domingo, 12 de marzo de 2017

Imposible competir (85-59)

(foto: ACB Fotoclick)

El Obradoiro cayó con rotundidad por 26 puntos de diferencia en un partido que hubo de afrontar más mermado de efectivos que nunca y en el que ese hecho, unido al nuevo desastre vivido desde la línea de triples, hizo imposible no ya pelear por el triunfo, sino simplemente competir en igualdad ante su rival. El equipo se sobrepuso a un contundente 12-0 inicial a base de refugiarse en una defensa zonal que intentaba proteger en lo posible a los pocos interiores de los que disponía, y todavía llegó vivo al descanso tras un 0-5 al final del segundo cuarto (41-33). Sin embargo, la evidencia se fue haciendo cada vez más grande a partir de la reanudación, con un Zaragoza que apenas necesitó parar la producción de Pustovyi e ir sacando partido de su enorme superioridad en la cancha para sentenciar el partido sin mayores problemas e incluso recuperar con holgura el -17 del partido de ida en Sar. El Obradoiro se queda penúltimo con sus 6 victorias, a la espera de nuevos refuerzos que añadir al de Aleks Maric y con la visita del Real Madrid a Santiago en el horizonte.

Si ya parecía muy complicado el partido ante Zaragoza con todos los lesionados que se acumulaban en la enfermería, la noticia de última hora de la baja de Shayne Whittington por una lesión de rodilla era la gota que colmaba el vaso. Sin el pivot americano en la rotación, el Obra tenía que comenzar el partido con McConnell, Dulkys, Yusta, Bendzius y Pustovyi. Los locales, con Luis Guil al mando, lo hacían con García, Juskevicius, Benzing, Jelovac y Norel. Poco margen para la heroica tenían los nuestros, ya que los locales comenzaban destrozando nuestra casi obligada defensa zonal desde la línea de los 6,75: un par de triples de Benzing, otro de Sergi García y un cómodo 2+1 de Norel cortando por la zona sin oposición colocaban un terrible 12-0 en el marcador en menos de 3 minutos. El Obra, de nuevo sin tiro exterior con el que amenazar y muy inferior por dentro ante la necesidad de jugar con Bendzius de 4, tenía muy poco con lo que contrarrestar a los locales: únicamente las habilidades en penetración de McConnell y los balones que le pudieran llegar por dentro a Pustovyi. Con tan escuálido arsenal, los nuestros sobrevivían gracias al esfuerzo generoso de Bendzius en la pelea por el rebote de ataque, mientras Dulkys se sobreponía a otro día nefasto en el triple asistiendo al mate de Pustovyi y anotando una complicada suspensión lateral corta. Demasiado poco para poner en apuros a los locales, que seguían sacando partido de las necesidades obradoiristas de refugiarse en esa zona 2-3 poco agresiva. Benzing clavaba un par de triples más, Jelovac aprovechaba un balón suelto en la bombilla y las diferencias seguían creciendo a pesar de que por fin Dulkys anotara un triple. Sin Pustovyi en cancha y con una dupla interior tan improbable en los nuestros como era la Llovet-Bendzius, cerrar el rebote defensivo era una auténtica heroicidad y más con la entrada en juego del poderoso Fotu, que ponía el +15 local en el marcador tras cazar un rebote de ataque (24-9). Solo Bendzius, que tenía que multiplicarse por todas partes, conseguía reducir los daños a base de forzar faltas en los bloqueos y anotar desde la línea de libres. Un acrobático triple de Matulionis sobre la misma bocina del final de cuarto reducía a 10 puntos la desventaja tras los 10 primeros minutos de juego (26-16).

El Obra reducía distancias al comienzo del segundo cuarto a base de meter balones a Pustovyi, en vista de que la nulidad desde los 6,75 era casi total. Dulkys conseguía ayudar en ataque acercándose más al aro y la defensa del Obra ya no recibía tanto castigo desde la distancia, y bajo el aro los centímetros de Pustovyi hacían mella en los locales. Otra más de Pustovyi en ataque acercaba al Obra a 5 (27-22), pero el equipo tampoco tenía la continuidad ofensiva mínima para culminar la remontada. Dulkys porfiaba por buscar soluciones en ataque a pesar de su negación para el triple, aunque no siempre con claridad de ideas, y Pustovyi añadía una segunda falta absurda en un flash sin sentido que volvía a dejar a Llovet solo ante el peligro ante las torres zaragozanas. Los de Moncho Fernández luchaban al máximo y peleaban por cada balón con intensidad, pero eran inferiores en tamaño, en número y en calidad. Bendzius buscaba hacer daño en el poste pero la defensa local no le daba opciones y la potencia física de Fotu hacía estragos en ambas zonas, sin oposición posible de los nuestros. Aún así el Obra se mantenía en la frontera del -10 gracias a que tampoco los locales iban sobrados de talento con su segunda unidad, y la vuelta de Pustovyi permitía un leve soplo de aire ofensivo para los nuestros, a pesar de los errores del ucraniano desde la línea de libres. Una meritoria canasta de Llovet tras pelear hasta 4 rebotes de ataque consecutivos nuestros interiores y otra más del ucraniano aún sin aprovechar el tiro libre adicional acercaban algo más al Obra, que recurría al debutante Rodrigo Gómez para proteger a los interiores de faltas en el final del segundo cuarto. La zonita del Obra seguía complicando a los locales y un triple de Pozas mas una gran suspensión de McConnell desde 6 metros tras un eléctrico crossover dejaban al Obra con meritorio -8 al llegar a la mitad del partido (41-33).

