domingo, 7 de noviembre de 2010

Arrolladores (94-52)


Espectacular triunfo del Obradoiro, el séptimo consecutivo, ante un Isla de Tenerife Canarias que fue un pelele en manos de los de Moncho Fernández. La intensidad en defensa y el acierto en ataque rompieron el partido ya en el primer cuarto, y los 20 puntos de diferencia al descanso se convirtieron en nada menos que 42 al final del partido, en medio del delirio de la afición de Sar. Un grandísimo Bernard Hopkins (23 puntos con ¡11 de 11! en tiros de campo) lideró al Obra, bien secundado por todos sus compañeros, desde Junyent hasta Richard Nguema e incluso Michael Ruffin, que debutó por fin. El Obra se queda como líder en solitario de la competición y continúa aumentando su nivel de juego con cada semana que pasa.



Otra mañana más de diversión en Sar, esta vez sin colas en la entrada (es bueno que los fallos se vayan corrigiendo). Había interés en ver de cerca a un equipo canario que llegaba con la vitola de talentoso y con espíritu ofensivo, pero la verdad es que en esta ocasión la lucha solo estuvo más o menos igualada durante algo menos de 5 minutos. Moncho Fernández disponía de salida al 5 habitual (Andrés, Tuky, Deron, B-Hop y Oriol), mientras que Alejandro Martínez sacaba a Sàbat, Gansey, Flemings, Richi Guillén y Koshwal. Con Oriol Junyent y Guillén emparejados desde la primera jugada en ambos aros, la defensa santiaguesa parecía dominar desde el principio, negando el tiro cómodo a los canarios, mientras que en la otra zona era Bernard Hopkins el que se aprovechaba para castigar bajo el aro una y otra vez a la floja defensa interior visitante. Ni siquiera era necesario recurrir al tiro exterior para abrir brechas, y así a los 5 minutos de juego Alejandro Martínez tenía que pedir su primer tiempo muerto, con 15-9 en el marcador. Nada que hacer. Con Guillén completamente anulado (4 tiros en todo el partido), el ataque canario se limitaba a los intentos individuales de un peleón Koshwal, sin tiro exterior ni rebote, mientras que el Obra iba sumando puntos con más canastas bajo aro de Hopkins y tiros libres del Tuky Bulfoni. Tal combinación solo podía suponer que el partido se comenzaba a decantar definitivamente en momentos tan tempranos como el final del primer cuarto. El 29-15 tras los primeros 10 minutos así lo atestiguaba.

Con la entrada de las rotaciones el marcador se iba a estabilizar en los inicios del segundo cuarto, ante la falta de acierto de los locales en los primeros ataques (el ataque canario seguía igual de negado). La ausencia de última hora de Eric Sánchez era suplida correctamente por el siempre activo (a veces hasta demasiado)Nguema, Michael Ruffin debutaba por fin pegándose como una lapa a Richi Guillén y Corbacho comenzaba negado de cara al aro. Poco a poco iban volviendo los componentes del 5 inicial, con lo que el atasco en ataque se solucionaba a base de más canastas del infalible B-Hop, cada vez con menor respuesta por parte del conjunto canario. Tras alcanzar un +21, se llegaba al descanso con un marcador tan concluyente como un 46-26.

La única posibilidad de los canarios de enderezar el rumbo del partido pasaba por saltar a cancha en el tercer cuarto con una mentalidad distinta, pero nada cambió. La máquina obradoirista seguía negando el pan y la sal al ataque visitante, y en ataque Hopkins seguía mejorando su estadística perfecta. Los únicos que lo intentaban por parte visitante eran Chagoyen y el siempre trabajador Koshwal, mientras que un desquiciado Heras simbolizaba la frustración de los suyos con una absurda técnica que no llegó a descalificante gracias a la compasión de los árbitros. Deron Washington hacía estallar a Sar con sus brutales saltos y Andrés Rodríguez llevaba el ritmo del partido con la solvencia habitual, sin rival enfrente. Con las diferencias acercándose a un humillante +30, era momento de sacar a cancha a los menos habituales para darles la oportunidad de ganar confianza con minutos de juego. El que primero se aplicó a dicha tarea fue Levon Kendall, que comenzó a tirar y anotar con la facilidad y seguridad del jugador que tanto nos gustó en el pasado Mundial con la selección canadiense. Con tales ingredientes, la ventaja al término del tercer cuarto ya había subido a +29 (66-37).

