lunes, 21 de abril de 2014

Pavel salva los muebles (84-83)


Pavel Pumprla salvó al Obradoiro con una canasta a falta de 12 segundos que evitó la derrota ante un CB Valladolid voluntarioso y muy limitado pero que no se rindió y llegó a tener el último balón para ganar. El Obra se fue enredando poco a poco tras un comienzo cómodo en el que llegó a adquirir una ventaja de hasta 16 puntos (23-7). Un desastroso segundo cuarto, pleno de errores defensivos y falta de ideas en ataque, fue enrareciendo el ambiente cada vez más en una segunda mitad espesa y sin ritmo. Los pucelanos comenzaron a creer en sus posibilidades cuando se vieron dentro del partido mediado el tercer cuarto, y a pesar de su evidente falta de recursos consiguieron plantarse en el tramo final con el marcador igualado e incluso ponerse por delante a falta de medio minuto por primera vez en todo el partido. Finalmente se consiguió a pesar de todo la undécima victoria que sella virtualmente la permanencia del equipo un año más en ACB, con 4 triunfos (más average particular) de ventaja sobre un hundido Manresa a falta de solo 6 partidos.

Tras unos últimos meses complicados y llenos de problemas en la plantilla (los últimos, recientes, con el golpe de Pumprla en la cara y el esguince de tobillo de Luz esta misma semana), el Obradoiro afrontaba la visita del colista CB Valladolid con el ánimo de amarrar la victoria que dejara casi sellada la permanencia en ACB. Con el aplaudido Héctor Manzano en las filas pucelanas, los visitantes comenzaban con Pozas, Martínez, Drenovac, Omari Johnson y Haritopoulos, mientras el Obradoiro partía de inicio con Xanthopoulos, Dewar, Pumprla, Delas y Berzins. El Obra salía pleno de concentración, con un cambio defensivo que emparejaba a Pumprla con el base rival y creaba muchos problemas en los de Ricard Casas. En ataque se buscaba continuamente la superioridad de nuestros interiores, con Berzins dominando bajo el aro y Pumprla liderando las transiciones tras buenas defensas colectivas. Un 2+1 del checo en contraataque, un tapón de Berzins y 5 puntos consecutivos de Ben Dewar dejaban un concluyente 12-2 en el marcador tras apenas 3 minutos y medio de juego y provocaban el tiempo muerto visitante. El Valladolid no tenía recursos en ataque y por momentos parecía dar síntomas de bajar los brazos atrás, sobre todo ante un Pumprla que era protagonista en ambos lados de la cancha. Con el checo ya en 9 puntos y solo 8 minutos de juego, el resultado de 23-7 parecía casi concluyente, y mucho más viendo el flojísimo nivel de los visitantes. Peterson y Guillén continuaban la faena anotadora para mantener el dominio interior del Obra, cerrando el primer cuarto con un cómodo 27-11 que no presagiaba problemas en el horizonte.

Todo seguía tranquilo al comenzar el segundo cuarto, ya con el renqueante Rafa Luz en cancha. Guillén tiraba de recursos para anotar en el poste bajo a la media vuelta, pero poco a poco la defensa iba bajando su nivel y consintiendo canastas fáciles al rival. La ventaja bajaba a 10 puntos tras una canasta sin oposición de Manzano que provocaba el tiempo muerto local. El enfado de Moncho Fernández aumentaba con cada nuevo error, hasta el punto de distraer la atención de la grada casi más a las broncas y gestos del entrenador que al juego en sí. Berzins bajo el aro y Scott en contraataque mantenían al equipo en ventajas rondando los 10 puntos, pero el ambiente en Sar se enrarecía por momentos, incluso a pesar de los triples de Corbacho y Xanthopoulos, ya que los pucelanos rompían la defensa local tras un par de pases que generaban canastas fáciles una y otra vez. Delas era el primer damnificado y poco después le llegaba el turno a Corbacho de irse al banquillo en medio de la monumental y llamativa bronca de Moncho Fernández, aunque el 42-31 del marcador seguía siendo claro. El Valladolid se animaba con el primer triple de Andjusic, y el cuarto se terminaba con Peterson e Iván Martínez intercambiando sendos triples que dejaban el partido más ajustado que minutos atrás, en solo 7 puntos de distancia (45-38).

