domingo, 11 de febrero de 2018

Thomas decide tras 45 minutos de agonía (70-68)

El equipo rodeando a Thomas (foto: Obradoiro de Basket)

Una suspensión lateral de Matt Thomas en el último segundo de la prórroga le dio al Obradoiro la décima victoria de la temporada ante un Murcia que por tercera vez en los últimos 4 enfrentamientos contra el Obra volvió a caer con una canasta sobre la bocina final. El partido fue un sufrimiento de principio a fin, con ambos equipos enredados en un juego espeso y físico, con porcentajes de acierto horribles y una igualdad máxima. Los de Moncho Fernández sobrevivieron mejor en la pobreza anotadora durante el primer cuarto, gracias al acierto en las distancias cortas de Bendzius y los tapones de Pustovyi, hasta llegar a un interesante +9 al comienzo del segundo cuarto (18-9), pero a partir de ahí cambiaban los tornas y Murcia pasaba a dominar el partido con un parcial de 4-17 de la mano de Benite y Antelo, mientras el Obradoiro se atascaba en la dura defensa visitante (22-26). El Obra seguía sufriendo tras el descanso, llegando a ir 7 abajo tras un triple de Oleson (26-33), pero un parcial de 9-0 comandado por Bendzius lo devolvió a la lucha rápidamente y le permitió llegar vivo al último cuarto (41-44). Ahí llegaron los mejores minutos del Obra, que con un parcial de 10-0 en 4 minutos de la mano de Thomas y Spires parecía ir directo hacia la victoria (51-44). Sin embargo, el equipo se volvía en enfangar en la defensa pimentonera y un triple de Hannah a falta de poco más de medio minuto empataba el partido de nuevo, incluso con una última posesión murciana para el triunfo (57-57). La prórroga siguió el mismo guion agónico y de tensión máxima, con Pustovyi y Radovic por parte local y Soko por parte visitante como mayores protagonistas. Con empate a 70 y una última posesión de 15 segundos, Matt Thomas tomó la responsabilidad y consiguió en el último momento lanzar una apuradísima suspensión ante el pegajoso Oleson que entraba tras sonar la bocina final para darle el triunfo al Obradoiro (72-20). Con este triunfo, el Obra alcanza de nuevo el 50 por ciento de triunfos y llega al parón copero con un record de 10-10 y sus opciones de seguir soñando intactas.


El clásico de la etapa moderna del obradoirismo prometía emoción y tensión al máximo de principio a fin, un guion que posteriormente se acabó cumpliendo hasta el último momento. Con una entrada algo corta en Sar, Murcia comenzaba el partido con Hannah, Oleson, Rojas, Soko y Delía, mientras el Obradoiro lo hacía con Sàbat, Thomas, Bendzius, Radovic y Pustovyi. El desarrollo del juego eran denso, espeso y casi nulo en acierto desde la primera posesión. Pustovyi intimidaba atrás mientras Rojas y Bendzius intercambiaban faltas y trabajo duro sin reservas. Radovic cazaba un complicado rebote en ataque para asistir desde el suelo al lituano, pero nadie acertaba en sus tiros y cada balón se peleaba con una intensidad angustiosa. De nuevo Bendzius se iba de Rojas para anotar en bandeja, y en medio del ir y venir a ambos lados de la cancha Pustovyi taponaba de nuevo y Sàbat anotaba una bandeja de pillo para el 6-2 tras 4 minutos de pelea sorda. Bendzius volvía a sacar tajada de su entrada hacia la pintura sobre Rojas y un sufrido +6 (8-2), aunque Oleson secaba a Thomas y ayudaba al escuálido ataque visitante con una bombita corta. Radovic machacaba tras un gran movimiento de balón colectivo, pero los minutos seguían cayendo al igual que los porcentajes de acierto en ambos equipos, incapaces de encontrar soluciones en ataque. Pustovyi alternaba torpezas en ataque con otro tapón más para su cuenta defensiva, y el primer cuarto iba agonizando penosamente con Murcia incapaz de anotar y el Obra ensanchando un poco más su ventaja desde la línea de libres. Con un 13-6 más propio de un partido de minibasket se llegaba al final de los primeros 10 minutos.

