domingo, 13 de noviembre de 2016

La fiesta de Sar tuvo un final cruel (87-90)

(foto: Obradoiro de Basket)

En un desenlace increíble, el Obradoiro dejó escapar un partido que había tenido en sus manos durante 3 cuartos con ventajas de hasta 21 puntos. Un primer cuarto prácticamente perfecto de los nuestros (32-15), guiados por un imperial Mickey McConnell que acabó firmando la mejor actuación histórica de un jugador del club en ACB con 39 de valoración, fue la lanzadera de salida de lo que parecía una victoria holgada ante un Gran Canaria que no encontraba la forma de volver al partido. El Obradoiro mantenía ese colchón con solvencia, sin llegar a permitir acercamientos rivales a menos de 10 puntos, con una defensa sólida y respondiendo en ataque a los intentos amarillos. Sin embargo, y tras un 73-58 al final del tercer cuarto, un parcial de 0-14 para los canarios llevó el encuentro a 7 minutos finales de tensión e igualdad máxima. A pesar del liderazgo de un McConnell que seguía tirando del carro y de todavía entrar en el último minuto con una mínima ventaja de 1 punto, una canasta de O'Neale y la pérdida de balón de Rosco Allen en el ataque final certificaban la victoria del Granca ante la incredulidad de la grada. Con esta dolorosa derrota, el Obradoiro se queda en la zona baja de la tabla con un record de 2-6.

Segundo partido consecutivo como local del Obradoiro, que recibía en un Sar con una entrada mejorable a un Gran Canaria que llegaba sin Planinic y con Hendrix y Pasecniks tocados. Luis Casimiro optaba por comenzar con McCalebb, Salin, O'Neale, Báez y Hendrix, mientras el Obradoiro lo hacía con McConnell, Dulkys, Bendzius, Allen y Pustovyi. El Obra comenzaba lanzado en ataque, con McConnell lanzando alleyoops para un Pustovyi que no tenía rival en las alturas. El base obradoirista rompía con facilidad a un McCalebb impotente, y solo los rebotes ofensivos canarios empañaban mínimamente una puesta en acción brillante de los nuestros. Un muy activo en ataque Pustovyi seguía sumando sin parar ante el inferior juego interior visitante, aunque la segunda falta de Rosco Allen lo llevaba al banquillo con excesiva prontitud. Dulkys salía del bloqueo para clavar el triple y McConnell volvía a penetrar con facilidad para obtener un buen 2+1. La entrada en cancha de Whittington le daba más rebote al Obra y el estado de gracia de McConnell, ahora con una enorme asistencia al pivot estadounidense, lanzaba al Obra con 8 puntos de ventaja antes del tiempo muerto visitante (16-8). Pustovyi seguía aprovechando todos los balones interiores que le suministraba McConnell, y ni siquiera los cambios de Casimiro conseguían cortar la hemorragia de un Obradoiro desatado y con unos porcentajes de acierto en el tiro que rozaban la perfección. Incluso el errático en el tiro Bendzius acertaba en su tercer intento triple para el primer +10 local, y el descanso de Pustovyi permitía a Llovet entrar en cancha para dar un nuevo giro de tuerca a la presión obradoirista. Al Obra le entraba todo, con Whittington apareciendo con un semigancho corto y un triple, pero sobre todo con un McConnell estelar que dirigía, anotaba, defendía y mandaba en toda la cancha. El base obradoirista se iba al banquillo aclamado por Sar y un contundente +14 en el marcador, aunque también Pozas entraba con buen pie en el partido, asistiendo a Yusta, reboteando en defensa y anotando un sublime tiro desde más de 6 metros en rectificado sobre la misma bocina de final del cuarto. Con un 91% en tiros de 2 y un 50 en triples, el Obra acababa de hacer 10 minutos casi perfectos (32-15).

