(foto: Obradoiro de Basket)
Llegaba a Santiago un Valencia Basket muy mermado, con 4 bajas en su plantilla (Aguilar, Triguero, Dubljevic y Lucic) pero con jugadores de sobra para hacer temblar a cualquiera. Con un Sar mitad esperanzado y mitad temeroso, Persaovic sacaba de inicio a Van Rossom, Martínez, Sato, Doellman y Lishchuk; por parte local comenzaban Xanthopulos, Dewar, Pumprla, Minnerath y Muscala. El inicio del encuentro era espectacular, con el Obradoiro buscando a sus interiores en ataque y presionando desde el saque de fondo rival. Muscala y Minnerath encontraban aro con cierta facilidad (4 puntos cada uno), aunque los taronja superaban la animosa defensa obradoirista con un acierto asombroso en el tiro. Ben Dewar anotaba un triple para dar 4 puntos de ventaja al Obra (13-9), pero la enorme calidad de los valencianos les permitía aguantar las embestidas de los nuestros, que buscaban al rival en campo abierto pero se veían castigados con los tremendos porcentajes de acierto de sus rivales. La última ventaja obradoirista llegaba tras un triple del muy activo Minnerath (16-14), contestado de inmediato por el gran Doellman. Rafa Luz saltaba a la cancha y en un visto y no visto se comía varios balones seguidos, alguno de ellos en saque de fondo y compartiendo culpa con sus compañeros, incapaces de responder a la agresiva defensa presionante valenciana. Con Lafayette ahogando totalmente a un desquiciado Luz, el castigo desde la línea de 6,75 era terrible para los nuestros, con Pecherov, Lafayette y Sato abriendo las primeras diferencias. El Obradoiro se vaciaba presionando pero sin poder frenar al inmenso ataque rival, y el ataque se difuminaba con las numerosas pérdidas de Luz ante una defensa cada vez más presionante. Los de Perasovic encadenaban su sexto triple anotado consecutivo, esta vez por obra de Pau Ribas, y ya con nuestro tercer base, Iñaki Sanz, en pista cerraban el cuarto con un 2+1 de Lafayette para irse con 11 puntos de renta tras un espectacular 24-35. En 10 minutos el rival había fallado solo 5 tiros de campo (7 de 11 en tiros de 2 y un bestial 6 de 7 en triples). Casi la perfección.
Tras el aluvión de juego recibido en el primer cuarto, las ilusiones de revertir la difícil situación ya eran pocas entre la afición. Pecherov seguía castigando al Obra desde los 6,75 para subir a +14, aunque Corbacho volvía para escapar por una vez de la dura defensa y anotar un triple. Lafayette seguía ahogando a los bases rivales, en esta ocasión a Sanz, y ya ni siquiera entraban los tiros libres de los nuestros, aunque Delas cazaba el rebote tras el fallo de Oriol para anotar bajo el aro. El Obra quería y no podía, y la cortísima rotación valenciana seguía manteniendo las diferencias con claridad. Solo faltaba que, tras unos minutos de tregua, volviera el bombardeo de triples sobre nuestra defensa, y así caían sendos tiros desde los 6,75 de Doellman y Martínez para romper lo poco que quedaba de resistencia local (31-48). Sin capacidad de dirección en la pista por parte de nuestros bases y con el altísimo rival que había enfrente, la verdad es que pocas opciones se les veían a los nuestros, a pesar de los tiempos muertos de Moncho Fernández. Delas alternaba cal y arena en ataque, y los intentos de apretar en defensa por parte local terminaban con faltas y tiros libres que ni Doellman ni Martínez fallaban. Precisamente 2 tiros libres del catalán dejaban un claro y doloroso -21 en el marcador al llegar al descanso (37-58).
Casi nadie podía creer en la remontada tras lo visto en los primeros 20 minutos, y más bien sobrevolaba sobre Sar la sombra de la masacre. Rafa Luz salía en el quinteto inicial en el tercer cuarto y continuaba su triste actuación con otras 2 pérdidas de balón más. Doellman, sin aparente esfuerzo, volvía a anotar con facilidad para el +23 (37-60), aunque un gran Pumprla parecía echarse a la espalda al equipo, al menos anímicamente, y un pequeño atisbo de reacción parecía olerse en el ambiente. Con Muscala y Pumprla anotando, el Obra hacía un parcial de 11-4 a pesar del gran Sato para acercarse a 16 (48-64), pero de nuevo las pérdidas en ataque y el colapso en la posición de base cortaban las alas a los nuestros y Valencia volvía a castigar cada error para volver a dejar las cosas claras (49-72). Luz se iba hundido al banquillo, y la peor noticia era que aún quedaban más de 12 minutos de sufrimiento por delante. Xanthopoulos, inoperante en ataque, no era solución tampoco, y al menos el nivel de intensidad rival bajaba un poco para que las diferencias fueran "solamente" de 24 puntos al finalizar el tercer cuarto (50-74), con un Sar casi mudo en el que solo se escuchaban algunos silbidos aislados ante la dura situación.