Pustovyi inauguraba el segundo cuarto machacando el aro murciano en alleyoop con Thomas para el +9 local (15-6), aunque Murcia rompía por fin cerca de 5 minutos de sequía con el triple de Benite, respondido al instante con la misma moneda por un Thomas que aprovechaba el descanso de Oleson. Pepe Pozas ayudaba en la cancha a pesar de su precario estado físico, y en medio de la penuria aparecía otro triple visitante para apretar el marcador. El Obra sufría cada vez más ante la durísima defensa de los pimentoneros y se paraba por completo en el marcador, con los jugadores peleando cada balón dividido pero con un desacierto en el tiro exasperante en ambos aros. El quinteto más físico de los visitantes, con Kloof, Soko y Tumba repartiendo estopa a diestro y siniestro, conseguía dejar a los nuestros a 0 durante más de 6 minutos y medio, en los cuales un pírrico 0-8 volvía a apretar las cosas (18-17). Ni Corbacho ni Navarro, este ejerciendo como base, ni siquiera Llovet desde la línea de libres: nadie conseguía desatascar el ataque local, con el partido yéndose todavía a parámetros más pobres si cabe que los del horroroso primer cuarto. Por fin Navarro conseguía correr y asistir bajo el aro a Spires, rompiendo así por un instante la oscuridad del ataque obradoirista, pero sin apenas continuidad (20-17). El rocoso pero poco dotado técnicamente Tumba desaprovechaba la falta antideportiva de Spires de mala manera, pero un triple y un par de libres del retornado a la liga Antelo ponían a los suyos por delante, y tras otro par de libres de Thomas los visitantes aprovechaban el último minuto y en medio del desorden generalizado Hannah y Oleson sacaban tajada para llegar al descanso con 4 puntos de ventaja (22-26).

Con la afición todavía intentando asimilar una primera mitad indigesta como pocas, Murcia golpeaba primero tras el descanso de la mano del potente Soko. Pustovyi alternaba cal (una buena suspensión lateral) y arena (pérdida en el pase) en ataque pero sumaba otro tapón más en defensa, este brutal ante Soko. Rojas forzaba la falta en ataque de Radovic, pero este anotaba a la segunda ante los vuelos intimidadores de Tumba. El triple de Oleson suponía la máxima renta visitante con un peligroso +7 (26-33), pero el Obra respondía con una gran canasta de Radovic tras rebote ofensivo para comenzar la reacción. Bendzius rompía con potencia en penetración y de nuevo en bandeja tras buen contraataque del equipo. El Obra mordía atrás ante la inoperancia en el tiro de un desacertado Hannah, y Sàbat conseguí por fin el triple para culminar un parcial de 9-0 que devolvía la sonrisa a la grada (35-33). Nadie permitía una canasta fácil y cada bloqueo y cada rebote eran una odisea para ambos equipos, aunque por fin salía el pick and roll de Sàbat con un Pustovyi que machacaba y anotaba el tiro adicional tras la falta. El partido estaba igualadísimo de nuevo, con Sàbat anotando un nuevo triple pero sin conseguir el Obradoiro continuidad en la anotación. Tras el sexto tapón del partido de Pustovyi un triple del mejor de los rivales, Vitor Benite, y un error increíble de Llovet con una canasta hecha cerraban el tercer cuarto con 3 arriba para Murcia y todo por decidir (41-44).

