domingo, 12 de febrero de 2017

Gran trabajo, nula recompensa (87-86)

(foto: ACB Fotoclick)

El Obradoiro tuvo la última posesión para lograr la victoria pero acabó perdiendo por 1 punto en la cancha del Baskonia. Los de Moncho Fernández hicieron un enorme ejercicio de carácter y espíritu colectivo para aguantar los malos momentos y engancharse una y otra vez al partido, hasta llegar a ponerse por delante a falta de menos de medio minuto. Una canasta de Beaubois a 13 segundos del final ya no tuvo respuesta de los nuestros, que vieron así cómo su gran trabajo se quedaba sin premio. La derrota deja al Obradoiro al llegar al parón copero en la penúltima posición, con 5 triunfos, a uno de distancia de Joventut y Murcia.


Llegaba el Obradoiro a Vitoria con la intención de plantar cara en un partido en el que los locales partían como claros favoritos a pesar de las bajas de última hora de Larkin y Diop. El Baskonia comenzaba el partido con Laprovittola, Hanga, Budinger, Tillie y Voigtmann, mientras el Obra lo hacía con McConnell, Dulkys, Bendzius, Allen y Pustovyi. Una buena penetración de Allen inauguraba el marcador, dando paso a unos minutos espesos en los que el Baskonia parecía no entrar en el juego mientras el Obra carecía de tiro exterior y sumaba pérdidas de balón. Un buen 2+1 de McConnell en penetración rompía la monotonía por un instante, aunque Laprovittola aprovechaba las debilidades defensivas en el 1x1 de nuestro base para dar puntos a los suyos. El triple de Rosco Allen igualaba de nuevo las cosas, e incluso a pesar de los primeros indicios de lo que iba a ser un terrible día de Dulkys era Bendzius quien cargaba bien el rebote de ataque y obtenía un meritorio 2+1 (10-11). Sin embargo, los nuestros se veían penalizados por su negación ante el tiro exterior, fallando triples librados que paraban nuestra anotación y permitían a los locales ir adquiriendo ventajas lentamente. Bargnani saltaba a cancha para anotar una suspensión corta que culminaba un parcial de 10-0 local (20-11), pero aparte de un par de tiros libres del esforzado Bendzius los males del Obra seguían presentes, ahora con Yusta lanzando un triple librado al tablero sin tocar siquiera el aro. La entrada en pista de Beaubois terminaba por empeorar las cosas, añadiéndose a Hanga como martillo pilón de nuestra defensa y elevando a +12 la ventaja baskonista tras un triple del francés (27-15). Ya sobre la bocina de final del cuarto, un triple de Pepe Pozas a tablero aliviaba mínimamente el castigo sufrido y dejaba al Obra 9 abajo tras esos 10 primeros minutos de juego (27-18).

De repente, cuando todo pintaba negro para los nuestros, cambiaban las tornas. Matulionis anotaba a la segunda el triple para comenzar el cuarto, la zona de ajustes comenzaba a complicar el ataque a los locales y los puntos para el Obra seguían cayendo, con un Whittington estelar. El norteamericano se desmelenaba con un mate, un ganchito y un triple para 7 puntos consecutivos que sumados a la buena defensa y la fiabilidad reboteadora ponían de manera inesperada a los nuestros por delante tras un parcial de 0-13 desde el triple de Pozas (27-28). En ese momento, y tras otra buena defensa del equipo, se iba la luz en el Buesa Arena y el partido se paraba varios minutos, aunque tras la reanudación todavía llegaba otra gran acción más del imparable Whittington, con un 2+1 bajo el aro ante Tillie que culminaba un asombroso 0-16 de parcial (27-31). La reacción baskonista llegaba de manos de un protagonista inesperado como Rafa Luz, que con 8 puntos seguidos amenazaba con dejar en nada todo el trabajo anterior de los nuestros. El Obra volvía a perder un par de balones y a atascarse con el lanzamiento exterior, y las diabluras de Beaubois seguían sin ser frenadas por nuestra defensa. El resultado era un parcial local de 14-2 que ponía al Baskonia 8 arriba de nuevo (41-33). Un gran movimiento de Pustovyi y una buena penetración de McConnell permitían aguantar el chaparrón, pero Beaubois seguía destrozando a los nuestros y Hanga continuaba sumando en el destrozo para llegar ya al +10 baskonista. Una gran penetración con bandeja final de Bendzius cerraba el segundo cuarto con el Obra 8 abajo pero todavía vivo (47-39).