Casi nadie en Sar se imaginaba siquiera que la victoria corriera peligro, pero las sensaciones del equipo eran cada vez peores. El equipo cargaba el juego de ataque en Delas con resultados desiguales, pero el rival ya no estaba fuera del partido como al inicio y se mantenía en la pelea con Omari Johnson cazando un rebote suelto y anotando bajo el aro. El terrible error de Delas bajo el aro rival empezaba a poner nerviosa a una grada que se veía obligada a reaccionar por primera vez tras el robo y contraataque de Iván Martínez que ponía a los suyos a 4. La falta en el bloqueo de Berzins y una nueva canasta de Omari Johnson devolvían una insospechada igualdad al partido (48-46), con Sar intentando animar al equipo a pesar de todo. Delas daba la de cal con una buena canasta sobre Omari Johnson, pero el partido se encaminaba sin remedio a un cuerpo a cuerpo sin brillo que no beneficiaba para nada a los nuestros. El Obra dependía para bien o para mal casi en exclusiva de los aciertos en ataque de Delas, superior a Omari Johnson pero sufriendo también con el jamaicano en la otra zona. Pepe Pozas apretaba todavía más el marcador con una gran penetración (55-54), pero Guillén daba aire al Obra con su segunda canasta consecutiva en la zona y un par de tiros libres de Dewar aumentaban la ventaja hasta los 5 puntos a pesar del evidente atasco del ataque obradoirista (59-54). El triple de Corbacho para el +8 hacía la corbata en el aro y a la vuelta Héctor Manzano sí anotaba un triple que volvía a apretar las cosas y el tercer cuarto se cerraba con todo en el aire tras el intercambio de tiros libres y la impotencia de Corbacho para aguantar la defensa de un Drenovac que lo posteaba continuamente (61-58).

El runrun en el pabellón iba en aumento según iban cayendo los minutos. El Obra no conseguía romper el partido, sino más bien todo lo contrario, aunque al menos seguía manteniéndose por delante gracias a una canasta de Peterson y un 2+1 de Rafa Luz sobre Pozas, aunque Drenovac mantenía al Valladolid superando a Corbacho por 2 veces más, la segunda con un 2+1 (66-63). Delas volvía a cancha para anotar de nuevo bajo el aro pucelano, y el Obra sobrevivía con las faltas que iba sacando el experto Richi Guillén y los tiros libres que anotaba el canario para dar un pequeño respiro (71-65). El luchador Haritopoulos seguía haciendo daño en la zona local, y un pase a nadie de Delas seguido de una canasta de Mack volvía a apretar el partido (71-68). A Delas le tocaba la de cal tras aprovechar la asistencia de Luz, aunque después le tocaba sufrir sin poder frenar a Haritopoulos que al menos se volvía a dejar en el olvido uno de sus tiros libres. Un triple frontal de Rafa Luz con medio Sar lamentando un segundo antes el no pase a un Corbacho desmarcado parecía poder tranquilizar definitivamente las cosas (76-69). Dewar anulaba la canasta de Andjusic con una buena suspensión frontal, pero el escolta croata anotaba un nuevo triple para devolver la tensión al partido. Pozas no conseguía anotar el primero de los tiros libres y dejaba a los suyos a solo 3 puntos (78-75), pero a Delas le tocaba ahora la de arena y se comía un pase de Luz. El Obra volvía a respirar con la aparición fugaz de Corbacho desde los 6,75 para el +6, pero la respuesta pucelana era tan rápida como heladora: 2 triples consecutivos de Mack y Andjusic que empataban el partido cuando solo restaba un minuto de juego (81-81). Sar no se lo acababa de creer del todo, como se podía respirar por la falta de tensión en la grada, pero la dura realidad era que la victoria corría peligro. Delas anotaba un solo tiro libre para darle al Valladolid la primera opción de ponerse por delante de todo el partido, con escaso medio minuto por delante. Y así ocurría, tras cazar Omari Johnson el balón suelto y anotar bajo el aro (82-83). El Obra se la jugaba en un ataque largo, con toda la presión sobre las espaldas de nuestros jugadores, y era el recién devuelto a cancha Pumprla, el mejor del inicio del partido, quien asumía la responsabilidad para superar en penetración la defensa más lenta de Omari Johnson y anotar en bandeja a falta de solo 12 segundos. Los visitantes tenían un tiro desde los 6,75 de Mack para ganar el partido, pero el balón no entraba y Sar podía finalmente respirar tras un buen rato de agonía in crescendo. Con posiblemente las peores sensaciones de la temporada, pero la undécima victoria y la salvación virtual estaban amarradas. Para las circunstancias actuales del equipo, más que suficiente.