El Obra salía lanzado en el comienzo del cuarto periodo con un robo en anticipación de Spires. Matt Thomas clavaba un triple en la cara de Hannah, Spires anotaba un ganchito en la pintura, Pozas forzaba la pérdida por 8 segundos de Hannah y de nuevo Spires anotaba en pick and roll con Pozas, aunque sin aprovechar el tiro adicional tras la falta sufrida. El aro local permanecía cerrado a cal y canto para los visitantes ante nuestra gran defensa, con Pozas sacrificándose al máximo a pesar de sus evidentes problemas en el hombro. La intensidad defensiva le costaba al Obra meterse en bonus de faltas todavía con 7 minutos por delante, pero el triplazo de Thomas con Oleson desplazándolo culminaba un parcial de 10-0 que ponía el partido de cara para los nuestros, y más tras la nueva muestra de bravura de un Pozas cada vez más renqueante pero que forzaba la falta de ataque del desquiciado Hannah (51-44). Murcia salía del marasmo de 4 minutos de sequía gracias a los tiros libres, ya que de otra manera no conseguía anotar, pero a base de contundencia defensiva al máximo volvía a parar a los nuestros en seco y el goteo de puntos desde los 4,60 lo metía de nuevo en la lucha. Thomas volvía a no encontrar tiros cómodos tras su estallido triplista del inicio del cuarto, pero Pustovyi anotaba agónicamente bajo el aro y en otro pick and roll sacaba la falta de Rojas para anotar los 2 tiros libres, permitiendo al Obra mantener un precioso +5 a falta de poco más de 2 minutos (55-50). Un triple inesperado de Soko (16% durante la temporada) ponía el partido al rojo vivo, aunque Thomas no fallaba sus tiros libres y el Obra llegaba al último minuto todavía con 3 puntos de ventaja, aunque no conseguía anotar en su posesión. Murcia atacaba y el Obra se defendía como gato panza arriba, con Pustovyi taponando de nuevo pero con los visitantes cargando el rebote en varias ocasiones y acertando a la cuarta Hannah con su único triple de la noche para empatar el partido a falta de 36 segundos (57-57). El Obra fallaba el siguiente ataque con Bendzius tirando a la desesperada en el último momento, y de nuevo Hannah tenía el tiro del triunfo, pero el balón no entraba y el partido se iba a la prórroga.

Con Sar sufriendo como en pocas ocasiones, el Obra golpeaba primero en el comienzo del prórroga con un forzado gancho de Radovic que entraba llorando y un tiro libre de Pustovyi tras aprovechar a medias una falta recibida en la lucha por el rebote. Soko machacaba tras corte de Hannah, pero después de varias jugadas luchadas al límite bajo ambos aros Radovic clavaba un triple que levantaba a la grada. Pustovyi, ya muy cansado, aún tenía fuerzas para hacer una gran continuación que le daba un casi decisivo 2+1 a los suyos para un +5 a falta de 2:11 (66-61). Murcia no se rendía y Oleson robaba el balón a Sàbat para anotar en bandeja y ponerse a solo 1 punto, aunque Radovic aparecía de nuevo para anotar a tablero y entrar en el último minuto 3 arriba (68-65). La tensión agobiaba a todos y el Obra no conseguía cerrar el partido en ataque, con Thomas muy defendido, y Soko anotaba los tiros libres que volvían a empatar la contienda con solo 15 segundos por delante (68-68). Era el último ataque y Thomas, pese a su mal día en el tiro, asumía la responsabilidad y cogía el balón para jugarse el 1x1 con Oleson. El de Alaska no le permitía ni un centímetro, pero Thomas se iba por la derecha y con las manos de Oleson encima sacaba una suspensión forzadísima que volaba mientras sonaba la bocina final para caer certeramente en la red y darle el triunfo al Obradoiro ante el delirio de Sar (70-68). La décima de la temporada estaba ya en el bolsillo tras un partido agónico de principio a fin, pero con premio final.