El tercer cuarto comenzaba con otro triple errado por un Dulkys negado completamente. Un par de buenas acciones de Pustovyi, aprovechando un rebote de ataque y un enorme pase de McConnell, permitían al Obra volver a la lucha, a pesar de que Hanga continuaba castigando a los nuestros. De nuevo Pustovyi machacaba el aro en penetración tras pase de Dulkys, aunque el ucraniano sufría en defensa con los flashes y el peligroso Voigtmann. El Obra resistía los envites locales, pero le seguía faltando un lanzamiento exterior en el que Dulkys seguía acumulando errores. Laprovittola encendía las alarmas al poner a los suyos 12 arriba (57-45), forzando el tiempo muerto de Moncho Fernández, pero los nuestros reaccionaban de nuevo de la mano de Whittington y de un Bendzius que añadía a su gran trabajo de intendencia un triple lateral para volver a apretar el marcador. El Obra se ponía a 7 y se mantenía en la lucha con otra buena entrada de McConnell, pero un par de acciones rápidas locales permitían los mates de Hanga y Budinger en contraataque para volver a enfriar los ánimos de los nuestros. Whittington seguía sumando, ahora con otro buen movimiento bajo el aro, pero el imparable Hanga devolvía el +12 para lo suyos con un gran 2+1 sobre el norteamericano (66-54). Un triple de Matulionis insuflaba aire al Obra y Rosco Allen anotaba la canasta que cerraba el cuarto, de nuevo ganado por el Obra, para afrontar los últimos 10 minutos con una desventaja todavía salvable de 7 puntos (66-59).

Hanga comenzaba el último cuarto con ganas de sentenciar el partido, clavando un triple para el +10 (69-59). Whittington continuaba sumando bajo el aro y Pozas aprovechaba a medias una inocente falta antideportiva de Sedekerskis, pero los nuestros seguían mejorando en defensa y Whittington aprovechaba su estado de gracia para clavar un triple que ponía al Obra a 5. Las alternativas defensivas de los nuestros surtían efecto y colapsaban el ataque baskonista, y ya solo faltaba que por fin Dulkys anotase una buena suspensión de media distancia tras bloqueo para creer en el milagro (70-67). Un par de balones perdidos en ataque por errores de Llovet frenaban la remontada obradoirista, pero el equipo seguía siendo cada vez más sólido atrás y en ataque volvía a la carga con la buena dirección de Pozas y la inspiración de un Whittington desatado. Otro triple del norteamericano para el y una gran bandeja a aro pasado tras buen trabajo en el poste para mantener las distancias metían al Obra en los últimos 5 minutos solo 3 abajo. Una penetración más de Beaubois cortaba momentáneamente el crecimiento de los nuestros, pero un triple lateral de Bendzius tras otra buena defensa apretaba más que nunca el partido. De nuevo Bendzius aprovechaba a medias los tiros libres para empatar con solo 4 minutos por delante (77-77). Dulkys erraba un triple para poner al Obra por delante pero Laprovittola no fallaba desde los 6,75, aunque Llovet empujaba en el rebote de ataque para cazar el balón y anotar una canasta que seguía dando vida a los nuestros. El Obra se moría con los errores en el lanzamiento triple, pero un robo en media cancha permitía la bandeja de Dulkys. Con el Buesa Arena encogido ante la posibilidad de derrota aparecía la experiencia de Laprovittola, que penetraba hasta la pintura y forzaba la quinta falta de Pozas para además anotar un forzado tiro que con el libre adicional amenazaba con derrotar definitivamente la heroica resistencia obradoirista (85-81). McConnell entraba en pista con poco más de 1 minuto por jugar, pero la pérdida de Dulkys tras pisar la línea de banda parecía terminar con nuestras esperanzas; sin embargo, otra buena defensa y un rápido triple frontal de McConnell permitían volver a soñar con solo 50 segundos por delante. Beaubois también pisaba la línea de banda y McConnell amagaba la penetración para dar un paso atrás y anotar una buena suspensión de 6 metros que ponía por fin al Obradoiro por delante, con solo 25 segundos de juego (85-86). El cara o cruz estaba servido, y evidentemente era Beaubois quien asumía los galones en el Baskonia para anotar una complicada bombita bien defendida que daba al Obra la última posesión con 1 abajo y 12 segundos. Tras el tiempo muerto de Moncho Fernández la bola llegaba bien a McConnell, que dejaba pasar los segundos pero cuando iniciaba la arrancada se trastabillaba con el balón y se veía finalmente forzado a un complicado lanzamiento lateral que no quería entrar mientras sonaba la bocina del final del partido. El Obra había hecho un gran esfuerzo pero había vuelto a morir en la orilla (87-86).