El Obra seguía mordiendo en defensa al comienzo del segundo cuarto, con Pozas liderando el esfuerzo y Yusta penetrando con potencia y calidad. Llovet aportaba pegamento en defensa sin dejar de hacer sus cositas positivas en el poste, Pustovyi volvía machacando tras rebote de ataque y dominando en la zona rival, el Granca se desesperaba con técnica incluida para Casimiro y la ventaja se iba ya hasta un fantástico +21 tras una suspensión del ucraniano, a pesar de alguna controvertida decisión arbitral (41-20). Un par de triples seguidos del Granca y un par de ataques mal terminados del Obra no eran suficientes para alterar el rumbo del partido, de nuevo con McConnell en cancha. Pustovyi taponaba el triple de McCalebb y el Obra forzaba los 24 segundos a los canarios, y Dulkys anotaba su segundo triple de la noche para que la fiesta siguiese en todo lo alto. Solo un Rosco Allen desacertado en su vuelta al partido desentonaba por parte local, con la ventaja obradoirista bajando a +12 tras una pequeña reacción visitante con un parcial de 3-12 (44-32). McConnell asistía a Llovet, Dulkys pasaba de espaldas para la bandeja en contraataque sin oposición del base local y la tranquilidad volvía a Sar. McConnell seguía dominando el juego por completo en un auténtico festival y el último ataque del cuarto era culminado con acierto por Llovet tras la octava asistencia del 32 obradoirista, que se iba al descanso con una valoración estratosférica de 23 (51-34).

El Obradoiro seguía gestionando bien su ventaja tras la vuelta de los vestuarios, a pesar de algunos triples librados fallados y de un Rosco Allen que seguía negado de cara al aro y se iba al banquillo tras cometer en ataque su tercera falta. El rebote volvía a ser nuestro con la entrada de un Whittington que también aportaba en ataque, aunque el Granca sobrevivía gracias a sus tiradores. Bendzius seguía desastroso en sus tiros, lo que le costaba el banquillo tras sus malas decisiones en ataque, y la diferencia bajaba a los 9 puntos tras 3 tiros libres de Salin (53-44). Pero ahí estaba el héroe del partido, Mickey McConnell, que clavaba un triple y calmaba el ritmo del juego para volver a estabilizar el partido por encima del +10, ayudado por el triple lateral de Matulionis. Una esforzada penetración de Whittington y el acierto desde la línea de libres de un McConnell que sacaba una falta detrás de otra a la defensa canaria eran la antesala de otro gran final de cuarto, con el omnipresente McConnell (ya en 33 de valoración) clavando un triplazo a tablero que respondía al convertido anteriormente por un Kuric que empezaba a hacer daño a nuestra defensa. La fiesta duraba ya 30 minutos y nada hacía presagiar que las cosas fueran a cambiar con el +15 en el marcador (73-58).