Datos a destacar

  • sufrimiento desesperante desde el primer minuto al último. A semejanza del partido de la primera vuelta, los porcentajes de acierto de ambos equipos fueron horribles y cada posesión se convirtió en un suplicio ante la intensidad y dureza de ambas defensas. Y de nuevo como entonces, el Obradoiro consiguió la canasta decisiva en el último segundo (en esta ocasión tras 5 minutos extra de padecimiento), haciendo olvidar todo lo padecido durante 45 minutos de juego espeso, trabado y por momentos desesperante
  • sin continuidad en ataque, sin tiro exterior (6 de 24 triples), con varias rachas de sequía anotadora durante minutos. Evidentemente, por el bando contrario la situación fue similar, desquiciados por dentro ante el inmenso Pustovyi y horribles por fuera, con lo cual el partido se convirtió en un duelo físico intensísimo y durísimo, pleno de emoción y llevado hasta el límite de las energías de todos, público incluido
  • dentro de la gran igualdad, el Obra quizás buscó algo mejor (aunque de manera discontinua) sus mejores opciones en ataque, sobre todo por dentro (13 de 21 de nuestro trío interior en tiros). Defensivamente el equipo estuvo a alto nivel desde el principio, cortando la producción de sus mejores jugadores y manteniendo igualada la lucha reboteadora (41-43). El equipo peleó tanto o más que el rival, mantuvo el tipo ante el espectacular despliegue físico murciano y a pesar de todo acabó sabiendo sacar el partido adelante en el cara o cruz
  • ARTEM PUSTOVYI: empezó algo torpe en ataque, pero su presencia defensiva fue determinante de principio a fin para colapsar el ataque rival. Bien fijado atrás, sin salir apenas a flashes en esta ocasión, el ucraniano se vació, intimidó y se supo proteger de faltas. En ataque acabó siendo importante en el tramo final, sobre todo con su fiabilidad en el tiro libre, algo fundamental para un interior. Quizás sus números son algo exagerados, pero en conjunto fue un hombre clave para el triunfo. 17+6+1 en 37 minutos, con 3 balones pérdidos, ¡6 tapones! (record del club en ACB) y 5 faltas provocadas, para 24 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: sorprendentemente bien en defensa, controlando y cortando la producción de Hannah. En ataque ayudó con un par de buenos triples y algún pase interior, dentro de la espesura generalizada, y solo perdió un balón importante hacia el final del partido. Sin grandes acciones, es justo decir que hizo un partido sólido y positivo. 8+2+4 en 29 minutos, para 7 de valoración
  • MATT THOMAS: partido duro para el norteamericano, muy bien defendido y casi siempre forzado a tiros muy apurados y con poco acierto, aunque también supo meter algunos buenos balones a los interiores. Solo un triple al inicio del segundo cuarto y otros 2 al comienzo del último, con 0 de 6 en tiros de 2 y 5 fallos más desde los 6,75. En defensa peleó duramente y aguantó bien el tipo, pero evidentemente no estaba siendo su mejor partido. Aún así, tomó la responsabilidad en la jugada final de la prórroga y clavó un buzzer beater de los que se recuerdan por mucho tiempo (su única canasta de 2 en el partido), dejando una vez más muy claro el nivel estelar que tiene. 15+2+5 en 36 minutos, con 7 faltas provocadas, para 15 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: partido a la medida del lituano, muy cómodo en la pelea sin cuartel con un Rojas que siempre juega al máximo de intensidad. Bendzius supo sacar partido de su superioridad física llevando a su par hacia dentro, mientras que en defensa se multiplicó para llegar a las ayudas exteriores sin dejar huecos atrás. De su importancia en el partido da buena fe el +12 del Obra con él en cancha (máximo del equipo). 11+3 en 24 minutos, con 5 faltas provocadas, para 8 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: muy concentrado en el juego desde el principio, supo ser tan intenso como los rivales y acabó siendo fundamental en el triunfo final con sus apariciones en ataque en la pintura y un triple clave en la prórroga. Fantástico en el rebote (cargando con éxito el ofensivo), peleando como siempre nos gustaría que hiciera, hasta firmar un muy meritorio doble-doble. 13+13 (5 ofensivos)+2 en 31 minutos, para 19 de valoración
