sábado, 20 de febrero de 2016

El mejor Obra, la peor suerte (77-79)

(foto: ACB Fotoclick)

En un partido fantástico luchado hasta el último aliento, el Obradoiro estuvo a punto de hacer historia colándose en las semifinales de la Copa ante un Baskonia que se vio más fuera que dentro hasta los minutos finales. El Obra se sobrepuso a un durísimo primer cuarto en el cual a partir del 6-0 inicial fue destrozado por la gran defensa vitoriana, liderada por un Causeur que destruyó a un Waczynski irreconocible (12-24). Los de Moncho Fernández no se rindieron y, a base de esfuerzo colectivo y una gran defensa se volvieron a meter en el partido, llegando con vida al descanso (30-35). Tras el descanso apareció el mejor Obradoiro de los últimos tiempos, acertadísimo en ataque y esforzado en defensa hasta el límite de sus posibilidades, limitando pérdidas y cerrando con gran mérito el rebote defensivo. Tras una serie de triples de un inspirado Bendzius, el equipo tomaba la delantera en el marcador y entraba en el último cuarto con una impensable ventaja de 2 puntos (60-58). El Obra aguantó las exiguas rentas con bravura y una defensa al borde de la extenuación, pero los triples de Hanga y un 2+1 de Adams ponían al Baskonia 5 arriba a falta de menos de 2 minutos. El añadido de la lesión de McGrath hacía todavía más difícil alcanzar el sueño, pero un triple de Brown ponía al Obra a solo un punto, y un error de Bourousis en el tiro libre le daba la posesión para empatar o incluso ganar a los nuestros. Waczynski, desacertadísimo durante todo el partido, recibió una falta de Adams con solo 3 segundos y medio por jugar, pero se le encogió la muñeca, erró su primer tiro libre y anotó el segundo cuando lo había tirado a fallar. Causeur estaba a punto de devolver el error, pero en un último golpe de suerte se encontraba con una lucha e la que la flecha favorecía al Baskonia. El Obra caía finalmente por un ajustado 77-79, aclamado por la grada y con la cabeza muy alta.

Ambiente de gala en el Coliseum coruñés, con la afición obradoirista cantando un Miudiño inolvidable como prólogo de un partido histórico para el club. El quinteto típico de inicio por parte baskonista (Adams, Causeur, Hanga, Tillie y Diop) se enfrentaba a un cinco obradoirista con Brown como pivot mas los habituales McGrath, Waczynski, Bendzius y Caloiaro. El Obra salía en tromba, sorprendiendo con su defensa al rival, robando y corriendo, lo que le permitía adelantarse con un rápido 6-0 que enardecía a la grada. La reacción vitoriana llegaba con prontitud, ya que Causeur destrozaba con 2 robos consecutivos a un Waczynski y otro más a Bendzius para anotar 6 puntos seguidos en fáciles contraataques. La defensa baskonista, con el liderazgo del exterior francés, anulaba por completo al ataque obradoirista, incapaz de encontrar apenas alguna situación de tiro aceptable. Con un desnortado Waczynski ya en el banquillo tras cometer su segunda falta, la sangría continuaba con la solitaria canasta de Brown como única respuesta de los nuestros. Tillie y Hanga se sumaban a la exhibición de penetraciones de Causeur con un par de triples, y la entrada en cancha de Bourousis aumentaba la presión sobre el Obra con un 2+1 sobre Triguero y otra canasta más a base de postear y hacerse sitio con cuerpo y codo. El parcial era ya de 4-24 (10-24), con el Obra acumulando pérdidas (ya 6) y la sensación de que el partido estaba a punto de quedar sentenciado. Una falta tonta de Hanga al rebote de Triguero casi sobre la bocina permitía al valenciano anotar un par de tiros libres para cerrar el cuarto con un doloroso -12 en el marcador (12-24).