Datos a destacar
  • hay que partir de una evidencia muy clara: el Obradoiro actual es un equipo muy flojito, roto tras 2 meses de continuas desgracias y que, por suerte (mejor dicho, por méritos previos), llegó al momento presente con un buen colchón de victorias. El equipo lleva semanas entrenando bajo mínimos, con jugadores recién llegados y una plaga de lesiones y problemas físicos de todo tipo, y eso se tiene que notar en los partidos por fuerza
  • el equipo empezó muy fuerte, como tenía que hacer ante un rival muy tocado, y se puso con 16 puntos de ventaja con cierta facilidad. Sin embargo, los continuos errores defensivos del segundo cuarto y el mal ambiente que se creó con las broncas y castigos continuos a los "culpables" acabó por enredar a un equipo que evidentemente no está fuerte y sufre mucho para mantener una cierta estabilidad durante muchos minutos seguidos
  • el Obra jugó todo el tiempo para sus interiores, Berzins al principio y Delas tras el descanso, en vista de la clara superioridad en la zona de los nuestros. Con Corbacho semidesaparecido el Obra apenas tiene poderío exterior en ataque, y la floja rotación interior pucelana aconsejaba cargar el juego en la zona
  • alucinante 23-34 en rebotes. El Obradoiro perdió claramente con el equipo más flojo de la liga en el apartado reboteador, cediendo hasta ¡13! rebotes ofensivos. La actual rotación interior del equipo tiene cierta facilidad ofensiva, pero en defensa es muy floja y el equipo en conjunto sufre mucho por ello
  • el Obra perdió 3 cuartos seguidos (-9, -4 y -2) contra el peor equipo con diferencia de la competición. La respuesta de la afición cuando el partido se comenzó a apretar fue magnífica, intentando animar y sin recriminar nada al equipo, comprendiendo muy bien las circunstancias de estos últimos meses y dándose cuenta de la difícil situación. El aplauso final al esfuerzo del rival, un CB Valladolid descendido tras la derrota, también es digno de mención
  • MARIO DELAS: el equipo lo buscó en ataque una y otra vez a partir del descanso, y el croata respondió unas veces bien y otras no tanto. Sus buenos movimientos al poste se conjugan con esa falta de sangre que tiene en ocasiones y con sus grandes problemas para defender con solvencia y ser fuerte en el rebote. Con todo, fue quien mantuvo la anotación del equipo durante muchos minutos. 15+5+3 para 16 de valoración
  • VASSILIS XANTHOPOULOS: correctos minutos dirigiendo al equipo en el inicio y tras el descanso, buscando bien a los interiores, aunque tampoco sin destacar demasiado. Al final desapareció del partido y ni siquiera con Luz medio lesionado jugó más minutos que el brasileño. 3+0+4 para 4 de valoración
  • BEN DEWAR: ayudó en el buen arranque del equipo con un par de canastas y en la segunda mitad ya apenas apareció en ataque, dedicándose más a meter balones a los interiores. En defensa no fue de los que más falló. 9+3+3 para 10 de valoración
  • PAVEL PUMPRLA: con el ojo derecho amoratado y la ceja rota protegida tras el golpe con Delas de hace unos días, el checo fue el mejor en los buenos minutos del equipo, parando al base visitante Pozas y rompiendo en ataque con penetraciones. Se fue al banquillo tras 12 minutos con el equipo ganando por 14, después solo jugó 5 minutos más tras el descanso y volvió tras mucho tiempos entado en el último minuto para anotar la canasta de la victoria. El tuerto en el país de los ciegos. 11+2+1 para 12 de valoración