  • DAVID NAVARRO: sufrió los peores minutos del equipo en el segundo cuarto, ejerciendo como base ante los problemas físicos de Pozas. Intentó correr (lanzó un contraataque con éxito) y ayudar atrás con acierto, pero apenas miró al aro y el equipo se paró en seco en anotación bajo su dirección. En la segunda mitad ayudó en defensa y como escolta, pero sin influencia en ataque. 0+2+3 en 18 minutos, para 2 de valoración
  • NICK SPIRES: pocos minutos pero a buen nivel. El sueco entró con fuerza en el 10-0 del comienzo del cuarto periodo, aguantando en defensa con corrección pero nuevamente cargándose con mucha velocidad de faltas. En conjunto supo mantener bien el nivel del equipo en los minutos de descanso de Pustovyi, compartiendo incluso algunos minutos con el ucraniano en cancha. 6+3 en 12 minutos, con 2 robos y 2 pérdidas, para 3 de valoración
  • PEPE POZAS: enorme mérito del capitán obradoirista, claramente mermado en su hombro izquierdo (por momentos llevaba el brazo literalmente colgando) pero dándolo todo por ayudar al equipo. En defensa estuvo al máximo nivel, desgastándose sin miedo y lanzando al equipo en el 10-0 del cuarto periodo. En ataque sufrió mucho por su inferioridad física, pero no perdió balones e hizo mucho más de lo que se le podía exigir. Los números son injustos con su gran trabajo, aunque ese +7 del Obra con él en pista es bien definitorio de lo productivo que fue su esfuerzo. 0+1+1 en 10 minutos, para -8 de valoración
  • NACHO LLOVET: escasa participación en el partido del catalán, fallón en ataque pero intenso y duro como siempre en defensa. Las minutadas de Radovic y Pustovyi hicieron inecesaria su presencia por más minutos en la cancha. 0+3+1 en 9 minutos, para 1 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: se comió lo peor del Obra en el segundo cuarto (-10 con él en cancha), con el equipo colapsado en ataque y sin poder apenas mirar al aro. El mallorquín intentó un par de triples sin éxito, y aunque en defensa mantuvo el nivel sin mayores problemas en esta ocasión no fue determinante en el juego. Ya no volvió al partido tras el descanso. 0+1 en 7 minutos, para -1 de valoración
  • BEN SIMONS: compareció en el tercer cuarto como alero, no como 4, pero sin demasiado acierto. En ataque intentó un triple sin acierto y no leyó bien las jugadas, mientras en defensa se comió alguna jugada pero sin dejarse ver apenas. Estadística a 0 en 6 minutos, para 6 de valoración
  • MARTINS LAKSA: otro de los damnificados por el mal segundo cuarto. Se comió un triple de Benite en su primera acción defensiva y después peleó atrás a correcto nivel, pero en ataque ni siquiera llegó a tirar a canasta en su corta participación, para ya no volver a la acción tras el descanso. 0+1 en 5 minutos, para 2 de valoración
Sufrido de principio a fin, navegando en aguas turbulentas y complicadas durante 45 minutos, pero sabiendo llegar finalmente a puerto para conseguir el triunfo: así fue la décima victoria de la temporada del Obradoiro, de nuevo sobre la bocina final sobre Murcia como en 3 de los 4 últimos partidos entre ambos. El equipo más duro de la liga hizo honor a su reputación y convirtió el partido en una sorda lucha de trincheras que, a falta de calidad, ofreció dosis a raudales de emoción ante una afición que estalló con la canasta final de Matt Thomas. El parón copero le llega al Obradoiro tras conseguir 3 victorias en los últimos 4 partidos y con un muy meritorio record de 10-10 que lo coloca al borde de las posiciones de playoffs y, lo que es más importante, a una distancia sideral y casi definitiva de las posiciones de descenso. Con el objetivo fundamental de cada temporada prácticamente hecho a mediados de febrero, el Obradoiro tiene por delante un tramo final de 14 partidos en los que ilusionar e ilusionarse, algo que para un club de la modestia presupuestaria del nuestro es todo un lujo que hemos de valorar como se merece. Incluso con todo lo que nos hacen sufrir y padecer en partidos como este último.


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