Pero el Obra no se rinde nunca. Con Pepe Pozas al mando, los problemas en ataque permanecían a pesar de la buena suspensión de Haws, pero en defensa el equipo comenzaba a crecer hasta frenar por completo al rival. Brown peleaba el rebote y Triguero paraba a Bourousis por segundo partido consecutivo; solo una mala defensa de Haws que permitía la penetración y el mate de Blazic rompía mínimamente la mejoría del equipo, con bronca tremenda de Moncho al exterior norteamericano (14-26). El Obra situaba el ritmo de anotación del partido bajo mínimos, con Bendzius sacando del partido a Bourousis tras la tercera falta, en ataque, del griego. La vuelta de Causeur a cancha devolvía vida al ataque baskonista, y tras otro par de penetraciones espectaculares del francés era Moncho Frenández quien paraba el partido para reorganizar a la tropa (18-30). Con Waczynski de nuevo en cancha pero sin mejorar su horrible partido, era Santi Yusta quien lideraba la ofensiva obradoirista, ya con McGrath de nuevo en cancha tras los meritorios minutos al mando de Pepe Pozas. Tras 9 errores seguidos en el triple por fin entraban 2 seguidos, de Brown y Haws, que lanzaban al Obra en el marcador y reforzaban todavía más el gran trabajo defensivo del equipo, con trampas tácticas, alternativas zonales (con Pustovyi y Brown al tiempo en cancha) y, sobre todo, esfuerzo y concentración máximos. Hanga salía al rescate de los suyos con otro triple, pero el Obra estaba lanzado y, animado por una afición que empezaba a creérselo, Pustovyi machacaba la enésima penetración de un valiente Yusta para cerrar un gran cuarto con solo 5 puntos de desventaja (30-35).

El Obra seguía en partido, pero aún quería dar un paso más. Con el quinteto de inicio de nuevo en cancha, Caloiaro recuperaba el primer balón y McGrath empezaba el tercer cuarto acercando al Obra con una gran canasta a tablero sobre la bocina de final de posesión. La defensa mantenía el nivel, pero era sobre todo el primer triple de Bendzius el que levantaba a la grada en volandas, con el Obra cada vez más cerca en el marcador. Waczynski seguía anulado por un Causeur que además seguía rompiendo la defensa con sus penetraciones. y el triple de Alec Brown era respondido con un 2+1 de Bourousis ante el ala-pivot obradoirista, que jugando de 5 peleaba con ganas pero en inferioridad ante el físico del pivot griego. El único chispazo positivo de Waczynski en el partido era una esforzada penetración de la que sacaba un 2+1 ante el pegajoso Causeur, pero de nuevo era Hanga quien castigaba desde los 6,75 a la buena defensa de los de Moncho Fernández (41-47). La respuesta del Obra era instantánea, con otro triple de un inspirado Bendzius, como inicio del momento mágico del partido. Una gran defensa de Caloiaro sacaba la falta de ataque a Tillie, McGrath sacaba un conejo de su chistera particular para anotar una suspensión corta inverosímil, Triguero recuperaba un balón ante el alocado y descentrado Adams y otra vez Bendzius clavaba su tercer triple consecutivo desde la esquina para culminar la remontada tras un parcial de 8-0 (49-47). El Coliseum parecía la caldeira, con la afición obradoirista llevando en volandas a los nuestros y la defensa matchup del Obra aprovechando los errores rivales en el tiro exterior. El tiempo muerto de un enfadado Perasovic no cortaba el parcial en contra de los suyos, ya que un enorme Juanjo Triguero anotaba una afortunada suspensión para poner el Obra 4 arriba. El pivot valenciano, además de su enorme esfuerzo defensivo, era protagonista en ataque, sacando puntos bajo el aro ante Diop (55-51). De nuevo era el húngaro Hanga quien salvaba a los suyos con otro triple más, pero la vuelta a cancha de Yusta le daba nuevo aire a nuestro ataque, sacando petróleo de sus penetraciones y su velocidad. Con un ovacionado Chagoyen dando unos segundos de descanso a Caloiaro, Triguero sacaba falta tras cazar otro rebote ofensivo más y anotaba un tiro libre para cerrar un inmenso tercer cuarto del Obra, que llegaba tras 30 minutos de partido con 2 puntos de ventaja sobre el Baskonia (60-58).