Los últimos 10 minutos fueron de fiesta en Sar. Con el público pasándoselo en grande (ola incluida), Corbacho comenzaba a anotar un tiro detrás de otro (14 puntos en el cuarto). Kendall seguía a lo suyo y Nguema se sumaba a la fiesta con un triple. Hopkins se despedía aclamado por la afición y la defensa mantenía la intensidad y la concentración hasta la última jugada. El conjunto canario ya había bajado los brazos, consciente de su manifiesta inferioridad, y las diferencias superaban el +40 cuando se llegaba a los últimos minutos. Al final 96-54, 42 puntos de ventaja y una sensación de triunfalismo y de superioridad que no recordaban ni los más viejos del lugar. A veces también es gratificante ser cabeza de ratón...

Datos a destacar
  • otra buena entrada en Sar (4300 aficionados), aunque como siempre muchos llegando al partido con este ya comenzado. La simbiosis equipo-grada continúa su larga luna de miel, incluso cuando el partido está decidido. Buena señal para partidos futuros
  • el rival no nos duró ni 5 minutos. Los equipos que juegan abierto y sin demasiada frescura física (gente muy veterana en el Canarias) no parecen ser precisamente los que pueden hacer daño a este Obradoiro
  • Guillén pasó sin pena ni gloria por Sar (8 puntos y 4 rebotes). Junyent primero y Ruffin después no le dejaron apenas mirar al aro, y con el partido decidido su entrenador prefirió reservarlo para mejores ocasiones
  • 103-26 en valoración. 63-39 en porcentaje de tiros de 2. 50-20 en porcentaje de triples. 32-18 en rebotes, superioridad que además permitió canastas fáciles en contraataque. Los números hablan por sí solos en esta ocasión
  • otra vez más, la anotación estuvo muy repartida. Todos los jugadores del Obra anotaron, menos el debutante Ruffin. Junyent y Bulfoni no tuvieron un gran día en ataque, pero su testigo lo recogieron de manera natural Hopkins y Kendall. Corbacho, Feliu y Nguema sumaron 27 puntos entre los 3
  • BERNARD HOPKINS: partido perfecto de B-Hop. Increíble cómo sabe usar el cuerpo para anotar bajo el aro y evitar el tapón de los rivales (que le sacan entre 5 y 10cm de altura). 11 de 11 en tiros de campo (incluido un triple), con eso está todo dicho. Se retiró al banquillo con Sar puesto en pie ovacionándole. 23 puntos sin fallo en 24 minutos, con 3 rebotes y 22 de valoración para "San Bernardo"
  • LEVON KENDALL: cada vez más asentado en el equipo, supo aprovechar perfectamente la oportunidad de jugar más minutos de lo habitual. Gran trabajo en la segunda mitad del partido, anotando con confianza y trabajando atrás. Acabará siendo muy importante durante la temporada. 17+4+1, con 2 triples y 7 de 10 en tiro, para 18 de valoración
  • ORIOL JUNYENT: no tuvo la muñeca engrasada de otros partidos, pero su concurso en ataque no fue necesario en esta ocasión. Se emparejó con el temido Guillén y lo anuló casi por completo, cerró su aro al rebote visitante y no tuvo que exprimir en demasía su enorme clase (solo 19 minutos en cancha). Con todo, aún sumó 6+10 para 11 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: comenzó mal, fallando sus primeros intentos de triple, aunque sin dejar de trabajar en defensa. Sin embargo, cuando volvió en el último cuarto destapó el tarro de las esencias y anotó desde todas las posiciones, levantando al público de sus asientos con alguno de sus triples. Como buen tirador, irregular en su aportación (incluso dentro de un mismo partido, como este domingo). Con todo, cada vez está mejor en defensa, lo que al principio parecía una laguna en su juego. 14 puntos en 19 minutos, con 3 triples, mas 4 robos y 1 rebote, para 12 de valoración
  • ANDRÉS RODRÍGUEZ: sin rival. Dominó el juego a su antojo y no tuvo que forzar en ataque. Lanzó los contraataques con su maestría habitual y cada vez que estuvo en cancha el equipo abrió brechas en el marcador. 5+1+5 para 8 de valoración
  • DERON WASHINGTON: explosivo y con confianza, trabajando para el conjunto, a veces revolucionado en exceso pero siempre importante para inyectar esa dosis extra de adrenalina que todo equipo necesita. Hizo algún tapón escalofriante. Gran margen de mejora. 6+5 con 2 robos y 2 tapones, para 8 de valoración
  • TUKY BULFONI: desacertado en el tiro, pero tampoco era necesaria una actuación enorme por su parte en esta ocasión. Eso sí, infalible desde los 4,80 (8 de 8), lo que le hizo subir sus números. Como siempre, el Tuky rendirá más cuando de verdad se le necesite. 10+2+2 con 2 robos y 8 de valoración
  • MIQUI FELIU: trabajador y no exento de acierto. Con él en cancha la intensidad atrás sube enteros, y en pocas ocasiones toma decisiones equivocadas. En resumen, sigue siendo el perfecto jugador de equipo, de los que suman mucho más de lo que dicen los números. Casi 14 minutos en cancha para un buen 6+5 y 8 de valoración
  • RICHARD NGUEMA: subió un peldaño en la rotación con la baja por problemas intestinales de última hora de Eric Sánchez, y cumplió con corrección. A veces se empeñó en buscar a Ruffin en vez de terminar él mismo sus jugadas, pero su intensidad y exuberancia física son muy interesantes para la rotación obradoirista, y seguramente tendrá sus momentos durante la temporada. Cerca de un cuarto de hora en pista para 7 puntos (1 triple) y 2 robos, aunque también 3 pérdidas, y 2 de valoración
  • MICHAEL RUFFIN: primera toma de contacto del último en llegar al plantel obradoirista. Se pegó a Guillén y ofreció lo que se le pedía: defensa, bloqueos y trabajo físico. Solo le faltó una canastita para ganarse la ovación de Sar. Dará mucho a este equipo en el futuro próximo. Para comenzar, se limitó a 13 minutos, 1 rebote y 1 robo, con 0 de valoración
Siete de siete. Todo va a la perfección y cada semana que pasa el equipo juega mejor. La gran defensa que se vio desde el primer partido comienza a verse acompañada por un ataque lleno de opciones y calidad tanto individual como colectiva, y en toda la liga está comenzando a verse al Obra como más que probable rival a batir de aquí al final de la temporada. Quedan por jugar la friolera de 23 partidos, pero se puede decir que, con un cuarto de liga ya disputada, el equipo sigue sin perder un partido desde que se conjuntó (la última derrota del Obra, amistosos incluidos, fue en la despedida de ACB en mayo pasado contra Estudiantes). Sigamos disfrutando del momento y confiemos en que todo siga yendo de cara como hasta ahora. El siguiente escollo, el deseado derbi contra los vecinos del histórico y (al menos asi debería de ser) querido Breogán. Nada menos que todo un Breogán-Obradoiro, memoria viva del baloncesto gallego...

