanso (41-34). A la vuelta de los vestuarios, el Obra se hizo dueño y señor del juego interior, casi sin oposición, y liderado por un imparable Artem Pustovyi (19+9, con 4 tapones y 7 faltas provocadas, para 30 de valoración) se puso primero por delante y poco a poco empezó a hacer distancia en el marcador. El brutal parcial de 8-22 en el tercer cuarto, con el ucraniano bien apoyado por Bendzius, elevó la renta obradoirista hasta un casi definitivo +14 a falta de 8 minutos para el final (50-64), y los intentos finales del Bilbao Basket fueron apagados por un acertado Matt Thomas para certificar la victoria del Obradoiro por 10 puntos (74-84). El Obra cierra así la primera vuelta de la fase regular con un record de 8-9, en la undécima posición de la tabla y con un buen margen de 4 partidos sobre los 2 puestos de descenso.

Sin ganar un partido desde mediados de noviembre y con el miedo empezando a asomar en los ánimos de la afición, así llegaba el Obradoiro a visitar a un Bilbao Basket que, con la baja de su pivot Gladness, comenzaba el partido con Tabu, Todorovic, Hammink, Hervelle y Thomas. Moncho Fernández optaba de inicio por Sàbat, Thomas, Laksa, Radovic y Pustovyi. El partido empezaba desastroso para los nuestros, superados ampliamente por un rival que parecía irse en el marcador sin remedio. Laksa anotaba bajo el aro a buen pase de Sàbat, pero el resto era un horror de pérdidas por pasos, balones que se caían de las manos y defensas que permitían canastas fáciles al rival. Sàbat se ahogaba ante la presión de Tabu, Todorovic superaba continuamente a Laksa y con 10-2 Moncho Fernández se veía obligado a pedir tiempo muerto. Radovic recibía por fin un balón en el poste bajo para anotar con calidad, pero el equipo seguía a merced de los locales, con Matt Thomas equivocándose en sus acciones ofensivas y Todorovic y Tabu ensanchando diferencias. El tercer triple del alero local elevaba el +14 bilbaíno al marcador (18-4), aliviado mínimamente por el triple de respuesta de Corbacho. Con la debacle amenazando en el horizonte, el Obra seguía desarbolado en defensa e incapaz en ataque, pero al menos un tapón de Pustovyi y un buen 2+1 de Radovic en penetración rebajaban la desventaja y permitían al equipo llegar al final del primer cuarto "solo" 11 abajo (21-10).

El Obra no acababa de carburar el inicio del segundo cuarto, pero al menos conseguía mantener la desventaja a partir de una mejora en el rebote defensivo. Por fin encontraba sus tiros Matt Thomas ante la defensa de Redivo y poco a poco Pozas iba moviendo mejor el ataque para que Spires machacara el aro, mientras el trabajo duro bajo los aros de Llovet también comenzaba a dar réditos. Los triples locales de Tomàs y Mumbrú, este por partida doble, mantenían la ventaja local por encima de los 10 puntos a pesar del triple de Thomas, y aunque Spires seguía aprovechando sus opciones en el poste bajo, un nuevo triple local, ahora de Tabu, volvía a poner contra las cuerdas la resistencia de un Obra que seguía bailando en el alambre (35-23). El equipo peleaba y no se dejaba arrastrar por las circunstancias a pesar de seguir sin acabar de defender bien, y el trabajo esta vez sí acompañado de acierto cara al aro de Bendzius, con una canasta tras rebote ofensivo y un buen triple, permitían a los nuestros bajar a solo -6 (36-30). Los triples locales seguían siendo el mayor lastre para nuestra defensa, además de un Tabu que jugaba a placer en ataque, pero una buena jugada diseñada en el tiempo muerto le daba una buena canasta a Radovic tras buen pase de Sàbat que, pese a las más bien malas sensaciones, mantenía al equipo en partido de cara a la segunda mitad (41-34).

El Obra seguía bastante atascado al inicio del tercer cuarto, inmerso en una sequía anotadora compartida con el Bilbao Basket en la que como mal menor se empezaba a consolidar un claro dominio en el rebote. Tras más de 2 minutos sin anotar y con 9 abajo (43-34), con Pustovyi acusando una cierta flojedad en sus acciones, una buena suspensión de Matt Thomas abría la caja de los truenos. La defensa subía su intensidad jugada a jugada y los tapones de Bendzius y Pustovyi cerraban el camino del aro al rival, y un triple frontal de Bendzius daba por fin continuidad en ataque al equipo. Pustovyi conseguía por fin imponer su poderío físico y un enorme coast to coast de Radovic tras robo en defensa completaba un parcial de 0-9 que igualaba el marcador para forzar el tiempo muerto local (43-43). Redivo se iba de Thomas para anotar tras un carretón, pero el Obra ya era el dueño del partido con un Pustovyi inmenso en ataque. El ucraniano machacaba por partida doble a pases de Thomas y Pozas, y seguía agrandando en la herida abierta en la zona local sacando faltas, anotando libres y con una gran finta para anotar en bandeja, para completar su actuación con otro tapón más antes de irse a descansar unos minutos al banco. Llovet se llevaba un enorme golpe el cerrar un rebote, pero el Obra mantenía la delantera con otro alleyoop fantástico de Pozas, ahora para Spires, cerrando un gran parcial en el cuarto de 8-22 que lo ponía 7 arriba (49-56).