La sorpresa empezaba a verse como más que posible al entrar en el último cuarto. Con las defensas haciendo casi imposible la anotación, Tyler Haws anotaba un canastón tras varios amagos en una suspensión corta, pero el triple de Adams frenaba por unos segundos los ánimos de la afición. La tensión era enorme en cada jugada, y el marcador se quedaba parado mientras transcurrían los minutos. El Obra se vaciaba en cada defensa pero no encontraba apenas opciones en sus ataques, limitados a tiros forzados sobre el límite de posesión. Era McGrath quien rompía el empate del marcador con un triplazo frontal de los suyos, que dejaba al Obra 3 arriba cuando se afrontaban ya los últimos 5 minutos de juego (65-62). Con el Baskonia incapaz ante nuestra defensa, tenía que ser de nuevo Hanga, en el mejor partido de su vida, quien volviera a dar vida a los suyos con un triple más. Haws volvía a aparecer para anotar en suspensión frontal corta, pero Adams se la jugaba en una penetración para volver a igualar el partido. Brown reboteaba su propio intento triple y pasaba a un gran McGrath que de nuevo clavaba su tiro desde detrás de los 6,75 para darle una ventaja de 3 puntos al Obra a falta de poco más de 3 minutos (70-67). Adams se precipitaba con un mal tiro, pero Bendzius hacía lo mismo en el momento más inoportuno para el Obra, y un par de libres de Bourousis ponían el partido en un puño. El tiro de McGrath no entraba y, una vez más, un Hanga tocado por los dioses rompía la numantina resistencia obradoirista con su sexto triple del partido para deolver la delantera al Baskonia muchos minutos después (70-72). Con 2:12 por delante, Moncho paraba el juego y sacaba a pista a Waczynski, pero se encontraba con el contratiempo de la lesión de McGrath y se veía obligado a recurrir a Pepe Pozas para esos momentos decisivos. El alero polaco asumía la responsabilidad, pero su forzado tiro era sacado por Tillie cuando iba a caer en la red, y el 2+1 de Adams sobre Haws parecía acabar con los sueños obradoiristas (70-75). Haws sacaba premio de una jugada complicada forzando falta y anotando los libres para entrar con 3 puntos abajo en el último minuto. Waczynski se precipitaba en una mala penetración, pero Causeur fallaba el triple y el impulsivo Adams cometía falta al intentar disputarle el rebote a Alec Brown, que solo anotaba uno de sus tiros desde la línea de libres y dejaba al Obra a 2. Causeur recibía falta rápida y anotaba sus libres, aprovechando Moncho Fernández para pedir tiempo muerto con solo 21 segundos por delante (73-77). La jugada desde saque de banda salía perfecta, con Bourousis bloqueado por Bendzius y Brown clavando su triple frontal liberado (76-77). El pivot griego del Baskonia recibía la falta rápida, pero fallaba su segundo tiro libre y le daba al Obradoiro la oportunidad para forzar la prórroga o incluso ganar el partido (76-78). Pozas buscaba a Waczynski, pero el alero polaco se enredaba y ya en el suelo salvaba la situación al recibir la falta personal de Adams a falta de 3 segundos y medio. El mejor tirador de libres de la liga ante el momento más importante de su prometedora carrera. Pero a Adam se le encogía el pulso y el primer tiro se le quedaba groseramente corto. El Coliseum enmudecía tras la decepción, con un Waczynski desolado que tenía que tirar a fallar en su segundo intento. Increíblemente, su tiro bombeado para provocar un rebote largo daba en el tablero y caía en la red para mayor desesperación del alero polaco, que se quedaba hundido sin casi poder moverse mientras Perasovic pedía tiempo muerto. Causeur recibía la falta rápida, con 3 segundos justos por jugar, y todavía le daba opción al Obra de hacer el milagro al errar el segundo tiro libre e irse alocadamente a por el balón. Sin embargo, el francés tenía la suerte de cara, ya que agarraba el balón (como podía haber agarrado el brazo de Bendzius) y, para rematar a un Obradoiro peleado con la fortuna, se encontraba con que la flecha de posesión favorecía al Baskonia en la lucha pitada por los árbitros. El partido terminaba, el Obradoiro había puesto todo para ganar pero no había contado con el factor suerte. Nuestros jugadores, después de habernos hecho soñar con el cielo durante tantos minutos, terminaban rotos por el esfuerzo y la decepción, con todo el Coliseum (afición baskonista incluida) reconociendo su enorme trabajo. Los dioses no habían querido, y ante eso no se puede hacer nada.