El Obra comenzaba bien en ataque el tercer cuarto, con balones de McConnell a Pustovyi que el ucraniano aprovechaba con claridad ante la floja defensa interior local (43-37). Sin embargo, la tercera falta de Pustovyi en otro flash absurdo mermaba aún más cualquier opción de los nuestros, que seguían sin anotar triples y pagaban su evidente inferioridad física en la pelea reboteadora. Pustovyi machacaba el aro local tras pase de Dulkys, pero la necesidad de protegerlo de cometer más faltas lo enviaba al banquillo y ahí se acababa la resistencia obradoirista. Con Pozas ejerciendo de escolta y Bendzius y Llovet de interiores, era solo cuestión de minutos que la ventaja local se fuera agrandando hasta ser ya irrecuperable. Sergi García dinamitaba el juego con un 2+1 y un triple, Bendzius y Dulkys seguían fallando desde los 6,75 y la reaparición de Benzing, con un afortunado triple a tablero, se unía a la enorme capacidad reboteadora de Fotu para romper el partido definitivamente. Con el Obra incapaz en ataque e inferior físicamente en defensa, el +20 local llegaba con total naturalidad tras un par de libres de Juskevicius (63-43). Un furioso mate de Llovet era la escueta respuesta planteada por los nuestros, que por encima se veían castigados con un triple de Gecevicius que cerraba un duro parcial de 27-12 en el cuarto (68-45).

Ni siquiera parecía posible pensar en mantener el +17 del partido de ida con vistas a posibles empates finales en la clasificación, dadas las circunstancias de inferioridad manifiesta del Obra. El segundo triple de Dulkys y una buena entrada de McConnell, a los que se sumaba un buen 2+1 de Pustovyi tras genial pase a una mano de Llovet, todavía permitían mal que bien contrarrestar la nueva andanada de triples de un Zaragoza que se volvía a enredar en la esforzada defensa zonal de los nuestros. Un par de buenas acciones de Nacho Llovet, primero a pase de McConnell y después en penetración, ponían al Obra a solo 3 puntos de igualar el +17 de la ida (77-57), pero incluso esa opción se esfumaba con la cuarta falta de Pustovyi, que en su enfado posterior recibía una técnica que lo echaba del partido y le daba a los locales los 3 puntos desde la línea de libres mas una nueva posesión. También Llovet se iba al banquillo con su quinta falta, con algo menos de 2 minutos por delante, y el Obra terminaba el partido completamente destrozado e impotente ante una acumulación de desgracias tan grande. La bandeja final de Bendzius, su única canasta en juego del partido, cerraba el marcador final con un claro y rotundo +26 para Zaragoza y con una de las mayores sensaciones de impotencia que se recordaban en el Obradoiro desde aquel final de la temporada 09/10 (85-59).

