Se escapó de las manos (89-87)

(foto: ACB Fotoclick)

En un partido extrañísimo, el Obradoiro se quedó a las puertas de la Copa tras luchar hasta el último segundo del partido. El equipo salió muy enchufado y pareció dejar las cosas bien encarriladas en un gran primer cuarto con Corbacho estelar (11 puntos con 3 triples), cerrando los primeros 10 minutos con 9 de ventaja (15-24). La fiesta continuó en el segundo cuarto con el Joventut incapaz de frenar a los nuestros, acertadísimos en todas sus acciones, hasta que un 2+1 de Hummel elevaba las diferencias a un espectacular +16 (26-42). El tiempo muerto local dio vida a los verdinegros, que con un parcial hasta el descanso de 11-1 volvían a la lucha (37-43). La reacción local continuaba tras el descanso, ante un Obra que se empeñaba en el lanzamiento exterior sin fortuna alguna, amén de ser capaz de controlar el juego ni por parte de un desafortunado Andrés ni de Rafa Luz. El triple al final del cuarto de Corbacho aún daba esperanzas al equipo tras un parcial terrible de 31-19 (68-62). Sin embargo, el Joventut anotaba con facilidad y las distancias se iban ampliando en los minutos siguientes. Nacho Llovet subía el +15 para la Penya a falta de menos de 3 minutos, pero con todo perdido los nuestros no bajaban los brazos y peleaban hasta el final. 7 puntos de Hummel, 2 triples de Dewar y un robo de Andrés a falta de 6,9 segundos le daban todavía la última posesión al Obradoiro con solo 2 puntos abajo. Ahí se la jugó Andrés en una penetración sin suerte que dejó al Obra en las mismas puertas de conseguir el billete para Vitoria. Con esta derrota y la contundente victoria de Estudiantes ante un Barça mermado, son los colegiales los que se meten en la fiesta del próximo mes en Vitoria. Sin embargo, la vida sigue y el Obradoiro tendrá la próxima semana una nueva oportunidad de seguir haciendo una temporada histórica, con la visita a tierras manresanas.


Era el partido de la ilusión, y así se iba a vivir tanto en Badalona como en Santiago, con todos pendientes del televisor. Los locales salían con un cinco bajo (Fisher, Quezada, Barrera, Tomàs y Gaffney), mientras que Moncho Fernández daba entrada a los habituales de las últimas jornadas: Andrés, Corbacho, Pumprla, Kendall y Oriol. El partido comenzaba con Fisher castigando con triples frontales y Gaffney poniendo en aprietos a Kendall, pero bien respondido por un Corbacho que se escapaba una y otra vez de un impotente Quezada. El mallorquín era la principal opción en ataque, clavando triples con buenos porcentajes y manteniendo la igualdad en el marcador (15-15). El triple cambio en los locales permitía a los nuestros dar el primer estirón del partido, con Corbacho desatado (14 puntos en el cuarto, con 4 triples) y Oriol y Pumprla dominando el rebote. El cuarto triple del mallorquín cerraba el cuarto con un parcial de 0-9 que hacía soñar con el deseado viaje a Vitoria (15-24).

El Joventut parecía reaccionar al inicio del segundo cuarto con el triple de Ehambe, pero el Obradoiro iba a enlazar sus mejores minutos con un gran Rafa Luz al mando. Oriol seguía mandando bajo el aro rival y permitía segundas opciones a los nuestros, en los que Hummel y un hiperactivo Dewar hacían crecer las diferencias por encima del +10. La segunda unidad de la Penya no podía con nuestra defensa, y en ataque el Obra movía el balón con velocidad, siempre buscando salir en transiciones rápidas y buscando las mejores opciones. El base brasileño cerraba otro parcial de 0-7 tras robo y mate que daba el +13 a los nuestros (20-33), a pesar de los esfuerzos de Gaffney por mantener a los suyos en la lucha. Un 2+1 de Hummel daba la máxima ventaja del partido al Obradoiro (26-42), provocando el desesperado tiempo muerto de Salva Maldonado. Sin embargo, en los 2 minutos que restaban para llegar al descanso la situación daba un giro que volvía a meter a los locales en el partido, con un parcial de 11-1 gracias a 2 triples seguidos de Gaffney y Ehambe. El 37-43 del descanso casi sabía a poco, pero aún quedaba mucho por trabajar.