Pero de repente se acabó el festejo. Un triple de Báez, haciendo daño al jugar al 4 abierto, bajaba a 10 la ventaja local, el Obra encontraba buenas opciones en ataque pero erraba en el tiro, Báez anotaba un 2+1 en transición y Pustovyi sufría el acoso inmisericorde de la defensa visitante sin que los árbitros pitasen nada, lo que le costaba una técnica a Moncho Fernández por unas mínimas protestas. En un visto y no visto el Granca ya estaba a 6, pero las cosas todavía podían empeorar: otro triple del letal Báez acercaba a los canarios a 3 puntos, con Moncho Fernández pidiendo tiempo muerto y la grada atronando contra el trío arbitral (73-70). El parcial en menos de 2 minutos había sido de 0-12. Los nervios ya estaban a flor de piel y el Obra fallaba ahora todo lo que había metido en los cuartos anteriores, con Bendzius taponado en una bandeja que parecía segura y Allen fallando su suspensión librada. El Obra forzaba en defensa pero Kuric bajaba a 1 punto sobre el límite de posesión para aumentar el parcial a 0-14 (73-72), momento en que volvía a cancha McConnell con 7 minutos de sufrimiento por delante. Allen forzaba falta aunque solo anotaba un tiro libre, pero el Obra se rehacía desde la defensa con un tapón de Llovet a McCalebb y el aliento infatigable de la grada. Con Allen y Llovet en el juego interior se resentía el rebote defensivo del equipo, lo que aprovechaban los visitantes para obtener segundas opciones en sus ataques errados, mientras Dulkys perseguía desesperadamente a un Kuric que pasaba bloqueos y era el hombre más buscado por los suyos. Allen aprovechaba un balón suelto pasado por Llovet para anotar su primera canasta del partido, pero el Obra seguía concediendo rebotes en su aro y el Granca mantenía el partido en un puño. Una bombita de pillo de McConnell daba aire al Obra tras un errático ataque, y de nuevo el base local sacaba petróleo para anotar en penetración y dar una ventaja de 5 puntos a los nuestros a falta de 4 minutos que sabía a gloria a pesar de que Bendzius seguía fallando tiros librados (82-77). Pero el Granca estaba ahí y con un triple de Aguilar (otra vez el 4 abierto) y un Báez que aprovechaba otros 2 rebotes ofensivos concedidos por los nuestros volvía a la carga para empatar el partido por primera vez desde los compases iniciales (84-84). A falta de poco más de minuto y medio, partido nuevo, por increíble que ello hubiera parecido poco tiempo antes. El Obra llegaba agotado y con muy pocas ideas al tramo final del encuentro después de haberlo tenido ganado, aunque la quinta falta de Báez daba un pequeño respiro a pesar de que Pustovyi solo anotaba un tiro libre. Dulkys hacía falta a Kuric, que por supuesto no fallaba desde la línea y ponía al Granca por delante. El escolta lituano del Obra todavía respondía con una gran penetración para darle la delantera a los nuestros al entrar en el último minuto (87-86). Por fin cerraba el rebote el Obra, pero Allen lanzaba un triple lateral cortísimo y le daba la opción de ganar a los visitantes. Oliver penetraba y doblaba para O'Neale, que anotaba bajo el aro. 9 segundos y el Obra 1 abajo, lo impensable. Todavía quedaba una última oportunidad, pero Allen perdía el balón inocentemente al intentar penetrar y la falta antideportiva a la desesperada de Dulkys le daba 2 tiros a Aguilar para cerrar una de las derrotas más increíbles que había sufrido el Obradoiro en las últimas temporadas. Con Sar enmudecido y todo el equipo en estado de shock, las luces se apagaban y la fiesta había concluido de la manera más cruel (87-90).