Datos a destacar

  • la afición, de principio a fin, convirtió el Coliseum en una caldeira bis. Enorme el Miudiño antes de empezar el partido, espectacular el ambiente creado desde el primer minuto y formidable el apoyo en todo momento a un equipo que se ganó en la cancha cada aplauso recibido
  • el Obra no se rinde. Con hasta 14 abajo, con un Baskonia imparable que nos había ganado con claridad 6 días antes. Construyendo a partir del sacrificio defensivo, sin desesperarse por la incapacidad en ataque, el Obra volvió poco a poco al partido durante un segundo cuarto muy meritorio, y cuando el ataque empezó a producir culminó la remontada en un tercer cuarto mágico. Solo faltó la suerte del final (lesión de un imprescindible McGrath incluida) para conseguir una victoria histórica que habría sido totalmente merecida
  • igualdad estadística en las facetas más importantes para este partido: en rebotes (32-32) y en pérdidas (13-13). Pero sobre todo el Obradoiro consiguió algo muy difícil: ser tan intenso o más que un Baskonia que se caracteriza por un juego muy exigente físicamente. El Obra aguantó el reto hasta el final, con dureza física y mental a máximo nivel
  • el trabajo táctico del Obra fue sobresaliente. Se frenó en lo posible el juego de sus mejores jugadores, se cortaron las principales ventajas del rival y se consiguió por momentos desquiciar a uno de los mejores ataques de la liga. Al final, que un jugador como Hanga, que en toda la liga lleva un 25% en triples, anote un increíble 6 de 7 desde los 6,75 es algo que no se puede controlar
  • DONNIE McGRATH: Adams lo volvió a pasar muy mal ante el base titular del Obra. McGrath sufrió como todos sus compañeros en el tremendo primer cuarto del Baskonia, pero a partir del descanso fue el jefe del equipo. Muy bien en defensa, dirigió con inteligencia el ataque, se jugó balones con su buena mano y fue decisivo... hasta que su pierna dijo basta. Nunca sabremos qué habría pasado si McGrath hubiera podido seguir en pista los 2 últimos minutos. 10+3+6 para 13 de valoración
  • ADAM WACZYNSKI: el peor partido en su día más importante. Adam siempre se vio superado por un Causeur que lo destrozó con su grandísima defensa. En los minutos finales lo intentó, pero sin encontrar nunca una opción correcta, y el error en los tiros libres finales terminó de hundir moralmente a un Waczynski que no se merecía un partido tan aciago después del temporadón que está haciendo. Necesita olvidar este día para seguir liderando al Obra en los difíciles partidos que vienen. 6+1+2, con 3 pérdidas, para 0 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: comenzó a tope, robando y en contraataque, después sufrió como sus compañeros el primer cuarto del rival y resurgió en un enorme tercer cuarto con 3 triples consecutivos. Grande en defensa, ayudando a sus compañeros y cerrando el rebote. Le faltó serenidad en su alocado intento triple con 3 arriba en los últimos minutos, pero en conjunto hizo un partido muy completo. 11+5 para 8 de valoración
  • ANGELO CALOIARO: apenas pudo aportar en ataque, pero defensivamente fue un coloso. Robó balones, ayudó a sus compañeros, cerró el rebote y siempre estuvo en los momentos importantes del equipo. Aguantó bien a Tillie y a Bertans, como siempre dándolo todo en la cancha. 2+5+4, con 3 pérdidas, para 6 de valoración