La tumba del Obradoiro iba a llegar en el tercer cuarto. Nuestro ataque se obcecaba en el lanzamiento exterior sin éxito, mientras que Corey Fisher comenzaba a dominar el partido y a forzar situaciones. Savané anotaba 7 puntos casi seguidos, Gaffney comenzaba a convertirse en una pesadilla para Kendall y, por contra, Andrés no era capaz de controlar el tempo ni de mover a sus compañeros, incapaces de meter balones en la zona a sus hombres altos. Fisher provocaba que el Obra entrase en bonus con muchos minutos por delante, y la cascada de tiros libres (28 de 32 al final) era suficiente para poner por delante a los locales ante la inoperancia del ataque obradoirista. Un gris Mejri palmeaba su propio rebote para igualar el partido de nuevo (49-49), pero 2 triples más de Gaffney y Fisher daban una ventaja de 6 puntos al Joventut (59-53). Hummel volvía a cancha con una canasta, pero Gaffney castigaba con sus triples abiertos (5 de 6, hasta este partido tenía un 20% en triples) y la ventaja local seguía aumentando peligrosamente, mucho más conociendo las noticias del partido de Madrid y la paliza que el Estudiantes le estaba dando al ciclotímico Barça de este año. El parcial del cuarto era ya de 31-16, pero menos mal que Corbacho volvía justo antes de terminar el cuarto para clavar su quinto triple y mantener el marcador todavía en terreno igualado (68-62).

El Obradoiro necesitaba dar un giro al partido, y la buena suspensión de Kendall desde 4 metros parecía dar esperanzas de remontada. Sin embargo, Gaffney seguía sin ser parado y además Kuzmic aprovechaba los despistes de la defensa obradoirista para encender las alarmas, a pesar de los 3 libres forzados por Corbacho. El Obra seguía atascado y en cambio el Joventut anotaba con facilidad, ahora con Oliver al mando. Solo faltaban 2 triples consecutivos del enrachado Gaffney para empeorar las cosas y darle un +13 casi definitivo a los suyos (82-69). Los nuestros intentaban reaccionar a base de triples, pero muy precipitados y presionados por ver cómo se les escapaba una oportunidad histórica. Todo se veía perdido cuando Llovet anotaba a aro pasado para una máxima de +15 entrando ya en los 3 últimos minutos (87-72). Pero los nuestros aún no se rendían. Hummel enganchaba 3 suspensiones desde 6,65 (todas pisando ligeramente la línea de triple), el equipo defendía por fin a muerte con éxito y un triple de Dewar a falta de 45 segundos ponía al Obra a solo 5 puntos (87-82). Aún estábamos con vida, y todavía más con otro robo y 2 libres de Andrés. Oliver parecía sentenciar con 2 libres, pero todavía Dewar acertaba con su cuarto triple a falta de 6 segundos para poner al Obradoiro a solo 2. El milagro se mascaba cuando Andrés se anticipaba a Savané tras el saque de banda y los árbitros pitaban "algo". ¿Falta? Se supone que no, ya que de haber sido así Andrés tendría que haberse ido a la línea de libres. El caso es que todavía disponía el Obra de 5,7 segundos para intentar el triple o llevar el partido a la prórroga. En ese cara o cruz salía cruz, con la entrada fallida de Andrés que haría podido dar paso a una prórroga impensable. El Obradoiro se quedaba a las mismísimas puertas de la fiesta de la Copa, pero había luchado hasta la extenuación en un partido en el que había pasado de ganar por 16 a perder por 15. Ilusión rota, pero la vida sigue y quedan muchos partidos que disfrutar con este equipo.