Van Rossom clavaba un triple para el +27, con Delas perdiendo otro balón más y, eso sí, culminando una buena transición con un mate. Con Xanthopoulos desacertado en el tiro y la dirección, Moncho Fernández devolvía a pista a Iñaki Sanz para los últimos 8 minutos. Doellman y Lishchuk seguían anotando sin problema ante un Obra muy tocado anímicamente, y solo Muscala seguía buscándose la vida en la zona rival. El castigo seguía siendo terrible, con otros 2 triples más de Ribas y Rafa Martínez para el +31 (58-89), y al menos Perasovic se relajaba por fin un poquito y daba entrada a los juniors a falta de 3:25. Durand Scott mostraba ganas y aprovechaba los minutos de la basura con su esfuerzo, y una canasta de Corbacho reducía las diferencias hasta los 25 puntos (66-91). Delas arreglaba sus números cuando ya no importaba mucho y la última catarata de triples llegaba con otro de Van Rossom y los 2 finales del jugadorazo que es Romain Sato. Larry Abia cerraba el partido con 2 libres para marcar la diferencia máxima de 32 puntos. El brutal 70-102 final era recibido finalmente por la afición de Sar como correspondía tras las dudas de algunos momentos: aplaudiendo y animando al equipo en los últimos minutos y reconociendo la gran calidad del Valencia Basket al despedirlo con una ovación.
Datos a destacar
- 6 minutos de espejismo, con el Obradoiro jugando a su máximo nivel pero recibiendo castigo en cada ataque rival a pesar del esfuerzo. Definitivamente hoy no era el día para intentar jugar de tú a tú al equipazo que había enfrente
- el primer cuarto del Valencia Basket rozó la perfección. En cuanto el Obra no pudo mantener el acierto ofensivo ya no hubo forma de equilibrar la situación. Sencillamente, el rival era muy superior
- ganando por más de 20 puntos y Perasovic seguía queriendo más intensidad. Hacía tiempo que no se veía en Sar a un equipo jugando a semejante nivel tanto en defensa como en ataque. Van Rossom (17+5+6+4 para 30 de valoración), Sato (21+6+2+3 para 27) y Doellman (18+7+2+3 para 27), mas las ayudas de sus compañeros, eran demasiado rival para el Obradoiro en estos momentos
- el rival era muy superior, pero al Obradoiro le faltó actitud y espíritu en muchos momentos, lo cual es peligroso. Hay formas de perder, y hubo fases del partido en las que se perdió el control de lo que se hacía en la cancha, bajando los brazos y dando una sensación mala en pista
- el problema de los bases se va agrandando por momentos. Entre los 2 bases habituales sumaron (más bien restaron) una valoración de -7, y más allá de los números está la incapacidad para mover al equipo y buscar a algunos jugadores que cada vez se van más frustrados de los partidos. Los casi 11 minutos en cancha de Iñaki Sanz son una malísima noticia para el equipo
- 59-126 en valoración. Poco más que añadir. O sí: ¡¡23 pérdidas!! Con un rival que ahora mismo (sin contar al Real Madrid, que está en otros niveles) quizá sea el mejor equipo de la liga, la paliza estaba asegurada si se jugaba a campo abierto y se regalaban posesiones
- MIKE MUSCALA: bien en ataque, protagonista en los pocos buenos momentos del equipo. Sigue demostrando que en unos meses va a ser un jugador referente en la liga, a poco que gane en experiencia. El inicio de partido, con él y Minnerath buscándose, de lo mejor de los nuestros. 16+7+1 para 18 de valoración
- VASSILIS XANTHOPOULOS: empezó bien, pero le duró poco el buen nivel. Temeroso para tomar decisiones, cada vez se fue liando más en ataque hasta ser incapaz de mover al equipo, y en defensa tampoco fue a mejor precisamente. Acabó tirando a canasta casi por obligación y dejó un horrible 0 de 5 en tiros en su estadística. Preocupante su situación. 0+2+3 para -5 de valoración
- BEN DEWAR: muy bien en los primeros minutos, con trabajo defensivo intenso y un par de triples, para ya no volver apenas a jugar en medio de la debacle. Perjudicado en los missmatches defensivos, se cargó de faltas rápidamente. 6+0+1 para 1 de valoración