Estadísticas oficiales del partido

3 comentarios:

  1. Fantástico Obra. A diferencia no marcador pode facer crer que o Canarias é un equipo mediocre, pero nada máis lonxe da realidade. Simplemente o Obra está a un altísimo nivel. O venres, todos a Lugo. Obrá!! Obrá!! Obrá!!

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  2. La superioridad fue abrumadora. No obstante tengo también que apuntar (no sé si estará de acuerdo el cronista)que el Isla Tenerife ha colaborado demasiado en la abultada derrota. Guillén se ha apagado como una gaseosa durante el primer cuarto y ya no se le ha visto el resto del partido. En ataque el único que se ha salvado de la quema es Koshwal, los demás no han hecho más que dar pena. El primer cuarto lo hemos solventado con solo meter balones en la pintura, sin apenas tiro exterior y les hemos ganado de 14 sin triples...... B-Hop lo hizo todo bien, difícil que alguien supere lo hecho hoy por él, en ataque y en defensa junto a Oriol.

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  3. llegado este momento de competición creo qu se pueden sacar algunas conclusiones, por ejemplo; -- si el equipo tiene una semana para descansar y preparar el partido estamos muy por encima del nivel de la competición ( excluido en teoría el murcia). bueno para la liga regular malo para los posibles play off.
    - sólo con la defensa somos capaces de ganar los partidos. si le sumamos un día acertado en ataque
    pasa lo visto ayer.

    la única incognita seria a día de hoy es saber cómo encajaremos la primera derrota, que llegará sin duda. pero no será el viernes.

    salud

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