Datos a destacar

  • desenlace sorprendente. El Obradoiro hizo un primer cuarto perfecto, mantuvo unas rentas holgadas hasta empezar el último cuarto y de repente se le apagaron las luces. Todavía aguantó el tipo tras igualar el rival en menos de 2 minutos todo el trabajo hecho por los nuestros durante 30 minutos brillantes, pero los últimos minutos fueron una agonía en la que aparte de McConnell no apareció nadie más
  • muy pocas pérdidas, bien en el rebote durante casi todo el partido, dureza en defensa, ataque bien movido y buscando las ventajas, acierto individual: todo ello en los mejores minutos del Obra en mucho tiempo. Pero cuando llegó el apagón aparecieron las sombras: tiros librados fallados que impidieron mantener las ventajas construidas en los minutos previos, y un socavón enorme en el rebote defensivo que resultó letal para permitir al rival anotar en casi cada ataque, como atestigua el brutal 14-32 del último cuarto
  • y, a pesar de todo, hay que quedarse con el gran nivel del equipo durante casi todo el partido. El golpe moral de la derrota ha de ser tenido en cuenta, ya que no se pueden regalar partidos casi hechos, pero el equipo que se vio este sábado mostró muchas cualidades y una mejoría clara sobre anteriores jornadas. Más allá del rendimiento individual concreto en cada partido y de alguna duda sobre los minutos de tal o cual jugador, la rotación del Obra empieza a estar asentada y el equipo va creciendo semana a semana
  • MICKEY McCONNELL: el partido casi perfecto del base obradoirista, la exhibición individual con unos números que ya son historia del club, se quedó sin el premio de la victoria. Dominó el juego a su antojo en un primer cuarto sublime, mantuvo el control en el tercer cuarto cuando el Granca empezaba a apretar más y se echó el equipo a la espalda cuando volvió a la cancha y el panorama había cambiado radicalmente. Sin perder un solo balón, asistiendo a sus compañeros, anotando cuando no había otras opciones (6 de 8 en tiros de 2 y 2 de 3 triples, además de 8 de 9 libres), aguantando en defensa a 2 zorros viejos como los bases canarios. Quizás le faltó algo de frescura en los ataques finales, pero tampoco le ayudaron mucho los errores en tiros cómodos de sus compañeros. Números históricos: 26+1+8, con 10 faltas provocadas, para nada menos que 39 de valoración, nuevo record del Obradoiro
  • DEIVIDAS DULKYS: sin la inspiración ofensiva de jornadas anteriores, el lituano apareció con un par de triples y con una penetración hacia el final del partido que dio aire al equipo en los peores momentos. Se desgastó mucho en defensa con acierto desigual pero esfuerzo máximo ante 2 enormes tiradores como Salin y sobre todo Kuric. Con todo, estuvo hasta 30 minutos en cancha, demostrando la importancia que ha adquirido en la rotación del equipo tras apenas 5 semanas desde su llegada. 10+2+3 para 6 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: sigue enfangado en una secuencia que se repite jornada tras jornada. Trabaja atrás, ayuda en el rebote, se esfuerza, pero en ataque se ve penalizado por un tiro exterior desastroso (esta vez 1 de 5 triples, casi todos librados y muy claros) y ello le hace perder toda la confianza en su juego. Quiere pero no puede, y acaba tomando decisiones equivocadas o directamente no tomándolas. Sus jugadas al poste han desaparecido del equipo desde hace semanas. Seguimos esperando al gran Bendzius del final de la temporada pasada. 3+4+1 para 2 de valoración
  • ROSCO ALLEN: desaparecido en combate. Se fue del partido con 2 faltas rapidísimas, al volver cometió la tercera en ataque y cuando intentó aportar al equipo en los minutos finales estuvo negado en sus tiros. En defensa cometió errores, "colaboró" en el mal rebote defensivo del último cuarto y se comió varias acciones de un Báez mucho más experto que él. Partido de los que tienen que hacerle madurar, no hay que olvidar que es un rookie y hoy pagó la novatada. 3+2+1, con 3 pérdidas, para -2 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: dominó la zona rival en un inmenso primer cuarto, con McConnell buscándolo continuamente y él acertando todo lo que le llegaba. Siguió reinando en el tercer cuarto, cerrando el rebote e intimidando, pero en medio de la remontada canaria estuvo lento en un par de acciones en la zona rival que lo sacaron del juego, concediendo algún rebote defensivo clave en los últimos y decisivos minutos. Sin embargo, en conjunto hay que seguir refrendando el crecimiento del ucraniano en las últimas semanas, cada vez más a gusto en su papel en la rotación y haciendo sus mejores números con el Obradoiro. 13+6, con 2 tapones, para 18 de valoración