  • ALEC BROWN: cada vez más confiado en su buena mano, cada vez menos desconcertado defensivamente. Peleó rebotes, trabajó con ganas y aguantó un partido tan intenso y físico como el planteado (31 minutos y medio en cancha). Sufrió físicamente con Bourousis pero no se arrugó y aceptó el reto, y sacó buenos tiros en momentos calientes del partido. En línea ascendente, muy lejos de aquel agujero negro de hace no muchas semanas. Esperanzador para el futuro del Obra. 14+6+1 para 13 de valoración
  • TYLER HAWS: buenas decisiones en ataque, sin temblarle la muñeca en momentos complicados, y ganas en defensa para suplir sus carencias, más allá de algún fallo y alguna bronca de su entrenador. Suplió el mal día de Waczynski con su buena mano y dejó ver su gran clase con algo más de generosidad que en semanas pasadas. Necesario para la segunda parte de la temporada. 11+2 para 9 de valoración
  • JUANJO TRIGUERO: peleó hasta la extenuación, defendiendo con brillantez y frenando bien a Bourousis. En ataque supo encontrar sus opciones, peleando balones sueltos bajo el aro rival y sacando puntos. En línea ascendente, el valenciano demostró una vez más ser imprescindible en el trabajo táctico defensivo del equipo. 11+2, con 2 recuperaciones y 6 faltas provocadas, para 13 de valoración
  • SANTI YUSTA: imposible pedirle más al junior del equipo. Valiente y acertado en sus penetraciones, intensísimo en defensa y siempre aportando cosas positivas al equipo. Un diamante por pulir que ya brilla mucho a día de hoy. 10+3 para 7 de valoración
  • PEPE POZAS: su esfuerzo defensivo fue clave en el comienzo de remontada del segundo cuarto. En ataque acabó encontrando a sus compañeros, aunque le costó bastante más ante la gran defensa rival. En su vuelta a cancha no estuvo ya tan acertado, aunque mantuvo al equipo en la lucha. Tuvo que volver en los minutos finales al juego y evidentemente el equipo habría necesitado más la capacidad ofensiva de McGrath, pero eso no es culpa del malagueño. 0+2+3, con 4 pérdidas, para -1 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: fugaz aparición del ucraniano (apenas 3 minutos), colaborando en la defensa matchup del equipo con su interminable envergadura y machacando un rebote de ataque en el final del segundo cuarto. Poco pero bueno. 2+1 para 2 de valoración
  • JESÚS CHAGOYEN: 16 segundos al final del tercer cuarto para ganarse la ovación del Coliseum y ayudar a coger un rebote ofensivo al equipo. Estadística a 0
El Obradoiro cayó con honor, vendió cara su derrota hasta el último suspiro e hizo sentirse orgulloso a cada uno de los muchos seguidores que lo acompañaron al Coliseum coruñés. Faltó la suerte en los momentos finales que le está siendo esquiva al equipo en estos últimos meses, pero no se puede poner un solo pero al partido que los de Moncho Fernández hicieron en "su" Copa. Recuperar a un Waczynski dolorido moralmente y aprovechar el tirón de todo lo positivo realizado en este partido, esos han de ser los objetivos del equipo de cara a los trascendentales partidos que se avecinan, en los que se pueden dejar lejos muchas preocupaciones si se gana, pero que en caso de derrotas nos pueden meter en un buen lío de cara a la recta final de la temporada. Jugando con la intensidad y el espíritu de sacrificio de este partido, y esperando que el problema físico de McGrath no sea más que un susto, hay que confiar en la capacidad de jugadores y cuerpo técnico de comenzar la remontada.


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