- PAVEL PUMPRLA: el que menos se rindió del equipo. Peleó en todo momento, trabajó todo lo que pudo y más e incluso ayudó en la anotación. Es el espejo en el que el resto de jugadores deberían mirarse. 8+2+2 para 14 de valoración
- NICK MINNERATH: muy activo de inicio, bien en ataque y con buena mano en el tiro. Las circunstancias del partido no le permitieron brillar después, pero llevándolo bien puede darnos alegrías poco a poco. 10+3 con 2 robos para 12 de valoración
- ALBERTO CORBACHO: ya lo conocen mucho y no le dejan espacios (defensa agresiva habitual de Rafa Martínez y Pau Ribas), pero las pocas veces que consigue ventajas no tiene un base que le envíe el balón en condiciones. En tales circunstancias, Corbacho se acaba frustrando y descentrando. Sin duda, quien más debe de estar echando de menos a Andrés Rodríguez. 7+3, con 4 pérdidas, para 1 de valoración
- DURAND SCOTT: en medio del caos general fue de los que más lo intentó en los difíciles minutos finales. Peleó rebotes, intentó defender agresivamente y anotó un par de canastas. Hoy no fue de los peores, ni mucho menos. 4+1+0+2 para 6 de valoración
- MARIO DELAS: exaspera por su aparente dejadez en ocasiones, aunque es de los que mejor aprovecha los minutos de la basura para arreglar sus estadísticas. En defensa es lento, en ataque sabe buscarse la vida, pero en conjunto no aportó solidez a un equipo muy necesitado de muchas cosas. Como queda dicho, mejores números que sensaciones en la pista. 13+8, con 3 pérdidas, para 11 de valoración
- RAFA LUZ: un desastre. Se comió balones, no dirigió al equipo con sentido alguno y en defensa su fogosidad lo dejó con el culo al aire en más de una ocasión, con Lafayette destrozándole la cintura. Los silbidos que recibió al sentarse en el banquillo no son merecidos para un chico que siempre lo da todo en la cancha, pero no reconocer su pésimo momento actual sería ocultar la realidad. 2+0+4, con 6 pérdidas, para -2 de valoración
- IÑAKI SANZ: tan mal lo estaban haciendo sus compañeros de puesto que tuvo que saltar a la cancha ya en el primer cuarto. No hizo demasiado en medio del caos general, pero con todo fue el menos malo de los 3 bases. 2 puntos, 1 robo y 1 pérdida para 0 de valoración
- ORIOL JUNYENT: en medio del desastre poco pudo hacer, más allá de un par de buenos movimientos en ataque. Sin duda, su capacidad para guiar a sus compañeros en el vestuario será muy importante para superar estos malos momentos. 2+2 para 2 de valoración
- MICKY STOBART: 3 minutos y pico finales en cancha sin mayor participación que un par de faltas. -3 de valoración
- la afición de Sar: durante el partido hubo momentos en los que parecía amenazarse el habitual idilio entre jugadores y grada, como manifestaron algunos silbidos a jugadores. Se podía pensar que, además de no tener en cuenta el gran nivel del rival que había enfrente, la actitud de la grada no iba a ayudar a salir del problema a los nuestros. Incluso la peña más ruidosa de Sar llegó a gritar un peligroso "échale huevos" a los nuestros; sin embargo, la reacción final de la afición, comenzada por esa misma peña, animando al equipo hasta el final, fue una de las mejores noticias de un día complicado para los nuestros
Es que hay dos ligas: La A1 con Madrid Barça y Valencia y la A2 con el resto. Ni siquiera meto al Granca. y ojito porque si le respetan las lesiones no tiene porque volver a ser la final de siempre.
ResponderEliminarA remar. Coido que o peor partido do Obra en moito tempo. Mellor pasar páxina e recuperar canto antes mentalmente aos xogadores. Pese a certos momentos -comprensible- de nerviosismo nas bancadas, os momentos fináis xustifican o premio á mellor afección o ano pasado. En calquer outro sitio a xente tería marchado no terceiro cuarto. Ánimo a todos. FORZA OBRA!!!
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