Datos a destacar

• la presión de lo que se jugaba el equipo se dejó notar en momentos claves del partido. Hubo más corazón que cabeza en la segunda mitad, aunque ese corazón fue tan grande que casi obró el milagro cuando nadie lo esperaba
• partido demasiado abierto para los intereses del Obradoiro. El 107-94 en valoración o el 89-87 en el marcador nos hablan de un partido con muchos puntos y muchas cosas en la cancha, algo que siempre interesa a un equipo muy dinámico como el Joventut. Ahí nos ganaron sus bases, tanto Fisher como Oliver, que supieron darle velocidad y un cierto toque de descontrol al partido
• Gaffney y Fisher fueron imparables para nuestra defensa. El base dominó el partido en el tercer cuarto y el ala-pivot nos destrozó con un impensable 5 de 6 en triples, mal defendidos por Kendall y Hummel. 44 puntos y 52 de valoración conjunta entre ambos, además de un tremendo 8 de 11 en triples
• los 2 minutos previos al descanso fueron claves. El Obra ganaba por 16 puntos y tenía todo en la mano, y ahí los locales se consiguieron reenganchar al partido con un parcial de 11-1. El Obra ya no volvió a saber jugar su partido y solo la reacción final consiguió acariciar el milagro de la remontada. Pero entre medias se había recibido un parcial salvaje de nada menos que 61-30 (de +16 a -15 en 20 minutos)
• los malos minutos del equipo vinieron con un empeño continuo en tirar desde fuera, sin meter balones en la zona, que justamente había sido donde se había dominado en los mejores minutos del segundo cuarto. En la segunda mitad el Obradoiro prácticamente no jugó balones interiores, con Oriol en el banquillo tras la mala salida del tercer cuarto, Mejri sin aportar y Kendall superado por Gaffney en ambos lados de la cancha
• ALBERTO CORBACHO: espectacular su primer cuarto, con 14 puntos que hundieron a un impotente Quezada. Sin embargo, acabó abusando de su tiro exterior (¡15 intentos triples!) al irse agobiando el equipo y jugando cada vez peor en ataque. Encontró alguna canasta en penetración muy interesante y volvió a liderar al equipo en anotación, a pesar de ese exceso de tiros ya comentado. Con todo, en su buena línea de la temporada. 22+2+1 con 5 triples para 17 de valoración
• ANDRÉS RODRÍGUEZ: por debajo de su nivel habitual. Le costó muchísimo frenar al eléctrico Fisher y no supo llevar el ritmo adecuado para el equipo en el nefasto tercer cuarto, además de no encontrar a los interiores que tanto habían producido en el segundo cuarto. De todos modos, su espíritu de lucha casi obra un milagro en el último momento. 2+1+7+3 para 3 de valoración
• PAVEL PUMPRLA: trabajó a destajo en la primera mitad, reboteando muy bien y posteando con éxito en alguna ocasión. En el tercer cuarto no encontró su sitio y ya no volvió a cancha. 6+6+1 para 11 de valoración
• LEVON KENDALL: jugó casi 30 minutos pero tuvo pocos momentos destacados. Gaffney le creó muchísimos problemas en defensa, sobre todo con su exhibición de triples, y él tampoco encontró buenas posiciones en la zona. Sin jugar un partido destacado, sus números siguen siendo constantes, lo que da muestra clara de su alto nivel de juego. 10+7+1 y 3 tapones para 15 de valoración
• ORIOL JUNYENT: dominante en los mejores minutos del equipo, al final del primer cuarto y comienzo del segundo, dominando en ambas zonas el rebote y anotando sus puntitos. Sin embargo, la reacción verdinegra y los puntos casi seguidos de Savané tras el descanso lo llevaron al banquillo, de donde ya no volvió. 9+5+1 para 11 de valoración
• ROBBIE HUMMEL: partícipe de los mejores momentos del segundo cuarto, con 7 puntos, y de la casi remontada del final asumiendo la responsabilidad en ataque y peleando hasta el último momento. Quizás se comió alguno de los triples de Gaffney, pero sigue en línea ascendente y siendo cada vez más importante en el equipo. Increíble su mala suerte con esos lanzamientos en que pisaba ligeramente la línea de triple, hasta 4. 18+3+1 para 15 de valoración
• BEN DEWAR: gran esfuerzo, gran acierto y gran trabajo para el equipo. Enorme en los últimos minutos, pero también en el segundo cuarto, produciendo en los 2 lados de la cancha. A este nivel de las últimas semanas hace subir un escalón de calidad a la rotación exterior del equipo. 12+3+2+2, con 4 de 5 triples, para 16 de valoración
• RAFA LUZ: a gran nivel en la primera mitad, destacando en los mejores minutos del equipo. Dirigió, tiró con acierto y trabajó con éxito. En los malos momentos de la segunda mitad no fue capaz de controlar a los bases rivales, aunque de su salto de calidad en las últimas semanas no cabe ninguna duda. 4+1+2 para 2 de valoración
• SALAH MEJRI: sin influencia apenas en el partido. No llegó a 10 minutos en cancha, y cuando jugó no recibió balones. 2+2, con 2 tapones, para 2 de valoración
• WILLIAM BUFORD: participó del final del segundo cuarto, con poco protagonismo. 2 puntos para 0 de valoración

El Obradoiro perdió in extremis la opción histórica de meterse en la Copa del Rey. Un -31 en contra desde el minuto 18 de partido fue una losa demasiado pesada para unos jugadores que casi consiguieron la proeza de levantar 15 puntos en los 2 minutos y medio finales. Pesaron los nervios en ciertos momentos del partido, cuando el Joventut se puso por delante y los nuestros se empecinaron con los triples, pero no se puede calificar en modo alguno de fracaso el perder un partido en Badalona por 2 puntos y cerrar la primera vuelta con un impensable record de 9-8. El caramelo de la Copa era muy llamativo, pero el equipo no se merece que descienda lo más mínimo la ilusión con una temporada que lleva camino de ser histórica. El Obradoiro sigue creciendo con el paso de las jornadas, y el inicio de la segunda vuelta, con un calendario en principio asequible, debería de marcar un punto álgido que lance al equipo hacia la lucha por los playoffs. La decepción de este domingo tiene que servir de incentivo para continuar por la buena senda, y hay muchos motivos para ser muy optimista con el futuro próximo. Siguiente parada: Manresa