Las dudas parecían haberse disipado y el Obra comenzaba el último cuarto castigando la defensa local con un triple de Corbacho, otro mate más de Pustovyi en alleyoop con Navarro y un triple de Pozas que elevaba la renta visitante a un casi definitivo +14 (50-64). Mumbrú y Todorovic todavía intentaban mantener viva la resistencia local pero el Obra dominaba los rebotes y gestionaba sin problemas la jugosa renta con otro alleyoop más de Pustovyi a pase de fondo de un Pozas que compensaba un par de pérdidas tontas previas en el control de balón. El triple de Redivo era neutralizado por un 2+1 del gigante ucraniano, que seguía arrasando la zona rival con una superioridad aplastante, bien secundado por un Nacho Llovet productivo en ambos lados de la cancha. Bendzius completaba el esfuerzo colectivo en defensa con un buen tapón, y los 2 triples de un Tabu que todavía no se rendía eran de nuevo escasos ante el enésimo mate de Pustovyi tras el también enésimo pase de Pozas. Con 7 puntos de ventaja (66-73) y Miribilla apretando de nuevo, Moncho Fernández paraba el juego y Thomas cortaba de raíz los sueños bilbaínos con un triple con menos de 3 minutos por delante. Bilbao ya iba a la desesperada y de nuevo era Todorovic quien intentaba el imposible a base de veloces transiciones, pero a pesar de alguna pérdida y de los errores desde la línea de tiros libres el Obra mantenía todavía una renta menguante aunque suficiente de 6 puntos a falta de 40 segundos (72-78). La intensidad de Todorovic se pasaba del límite y una falta antideportiva sobre Llovet aprovechada a medias desde la línea de libres pero culminada por un triple de Thomas en la subsiguiente posesión finiquitaba el partido definitivamente. El propio Thomas cerraba el marcador con la última canasta para el +10 final que daba carpetazo a la racha de derrotas de los 2 últimos meses (74-84).