  • NACHO LLOVET: los fríos números nunca van a hacer del todo justicia a un jugador como Llovet. Pegamento del equipo en defensa, listo y productivo (no solo para él mismo, sino para sus compañeros) en ataque, el badalonés todavía está falto de fondo físico y ello es una rémora para su rendimiento, pero su trabajo en la cancha se hace notar positivamente. En su debe, la defensa a los ataques abiertos de Báez y sobre todo el trabajo en el rebote defensivo en esos minutos finales, en los que físicamente estaba agotado y acabó teniendo que pedir el cambio. Irá a más según vaya aumentando su nivel físico. 9+6+1 para 11 de valoración
  • OSVALDAS MATULIONIS: peleón en defensa, comiéndose con valentía todos los bloqueos que pasaban Salin y Kuric y manteniendo el tipo más o menos bien. En ataque aportó un buen triple lateral en el tercer cuarto que mantenía a raya al Granca, cumpliendo correctamente en sus casi 15 minutos como jugador de rotación. 3+1+2 para 1 de valoración
  • SHAYNE WHITTINGTON: extraña la situación del estadounidense en el equipo. Cada vez que saltó a la cancha estuvo productivo, cerró el rebote y aportó al equipo, incluso con algún error puntual en defensa, pero en un tono general notable. Sin embargo, desapareció de la pista y en el último cuarto, con el rebote defensivo haciendo aguas, no fue llamado por Moncho Fernández (quizá por la configuración del Granca con 2 interiores del estilo de juego abierto de Aguilar y Báez). Sus números son incontestables, y más teniendo en cuenta que apenas estuvo 13 minutos en cancha: 11+4+1 para 11 de valoración
  • SANTI YUSTA: no estuvo muchos minutos en cancha (apenas 12), pero aportó 3 buenas penetraciones y ayudó a mantener las ventajas adquiridas en el espectacular primer cuarto. Después se comió los 2 fatales minutos de la remontada canaria al inicio del último cuarto y ya no volvió a la pista. Mejoró prestaciones de partidos anteriores y tuvo un bonito duelo por momentos con Rabaseda. 6+1 para 6 de valoración
  • PEPE POZAS: mantuvo el buen hacer de McConnell cuando le dio relevo al final del primer cuarto, con la solvencia y la calidad en ambos lados de la pista de estas últimas semanas. Volvió al comienzo del último cuarto y sufrió los minutos negros del partido, aún sin llegar a tener errores individuales pero volviendo al banquillo ante la situación creada. 8 minutos apenas en juego, normales por el partidazo de McConnell. 3+2+2+1 para 6 de valoración
  • ADAM PECHACEK: 3 minutos en cancha entre el primer y el segundo cuarto sin aportación estadística, sin aciertos ni errores
El Obradoiro pasó en apenas un par de minutos de disfrutar de una auténtica fiesta a verse metido en un lío endemoniado, y tras aguantar en pie con sus últimas fuerzas acabó cediendo el triunfo en la agonía de los instantes finales. Un mazazo para todos tras haber visto los mejores momentos del Obra en las últimas temporadas y haber tenido prácticamente hecho un partido que habría colocado al equipo en una posición muy buena en la clasificación. De nada vale llorar por la leche derramada, el partido ya ha pasado y lamentarse vale de poco. Hay que quedarse con las cosas buenas: la rotación empieza a ser más larga, los jugadores que han ido llegando están aportando más nivel al equipo y el partidazo de McConnell ha de ayudar a despejar las dudas fundadas que el base había generado en estas primeras jornadas. El mal día de Allen es comprensible en un jugador muy novato que va a alternar altos y bajos en este fase de aprendizaje, pero en cambio sí es más preocupante lo poco que está aportando un jugador clave del final de la temporada pasada como Bendzius. Los pocos minutos de Whittington pueden dar lugar a muchas discusiones a favor (su capacidad reboteadora en el último cuarto habría sido de gran ayuda) y en contra (su lentitud para salir defender a tipos como Báez o Aguilar), pero por lo demás el equipo sigue dando pasos adelante y hay que ser optimista de cara a las próximas jornadas. El Obra encara ahora un par de partidos consecutivos fuera de casa, en canchas complicadas como Andorra y Murcia (aunque esta última es históricamente propicia para los nuestros), lo que habría dado más valor todavía al triunfo ante el Granca, pero el equipo tiene que seguir creciendo poco a poco y evitar presiones excesivas. El camino es muy largo, tanto en cada partido (como se pudo comprobar en este) como en lo que se refiere a la temporada.


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