(foto: ACB Fotoclick)
En un partido fantástico luchado hasta el último aliento, el Obradoiro estuvo a punto de hacer historia colándose en las semifinales de la Copa ante un Baskonia que se vio más fuera que dentro hasta los minutos finales. El Obra se sobrepuso a un durísimo primer cuarto en el cual a partir del 6-0 inicial fue destrozado por la gran defensa vitoriana, liderada por un Causeur que destruyó a un Waczynski irreconocible (12-24). Los de Moncho Fernández no se rindieron y, a base de esfuerzo colectivo y una gran defensa se volvieron a meter en el partido, llegando con vida al descanso (30-35). Tras el descanso apareció el mejor Obradoiro de los últimos tiempos, acertadísimo en ataque y esforzado en defensa hasta el límite de sus posibilidades, limitando pérdidas y cerrando con gran mérito el rebote defensivo. Tras una serie de triples de un inspirado Bendzius, el equipo tomaba la delantera en el marcador y entraba en el último cuarto con una impensable ventaja de 2 puntos (60-58). El Obra aguantó las exiguas rentas con bravura y una defensa al borde de la extenuación, pero los triples de Hanga y un 2+1 de Adams ponían al Baskonia 5 arriba a falta de menos de 2 minutos. El añadido de la lesión de McGrath hacía todavía más difícil alcanzar el sueño, pero un triple de Brown ponía al Obra a solo un punto, y un error de Bourousis en el tiro libre le daba la posesión para empatar o incluso ganar a los nuestros. Waczynski, desacertadísimo durante todo el partido, recibió una falta de Adams con solo 3 segundos y medio por jugar, pero se le encogió la muñeca, erró su primer tiro libre y anotó el segundo cuando lo había tirado a fallar. Causeur estaba a punto de devolver el error, pero en un último golpe de suerte se encontraba con una lucha e la que la flecha favorecía al Baskonia. El Obra caía finalmente por un ajustado 77-79, aclamado por la grada y con la cabeza muy alta.