Datos del partido

  • peleando y sin bajar nunca los brazos. El Obra hizo muchas cosas muy bien, sobrevivió a sus propios errores y limitaciones (horrible día de nuestra rotación exterior en el tiro) y aguantó las rachas de las individualidades del Baskonia (las genialidades de Beaubois y un Hanga imperial). No se dejó llevar (ganó 3 de los 4 cuartos), resistió cuando se vio muy abajo y supo siempre volver a la pelea hasta el cara o cruz final. Salió cruz, pero no hay duda de que este es el camino
  • 31-35 en rebotes, 14-14 en pérdidas, un muy buen 59% en tiros de 2 que compensó el mal día en el triple. El Obra plantó cara a todo un Baskonia que, a pesar de sus bajas, evidentemente juega en otra liga y tiene una enorme calidad en sus jugadores. La sensación de espíritu colectivo y esfuerzo máximo se sumó a la buena lectura táctica para hacer volver a ese Obra correoso y que siempre planta cara a cualquier rival
  • SHAYNE WHITTINGTON: enorme. Por momentos pareció casi infalible (11 de 14 en tiros de campo), anotando desde fuera y desde dentro, superando una y otra vez a sus pares y añadiendo una gran solvencia en el rebote defensivo. Se echó al equipo a sus espaldas en los momentos complicados del encuentro. Su mejor partido de la temporada, a un nivel que tiene que dar muchas esperanzas de cara al último tercio de la temporada. 26+7+1 para 33 de valoración
  • MICKEY McCONNELL: tuvo problemas en defensa ante el difícil Laprovittola en el 1x1, como suele ser habitual, pero en ataque supo también hacer daño con su buena lectura de las penetraciones y por momentos encontró bien a los interiores. Los buenos minutos de Pozas en el último cuarto lo mantuvieron el banquillo y tuvo que volver por obligación en los momentos finales, donde anotó 5 puntos clave pero no tuvo acierto en la última jugada. Con todo, pros y contras, partido a buen nivel del norteamericano. 12+1+5 para 14 de valoración
  • DEIVIDAS DULKYS: el día horrible del tirador lituano fue uno de los mayores problemas que tuvo el Obra para culminar su gran partido. Llegó a acumular un 0 de 11 en tiro (y un -12 de valoración) al que añadió sus tremendos problemas para frenar el 1x1 de Beaubois y Hanga (también le tocaron los huesos más duros, hay que reconocerlo). Arregló mínimamente su terrible partido en el último cuarto con un par de canastas, pero el equipo acusó ese 0 de 7 en triples. 5+1+3, con 3 pérdidas, para -7 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: muy buen partido del lituano, tapando huecos atrás, cargando el rebote y asumiendo responsabilidades en ataque. Un par de triples laterales salvaron sus porcentajes (2 de 7 en triples en total, bastante mediocre), pero en conjunto hizo un gran partido en ambos lados de la cancha, recuperando un nivel que ya va recordando al de sus mejores días. Casi sin descanso, se comió nada menos que 38 minutazos en cancha. 14+6+1, con 5 faltas provocadas, para 13 de valoración
  • ROSCO ALLEN: algún buen destello en ataque, aunque sin continuidad, y muchos problemas atrás (esas faltas tan claras como inocentes en el rebote). No fue importante en el partido, aunque tampoco estuvo tan mal como en su peor época de la temporada. De todos modos, hay que exigirle algo más de continuidad (y menos de despistes en defensa). 7+4, con 2 tapones, para 4 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: le costó más en el primer cuarto que en el tercero, donde tuvo unos buenos minutos en ataque aunque también tuvo que sufrir para controlar a un buen interior como Voigtmann. El partidazo de Whittington le restó minutos, como es lógico, pero el ucraniano mantuvo el tono correcto de partidos anteriores. 8+3 para 9 de valoración
  • NACHO LLOVET: luces y sombras. Errático en ataque, sin aprovechar emparejamientos favorables ni acertar en el tiro, además de tomar malas decisiones. Sin embargo, en defensa estuvo muy bien en los mejores momentos del último cuarto, aportando pegamento para esa zona de ajustes que permitió a los nuestros llegar a remontar el partido. Hay que pedirle un poco más de acierto, en cuanto a esfuerzo ya da el máximo. 4+3+2, con 3 pérdidas, para 5 de valoración
  • OSVALDAS MATULIONIS: muy cumplidor, ayudando con otro par de triples y trabajando duramente en defensa. No cometió esas faltas tontas por exceso de ímpetu y se mostró cada vez más asentado en la rotación, supliendo incluso en parte el horrible día de Dulkys. 6+1+1+2 para 8 de valoración
  • PEPE POZAS: las 2 remontadas del Obra llegaron con el malagueño al mando. El 0-16 del segundo cuarto se inició con un lejano triple suyo, pero más allá de la anécdota supo llevar el ataque, buscar a sus compañeros y trabajar bien en defensa. En el último cuarto se ganó los minutos con su buen trabajo en ambos lados de la cancha, hasta esa quinta falta forzada por Laprovittola que lo echó del partido. Muchas cosas buenas y pocas malas, muy buen partido de Pepe. 4+2+6 para 6 de valoración
  • SANTI YUSTA: testimonial presencia del madrileño (menos de 4 minutos), que apenas jugó en los peores minutos del final del primer cuarto y lanzó una pedrada a tablero desde los 6,75. Habrá días mejores. 0+0 para -2 de valoración
El Obradoiro estuvo a punto de dar la campanada en el Buesa Arena. Faltó esa pizca de suerte y de acierto que a los pequeños siempre cuesta más tener, pero el equipo volvió a ser ese rival correoso y complicado capaz de enfrentarse a cualquiera y plantar cara hasta el final. Solo el desacierto triplista impidió que los nuestros consiguieran una victoria que habría dado alas al equipo justo antes del parón copero. Sin embargo, conviene quedarse con todo lo bueno (que fue mucho) para ir construyendo de cara a un último tercio de la temporada en el que el Obradoiro ha de empezar a asentar este crecimiento y pelear hasta el final por salir de ese penúltimo puesto que no se sabe si este año no será fatídico. Jugando de esta manera hay motivos para confiar y para tener esperanzas.


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