Datos a destacar

  • Corbacho, Urtasun, Rosco Allen, Pechacek y ahora Whittington. Imposible pensar en ganar un partido ACB con una rotación de apenas 8 jugadores en la práctica y con un juego interior limitado a Pustovyi y Llovet que obligó a bendzius a jugar de 4 a tiempo completo e incluso a que el joven Rodrigo Gómez debutara en liga. No se puede competir en tales circunstancias y resultaría injusto criticar a jugadores y cuerpo técnico por la derrota
  • inferioridad física evidente, permitiendo a Zaragoza ganar el rebote con facilidad. Necesidad de defender protegiendo a los jugadores de faltas (infructuosamente), sin poder ser agresivos casi nunca. Y, por supuesto, la rémora de todos los partidos en las últimas semanas: 4 de 27 en triples, un terrorífico 15% de acierto que todavía empeoró con respecto a los desastres de las pasadas jornadas. El equipo sufre horrores para llegar a los 60 puntos, y así evidentemente no hay ninguna opción de ganar partidos, ni siquiera de competirlos dignamente
  • hacen falta refuerzos (en plural): la próxima semana llegará Maric, pero a la espera de la recuperación de Whittington no parece que el equipo tenga ahora mismo el nivel mínimo para poder aspirar a salvar el descenso deportivo. Aún se está a tiempo, ya que los rivales directos están a tiro todavía, pero las próximas semanas van a ser muy duras (visita del Madrid y jornada de descanso) y la situación está ya en el límite
  • EIMANTAS BENDZIUS: un desastre en ataque como tirador (0 de 5 en triples para un terrible 0 de 16 en los 3 últimos partidos), obligado a jugar de 4 todo el partido y peleando en inferioridad de condiciones en todo momento. Y, aún así, luchando hasta lo acrobático para ganar rebotes bajo ambos aros, aguantar en defensa emparejamientos imposibles y dar la cara hasta el final. Sería muy injusto cargar las tintas contra el lituano por su desacierto en el tiro y no dar valor a todo lo que se dejó en la cancha en circunstancias tan negativas. 6+11+1, con 3 pérdidas y 6 faltas provocadas, para 15 de valoración
  • MICKEY McCONNELL: exprimido al máximo (casi 36 minutos en cancha), con muy pocas opciones fiables a las que pasar balones en ataque y forzado a tomar decisiones al límite ante la escasez de recursos del equipo. Surtió de balones a Pustovyi y Llovet mientras pudo y aportó varias buenas penetraciones (en el tiro exterior también estuvo negado con 0 de 4 triples). En defensa sufrió como siempre pero sin que ello fuese decisivo en el partido. Con todos sus defectos, sigue siendo de lo poco de nivel que le queda al equipo para intentar la salvación. 10+3+7, con 5 pérdidas, para 7 de valoración
  • DEIVIDAS DULKYS: sigue pasando su via crucis particular (en esta ocasión hizo 2 de 10 triples), lo que supone una enorme rémora para un equipo que ya de por sí está tan escaso de recursos. El lituano buscó por todas partes la manera de ayudar, pero que el tirador (el único) del equipo lleve un 4 de 27 en triples en los últimos 4 partidos es algo insoportable. Dulkys encontró alguna solución cunado se acercó más al aro, peleó en defensa y luchó contra su propia frustración, pero entre este jugador y el que destacó en sus primeras semanas en Santiago media un abismo de difícil comprensión. 12+3+3, con 3 pérdidas, para 2 de valoración
  • SANTI YUSTA: titular por las necesidades, peleó lo que pudo en defensa aunque el emparejamiento con Benzing (con zona o sin ella) le fue negativo. En ataque, con Zaragoza cerrado ante la nulidad del Obra en el triple, no tuvo una sola penetración y solo intentó un triple (que, por supuesto, falló). Siempre trabajó con ganas, pero apenas se le vio durante sus 19 minutos en cancha. 0+1+1 para -1 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: en un partido en el que casi todo el potencial interior del equipo estaba en sus manos, el ucraniano cumplió a medias. Fue la única solución mínimamente estable del ataque obradoirista y el único que mantuvo cierta igualdad en la defensa bajo aro propio. Sin embargo, la necesidad del equipo de contar muchos minutos con su concurso (y esa perenne zona 2-3 tenía mucho que ver con ello, seguramente) se vino abajo por las tontas faltas en esos flashes largos sin sentido que limitan siempre los minutos del ucraniano. La técnica que lo eliminó del juego cuando todavía estaba en cuestión el mantener el +17 de la ida remató (para mal) el partido de Artem. 17+2 para 10 de valoración
  • NACHO LLOVET: partido muy complicado para el catalán, obligado a jugar de 5 ante tipos que le sacaban una cabeza. Sufrió y resistió todo lo que pudo semejante inferioridad, e incluso fue útil en algunos momentos en ataque, y peleó en todo momento con todo lo que tenía. Sigue siendo el único capaz de poner algún buen bloqueo en el equipo. 8+4+1 para 7 de valoración
  • OSVALDAS MATULIONIS: trabajó y luchó como en él es habitual, pero tampoco aportó soluciones a los males del equipo. Ayudó en el rebote, intentó (sin éxito) ayudar en ataque y solo pudo aportar un triple acrobático al final del primer cuarto. 3+4 para -1 de valoración
  • PEPE POZAS: partido complicado para el malagueño, que además tampoco es que se encuentre en un gran momento de forma. Apenas llevó al equipo un par de minutos en cancha y el resto de su aportación fue jugando como escolta de emergencia. Hizo lo que pudo, anotó un triple e intentó presionar en defensa. 3+2 para 4 de valoración
  • RODRIGO GÓMEZ: debutante en la liga, tuvo el descaro de jugarse un par de tiros liberados y cumplió en sus 5 minutos en cancha sin estridencias. 0+0+1 para -1 de valoración
  • FRAN CÁRDENAS: algo más de minuto y medio al final del segundo cuarto, sin tiempo más que para hacer una falta obligada. Estadística a 0 para -1 de valoración
La situación del Obradoiro es dramática ahora mismo. Las lesiones están destrozando cualquier intención de formar un equipo mínimamente competitivo, y el equipo que tuvo que salir a jugar a la cancha del Zaragoza no tenía la menor opción de plantar cara a un equipo de ACB durante 40 minutos. Con la visita del Real Madrid la próxima semana (partido imposible por definición) y la jornada de descanso de la semana siguiente, el Obradoiro va a tener que reinventarse una vez más, con la necesidad de traer refuerzos (solo Maric no parece suficiente) y esperando que los rivales directos (Joventut, Murcia, Betis, pero también Manresa por detrás) no empiecen a ganar partidos. El Obra está en el filo de la navaja, en una situación solo comparable a la de aquella temporada 09/10 que terminó tan mal, y va a requerir de mucho trabajo y mucho acierto en las semanas que quedan por delante.


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