  • KASPARS BERZINS: dominador en ataque al comienzo (incluso con cierta facilidad), muy poco utilizado después (solo 17 minutos en cancha). Las faltas tontas siempre lastran su aportación, pero nadie discute las ganas que le pone al juego. El único de nuestros interiores con capacidad intimidatoria atrás. 10+3, con 3 pérdidas, 2 tapones y 6 faltas provocadas, para 14 de valoración
  • RICHI GUILLÉN: experto e inteligente para aportar al equipo una vez más. Se buscó buenas posiciones en la pintura y en defensa intentó cerrar atrás, aunque sufrió cuando los missmatches lo emparejaban con los pequeños rivales. Otro partido en el que salvó más de un problema al equipo. 11+3+1, con 5 faltas provocadas, para 16 de valoración
  • RAFA LUZ: renqueante de su esguince de tobillo, al final acabó jugando 21 minutos. Puso todo su empeño pero estuvo espesísimo de ideas y tampoco en defensa llegó al nivel de otros partidos. Sin embargo, su profesionalidad y sus ganas de ayudar a pesar de su precario estado físico están por encima de todo lo demás. 6+4+3 para 9 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: casi desaparecido en sus minutos en cancha. Apenas utilizado en la primera mitad, se fue al banquillo en medio de una enorme bronca de Moncho Fernández tras varios fallos en defensa. En la segunda mitad sufrió lo indecible atrás con los posteos de Drenovac y no pudo ayudar en ataque más que con un triple aislado. Partido para olvidar del mallorquín. 6+0+1 para 3 de valoración
  • TRAVIS PETERSON: facilidad para anotar e incapacidad para defender con un mínimo de intensidad. Hizo 11 puntos en 12 minutos, pero atrás se comió varias jugadas y su aportación reboteadora fue casi nula. No se le puede pedir que sea un jugador distinto al que es, como es lógico. 11+2, con 2 pérdidas, para 9 de valoración
  • DURAND SCOTT: participó del desastre defensivo del segundo cuarto, sin ser el que más broncas se llevó. En ataque aportó una canasta en contraataque. 2+0+0 para 0 de valoración
El Obradoiro salvó prácticamente la temporada con esta sufrida victoria ante el CB Valladolid. Siempre nos quedará la duda de saber qué hubiera sido del equipo sin la pérdida en apenas 2 días de Oriol y Muscala en un momento en que no solo se ganaban partidos, sino que se hacía por diferencias claras. La temporada del Obra quedó destrozada en esos momentos, y al menos la buena renta que el equipo consiguió hasta ahí va a ser suficiente para poder disfrutar una temporada más de la ACB. Con 4 jugadores nuevos, sin poder entrenar en condiciones mínimas desde hace semanas, con lesiones continuas y sin poder reconstruir mínimamente la solidez como equipo que había hace 2 meses, tenemos que ser conscientes de que el objetivo fundamental del equipo se ha conseguido a pesar de todo. La madura respuesta de la afición cuando el Valladolid igualó el partido, olvidando críticas y centrándose en dar ánimos a unos jugadores necesitados de aire, es la mejor noticia de un complicado partido que dejó muy malas sensaciones a todos. Las 11 victorias van a ser más que suficientes, y si empieza a alejarse el gafe de las lesiones quizás aún podamos disfrutar algún buen partido del equipo de aquí a final de temporada, ya sin presión clasificatoria por medio.


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