Datos a destacar
  • por fin se rompió la mala racha. Cuando empezaban a aparecer todas las dudas del mundo y los puestos bajos se veían cada vez más cerca, esta victoria ante un rival directo se antojaba vital para afrontar la segunda vuelta de la fase regular con buenas sensaciones. El Obra tardó pero acabó sabiendo leer el partido para aprovechar sus claras ventajas y amarrar un triunfo muy necesario
  • el primer cuarto del equipo fue desastroso, en la peor línea de las últimas semanas, sin defensa ni ataque y a merced del rival. Sin embargo, el Obra se mantuvo en pie en los peores momentos y aguantó el chaparrón hasta el final del segundo cuarto, donde empezó ya a buscar la clara superioridad interior y ya tras el descanso destrozó a un rival sin juego interior que estaba indefenso ante un Pustovyi que no tuvo oposición
  • dominio enorme en el rebote (26-42), muchas canastas de alto porcentaje en ataque (66% en tiros de 2, ¡7 mates!), intimidación atrás (7 tapones) que obligó a Bilbao a jugársela a triples (solo acertó desde los 6,75 con continuidad en el segundo cuarto), que a pesar de la diferencia en pérdidas (7-15) fueron determinantes para (incluso con el 18-4 de salida) dar una victoria holgada a los nuestros (65-105 en valoración conjunta)
  • cuando el equipo empezó a carburar todo pareció más fácil: intensidad y ritmo en defensa, solidez en el rebote e ideas claras en ataque, buscando a nuestros interiores con calidad y sin tener que recurrir a soluciones desesperadas y sin cabeza como en partidos anteriores. Nuestros 4 interiores sumaron 44 puntos y 19 rebotes para 62 de valoración, por 11+9 para 6 del trío interior bilbaíno
  • ARTEM PUSTOVYI: una primera mitad en la pobre línea de las últimas semanas (muy blandito en defensa, sin opciones en ataque) dio paso a una intervención imperial tras el descanso. El ucraniano empezó a recibir buenos balones en la pintura, machacando el aro rival una y otra vez, mientras que en defensa se olvidó de salir a flashes imposibles e impuso su intimidación para echar de la pintura a los interiores vascos, además de cerrar el rebote con claridad. De nuevo decisivo, estableciendo topes personales en puntos y valoración. 19+9+1, con 4 tapones y 7 faltas provocadas, para 30 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: las pasó moradas en el inicio del encuentro, destrozado en ataque y defensa por Tabu y sin ser capaz de llevar al equipo con claridad en ataque. En su reaparición en la segunda mitad mantuvo un mejor tono, sin aspavientos pero al menos aguantando algo mejor la presión. 0+0+2 en 17 minutos, para 0 de valoración
  • MATT THOMAS: muy espeso al comienzo del partido, ofuscado en ataque y desbordado en defensa. Sin embargo mantuvo la confianza en sus posibilidades y ya en el segundo cuarto apareció en ataque, sobre todo con la débil defensa de Redivo, para volver con fuerza en el final del partido ajusticiando al rival. Muy buenos porcentajes de tiro (8 de 11 en tiros de campo) y sin llegar asfixiado a los minutos finales, lo que le permitió estar fresco y acertar en esos últimos minutos de juego. 17+3 en 28 minutos, con 3 pérdidas, para 13 de valoración
  • MARTINS LAKSA: salió de titular y sufrió en primera persona los 6 minutos desastrosos del inicio (-11 con él en cancha), sin poder aportar apenas en ataque y destrozado en defensa por Todorovic, para ya no volver a la pista. 2+1 en 6 minutos, para -1 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: apareció con cuentagotas en ataque pero casi siempre con éxito, tanto en el poste como corriendo en transición en un par de ocasiones. Le faltó algo más de continuidad en sus acciones, aunque colaboró en cerrar el rebote y no sufrió demasiado ante Hervelle o Thomas en defensa. 9+6 en 22 minutos, para 10 de valoración
  • PEPE POZAS: importantísimo en el resultado final, el malagueño encontró un filón en su conexión con Spires y sobre todo con Pustovyi, lo que le fue haciendo ganar en confianza en ambos lados de la cancha. Intenso y listo atrás (bien ayudando en el rebote), incluso acertó con un triple tras bloqueo y, a pesar de las pérdidas excesivas en el arreón local final, completó un expediente brillante, en la línea de sus mejores partidos de la temporada. 3+5+7 en 25 minutos, con 6 pérdidas y 4 faltas provocadas, para 10 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: "castigado" en el banquillo de inicio, el lituano pareció asimilar bien la situación y cuando saltó a la cancha volvió a ser ese jugador que hace un poco de todo y casi todo bien. Acertó desde el triple en un par de ocasiones, cerró huecos atrás con intensidad y brillantez y su juego completo en ambos lados de la cancha impulsó al Obra (+17 con él en cancha, máximo del equipo). 12+3 en 20 minutos, con 2 tapones, para 14 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: saltó a cancha para cortar la sangría del 18-4 inicial y buscó soluciones en ataque desde el triple, aún sin conseguir ser consistente en el acierto. Otro buen triple al comienzo del último cuarto para los minutos que casi sentenciaban el partido y un correcto trabajo atrás completaron un partido positivo del mallorquín. 6+3+1 en 16 minutos, para 4 de valoración
  • NACHO LLOVET: por fin regresó el catalán al nivel de juego de hace 2 meses. Intenso en defensa, trabajador también en defensa (buenos pases y actividad bajo el aro), listo para mover el balón y ayudar con los famosos intangibles que tan bien sabe sumar para el equipo. Casi todo lo que hizo lo hizo de forma positiva para el equipo. 8+4+3 en 16 minutos, con 4 faltas provocadas, para 14 de valoración
  • DAVID NAVARRO: ayudó de manera algo gris a aguantar al equipo en un complicado segundo cuarto, aunque sin acertar en sus tiros y penetraciones. Se cargó de faltas al verse emparejado en missmatches desequilibrados. 0+1+1 en 11 minutos, para -3 de valoración
  • NICK SPIRES: pocos minutos pero muy bien aprovechados. El comienzo del cambio del Obra llegó con él en cancha, al final del segundo cuarto, al empezar el equipo a aprovechar su superioridad en la pintura con el sueco al mando. 4 acciones en ataque y 4 aciertos (3 de 3 en tiros mas 2 tiros libres sin fallo). 8+0 en 6 minutos, para 8 de valoración
  • BEN SIMONS: 44 segundos al final del tercer cuarto sin trascendencia alguna más allá del triple que intentó y falló. Estadística a 0 para -1 de valoración
Fin a la mala racha. Por fin volvió a ganar el Obradoiro, a pesar de un inicio desastroso que presagiaba lo peor. Se podrá decir que el rival estaba muy mermado en su juego interior, como así era, pero eso mismo ocurrió hace unas semanas en Sar contra Andorra y los nuestros siempre fueron a remolque sin saber buscar sus claras ventajas. En esta ocasión el equipo supo parar y releer el partido para pasar de un terrible -14 inicial a un +14 al comienzo del último cuarto, y a partir de ahí supo gestionar la renta conseguida sin llegar a pasar demasiados apuros a pesar de la necesidad del equipo por amarrar un triunfo vital. Con la octava victoria en el zurrón, el Obradoiro cierra la segunda mejor primera vuelta de su historia en la ACB, y afronta la segunda vuelta con un buen margen de partidos sobre los puestos de descenso, aunque queda todavía mucho por remar en los próximos meses. Sin embargo, más allá de lo puramente numérico, el triunfo ante Bilbao ha de servir de revulsivo para que el Obra regrese a la senda del juego desarrollado en las primeras jornadas y deje atrás esta horrible racha de resultados, pero sobre todo de juego, que empezaba a sembrar demasiadas dudas sobre el equipo.


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